“El Misterio de la Gracia Divina”
-Lo que viene de afuera y no está en nosotros-
La Gracia Divina se encuentra íntimamente relacionada con el Espíritu Santo que dejó Jesucristo, entre la Humanidad, cuando transfigurado ascendió a los cielos.
Veréis, siempre hemos dicho que la Salvación y el Proceso de Christificación procede de nuestro Interior; y que no existe otra cosa que esa Chispa de Christos que pudiera ser intermediaria entre Dios, el Pleroma y los hombres, nosotros.
Ahora bien, también lo hemos dicho, aunque quizá no lo hayamos recalcado lo suficiente, que esa Chispa, Semilla o Capullo de Rosa se encuentra sumida en un Estado de profundo sueño y, evidentemente, para que comience sus proceso cristificador tiene que despertar.
Para su despertar debe de producirse la conjunción de dos factores, uno que se encuentra de forma permanente en el Cosmos “La Gracia Divina del Espíriru Santo” y la segunda que solo puede darse por el trabajo, la Voluntad, de la Personalidad contenedora de la Chispa Divina. Y ese hecho no se encuentra siempre disponible, en tanto que por sus experiencias, la Personalidad no se encuentre preparada para recibir la Gracia Divina que inunda el Cosmos.
Veréis, la Gracia Divina es una suerte de Metanoia, Frecuencia electromagnética en forma de partículas infinitesimales y sin peso ¿Los neutrinos? Procedentes de los centros estelares y del interior de los agujeros negros, incluido el de Sagitario A, del Centro de nuestra Galaxia. Está Energía, Gracia, conducente al despertar de las chispas divinas procede del Pleroma fuera de nuestra burbuja espacio temporal; quizá del propio Eón Sophía o de cualesquiera de los otros infinitos eones.
Los, vamos a llamar provisionalmente, a esas partículas contenedoras de información Celestial, neutrinos y que viajan por el Cosmos visible de punta a punta atravesando todo lo que se encuentra a su paso, incluidos asteroides, satélites y sólidos núcleos planetarios sin interactuar con ellos. Esa actuación o interacción no se produce al no existir una Sintonía que permita atrapar la información contenida en los neutrinos; es decir, no existe algún tipo de resonancia entre el neutrino y el objeto atravesado.
Ahora bien, ¿Qué sucede cuando alguien, por sus experiencias vitales, se convierte en un buscador de la Verdad?, pues que su nivel vibracional cambia hasta el punto de, en algunos casos, puede llegar a coincidir con la vibración de los neutrinos que atraviesan su Cuerpo. Cuando la vibración es coincidente, tanto la vibración de la Coraza de duro acero, la Cebolla Personalidad, que protege la Rosa del corazón como la Partícula ¿Neutrino? contenedora de la Información, entran, como un diapasón, en resonancia y es entonces cuando esa información es sintonizada, atraviesa la Coraza de acero que protege al Átomo Simiente o Chispa de Espíritu y llega hasta el Capullo de Rosa que al despertar se convierte en el Niño Dios nacido en la Gruta de Belén.
Una vez despierto Cristo, con la ayuda de su Personalidad preparada va creciendo y haciéndose fuerte hasta sentarse en el trono del Corazón desde donde se controlan las emociones. Con algo más de tiempo y gracias a la entrega completa, en Cuerpo y alma, de la Personalidad, Cristo accede al Trono de la Cabeza desde donde, ya, controlará la Mente y sus Pensamientos. Cuando el Proceso se ha completado se dice que el Ser Humano se ha Cristificado, terminado de Iniciar o transfigurado; es decir, ha resucitado de entre los muertos vivientes.
Fíjate, mi Querido Amigo, la importancia que tiene la Gracia Divina, que nos rodea por todas partes como un maná celestial, no solo para que comience el Proceso Iniciático conducente al regreso a nuestro Hogar Celestial, sino que una vez sintonizada la emisora procedente del Pleroma, a la Personalidad en proceso de Cristificación le servirá como fuente de Noticias y, también, como Faro para no perder el Norte del Palacio de Shambala, situado en la frontera cuántica entre el Pleroma y la burbuja de nuestro Cosmos.
Si no fuese por la Gracia Divina, esa señal de despertar, procedente del Pleroma y que los cristianos denominamos como Espíritu Santo, el despertar, el arrepentimiento y la conversión serían imposibles, imposibilitando la cristificación y posterior transfiguración. Fijaos si es importante el asunto de la Gracia Divina.
Aún así, la Gracia por sí misma no puede hacer otra cosa que despertar, si existe sintonía, e iluminar como un faro en la costa en noche de tormentas. Es fundamental la actitud de la Personalidad y que en un Estado experiencial terminal eleve su llanto de impotencia, su Metanoia, hasta los confines de su interior y donde mora su verdadero Ser, la Semilla Cósmica de Cristo. Gracias a ese desconsuelo sincero, genuino y sentido es que la Coraza que protege al Átomo Simiente se abre como si de unas agallas se tratara permitiendo el contacto resonante entre los ¿Neutrinos? Cargados de información del Pleroma y la Semilla del Corazón aún somnolienta. Una vez que esa Sintonía se produce, se crea un enlace electromagnético irrompible y permanente entre el Ser y Shambala, la Isla del Pleroma en nuestro Mundo y donde mora la única, invisible y genuina Fraternidad de los Rosacruces.
Frater Aralba R+C