28 enero, 2024

Nuestros flirteos con la Masonería Primera Parte

 “Nuestros flirteos con la Masonería”


-Algunos nos llamarán desagradecido por lo que sigue-

Por el honor a las personas y por cuestiones legales intentaré no mencionar nombres de personas; pero todo lo que a continuación sigue es el relato de hechos estrictamente reales y no solo, parciales, desde mi punto de vista.


Algunos protagonistas de ésta Historia ya han fallecido; pero otros han conseguido sus objetivos de convertirse en el Supremo Comendador del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, afín a la Gran Logia Simbólica Española o dado el Salto, gracias a sus malas artes, como Goyo, a la Masonería Regular de la Gran Logia de España.


Todo comenzó, hace muchos años, cuando tenía unos treinta y pocos años y me encontraba en la AMORC, trabajando codo con codo con algunos miembros que, algunos de ellos, también eran masones de la Gran Logia de España: “El Cristalino Templo Oriental”, ese era nuestro Templo Secreto, en el que se encontraban Tus, Goy, el Cabalista Hasiel, “Bethz, Our” que en paz descansen y yo Aralba. También había dos mujeres, las esposas de Goy y Our; pero de sus nombres no logro acordarme y su actividad en el Grupo era meramente testimonial y hornamental.


Un día, en la Casa de Campo de Our, cercana a la Pista de Carreras del Jarama, mientras ingeríanos una infusión de Marihuana se me acercó y me dijo ¿Quieres pertenecer a la Masonería? Entonces le comenté que mis intentos de acercamiento, a ella, habían sido infructuosos y sí, hubo un intento de ingresar en la Orden pero no pude pasar las aplomaciones porque dije ser estudiante Rosacruz ¿En qué Logia intentaste ingresar? En la de Hermes número 13 contesté. No me fastidies, me dijo, gente como tú sois muy necesarias en la Masonería para mantener su verdadero espíritu esotérico y origen Rosacruz. Eso lo arreglo yo, no te preocupes, me dijo.


Our, (Alberto Martínez Lacaci, le dije, no te molestes, en realidad no tengo mayor interés en ingresar en la Masonería. No, no digas nada, déjalo de mi cuenta que vas a entrar conmigo en la Logia de los Caballeros del Templo número 17. 


Me dejé querer y al poco pasé las tres aplomaciones correspondientes e iniciándome del Primer Grado en el Templo que la Gran Logia de España poseía en López de Hoyos. Una calle que me traía recuerdos pues allí había estado el Taller de ebanistería donde había trabajado, otrora, mi Padre Antonio Ruiz como Oficial Ebanista.


En mi iniciación reconocí algunos rostros como el de Our, Goy y Hassiel. Pronto iría descubriendo que Caballeros del Templo n° 17 era una Logia muy Elitista y donde convivían directores de Grandes Compañías como Repsol e Iberdrola, con miembros del Tribunal constitucional y algunos catedráticos de la UNED. También había algún que otro pequeño empresario de ideas falangistas y un exmiembro de la Cienciología.


Desde el principio no me sentí demasiado agusto, pues en pasos perdidos mi persona pasaba desapercibida y no podía entender, la mayoría de las veces, de lo que hablaban los grupúsculos que se reunían para hablar de sus respectivos trabajos. Aún así seguí realizando, de forma disciplinada y sin rechistar, mi duro trabajo de Aprendiz. Al Año siguiente fui elevado al Grado de Compañero y se me permitió leer ciertas planchas relativas a la Fraternidad de los Rosacruces. Ese trabajo, con algunos matices, es lo que conforma nuestro libro básico, del Primer Grado del “Colegio Invisible de la Rosacruz”, “Rosacruz Luces y Sombras” o Tradición Esotérica de Occidente.


Durante nuestro periodo de Compañero seguí trabajando, en la Logia, como el primer día de Aprendiz pero ya comencé a vislumbrar ciertas incoherencias. Los nuevos iniciados como aprendices, gentes generalmente de gran copete, se escaqueaban, charlando con los maestros y no cumplían con su servicio o trabajo de Aprendiz. Cuando subí al Grado de Maestro, la cosa no fue mucho mejor dado que  los trabajadores éramos muy pocos, sino yo solo algunas veces, quién se ocupaba de colocar el Templo y estar al tanto de los diferentes arreos.


Mi Relación, con la Masonería, a partir de ser elevado a Maestro se iría deteriorando inexorablemente, poco a poco, por las cuestiones que paso a relatar: En primer lugar se dió entrada a la Logia al Cónsul, creo que de Gana, el cual en tres días de Trabajo consecutivos, en cosa de dos meses, pasó de Aprendiz a Compañero y después a Maestro; es decir, no tuvo que esperar los tres años reglamentarios, además de que no se dignó jamás a ensuciarse las manos con los trabajos de la Logia correspondientes a los realizados por aprendices y compañeros.


La Semilla del deterioro estaba sembrada; pero entonces un Hermano, Manolo, de la Logia Hermes número 13 me invitó a que fuese iniciado en el Arco Real de Jerusalém y a pasar, en Segunda Logia, como miembro de Hermes la Logia que, en primera instancia, había rechazado mi instancia de entrar en Masonería.


Adquiridos los arreos correspondientes, que hoy se guardan enmarcados, en el Templo de la Gran Logia Simbólica de España en Madrid, si no los han tirado o vendido, dado que lo doné al Taller como un signo dee Hermandad y buena Voluntad; bueno, pues fuimos iniciados en el “Arco Real” y esa Iniciación, exclusivamente en Inglés, para mí fue un auténtico shock emocional y no verdaderamente positivo pues descubrí la exhibición de los estandartes de las doce tribus de Israel, cuando yo no creía que esa unión de la Masonería con el Pueblo Judío pudiera ser tan íntima por decir así; pero el golpe de gracia lo recibí al final cuando tuve que ver la Palabra Perdida, Secreta y Sagrada que no era otra que “Jehová”, cuando por activa y por pasiva me había indicado, el Hermano Manolo, falsamente, que éste Grado del Arco Real era equivalente al de Rosacruz y que la Masonería nada tenía que ver con los judíos.



El ver a un desconocido, por muy importante que fuese, prosperar como un meteoro dentro de la masonería y descubrir el importante componente judío de esta podrían haber sido el detonante más importante que hizo que la abandonará; pero que va, la puntilla del asunto la produjo las luchas intestinas, dentro de la Orden entre la Cúpula directiva de la Gran Logia de España y la Cúpula del Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y, en donde los unos y los otros se decían poseer el control sobre la Masonería. Todo un disparate, en tanto que comenzaron a llegar a casa cartas con mensajes de uno u otro cuño para que me definiera a un lado u otro de la contienda.


En definitiva que exploté y dejé de asistir y pagar las cuotas, incluso no yendo a recoger mi título del Arco Real de Jerusalén que supongo lo romperíam, se perdería en la Mudanza a su nueva Sede cerca de la Castellana o seguirá durmiendo el sueño de los justos en algún cajón o estantería olvidados.


Los días siguientes fueron horribles pues no paraba de recibir llamadas telefónicas, con el fin de que recapacitara y regresara,  por parte del Hermano Manolo, quien en aquel entonces era dueño de un laboratorio fotográfico y del antiguo cienciólogo Ricardo Lloret. De verdad que ese acoso recibido no se lo deseo a nadie. Así dejé la Masonería Regular y me dediqué, durante años, a mis estudios profanos, tanto mercantiles como de electrónica y fotografía.


Jamás he vuelto a intentar ingresar en la Gran Logia de España que me parece un Gran Club de Élite para gente adinerada y con muchos recursos.


La Injusticia en la otorgación de los grados.

El importante desembolso económico digno de millonarios.

Las guerras internas por el Poder dentro de la Institución.

La falta de un verdadero Espíritu Místico dentro de las logias.

La falta absoluta de Hermandad cuando era requerida.

El acoso tras dejar la Orden.


Fueron ellos, entre otras cosas externas, como el bullying que sufría en mi Trabajo en Seguros, los detonantes que hicieron que abandonase la Orden y que en ningún instante se me ocurriera intentar regresar.


Pasados ciertos años dedicados a mí instrucción profana decidí intentar volver a la Masonería; pero en otra Obediencia y donde tenía un gran amigo de la Fraternidad Rosacruz, Salvador Germán Caballero; pero eso es otra Historia que contaremos con todo detalle, sin olvidar una sola coma, otro día. Una Historia llena de falsedades y traiciones de las que solo hablaré de lo acontecido a mí Persona porque si hablara de lo que me han contado parecería la Historia de una Casa de Lenocinio.


En ambas ocasiones, como veremos, nunca se respetaron mis derechos más fundamentales y al considerar que para mí la Masonería estaba siendo más un lastre que otra cosa la abandoné, dado que el apoyo de mi Hermano Our desapareció cuando abandonó la Logia Los Caballeros del Templo con la finalidad de escalar en los grados colaterales hasta convertirse en el Soberano Comendador del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para el Grado 33, en el Seño de la Gran Logia de España.


No obstante, gracias a la mediación de Tus (Nau) con Our, los acosos telefónico por parte de esos dos hermanos de Hermes cesaron.


Frater Aralba R+C


Segunda parte: Nuestra estancia en la Gran Logia Simbólica de España.


El Misterio de la Gracia Divina

“El Misterio de la Gracia Divina”


-Lo que viene de afuera y no está en nosotros-

La Gracia Divina se encuentra íntimamente relacionada con el Espíritu Santo que dejó Jesucristo, entre la Humanidad, cuando transfigurado ascendió a los cielos.


Veréis, siempre hemos dicho que la Salvación y el Proceso de Christificación procede de nuestro Interior; y que no existe otra cosa que esa Chispa de Christos que pudiera ser intermediaria entre Dios, el Pleroma y los hombres, nosotros.


Ahora bien, también lo hemos dicho, aunque quizá no lo hayamos recalcado lo suficiente, que esa Chispa, Semilla o Capullo de Rosa se encuentra sumida en un Estado de profundo sueño y, evidentemente, para que comience sus proceso cristificador tiene que despertar.


Para su despertar debe de producirse la conjunción de dos factores, uno que se encuentra de forma permanente en el Cosmos “La Gracia Divina del Espíriru Santo” y la segunda que solo puede darse por el trabajo, la Voluntad, de la Personalidad contenedora de la Chispa Divina. Y ese hecho no se encuentra siempre disponible, en tanto que por sus experiencias, la Personalidad no se encuentre preparada para recibir la Gracia Divina que inunda el Cosmos.


Veréis, la Gracia Divina es una suerte de Metanoia, Frecuencia electromagnética en forma de partículas infinitesimales y sin peso ¿Los neutrinos? Procedentes de los centros estelares y del interior de los agujeros negros, incluido el de Sagitario A, del Centro de nuestra Galaxia. Está Energía, Gracia, conducente al despertar de las chispas divinas procede del Pleroma fuera de nuestra burbuja espacio temporal; quizá del propio Eón Sophía o de cualesquiera de los otros infinitos eones.


Los, vamos a llamar provisionalmente, a esas partículas contenedoras de información Celestial, neutrinos y que viajan por el Cosmos visible de punta a punta atravesando todo lo que se encuentra a su paso, incluidos asteroides, satélites y sólidos núcleos planetarios sin interactuar con ellos. Esa actuación o interacción no se produce al no existir una Sintonía que permita atrapar la información contenida en los neutrinos; es decir, no existe algún tipo de resonancia entre el neutrino y el objeto atravesado.


Ahora bien, ¿Qué sucede cuando alguien, por sus experiencias vitales, se convierte en un buscador de la Verdad?, pues que su nivel vibracional cambia hasta el punto de, en algunos casos, puede llegar a coincidir con la vibración de los neutrinos que atraviesan su Cuerpo. Cuando la vibración es coincidente, tanto la vibración de la Coraza de duro acero, la Cebolla Personalidad, que protege la Rosa del corazón como la Partícula ¿Neutrino? contenedora de la Información, entran, como un diapasón, en resonancia y es entonces cuando esa información es sintonizada, atraviesa la Coraza de acero que protege al Átomo Simiente o Chispa de Espíritu y llega hasta el Capullo de Rosa que al despertar se convierte en el Niño Dios nacido en la Gruta de Belén.


Una vez despierto Cristo, con la ayuda de su Personalidad preparada va creciendo y haciéndose fuerte hasta sentarse en el trono del Corazón desde donde se controlan las emociones. Con algo más de tiempo y gracias a la entrega completa, en Cuerpo y alma, de la Personalidad, Cristo accede al Trono de la Cabeza desde donde, ya, controlará la Mente y sus Pensamientos. Cuando el Proceso se ha completado se dice que el Ser Humano se ha Cristificado, terminado de Iniciar o transfigurado; es decir, ha resucitado de entre los muertos vivientes.


Fíjate, mi Querido Amigo, la importancia que tiene la Gracia Divina, que nos rodea por todas partes como un maná celestial, no solo para que comience el Proceso Iniciático conducente al regreso a nuestro Hogar Celestial, sino que una vez sintonizada la emisora procedente del Pleroma, a la Personalidad en proceso de Cristificación le servirá como fuente de Noticias y, también, como Faro para no perder el Norte del Palacio de Shambala, situado en la frontera cuántica entre el Pleroma y la burbuja de nuestro Cosmos.


Si no fuese por la Gracia Divina, esa señal de despertar, procedente del Pleroma y que los cristianos denominamos como Espíritu Santo, el despertar, el arrepentimiento y la conversión serían imposibles, imposibilitando la cristificación y posterior transfiguración. Fijaos si es importante el asunto de la Gracia Divina.


Aún así, la Gracia por sí misma no puede hacer otra cosa que despertar, si existe sintonía, e iluminar como un faro en la costa en noche de tormentas. Es fundamental la actitud de la Personalidad y que en un Estado experiencial terminal eleve su llanto de impotencia, su Metanoia, hasta los confines de su interior y donde mora su verdadero Ser, la Semilla Cósmica de Cristo. Gracias a ese desconsuelo sincero, genuino y sentido es que la Coraza que protege al Átomo Simiente se abre como si de unas agallas se tratara permitiendo el contacto resonante entre los ¿Neutrinos? Cargados de información del Pleroma y la Semilla del Corazón aún somnolienta. Una vez que esa Sintonía se produce, se crea un enlace electromagnético irrompible y permanente entre el Ser y Shambala, la Isla del Pleroma en nuestro Mundo y donde mora la única, invisible y genuina Fraternidad de los Rosacruces.


Frater Aralba R+C

26 enero, 2024

La Rosacruz no existe para restablecer el Orden Divino en el Mundo

“La Rosacruz no existe para ¿restablecer? el Orden Divino en el Mundo”


-La Rosacruz les muestra el Camino de regreso a su Hogar celeste-

La Fraternidad Rosacruz es un Movimiento Cristiano y Reformista surgido de las Sociedades Cristianas que surgieron tras la Reforma Protestante, con la intención de suplir la actividad de monasterios y conventos del Catolicismo Romano. Así, la Fraternidad Rosacruz es una suerte de “Convento-Monasterio” seglar, por aquello de que admite tanto a hombres como a mujeres; pero sin el requerir una dedicación absoluta y enclaustrada.


El surgimiento, en Inglaterra, de su falso clon*, según algunos investigadores, la Masonería y la apropiación, por parte de ésta, de una gran parte de sus símbolos, ha dado a entender, equivocadamente, que ambas instituciones, la Masonería y la Rosacruz persiguen un mismo fin: “La Restauración de una supuesta Edad de Oro en la Tierra”, lo que puede entenderse cómo restablecer un Orden Divino anterior que, en realidad, nunca ha existido en nuestro actual Plano de Manifestación.


La mayoría de organizaciones, rosicrucianas, aunque se sienten herederas del Movimiento Rosacruz del Siglo XVII, al igual que la Masonería, consideran que su Misión consiste en, algo así como restablecer el Cielo en la Tierra, sin que antes la antigua Tierra desaparezca.


Así, la verdadera función espiritual Rosacruz queda reducida a una faceta profana y mundana; es decir, al igual que la Masonería, atraer a buenas personas para convertirlas, mediante un Proceso de autoconstrucción, en mejores personas capaces de, unidas, construir un Mundo cada vez mejor para las generaciones venideras; pero ésto, la Rosacruz conoce que no es posible en tanto que lo material no puede dar lugar a lo espiritual sino, a lo sumo, facilitarlo mediante el Proceso de Cristificación.


Recuerden el mensaje de Pablo a los Corintios:

“Así también es la resurrección de los muertos (Transfiguración). Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. 


Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán (Cristo), espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 


El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor (Cristo), es del cielo. 


Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 


Pero esto digo, hermanos: “que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”.


He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la Obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

(1a de Corintios: 15:42-58)


Y recuerden también las palabras de Juan en el Apocalipsis:


“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.


Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas”

(Apocalipsis 21: 1-5)


Cómo puedes observar, Querido Lector, no se encuentra ni en tí ni en mí la posibilidad de restaurar al verdadero Hombre en la Tierra, en tanto que el antiguo Hombre y la antigua Tierra deberán de pasar para que Dios instaure nuevos cielos y nueva Tierra donde el Hombre Transfigurado, en Cristo Jesús, pueda convivir con Dios Padre, el Pleroma.


Eso siempre, como no puede ser de otro modo, lo ha conocido la Hermandad Rosacruz y no debe de confundirse su “Reforma del Mundo” en tanto que medio o tierra propicia para permitir el Proceso de Cristificación que como un Objetivo final de Restauración del Cielo en la Tierra actual y con el Hombre, no transfigurado, actual.


Todo esto viene a cuento porque, según nuestra percepción, estamos viendo cómo la mayoría de movimientos rosicrucianos, al igual que la Masonería, se vienen alineando con los preceptos de lo que ya se conoce como “Nuevo Orden Mundial”


Unos preceptos que fijan su atención más en la Tierra y en la Colectividad que en el propio Hombre, como si Dios no existiera y ésta vida fuese nuestra única vida posible.


Recuerden que nuestro Camino por el Mundo sea fructífero y se vea en nuestra acciones la pureza de Cristo y del Pleroma; es decir, conforme nos vayamos acercando a nuestro objetivo, tanto el Mundo como la Humanidad estarán mejor; pero solo es una Herramienta un Medio para conseguir un Objetivo final que ni es ni se encuentra en éste Mundo. La Reforma es Necesaria porque sin ella la Tierra no sería fértil para que fructifique la Semilla del Hombre Nuevo; pero nuestro final, como individuos y Especie, no es quedarnos enclaustrados en un Planeta que tiene escrito su final en las estrellas. Debemos de ser conscientes de que debemos desprendernos del cascarón, desplegar nuestras alas divinas y volar más allá de las estrellas. Nada puede ni debe de estar por encima de la Libertad del Hombre, salvo Cristo el Señor, y Éste no pertenece a éste Mundo.


(Frater Aralba R+C)


* Lo cierto es que no es nuestra intención entrar en inútiles polémicas que a nada conducen. Así es que, sin ánimo de ofender a nadie, que cada cual saque sus propias conclusiones.


https://www.monografias.com/docs115/masoneria-clon-rosacruces-del-siglo-xvii/masoneria-clon-rosacruces-del-siglo-xvii


El Pecado contra el Espíritu Santo

 “El Pecado contra el Espíritu Santo”


-La blasfemia imperdonable-

”El Sacrilegio o Profanación contra el Espíritu Santo, se indica en varios pasajes del Nuevo Testamento, tales que Marcos 3:28-29,​ Mateo 12: 31-32, y Lucas 12:10”


Blasfemia: Ofensa contra Dios, lo más Sagrado. 


“De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.”

(Marcos 3:28-29)


“Y a cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre le será 

perdonado; pero a cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

(Mateo 12:32)


”A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.”

(Lucas 12:10)


El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Trinidad, siendo la actividad de Dios presente en y entre nosotros, no siendo otra cosa, nada menos, que el mismo Cristo que nos mostró Jesús, viviendo en nosotros de forma consciente; es decir, con nuestro Ego, Yo, o Personalidad.


El Pecado contra el Espíritu Santo es imperdonable y no lo es por capricho Divino sino por lo irreversible del asunto, dado que se trata del Suicidio o quitarse uno mismo la vida. Si la Personalidad acaba consigo misma, en tanto que vehículo de manifestación de Cristo, su Ser Interno, es imposible que pudiera regresar, en el futuro, hasta donde lo dejó con el fin de proseguir su Camino de Cristificación, Salvación, dado que no existirá alguien para continuarlo, en tanto que se auto borró y, bueno, ese es el verdadero y Grandísimo Misterio de la Ofensa contra el Espíritu Santo, quitarse uno la propia Vida, es algo irreparable, imperdonable o irreversible.


El Espíritu Santo, recuerden, es la llamita de fuego, representado por una paloma resplandeciente y que no es otra cosa que la Chispa Divina actuando en nosotros. Eso no sería posible si la iluminación; la Iniciación no se hubiese completado. Cortar la propia vida siendo conscientes de que vamos a cercenar el medio de manifestación de nuestro verdadero Ser, es la Blasfemia o Sacrilegio teológico contra el Espíritu Santo.


Cualquier pecado, incluso el asesinato, mediante el arrepentimiento, de quién lo comete, son perdonables; pero no así el suicidio en tanto que hemos evitado, al cercenar nuestra propia vida, la posibilidad de dicho arrepentimiento.


“Imagínense por un momento que usted es alguien adinerado que está comprando autos, de esos llamados autónomos, con el fin de quedarse solo con uno y que le acompañará por el resto de su vida. Evidentemente usted es quien decide qué autos comprar, aparcarlos en su garaje y, al final, quedarse con el que más les guste. Mientras esos autos, coleccionados, permanezcan en su garaje, cualquiera de ellos tendrá la posibilidad de ser el elegido como su preferido. Ahora imagínense que la Inteligencia Artificial de su última adquisición, toma una decisión errónea y se autodestruye, por un error de programación de sus algoritmos, precipitándose por un precipicio o estampándose contra un árbol. Evidentemente, aunque su propietario, usted, sobreviva, el Auto estará irrecuperable para poder ser elegido como el Auto de sus sueños”


En la analogía que acabamos de exponer, usted sería el verdadero Ser, el Espíritu o Maestro Interno, el Señor Cristo y su Auto nuevo sería su actual vehículo de manifestación, su Cuerpo, en donde la Inteligencia Artificial que hace autónomo al automóvil, sería el Yo, el Ego, la Personalidad.


Ahora volvamos a la Realidad. Usted, en realidad, es ese vehículo de manifestación y la Inteligencia que toma las decisiones, sean correctas o erróneas su Personalidad. Si usted, por cualquier motivo, decide poner fin a su vida y destruye su Cuerpo; pero también destruye su Conciencia de Ego imposibilitando que Cristo pueda seguir haciendo uso de Usted. Cristo no puede revertir su decisión personal llevándolo a algún tipo de taller especializado en reconstruir vehículos de manifestación, en tanto que ese Taller no existe en otro lugar que aquí, su Vida en el Mundo.


Ahora, imagínese que su intento de suicidio no se lleva a efecto. En esa circunstancia, si usted se arrepiente de su acción y permanece con su vida, sigue teniendo una oportunidad de poder ser elegidos por el Espíritu como su definitivo vehículo de manifestación; evidentemente, tras haber sido transfigurado y haber pasado por todo el proceso de Cristificación con la consecuente entrega total de su Yo a Cristo su Señor.


Después de los expuesto y si hemos hecho posible que usted pueda entender nuestra analogía, comprenderá, dado lo irreversible del Asunto, que el Pecado contra el Espíritu Santo, no pueda ser perdonado, en tanto que el Sujeto que pudiera arrepentirse de su Acción, el Yo, ya no existe. No se puede perdonar porque no hay opción para ello, pues se trata de una decisión personal cuyo final es definitivo e irreversible. No se trata de que Dios sea algún tipo de Psicópata incapaz de perdonar; es que nuestra Acción definitiva e irreversible impediría que ese, supuesto, perdón pudiera, en la práctica, darse, en tanto que no existe la posibilidad del Perdón sin el previo Arrepentimiento; y éste no puede darse sí ya no existe quien pudiera arrepentirse. 


Si somos capaces de deducir el Mensaje de la Biblia de un modo Científico más que doctrinal y teológico, cualquier posible Misterio puede ser entendido y resuelto.


Sabemos que lo que acabamos de exponer es muy triste y duro para aquellos que, en su familia, hayan tenido algún caso de suicidio de algún Ser amado; pero es la verdad. En el futuro, cuando llegue la hora, podrán acceder a sus recuerdos en la Memoria de la Naturaleza; pero en modo alguno podrán entablar un diálogo entre conciencias, pues una de ella ya no existirá por decisión propia.


Ahora, fíjense lo importante del Asunto porque el quitarse la vida, al instante, no es el único suicidio posible; es decir, Pecado contra el Espíritu Santo. También puede tratarse de un suicidio planificado a muy largo plazo y que significaría actuar, de cara al Espíritu, como un Muerto en Vida y que, lamentablemente, es lo más común; en tanto que eso es lo que sucede con la mayoría de personas que no han comenzado o completado el proceso Iniciático de la Cristificación; en tanto que tras el fallecimiento de la Personalidad, aunque supuestamente se tratase de una muerte llamada Natural o Accidental, ha existido una acción consciente de quitarse uno voluntariamente la Vida, al no poner su Destino en manos de su Verdadero Propietario: Cristo, el Señor. En ese sentido, podría decirse que la mayoría de la población, aún no quitándose la vida en un instante, son suicidas y culpables del Pecado contra el Espíritu Santo, estando la única diferencia en que aún tienen la posibilidad de arrepentirse de su actitud y retomar el Camino de Cristo para completar su misión de Restauración y Transfiguración.


Si usted es, quien nos está leyendo, consciente de lo que supone el Proceso Iniciático, ahora también conoce el peligro que conlleva no proseguirlo hasta su definitivo cumplimiento; pero aún estamos a tiempo para que pueda dar marcha atrás y tomar la decisión correcta, en tanto que usted aún sigue con vida. Aún hay tiempo; pero recuerde que la Vida es como un suspiro y que, en cualquier instante, podemos perderla.


Retome su Diálogo con Cristo, su Señor y Maestro Interior.


¡No siga pecando contra el Espíritu Santo!


Frater Aralba R+C 




23 enero, 2024

Euxaristía (Agradecimiento)

 “Euxáristia (Agradecimiento a Jesús por su sacrificio al mostrarnos la Cristificación, el Camino hacia Cristo el Señor Dios”


-Sacramento, Ritual, Memoria y significado del Proceso Chrístico o de Cristificación”

Aunque lo hemos explicado, convenientemente, en algunos de nuestros trabajos anteriores, no creemos que esté de más recordar que aunque para las diferentes denominaciones eclesiásticas, la Eucaristía solo posee un componente meramente de recordatorio reverencial de la Pascua de Jesús antes de su martirio y crucifixión, como es en el caso de la mayoría de iglesias evangélicas procedentes de la reforma de Juan Calvino, o de acto mágico, más o menos literal, de la transustanciación del pan y del vino en la verdadera carne y sangre de Jesús, caso extremo en la Iglesia Romana o más ambiguo en las reformas procedentes de Lutero o de la Iglesia Presbiteriana (Anglicana) promovida por el Rey Inglés Enrique VIII.


Aún así, también posee un Sentido Esotérico, oculto, que contiene el verdadero Conocimiento (la Gnósis) de las palabras de Jesús y cuyo sentido literal es meramente alegórico o metafórico; es decir, simbólico. Pero un simbolismo que no pierde un ápice de la Magia del Sacramento de la transubstanciación eucarística; pero no en el sentido literal de la Carne y de la Sangre del Cuerpo Material de Jesús, el Portador de Cristo (el Elegido o Ungido), sino en el de la Carne y Sangre Etéricas de Cristo y procedente del Padre, o sea, del Pleroma. 


Con la muerte del Hombre material, Jesús, en la Cruz del Calvario; en realidad unos instantes antes, recuerden aquella frase de: 


“Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?” 

(Mateo 27:46)


Pues bien, en ese instante el verdadero Cuerpo Celestial de Cristo, su Carne y Sangre etéricas son desprendidas del Cuerpo de Jesús y, como una poderosa Fuerza Electromagnética, desplegada en la forma del Espíritu Santo sobre todo el Planeta y sus habitantes. Esa fuerza es una vibración de despertar general procedente del Pleroma y ahí reside la verdadera Fuerza de la Cristificación conducente a la transmutación de un Hombre material en otro Hombre Nuevo Espiritual.


“Y (Jesús con Cristo en Él) tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo (el de Cristo Dios), que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre (el Éter del Pleroma), que por vosotros (vuestro conocimiento y salvación) se derrama”

(Lucas 22:19-20)


Con la muerte del Cuerpo físico de Jesús, el Cuerpo Etérico de Cristo, su Éter Celestial, se libera, en la forma del Espíritu Santo, con el fin de que su Sagrada Vibración pueda despertar, por inducción, a Cristo en nosotros mismos.


“Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús (el Hombre portador de Cristo), la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es (partido) para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto, cuantas veces la bebáis, en memoria de mí. Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte (el sacrificio) del Señor (Cristo mediante la muerte de Jesús) proclamáis hasta que Él (Cristo) venga (en vosotros). De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente (de forma rutinaria y sin conocimiento de causa), será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor (del martirio y sufrimiento de Cristo en la carne de Jesús).”

(1a de Corintios 11:23-27)


El Evangelio gnóstico de Juan pone nuestra atención más en el Cristo Celestial que en el Jesús material y muestra, de forma velada, para los cristianos iniciados la forma de salvar sus almas mediante el alimento espiritual que supone despertar a Cristo el Señor, sentándolo primero en el Trono del Corazón y  elevándolo después al Trono de la Cabeza.


“Yo (Cristo) soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne (el Éter pleromatico de Cristo), la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este (hablando de Jesús) darnos a comer su carne? Jesús les dijo: “De cierto, de cierto os digo” (un acertijo místico): Si no coméis la carne del Hijo del Hombre (no la suya sino la del Cristo Celestial), y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros (sino muerte mediante la carne y sangre materiales). El que come mi carne y bebe mi sangre (las de Cristo), tiene vida eterna (no dice tendrá en futuro sino tiene en presente); y yo (Cristo) le resucitaré (transfiguraré) en el día postrero (Después de la muerte del Cuerpo físico). Porque mi carne es verdadera comida (espiritual), y mi sangre es verdadera bebida (espiritual). El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí (Cristo el Señor) permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente (el Pleroma), y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come (me recibe), él también vivirá por mí (en tanto que recibe el Éter proveniente del Pleroma). Éste es el pan que descendió del cielo (La Fuerza del Éter Chrístico); no como vuestros padres comieron el maná (comida material), y murieron; el que come de este pan (Vibración Celestial), vivirá eternamente.”

(Juan 6:51-58)


¿Qué son la Carne y la Sangre de Cristo? La Carne se refiere al Vehículo de Manifestación transmutado a Carne Celestial y la Sangre, en tanto que Vehículo del Alma, la afluencia de Cristo en nuestras vidas.

En definitiva, se trata de indicarnos que, durante el proceso de Cristificación, el Hombre Carnal que se alimenta exclusivamente de materia, debe de ir transformando su hábito alimenticio incluyendo en su menú, una mayor ingesta de alimento Espiritual; es decir, de Éter Chrístico procedente del Pleroma, porque, en verdad, de eso se trata cuando se habla de alimentarse de la Carne y de la Sangre del Señor, Cristo, nuestro Maestro Interior que nos puede convertir, en tanto que Almas Personalidad, en sus hermanos y, por lo tanto, en Hijos del Dios Padre, el Pleroma.


Es decir, sí existe una suerte de transubstanciación, más científica (gnóstica) que mágica en la que entran en juego unas Fuerzas electromagnéticas o fluidos etéricos que no pertenecen a éste Mundo.

En ese sentido hay que entender que Jesús, Cristo en Él, muy raramente se expresaba literalmente sino mediante subterfugios literarios contenedores de un profundo simbolismo iniciático. Del mismo modo que decíamos acerca del “Karma y de la Reencarnación: Sí pero No” así podemos decir acerca de la “Transubstanciación del Pan y del Vino en la Carne y en la Sangre de Cristo: Sí pero no”, en tanto que Jesús en su alegoría no se estaba refiriendo a la carne y sangre de su Cuerpo Material sino al fluido Espiritual de Cristo morando en Él y cuya Carne y Sangre etéricas; es decir, sublimes y espirituales, no proceden de éste Mundo Temporal sino de nuestro verdadero Hogar Celestial, el Pleroma, en tanto que Hermanos de Cristo e Hijos de Dios.


Ese Espíritu desplegado sobre los habitantes de la Tierra, tras la muerte física de su portador, no es otra cosa, como hemos mencionado, que el Fuego del Espíritu Santo que nos llega, desde el Pleroma, tras el Sacrificio de Jesucristo en la Cruz del Calvario.

Frater Aralba R+C



Transfiguración del Alma

 “Transfiguración del Alma”


-Salvación de la Conciencia y transmutación del Cuerpo y la Personalidad-

Respecto a éste Tema existe mucha confusión, e incluso es posible que nosotros, en ocasiones, hayamos cometido alguna imprecisión que pudiera tender a confusión. Es por dicha causa que, una vez más, volvemos sobre esto para intentar aclarar posibles dudas e impedir, en lo posible, interpretaciones erróneas.


El Proceso de Cristificación que finaliza con la Transfiguración, su propósito principal es la de preservar la Conciencia de la Personalidad y convertirla en el definitivo vehículo de manifestación del Espíritu; es decir, de Cristo.


En otros sitios hemos indicado que también implicaba la preservación de la memoria de las experiencias pasadas en la Vida; pero eso es accesorio y no demasiado importante, en tanto que todo lo relacionado con las experiencias en el Plano Material queda grabado, para siempre, en los registros de la Memoria de la Naturaleza y, por lo tanto, en el Éter del Pleroma.


Sea como fuere, al final del Proceso de Cristificación, al salvarse la Conciencia de la Personalidad y tras fusionarse con su Espíritu, de manera automática obtiene acceso no solo a todas y cada una de sus propias experiencias de la vida pasada sino también a las de los indefinidos avatares que haya utilizado su Espíritu, el verdadero Ser; así es que, de algún modo, no es enteramente erróneo decir que la Transfiguración implica no solo la preservación de la Conciencia sino también de sus recuerdos y experiencias, aunque si hablamos con propiedad deberíamos de matizar que se salve o no la Conciencia, los recuerdos de la propia Conciencia y de sus experiencias no se pierden nunca para el Espíritu de Cristo, el verdadero Hombre.


Ahora bien, existe otra forma de explicar la Transfiguración y que para algunos de nuestros lectores más racionalistas pudiera parecer algo demasiado fantástico y surgido de alguna Obra de Ciencia Ficción.


Hemos dicho, en varias ocasiones, que el hecho de conseguir el Grado Efectivo de Adepto Rosacruz, nada que ver con los grados simbólicos de nuestro Colegio o de otras organizaciones, es la prueba irrefutable de que el Proceso Chrístico se ha completado y, por lo tanto, conseguida la Transfiguración del Alma al completo, lo que significa que no solo se salva la Conciencia de su Personalidad sino también su Cuerpo restaurado a una vibración diferente y, por lo tanto, se puede decir, con propiedad, que la Transfiguración, en vida del Iniciado, supone no solo la transmutación de la parte sutil e Invisible del Hombre sino también de la propia Materia de su Cuerpo.


Digamos, para que pueda entenderse, que un verdadero Adepto de la Rosacruz, ya un legítimo y verdadero Rosacruz, aún habiendo muerto en vida para éste Plano de Existencia, sin embargo mantiene su Cuerpo, por un tiempo indeterminado, con el fin de cumplir con cometidos específicos. De ahí, la leyenda y mito de la inmortalidad de los Rosacruces; entendiendo por inmortalidad la preservación del Cuerpo Material que pudiera ser extremadamente dilatado en el tiempo.


Para los que conozcan las Escrituras; es decir, la Biblia, el Cuerpo con el que Jesucristo, ya resucitado, se muestra a sus discípulos no es otra cosa que el producto de la Transfiguración; en tanto que, como bien se cuenta, su tumba se encontraba vacía y el supuesto cadáver desaparecido. 


Cuando se produce la Transfiguración, la Resurrección de las iglesias cristianas, no significa que se mantenga el Cuerpo pasado. No, ese Cuerpo está muerto en cuanto ha sido transmutada hasta la última partícula que lo compone y el Adepto Rosacruz ha adquirido, mediante Cristo, la capacidad de modificar la estructura celular, atómica y etérica de su Cuerpo con el fin de adaptarlo a las infinitas condiciones existenciales que su Espíritu pudiese requerir.


El ejemplo más claro lo tenemos, de nuevo, tras la Muerte del Cuerpo de Jesús y su desaparición, en el que antes de presentarse a sus discípulos e invitar a Tomás a meter su mano en la llaga de la herida de su costado, visitó el Inframundo; es decir, los planos de existencia sutiles y que se suelen conocer como Plano Astral o, en la Religión, el Purgatorio e Infierno del Mundo de los Deseos.


Así, Jesucristo, ya Resucitado cambió la estructura molecular de su Cuerpo con el fin de visitar los mundos sutiles; pero después, para terminar su trabajo con sus discípulos, volvió a retomar la condición densa de su Cuerpo con el fin de interactuar con ellos de igual a igual, con la diferencia de que un Cuerpo Transfigurado, a ejemplo de un fósil que no conserva nada más que la forma, en piedra, del Cuerpo fosilizado, sus partículas han sido completamente cambiadas, no modificadas, para que su propietario pueda usar su vehículo en cualquier Mundo del Universo, e incluso, en su mayor sutilidad etérica, en el propio Pleroma.


Así es que si conocéis a alguien decir que es un Adepto Rosacruz desconfiar porque ya sabéis en qué consiste el auténtico adeptado y que nada tiene que ver con simbólicos grados y rituales.


Mientras el proceso de Cristificación no se haya completado en la Transfiguración, resurrección o Salvación del Alma, en toda su extensión, solo podemos denominarnos como Estudiantes Rosacruces, independientemente de que hubiésemos alcanzado los grados de Discípulo o de Hermano Lego. Solo los verdaderos Adeptos transfigurados tienen la potestad de autodenominarse como Rosacruces; pero claro, eso conlleva la obligación de demostrarlo como así hizo Jesucristo con Tomás, en el episodio comentado, o con otros de sus discípulos cuando, al despedirse de ellos, se elevó a los cielos en compañía de Elías y de Moisés.


Frater Aralba R+C



22 enero, 2024

Cuerpos sutiles, ingrávidos y gentiles

 “Cuerpos sutiles ingrávidos y gentiles”


-La restauración del Hombre verdadero-

“Nunca perseguí la gloria

ni dejar en la memoria

de los hombres mi canción;

yo amo los mundos sutiles,

ingrávidos y gentiles

como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse

de sol y grana, volar

bajo el cielo azul, temblar

súbitamente y quebrarse.”

(Antonio Machado Proverbios y Cantares-I)


Desde que nacemos para éste Mundo, nuestro Espíritu es acompañado, hasta que fenece, por un vehículo material y que es su cuerpo de manifestación actual. Por lo tanto, no teniendo, en tanto que personalidad, recuerdos de otras vidas o avatares, damos por sentado, de forma equivocada, que ésto siempre ha sido así y que lo seguirá siendo hasta el final del Universo y, bueno, en parte es así, al menos a simple vista.


El Cuerpo del que hablamos, nuestro vehículo de manifestación, en éste Plano de existencia se encuentra constituido por inmensas colonias celulares que, al mismo tiempo, constituyen la expresión visible de grandes complejos moleculares constituidos de átomos y estos últimos por partículas cuánticas que se mueven a la vertiginosa velocidad de Plank y surgidas, aparentemente, de la nada. Como se puede comprender, con ésta breve explicación, lo que conocemos como Ser Vivo en general y Humano en particular es todo un Universo de partículas que toman masa del Campo de Higgs, en la Frontera interdimensional cuántica, nuestro Éter Rosacruz de siempre, y que poseen una organización intrínseca para cumplir con objetivos muy concretos que nuestra Ciencia aún no es capaz de explicar.


Pues bien, éste cuerpo no es nuestro verdadero Cuerpo sino un vehículo, prestado, con las partículas de su entorno, construido por el propio Espíritu, la Mente Cósmica, utilizando los ladrillos cuánticos de la materia según un minucioso diseño predeterminado.


Nuestro verdadero Vehículo Espiritual, constituido exclusivamente de Éter, no es operativo en ésta Dimensión Espaciotemporal y no le queda otra que atrapar en su órbita espiritual, mental, las partículas elementales que se forman en el Universo partiendo del Éter. Éste, una Substancia Espiritual extremadamente sútil y que nada tiene que ver, en principio, con la Materia. 


Nuestro Cuerpo verdadero procede del Mundo de las Ideas y como tal, es eterno e Inmortal, pudiendo tomar cualquier forma, dimensión y densidad; además de poder combinarse a capricho con los vehículos etéricos de otras unidades espirituales, recuerden los reflejos de un laberinto de espejos en el que nos encontramos. En el Mundo de las Ideas, el Pleroma o cuerpo de Dios, que es de donde verdaderamente procede nuestro Espíritu, la relación entre los cuerpos es diferente a la grosera e imposible de aquí sino que se asemeja mucho a la gentileza existente entre las gotas de agua que conforman los océanos de la Tierra. Por lo tanto, aunque en semejanza, nuestro vehículo prestado se parezca a nuestro Cuerpo de origen, la diferencia es tan grande como la que pudiera existir entre el infinitesimal punto del vértice y el infinito triángulo equilátero de donde procede. Esa es la verdadera diferencia entre el hombre natural caído en desgracia de nuestro mundo y el Verdadero Hombre procedente del Pleroma, nuestro Mundo Original, y que por el Accidente Cósmico producido y mal denominado como Pecado Original, ya muy repetido en nuestros escritos, quedó reducido y fragmentado en infinidad de diminutas partículas de Éter y que son las que terminan conformando por atracción consciente las partículas cuánticas de las que están constituidas todas las cosas de éste mundo, desde la más diminuta partícula de Plomo o Uranio hasta las de los gases nobles, el propio aire o el hidrógeno del falso vacío del Espacio.


En definitiva, desde tiempo inmemorial en éste Plano, un mero suspiro en el Pleroma, una Súper Entidad Divina quedó atrapada, sin poder manifestarse a su antojo, en una Burbuja dimensional, rodeada por una muralla cuántica y que conforma el tejido del Espaciotiempo de nuestro Universo.


Así las cosas, la única forma de restaurar el original Cuerpo del Creador del Universo, sutíl, ingrávido y “gentil”, lo contrario de grosero, es primero, tomar verdadera consciencia de la penosa situación en la que los fragmentos de la Divinidad nos encontramos, para después agruparnos en densas capas de materia y colapsar, mediante un super masivo agujero negro, todo el Universo conocido y desconocido hasta desaparecer por completo.


Cuando hablamos de restaurar el Cuerpo, constituido exclusivamente de Éter del Pleroma, no nos referimos a que eso pueda ser posible en nuestro actual estado de existencia, sino que, precisamente, por el contrario, hay que acabar con ese estado de existencia macrocósmico para que los microcosmos o mónadas al modo de las gotas de agua dispersas y contaminadas puedan unirse ya límpias para conformar una única unidad acuosa que, en nuestro caso sería el Adam Kadmón de los Cabalistas, el nuevo Hombre Cósmico de los rosacruces o la restauración del Creador, el Demiurgo que fragmentara, tras la Creación, su Espíritu en almas individuales con el fin de que su Creación cobrará vida.


Del Proceso de Restauración o Cristificación, conducente a la Ascensión o Transfiguración ya hemos hablado suficientemente y no entraremos en profundidades ya sondeadas; pero sí debemos remarcar que la Cristificación individual de los microcosmos o mónadas de existencia deben de conducir a la unificación de todos y cada uno de los microcosmos en una sola Cosa, Cristo el Hombre Nuevo tras haber absorbido dentro de su Cuerpo Etérico, la totalidad del Universo, conocido y desconocido.


Frater Aralba R+C



21 enero, 2024

Los avatares multidimensionales

 “Los avatares multidimensionales”


-Juego de los espejos-

El esoterismo actual, al contrario que la física más avanzada, se mantiene sobre sus inamovibles raíces cartesianas, salvo por el impulso New Age cuántico que le proporcionaron, el Siglo pasado, personajes tan notorios como Crowley y algunos de sus más notorios seguidores como el Ingeniero Aeroespacial Jack Parson o el novelista de Ciencia Ficción, Creador de la Cienciología, L. Ron

Hubbard.


Aún así y a pesar del impulso refrescante de estos ocultistas, bien formados, e innovadores, la Ciencia ocultista está enclaustrada en un Plano tetradimensional, como cualquier otro pensamiento Cartesiano; es decir, sujeto al Plano espacial tridimensional y temporal o, para ser más exactos, espaciotemporal.


Lamentablemente, hasta el presente, hemos venido observando nuestro entorno; pero también el Mundo ideático o de las ideas con las herramientas de nuestros cinco sentidos más la Imaginación; pero una imaginación secuestrada por el cartesianismo del que venimos tratando.


Hoy la Ciencia, sabe más que percibe, gracias a las matemáticas, que existe un multiverso debido a múltiples dimensiones y donde, teóricamente, podrían existir mundos paralelos con réplicas de todos nosotros y en infinidad de paisajes terrestres y extraterrestres; es decir, que existimos en muchos mundos al mismo tiempo, en tanto que idea del Pleroma y, por lo tanto, aunque aparentemente temporales; en realidad, todos somos eternos e inmortales mediante nuestros avatares, no solo de nuestro pasado y futuro temporal sino de las múltiples dimensiones de existencia que explicarían nuestras experiencias nocturnas mientras soñamos.


La visión de la reencarnación que ha llegado hasta nosotros es cartesiana e implicaría, sobre un único plano de existencia, que una Personalidad, conocida como Alma, viene una y otra vez, a éste Mundo no a otros, a recoger experiencias, evolucionar, y, ojo muy importante, purgar el Karma de vidas pasadas; pero ésta idea es, bajo el punto de vista multidimensional y cuántico, ingénua e infantil, en tanto que poco se diferencia de otras ideas, creadas para manipular la Mente humana, como la existencia de un Cielo y un Infierno.


Dijimos que es una Verdad, libre de cualquier arrogancia, dado que no se basa en alguna creencia que el Renacimiento del Espíritu es un Hecho y, cada vez que lo hace, lo realiza mediante un nuevo Avatar, una nueva Alma Personalidad y que no tiene nada que ver con las anteriores; ahora bien, entonces ¿De donde surge el error, basado en falsas experiencias de, supuestos recuerdos de vidas pasadas? Sí, porque, en modo alguno, estamos negando dicha evidencia. Todos, absolutamente todos, de un modo consciente o inconsciente accedemos circunstancialmente a la Memoria de la Naturaleza, donde se encuentran perfectamente registrados los recuerdos y experiencias de absolutamente todos los avatares que han existido, que existen y que existirán en un futuro.


Para ponernos en contexto, queremos definir lo que tratamos de indicar con el vocablo avatar, en tanto que avatar posee diferentes significados. Cualquiera que se encuentre en una Red Social, en Internet, sabe que un avatar es la imagen que colocamos en la cabecera de nuestra Página con el fin de definirnos o identificarnos. Unas veces se trata de una foto, otras de otra imagen que no tiene nada que ver con la nuestra propia y a veces ninguna porque al navegante en cuestión no le interesa ser identificado o simplemente le importa un pimiento colocar un avatar en su cabecera.


Un avatar, según lo que tratamos, es una Personalidad cuyos registros son almacenados en la Memoria del Pleroma; es decir, en el Mundo de las ideas de Platón o en la Memoria de la Naturaleza de los teósofos, quienes denominan a dichos registros de memoria como Akáshicos.


Así cualquiera, bajo determinadas circunstancias, puede acceder a la memoria de otros avatares del pasado como Napoleón, Josefina, Cagliostro o María Antonieta y, por inducción de las ideas reencarnacionistas, estar convencidos que, en el pasado fueron esos personajes u otros completamente desconocidos por la Historia.


¿Por qué nuestros actuales avatares pueden acceder, aleatoriamente o no, a los registros de la Memoria de la Naturaleza? Porque en realidad la división y segmentación del Espíritu es una mera ilusión y todos los avatares forman parte de un Único Espíritu Maestro, El Pleroma, aunque lo identifiquemos mediante una ilusión fragmentaria como Sophía, el Demiurgo, Adán y Eva o Pepito y Juanita.


Aunque existe, a nivel consciente, una suerte de frontera que impide la interconexión de los múltiples avatares del Espíritu, a nivel supra consciente o subconsciente podemos acceder a los pensamientos, ideas y registros grabados en el Pleroma, existentes desde antes del principio de la Creación del Mundo y, por lo tanto, del Espacio Tiempo.


Tan cierto es lo que venimos comentando como que Dios Padre, el Pleroma, vive al completo en nosotros mediante su Hijo Cristo y en toda la Creación del multiverso mediante el Espíritu Santo, siendo los tres, una misma cosa pero visionada desde una perspectiva holográfica diferente, como en un un laberinto de espejos y donde nuestra imagen es reflejada, desde diferentes perspectivas, cientos o miles de veces.


Así, cuando al salir de casa saludamos a nuestro vecino, lo hacemos a un avatar gemelo nuestro aunque no lo percibamos como tal, pues todo lo que existe en la sala de espejos es una sola cosa, el Espíritu del Pleroma fragmentado ilusoriamente, desde diversas perspectivas, cientos de miles de millones de veces, quizá hasta el infinito, siendo cada una de esas visiones, muchas veces, no siempre, tetra dimensionales un avatar.


Así, desde esa perspectiva es porque el Cristianismo, por ello también los rosacruces, dice que Cristo vive en todas y cada una de las Criaturas existentes y no es que cada Cristo sea uno diferente, es el Único que vive plenamente en todos; así, del mismo modo, la Personalidad como un avatar creado para la adquisición de experiencias, unas determinadas experiencias y no otras, tiene importancia mientras recoge las muestras, luego toda esa experiencia, recuerdos y consciencia es almacenada en los registros de memoria, el Éter, del Mundo de las Ideas.


Recuerden, no son las almas las que reencarnan para cumplir con el karma de vidas pasadas. Quítense eso de la cabeza porque es falso de necesidad. Otra cosa es que el Espíritu, hablando de ese juego de espejos, disconforme con las experiencias recogidas por su anterior avatar, intenté completar la experiencia con un nuevo avatar; pero eso no significa que éste nuevo avatar que le toca retomar, por prescripción de su Espíritu, las experiencias de antiguos avatares, esté sufriendo el Karma debido a una, supuesta, anterior reencarnación.


Recuerden que no vivimos en un Universo tetradimensional; es decir espacio temporal sino en un multiverso de dimensiones múltiples, once se requieren para las ecuaciones de la Teoría de Cuerdas,  quizá infinitas y el Espíritu del Pleroma se desdobla infinitamente, mediante sus emanaciones en eones, demiurgos y criaturas; pero que en el fondo, no somos otra cosa que espejismos unos de otros y, por lo tanto, la muerte no es otra cosa, igual que la vida, una ilusión. Ilusión necesaria e imprescindible para que el Espíritu pueda mostrar su propia existencia mediante múltiples creaciones y avatares; pero sin olvidarnos de que solo existe el Uno, el resto solo somos meros avatares en un cósmico juego de espejos.


Frater Aralba R+C