“La Mercadotecnia del Espíritu”
-La Blasfemia de Comerciar con lo Sagrado-
Internet es lo que es y nos ve, a todos, como meros consumidores de un Mundo capitalista que, hace tiempo, despegó los pies del suelo para convertirnos en seres levitantes y consumidores de puro humo; es decir, productos sin consistencia física y que van desde inversiones mediante estructuras piramidales, donde el único que se forra es el inventor del mochuelo, hasta entrenadores en Inteligencia Artificial y tutores de inversiones en criptomonedas; es decir, unas monedas que por perder su consistencia, resulta una enorme paradoja que aún se las denomine como monedas.
Internet se ha convertido en el Refugio de muchos; es decir, de periodistas que no reciben respaldo de los medios de comunicación existentes, de psicólogos que buscan, ciertas artimañas “Tipo Coaching” para intentar llevarse un mendrugo de pan a la boca porque el Mercado de la Psicología se encuentra saturado, e historiadores que necesitan de las redes para vender sus cursos de Historia fuera de los medios oficiales y que, por supuesto, no pueden entregar titulaciones académicas.
Internet también puede ser la fuente de cursos de lo más variopinto; desde seminarios, debidamente pagados, de “¿Geopolítica?” a cursillos de psicología aplicada, coaching para “Entrenadores Personales” o tutoriales, diversos, de ejercitación física.
Internet está lleno de propuestas para que puedas gastar tu dinero, si éste te sobra y no sabes qué hacer con él. Por supuesto, también es la Plataforma por la que se asoman las supuestas universidades seudo rosacruces y sus diplomados vendedores de “¿Crecimiento Espiritual?”.
De un tiempo a ésta parte, no hace tanto, quienes hace poco vendían su credibilidad mediante lecturas del tarot o levantamiento de mapas astrológicos, al haberse automatizado todo mediante procesos de Inteligencia Artificial, ahora ofrecen sus servicios para ayudarte a vivir la Vida y a progresar espiritualmente; ello mediante una serie de cursillos y seminarios que, previamente, hay que pagar con algún tipo de justiprecio.
En primer lugar diremos que se trata de una auténtica Blasfemia el comerciar con las cosas del Espíritu. Una Blasfemia que tiene el nombre de “Simonía”. Está bien que te vendan sesiones de tarot o por el trabajo de levantarte una Carta Astral; pero que ahora te vengan, esos vende humos y charlatanes de medio pelo, a venderte la entrada en el Cielo, me parece bochornoso, denigrante y hasta para estúpidos. Con sinceridad, no sé si alguien puede caer en esas redes; pero si lo hace es porque es demasiado estúpido o se encuentra extraordinariamente necesitado y está pasando por apuros inconfesables. En estos casos, la Blasfemia se agrava hasta límites insospechados, pues los iletrados “vende humo” se están aprovechando de las desgracias ajenas para robar el dinero de sus víctimas.
¿Sabéis lo peor de todo ello? Quizás, nosotros, como tantos otros, seamos en parte responsables de lo que está sucediendo. Les cuento: Aquellos que venden supuesta espiritualidad, venden humo, porque nada tienen en su interior que pudieran ofrecer; pero tienen una táctica milenaria: el “Corta y Pega”. Estos blasfemos vendedores de falsa espiritualidad son expertos en infiltrarse en las diferentes escuelas rosacruces y copiar todo lo que allí encuentran para, a posteriori, en sus chiringuitos, venderlo al mejor postor; es decir, estos personajes que van de profesores y tutores espirituales no saben ni lo que tienen en sus manos ni lo que están ofreciendo; pero te piden dinero por ello, como si el dinero te fuera a proporcionar la salvación del Alma o a proporcionarte el Conocimiento para que descubras tu verdadero origen o quién eres en realidad. Pues bien, nada de ése conocimiento lo pueden ofrecer, pues ése conocimiento se encuentra en tu interior, en el de todos y cada uno de nosotros. No se puede traspasar de unos a otros es lo que intentamos decir.
Todo lo que ellos te cuentan, a cambio de dinero, nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” te lo está ofreciendo a cambio de nada y de forma libre, sin exigirte compromiso alguno; esto es así, porque no puede ser de otra manera, en tanto que el Conocimiento se encuentra dentro de tí y tú eres el único tutor que puede disponer de dicho Conocimiento y juzgar si está siendo o no productivo en tu vida. Y, de veras, ¿Vas a pagar porque alguien que ha copiado de nuestros archivos te diga eso? No lo hagas si todavía mantienes la cordura y dirígete a la gente adecuada, como nosotros.
Da un pelín de rabia ver que todo nuestro trabajo, de tantos años, y ofrecido de forma altruista, libre y gratuita, esté sirviendo para que gente blasfema y sin verdadera instrucción pueda seguir comiendo a cuenta nuestra y de ustedes, si es que caen en la trampa y pagan por ello.
Pero, no se apuren, nosotros no vamos a ocultar la sabiduría a los ojos de los hombres porque existan piaras de cerdos que se aprovechen de las perlas de sabiduría. El conocimiento seguirá aquí al alcance de todos; pero también la advertencia de que no caigan en los cebos de los cazadores de ingenuos.
Ellos, los vendedores de falsa espiritualidad, en su momento tendrán su castigo. Al tiempo. Y no piensen que sus actos no tendrán consecuencias importantes, a lo sumo pequeñas amonestaciones sin importancia. Mientras venden la falsa espiritualidad a sus hermanos, se van borrando ellos mismos del Libro de la Vida. ¿Saben lo que eso supone? Desaparecer de la Existencia, para siempre, como si jamás hubiesen existido.
Nuestro consejo para los blasfemos: ¡Paren ya!, sigan con sus lecturas de tarot, cursos de hipnosis y astrología; eso no está mal, sigan vendiendo sus títulos de curación cuántica y demás; pero abandonen, por su bien, cualquier intento de transmitir, mediante cursillos virtuales, el proceso de la salvación del Alma. Recuerden que ustedes mismos, haciendo ésto, se están borrando de las páginas del Libro de la Vida. Una cosa es que lo traspasen gratis, tal y cómo lo recibieron y otra cosa es que comercien con lo sagrado y eso,
¡No!
Frater Aralba R+C