“La Rosacruz no es algún sucedáneo de una Religión”
-Muchos buscan compensar su frustración religiosa con la Rosacruz-
La Rosacruz nació en una de las muchas sociedades cristianas que se constituyeron, dentro de la Sociedad Luterana; es decir, dentro del Mundo Protestante, a modo de sucedáneo de los conventos y monasterios católicos; pero sin afectar a la vida pública, mediante la no clausura, de sus miembros ni obligándolos al celibato.
Hoy, dentro del Mundo Rosicruciano, existen órdenes colaterales del rosacrucismo que intentan suplir, a sus miembros, esa falta de una membresía religiosa y que puede haber sucedido por varios motivos; pero, principalmente, por la incompatibilidad de algunas religiones con los ideales y objetivos reformistas que propugna la Rosacruz.
Por ejemplo, los miembros de la “Rosicrucian Fellowship” son invitados a permanecer en sus iglesias, independientemente de su Confesión, aunque una gran mayoría de sus miembros profesan la Fe Católica y, si investigan, comprobarán que aconsejan el estudio de las biblias católicas, como si existiera una gran diferencia respecto de las protestantes. La “Fraternitas Rosae Crucis”, en su seno, tiene la “Iglesia de la Iluminación” de carácter gnóstico con su Sacerdocio del Fuego o de Aeth; del mismo modo, para la “Fraternitas Rosicruciana Antiqua”, se encuentra disponible la “Iglesia Gnóstica Universal” o en la “A.M.O.R.C” se dispone de la colateral “Orden Martinista Tradicional” que intenta suplir el laicismo de sus enseñanzas. En el caso del “Lectorium Rosicrucianum”, la denominada como (Rosacruz Áurea), la cosa cambia, en tanto que la propia Institución se encuentra registrada como una Institución Religiosa de carácter gnóstico, incompatible por lo tanto, con cualquiera otra Confesión Religiosa; lo que significa que, a todas luces, funciona como una Entidad Religiosa. La Orden Rosacruz Om, surgida qde miembros del “gnosticismo samaelinano”, también se comporta como una Religión; en tanto que, administra sacramentos tales que la Eucaristía.
La Rosacruz alemana, la de los manifiestos del Siglo XVII; es decir, la de la Fama, la Confessio y las Bodas, no surgió con la idea de sustituir a alguna Iglesia en concreto o crear alguna nueva, sino como una suerte de constructo ecuménico que tendiera puentes entre las atomizadas iglesias surgidas durante la Reforma Protestante; pero además, para mantener enarbolado el estandarte de una reforma permanente, en tanto que, la producida había sido precipitada, insuficiente y parcial, en tanto que se había realizado con información insuficiente, como se comprobaría en diciembre del año 1945, con el descubrimiento de los manuscritos gnosticos de Nag Hammadi.
Es decir, la Rosacruz tiene la obligación de mantenerse objetiva e imparcial; en tanto que, es el único modo en que puede ser tenida en consideración, cuando proporciona información relevante que puede servir para aclarar ciertos misterios teológicos que afectan a casi todas las confesiones de que consta el Cristianismo Trinitario. Decimos Trinitario, porque los “Testigos de Jehová” no pueden considerarse así, en tanto que no tienen en consideración la Trinidad de “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, ni consideran a Jesús como integrante de la Divinidad; pero lo más importante de todo, que su Libro Sagrado, la Biblia Jehovística, se encuentra tan manipulada que, como mucho, podría ser considerada como una mala copia o una falsificación, premeditada, en toda regla de las conocidas como “Sagradas Escrituras”.
Que ciertos grupos, que se hacen denominar como rosacruces, echen pestes contra las iglesias reformadas y sus biblias, reconociendo al Catolicismo Romano, como su Iglesia Madre, tiene cierta gracia cuando la Historia fidedigna nos confirma que los rosacruces primitivos eran cristianos reformados, fundamentalmente luteranos y que sus manifiestos no decían nada bueno respecto al Jefe Supremo del Catolicismo, el Papa. También es una incoherencia, relacionarla con el Islam, en tanto que no se sostiene, dado que, esos mismos manifiestos arremeten contra Mahoma, su Profeta principal.
Ese judaísmo, al menos cabalístico, que se le presume, a la Rosacruz, por haber, supuestamente, viajado Christian Rosentkreutz, su simbólico fundador, a Tierra Santa, se basa en una premisa falsa y fruto de la ignorancia, en tanto que en el Relato se indica, con meridiana claridad, que el Padre Fundador de la Rosacruz jamás pisó Jerusalén, dado que sus planes se trastocaron con el fallecimiento de su Monje tutor, teniendo que dirigir sus pasos hacia la Ciudad de Damkar, auxiliado por una caravana de nómadas comerciantes.
Por lo tanto, entendemos que las fraternidades rosicrucianas, con absoluto respeto por la libertad de cada cual, no fueron constituidas para suplantar a alguna Confesión Religiosa y que pudiera dispensar sus sacramentos; sino como un Grupo de Estudios y de Investigación independiente que pudiera servir de apoyo a las otras instituciones, esas sí, religiosas.
En ese sentido, nada que decir respecto a las organizaciones religiosas, colaterales a las instituciones rosicrucianas, constituidas, en tanto que no dejan de ser otra cosa que nuevas “sectas” (en el buen sentido) religiosas con sus dogmas y doctrinas correspondientes y que sí sirven como sucedáneo para aquellas personas que, aún encontrándose en la búsqueda de la Verdad, sigan poseyendo ese sentimiento religioso que mantiene la necesaria ilusión de muchas personas dependientes de una supuesta ayuda externa.
En el caso de las organizaciones rosicrucianas que sí imparten los sacramentos religiosos, podemos afirmar, sin equivocarnos, que dieron el paso equivocado para ser constituidas en religiones, lo que las convierte en iglesias con el nombre Rosacruz; pero sin ser, verdaderamente, rosacruces; en tanto que, abrazaron determinadas doctrinas religiosas y, consecuentemente, acabando con su imprescindible objetividad, necesaria para mantener la imparcialidad de investigadores ecuánimes.
Respecto a las rosacruces masónicas o pseudo masónicas con rituales similares, ya lo hemos tratado en reflexiones anteriores; pero, no obstante, volveremos sobre éste Tema en un futuro cercano; en tanto que, entendemos que tampoco puede hablarse de verdaderas entidades rosacruces o rosicrucianas; pero entendemos que cada quien es libre de autodenominarse o denominar a su Organización como desee; pero el Espíritu de la Rosacruz es otra cosa muy distinta.
Frater Aralba R+C; S.C.de la F.R.A. en España, vía su A.M.L. “Rosa Mística”; Linaje: Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer