08 septiembre, 2025

La Teosofía de Blavatsky, el Wokismo de la Tradición Esotérica de Occidente

 “La -Teosofía de Blavatsky-, el Wokismo de la Tradición Esotérica de Occidente”


-El Sincretismo entre Oriente y Occidente como herramienta de demolición interna de ambas culturas-

Somos conscientes de que éste trabajo levantará ampollas entre muchos de los que se consideran seguidores de la “Tradición Esotérica de Occidente”, cuando lo que han hecho es asumir un sincretismo entre las tradiciones de oriente y de occidente. Un sincretismo que más que construir, destruye desde los propios cimientos a ambas culturas. Así, la mal denominada “Teosofía” de Blavatsky y sus discípulos y seguidores, tergiversa los fundamentos esotéricos tanto de la Tradición Occidental platónica, gnóstica y mística como de la Oriental vedanta y budista, básicamente.


Sí, porque la neo tradición teosófica, en su constructo sincrético intenta sustituir dos tradiciones dispares y, en ocasiones, divergentes e incompatibles por la suya propia que se erige, intenta erigirse, como la verdadera Tradición, tanto de Oriente como de Occidente.


¿Cómo podrían casarse dos tradiciones tan contrapuestas? La Occidental y su Culto trascendental al Yo, al Alma Inmortal y la Oriental dirigida hacia la intrascendencia de la impersonalidad más absoluta. Es como mezclar la sal con el azúcar intentando contrarrestar lo dulce o lo salado. Esto no es posible y lo que se consigue es un nuevo sabor ácido. Así, la Teosofía Blavatsquyana no consigue unificar dos tradiciones tan diferentes entre sí, sino inaugurar una nueva y diferente que dice beber de ambas; pero en cuya génesis se encuentra oculto el parásito de la destrucción y, consecuentemente, de su propia autodestrucción.


Porque no se trata de construir sobre los escombros de tradiciones extintas y a las que sólo se podría llegar mediante la arqueología; sino que trata de construir sobre los cimientos de civilizaciones bien vivas y cimentadas. Bien, eso es lo que tratan de hacer la mayoría de las sectas; es decir, construir sobre lo ya existente, mientras que, en el proceso parasitario, degrada los cimientos sobre los que ha arraigado; en nuestro caso, tanto los de Oriente como de Occidente. 


Si no se escarba, en profundidad, la nueva tradición, supuestamente teosófica, resulta atrayente; pero si se profundiza, podemos encontrar las incoherencias en las que se encuentra basada. Es importante subrayar, en éste punto, la coincidencia en el Tiempo y de personas, que existe entre el surgimiento de la Teosofía de Blavatsky y los movimientos feministas; de hecho, muchas de las heroínas de la Teosofía también lo fueron de los inicios del Movimiento Feminista y no, no tenemos nada en contra del Feminismo; pero nos parece importante remarcar tal coincidencia.


La Tradición Occidental está fundamentada en la Filosofía Griega, básicamente de Pitágoras, Platón y Aristóteles, en el Brahmanismo judío, en la Tradición Egipcia, y en la Gnósis de origen Persa. Tradiciones, todas ellas, que hacen hincapié en la existencia de una Corte Divina, ya sea politeísta o monoteísta, de una Alma o Yo inmortal que se encuentra atrapado en un Mundo que resulta tanto su prisión, su taller de reconstrucción como su escuela de aprendizaje para recordar un Conocimiento olvidado, la Gnosis. Básicamente esa es la genuina Tradición Occidental heredada tanto por el Misticismo Católico como por los alumbrados protestantes y, consecuentemente, por el movimiento iluminista de la Rosacruz. Una Tradición que, por mucho que se intente e insiste machaconamente, no contiene rasgos orientales como la reencarnación consecutiva del Alma en cuerpos sucesivos.


Intentar mezclar ambas tradiciones para construir algo nuevo que viniera a sustituirlas, no sólo es algo imposible sino también autodestructivo. Así, la Teosofía tuvo su auge durante finales del Siglo XIX y gran parte del XX; pero, por su condición wokista; es decir, nihilista, está condenada, como todas las sectas sincréticas, a convertirse en algo residual y sin un gran futuro, como previamente sucediera con el Movimiento Espírita, de donde procedía Madame Blavatsky y del que se convertiría en su mayor y encarnizada contrincante.


La mayoría, si no la totalidad, de las organizaciones rosacrucistas actuales, tienen una ascendencia teosofista blavatskyana que intentan casar, sin mucho éxito, con la verdadera Teosofía Cristiana que procesaron, tanto el zapatero Protestante Jacobo Bohenme, como la genuina Fraternidad Rosacruz Alemana surgida en el Siglo XVII.


No vamos a tratar aquí, no es el lugar, cuál de las tradiciones esotéricas es la correcta o la que se acerca más a la Verdad, si la Oriental del Hinduismo, el Jainismo, el Budismo, el Taoismo y el Zen, con su inmolación de la Personalidad y vivir el instante, o la Occidental, estoica, con su fortalecimiento creciente de la Personalidad y su enciclopedismo, hasta el descubrimiento de su condición de verdadera Chispa de la Divinidad, la mónada procedente del Logos o Verbo Creador.


Nosotros mismos, lo reconocemos, en nuestro origen caímos en ésa trampa seudo teosófica que, a modo de ballesta caza ratones, nos colocó Blavatsky. Una trampa para roedores en la que, en la actualidad, se encuentran prisioneras la mayoría de las organizaciones rosacrucistas y que se consideran herederas de la Tradición Occidental. Una trampa sincrética que sólo conduce al desierto y a la lucha interna entre caminos incompatibles.


Al final, como en el ejemplo de Jesús, siempre tendremos que confrontarnos, a nosotros mismos con nuestros demonios internos, en el Desierto de la Soledad Interior. Porque es allí, sólo allí, donde podemos encontrar la Gnosis, el verdadero Conocimiento que siempre estuvo en nosotros; de ahí aquello de: ”Hombre, conócete a tí mismo”


Frater Aralba R+C


07 septiembre, 2025

La Electricidad y el Éter

 “La Electricidad y el Éter”


-La Electricidad es la manifestación del Éter en el Universo-

Hace no demasiado se pensaba que el Éter era el Medio mediante el que se manifestaba la electricidad; es decir, el campo cuántico necesario para que la electricidad se pudiera manifestar; pero hoy en día se conoce que la Electricidad es,meramente, la consecuencia necesaria de que el Campo de Higgs, el Éter de toda la Vida, exista. Dicho de otro modo, la electricidad sólo es información que nos transmite el Éter que, por otro lado, no es una Sustancia de éste Mundo; sino que se trata de algo multiversal y que los rosacruces conocen que proviene del Mundo Original de las Ideas; es decir, del Pleroma.


Esa es la causa principal de que la Electricidad, en sí, no se pueda explicar de otro modo que a través de sus efectos en nuestro entorno, ya sea por las tormentas eléctricas, la electrostática del aire o el funcionamiento de nuestros aparatos eléctricos y electrónicos; pero lo cierto es que, la electricidad, la fuente de sus manifestaciones, no puede entenderse de otro modo que como información procedente del Éter, la Sustancia o “Quintaesencia” procedente de Dios; de hecho la Electricidad no es otra cosa que la manifestación del Poder de Dios en nuestro Universo.


Digamos que sin la electricidad traída al Mundo mediante el Campo Cuántico del Éter, el propio Mundo no existiría. Todo existe gracias a la electricidad, incluso la Vida y el Pensamiento; en tanto que la Electricidad es una propiedad básica de las neuronas que conforman el Sistema nervioso de todos los seres vivos, también de los seres pensantes con cerebro. Todo, en el Universo, son procesos eléctricos que nuestros científicos simplifican denominándolos como cuánticos; pero, en realidad es la Energía de Dios, procedente del Pleroma, en acción porque Dios, el Pleroma de los gnósticos, permea los universos creados mediante su propia Esencia, el Éter y cuya manifestación más espectacular y básica es la Electricidad.


Hay que dejar claro que la electricidad no es un concepto independiente del Éter; es decir, la electricidad no es como el automóvil que necesitara de la carretera, su eter, para poder circular. Este concepto puede servir para entender cómo circula la electricidad en el vacío, donde sólo existe el Éter o Substancia Divina; pero confunde más que aclara, en tanto que el automóvil es un objeto y la carretera otro objeto diferente y necesario para que el primero pueda circular.


En el caso de la electricidad es diferente, en tanto que la electricidad es meramente información; es decir, una consecuencia intrínseca y natural de la existencia de ésa substancia Divina. La Electricidad es el medio mediante el cual se manifiesta el Éter, una Sustancia que por proceder de un Plano ajeno al Universo, no se puede observar ni medir; pero sí sus manifestaciones y que se muestran mediante la Electricidad, la Carga Eléctrica, en sus infinitas manifestaciones. Digamos que todo lo existente no es que sea, sólo, consecuencias de la electricidad del Éter, sino que todo es electricidad o, dicho de otro modo, todo son oscilaciones de diferentes frecuencia y longitud de onda del Éter y, bueno, esa es la Electricidad base de la Física Cuántica, un fantasma inaprensible que nos da la Vida y que, también, nos la puede quitar.


En ese sentido, Mary Shelly en su “Frankenstein o el Nuevo Prometeo” entendió perfectamente la importancia de la electricidad cuando, en su ficción, utiliza ésta para proporcionarle Vida al Monstruo.


Resumiendo, podríamos afirmar que la electricidad es la manifestación de la Fuerza Divina en la Creación, nuestro Universo.


Frater Aralba R+C


04 septiembre, 2025

Acerca de los rayos espirituales

 “Acerca de los rayos espirituales”


-Su verdadero propósito y significado-

Aquí no vamos a tratar de saber si los rayos procedentes del Pleroma son 7, 9, 12, 13 o infinitos. Tampoco definiremos lo que son cada uno de esos rayos según su posición numérica, y no lo haremos por algunas razones fundamentales entre las que encontramos que otros ya lo hicieron antes que nosotros y porque, aunque de forma seguramente errónea, se ha establecido una suerte de dos o tres tipos de doctrinas, dependiendo de su procedencia. 


Por lo tanto, trataremos, como siempre, de forma genérica, en qué consisten tales rayos y, sobre todo, cuál es su propósito. Adjunto remitimos un esquema, absolutamente ilegible, que nosotros desarrollamos, a título personal y como hipótesis de trabajo, hace bastante más de una década, para intentar comprender de qué iba eso de los rayos y su influencia sobre los cuerpos sensibles del Ser Humano. Por lo tanto, no hagan demasiado caso a dicho diagrama, aunque desde luego si está ahí es porque nuestro Maestro Interior lo permitió; del mismo modo que, hoy, nos impide su lectura o recordar plenamente de qué iba tal cosa. En definitiva, por favor, no intenten dogmatizar ni tomar la información que les proporcionamos, en ningún caso, como doctrina imprescindible o dogmas de fe.


Los seres humanos, del espectro electromagnético, conocemos una porción muy pequeña; pero, además, la referida al aspecto visible es, en comparación, insignificante; dicho de otro modo, para que se nos entienda, se utilizan los espectros, ya sea el radio eléctrico o el lumínico, con sus colores correspondientes, a modo de mera analogía para intentar entender, un poco, de qué va eso de los rayos espirituales. Si ésto se entiende bien podemos continuar; de lo contrario, es mejor volver a leer e intentar comprender lo que intentamos transmitir y si ello no fuese posible, les rogamos que no duden en preguntar.


En primer lugar tenemos que definir tres mundos diferenciados; pero que se encuentran, íntimamente, relacionados entre sí:


El Pleroma: Mundo de las Ideas y de donde procede toda transmisión espiritual; es decir, se trata de la fuente de la radiación que conforma esos rayos de naturaleza espiritual.


La Esfera Reflectora: El Mundo de la Mente Concreta que es el punto focal o medio necesario para que la radiación, procedente del Pleroma, pueda llegar hasta nuestro Mundo sin volatilizarlo; de otro modo, sin la existencia de la Esfera Reflectora, la radiación procedente del Pleroma acabaría ipsofacto con nuestro Universo Material; es decir, no soportaría tan poderosa vibración o radiación.


El Mundo de los Efectos: El Mundo tridimensional de las formas y el espacio, sujeto al Tiempo que es el receptáculo final de esa radiación que es, digámoslo, así, focalizada y atenuada por la Esfera Reflectora y procedente del Pleroma y que permite que el Mundo exista y sea como es.


Una vez que conocemos la razón lógica de la existencia de la Esfera Reflectora, en algunos lugares se conoce como el Astral, es el espacio cuántico intermedio entre el mundo del Espíritu, de donde procede la radiación espiritual, y el Mundo conocido y donde tenemos las experiencias vitales. Debemos, ahora, conocer ¿Qué necesidad existe y qué función cumple dicha radiación espiritual?


La Radiación, atenuada, procedente del Pleroma es vital para la existencia del Mundo de los Efectos. Es la que permite que todo exista y que nada colapse en la inexistencia. Es, digámoslo así, la Palabra de Dios en permanente movimiento; es el Verbo, el Logos en un accionamiento constante que impide que los pilares del Universo se conviertan en una sopa etérea de partículas cuánticas y su estructura se desmorone; pero ¿Qué tratamos de decir cuando nos referimos a rayos espirituales? En definitiva, que todo, incluso la materia y sus componentes etéreos son Espíritu en diferentes densidad molecular debida a su Grado vibratorio; es decir, a su Frecuencia y Longitud de Onda.


En la analogía que siempre se usa, por simplicidad y comodidad, del espectro luminoso, el blanco sería la suma de todas y cada una de las frecuencias vibratorias; es decir, las de todos los colores del arco iris desde el infrarrojo al ultravioleta; pero recuerden que sólo se trata de una mera analogía sin más.


Así, el rojo, en tanto que espectro gráficamente, sería la frecuencia más baja del rango visible y que, en la práctica identifica, como los sonidos graves en el ámbito sonoro, aquello que se aleja; es decir, que se separa de nosotros, el azul es la frecuencia más alta del mismo rango, similar a los sonidos agudos que identifican a los objetos que se nos acercan. Pues bien, está grosera; pero necesaria analogía, nos quiere decir, sin ser verdadero aunque a título de ejemplo nos sirva, que las frecuencias más altas, del azul y el ultravioleta, representan lo más cercano a la belleza celestial y al Bien en su máxima pureza, así como el rojo y los infrarrojos nos ayudarían a comprender las frecuencias más bajas y que entendemos, de forma errónea, como aquello lejano al bien y que, por lo tanto, podemos identificar con el mal. Ésto es cierto, hasta tal punto, que el Cielo, el Pleroma o Dios mismo es representado mediante el azul del cielo y el inexistente infierno, la tradición ha sido representado, tradicionalmente, con el rojo del fuego procedente de las entrañas de la Tierra.


Así, vemos que la radiación procedente del Pleroma es, básicamente, información, como la información contenida en los programas informáticos, necesaria para que su hardware pueda resultar operativo; de otro modo, el Hardware informático, como nuestro Mundo, no serviría para nada sin dicha información, los algoritmos informáticos en el caso de los equipos informàticos o de los rayos procedentes del Pleroma en el caso de nuestro Universo.


Digamos que los rayos cósmicos, entre los que se encuentran las partículas subatómicas denominadas neutrinos, son la Frecuencia Portadora que contiene, a modo de envolvente, la información que venimos comentando. Bien, ya hemos dicho que esa radiación procedente del Pleroma y que entra en nuestro Mundo tras atravesar la Esfera Reflectora y que no es otra cosa que el Plano Cuántico que, a modo de membrana, separa el Universo del Mundo Original al que, en lugar de Dios, los gnósticos denominamos como el Pleroma. Bien, sabemos que penetran a nuestro Mundo mediante los campos de radiación del Mundo Cuántico; pero está identificada su fuente con los núcleos estelares, los centros galácticos y las fuentes de radiación como las novas, supernovas, cuásares, magnetares y los agujeros negros. Digamos que ésos, básicamente, son los centros, conocidos, de procedencia de la radiación electromagnética que permea hasta el más diminuto espacio de nuestro Universo.


Cuando nosotros realizamos el diagrama, hoy ilegible, estábamos comenzando nuestro Caminar como Discípulo de la Fraternidad de la Rosacruz y desde entonces ha pasado algún tiempo. En aquel entonces, a pesar de la guía espiritual de nuestro Maestro Interior, nuestra Personalidad aún se encontraba influenciada por los muchos mitos que cubren el Misterio de la Rosacruz. Unos mitos procedentes de mil fuentes diferentes y que, permítanme, no vamos a enumerar; pero Max Heindel estaba en lo cierto en muchas cosas, entre ellas en que el mal no existe sino que, se trata de bien en formación. Para que nos entendamos, la luz blanca, análogamente hablando, la radiación Divina contiene tanto las frecuencias más bajas hasta las más altas; es decir el infrarrojo y el ultravioleta son igualmente imprescindibles para que la Frecuencia Divina pueda observarse completa. Si faltara alguna, aunque fuera una sóla, de las radiaciones, ya no estaríamos contemplando a Dios en su plena magnificencia, cosa por otro lado imposible, dado que observar la Plenitud de Dios destruiría, al instante, todas nuestras moléculas materiales y las partículas cuánticas de las que éstas están compuestas, nos desintegraría.


Así, cuando hablamos de magia blanca, teúrgica o magia roja, por poner tres ejemplos clásicos, en realidad nos estamos refiriendo a diversas facetas de la radiación procedente del Pleroma. Del mismo modo, ponernos en contacto con dicha Fuerza Cósmica se puede realizar mediante diferentes vías, la vía religiosa, la vía mística o la vía mágica; pero debemos entender que eso es una mera simplificación, pues no existen dos caminos iguales en tanto que todas las infinitas vías que nos llevan a Roma poseen algo de religioso, algo de místico y algo de mágico en proporciones diferenciadas. Es por ello que la Rosacruz no plantea una vía única para todo el Mundo y que pudiera aprenderse, como la tabla de multiplicar, en nuestra Escuela, sino que hace hincapié en la necesidad de que cada uno, aunque bien orientado, descubra por sí mismo su Camino individual e intransferible y éso sólo puede encontrarse si antes somos capaces de conocernos a nosotros mismos; dicho de otro modo, encontrar a nuestro Maestro Interno, depositario de la Gnosis, ese Conocimiento interior que a modo de “Bios informático” ha venido con nosotros en el mismo instante de nuestra concepción y antes del Nacimiento.


Bien, y si sabemos ésto ahora ¿por qué no revisamos todo lo anterior y lo adecuamos a la calidad de nuestro nuevo conocimiento? Lo tenemos absolutamente prohibido porque lo que se escribió en su momento debe de permanecer como documentación de una evolución o transformación personal, la de Aralba; pero también como filtro para evitar la contaminación, en nuestra Escuela, de arrogantes, vanidosos y narcisistas. Quién no entienda que la Personalidad es una Entidad en constante transformación y crecimiento es que no ha entendido nada. Las, mal llamadas lecciones, de nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” son símbolos tipográficos emitidos a modo de claves para que, cada cual y por sí mismo, pueda atender a la llamada interna de Cristo, su verdadero y único Maestro que vive en su interior. El resto, lo superficial, es un mero documento de la progresiva transformación de un mero individuo, quien a ustedes se dirige y que se realiza a modo de ejemplo, uno entre miles de millones. Hasta tal punto llega nuestra poca importancia.


Para finalizar:


Por favor y es nuestro ruego, lo que leas en nuestro Colegio no lo tomes por dogma o doctrina. Todo lo que aquí exponemos, cógelo con pinzas y juzgalo mediante la lógica y la razón. No memorices ni repitas como un papagayo. Interioriza nuestro Conocimiento como quienes portan un manojo de llaves para intentar abrir esa puerta que se resiste, la del Conocimiento Interior, la que posee tu Yo Superior, Cristo o tú Maestro Interior, los tres son una misma y única Cosa.


Frater Aralba R+C


Mitografía Rosacruz

 “Mitografía Rosacruz”


-La Rosacruz original es ajena a la gran mitomanía que se ha construido en torno a ella-

La Rosacruz es muy anterior a los esoteristas de los siglos XIX y XX que de un modo romántico, nostálgico si se quiere, abrazaron a la Rosacruz Alemana como el Mito Supremo al que aferrarse con el fin de sostener sus constructos esotéricos. La Rosacruz también es anterior a la Masonería, anglófona primero y francófona después; una Masonería que desarrolló, en profundidad, sus propias mitologías rosacrucistas relacionándola con ciertas órdenes de caballería como los templarios; pero también con ciertas organizaciones, como los cátaros, más cimentados en la leyenda que en la propia Historia; en tanto que los albigenses, supuestos y mal llamados cátaros, tienen más que ver con un movimiento protoprotestante, relacionado con los valdenses, más que con los maniqueos bogomilos del oriente europeo.


La Mitología Rosacruz podemos encontrarla, también profusamente, en la Teosofía de Blavatsky y, cómo no, en todo el constructo esotérico que rodeaba al nazismo de la Alemania Hitleriana. Ésto último ¿Hace a la Rosacruz un fundamento de los Nazis? No, del mismo modo que la Obra musical de Wagner no es nazi, a pesar de que éstos utilizaran dicha música en todos sus eventos, incluidos los militares. ¿Queda, por ello, manchada la Rosacruz o la Obra de Wagner al ser relacionadas con propagandas políticas fracasadas y mal vistas por la Historia Oficial? Nosotros consideramos que no, pues a posteriori cualquiera, ya sea bien nacido o malnacido, puede hacer lo que desee con acontecimientos pertenecientes al pasado colectivo de la Sociedad. 


Así sucedería con el propio Cristianismo y que en la Edad Media llenó las plazas de Europa con hogueras encendidas en la quema de brujas y herejes. ¿Tiene, por ello, el Cristianismo original responsabilidad por lo que hizo la Iglesia de Roma? Dejamos la respuesta para que sea respondida por nuestros lectores.


Al menos, nosotros, nos negamos a realizar ese ejercicio de construcción ilógica y retrógrada que pudiera culpar al Padre de los pecados del Hijo. Se puede responsabilizar al Padre por las acciones de los hijos, en tanto que han sido los padres quienes han educado a los hijos; pero, en nuestro caso ese parentesco nos resulta, como poco, putativo; es decir, no reconocible, pues cualquiera puede autodefinirse como descendientes del Duque de Alba o del Cid Campeador; pero otra cosa es que lo sea. Así, aunque la Rosacruz haya sido inspiradora de muchas cosas, no podría decirse que la Rosacruz sea descendiente, ni de los templarios ni de la Orden de Malta, como tampoco se debe de afirmar, por incierto, que la Masonería sea una consecuencia directa de los Rosacruces alemanes o que la Rosacruz haya sido la promotora de la Sociedad Teosófica o la fundadora de las sociedades esotéricas filonazis como la Sociedad de Thule y las SS.


Así que, psicópatas o sociópatas, con nombres y apellidos, se declaren fervientes admiradores de la Rosacruz, no hace de ésta un nido de psicópatas y sociópatas. Porque sí, ese es el problema que tienen las cosas bellas y con nombres inspiradores, como la Rosacruz, que todo quisqui quiere apropiarse de sus nombres y símbolos, aunque sea tergiversándolos para adecuarlos a sus proyectos siniestros. 


Es importante, como introducción a nuestra mitografía, tener todo ésto muy claro, pues el Mito y la ficción, con el paso de las generaciones, ha terminado infiltrando el verdadero músculo de la Rosacruz como la sal termina curando al denominado como jamón serrano; pero el jamón serrano poco tiene que ver con esa pata de cerdo original que ha sido modificada para sus conservación y posterior consumo, como la Rosacruz original, la histórica Protestante, nada tiene que ver con esa otra Rosacruz mítica que se ha construído sobre pilares fantásticos y, por supuesto, irreales por no denominarlos falsos y que conlleva tintes caballerescos, ocultistas, esotéricos, mágicos, cabalistas, masonicos y, por supuesto, nazis, que ha llegado hasta nuestros días. 


Porque señores, no se puede decir que la Rosacruz sea nazi, como tampoco se puede afirmar que todo alemán sea nazi por el mero hecho de haber nacido en Alemania.


Es por ello que somos tan prudentes en ceñirnos a lo puramente histórico cuando tratamos, seriamente, el asunto Rosacruz; porque de lo contrario, sí, podríamos desarrollar toda una enciclopedia de despropósitos imaginarios que poco o nada tendrían que ver con la Realidad y, para eso ni estamos ni cuenten con nosotros.


Frater Aralba R+C

01 septiembre, 2025

Una Escuela de Misterios atípica

 “Una Escuela de Misterios atípica”


-Nuestro Colegio no muestra el Camino, apunta opciones de Ruta-

Cualquier Escuela o Colegio ofrece la información debidamente catalogada y enlatada, lista para ser usada; pero para ser usada de una manera determinada, la ofrecida por la Escuela. Eso es lo que sucede, también, con la Enseñanza Oficial que ofrecen las escuelas estatales con el fin, más que de formar, de adoctrinar, de condicionar de un modo determinado el Sistema neuronal y los engramas de memoria.


Las escuelas generalistas no sólo te ofrecen una información y una formación, sino que te la dan mascada para que no tengas que pensar por tu cuenta. Así, el Alumno asume, de forma paulatina, la forma de pensar de aquellos que han diseñado el Plan de Estudios haciéndola como propia, sin serlo en realidad.


Lo que nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” ofrece es algo muy distinto, dado que no te dice lo que debes de hacer ni cómo debes de pensar; de hecho, huye, completamente, de cualquier tipo de dogmatismo, ofreciendo reflexiones y artículos variopintos con el único fin de hacer pensar y provocar la propia introspección.


La Rosacruz, siendo platónica, reconoce que el verdadero Conocimiento, la Gnosis, no se puede aprender sino recordar; dicho de otro modo, el verdadero Conocimiento está dentro de nosotros, dado que nos viene de serie. Así, lo que la Rosacruz pretende es que indaguemos, en nuestro interior, en busca de ése Conocimiento particular que es nuestro e intransferible; pero, además, no proporciona algún tipo de método estandarizado, lo cual no nos serviría, sino que nos ofrece ideas, mediante símbolos, con el fin de despertar nuestro propio método de acceder al Conocimiento Interior.


Es por ello que, quienes se acercan a nosotros, no encontrarán una enseñanza enciclopédica respecto de la Rosacruz y sus enseñanzas, sino sólo unos pequeños apuntes que no están diseñados para seguirse al pié de la letra; sino como llaves para abrir las puertas de los engramas de memoria en los que se encuentra oculta la información.


También es, por éste mismo motivo, que el “Colegio Invisible de la Rosacruz” no ofrece una Enseñanza Reglada con sus exámenes correspondientes. Ese no es nuestro objetivo ni impregnar de ideas externas a nuestros alumnos, sino dejar que ellos, por sí mismos, encuentren el mejor modo de acceder a su Conocimiento Interno; es decir, recordar aquello que, al nacer, se olvidó. 


Acceder a ése Conocimiento no se puede realizar sin antes contactar con Cristo, nuestro Maestro Interior; de hecho, tanto el contacto con el Maestro Interno como el acceso a la Gnosis son dos hechos que se deben de alcanzar de un modo simultáneo; dicho de otro modo, no se pueden dar el uno sin el otro.


Así, a las unidades didácticas aunque las denominamos como lecciones, más que lecciones son reflexiones que sólo pretenden apuntar principios de Ideas para que cada cual, de forma independiente, en libertad y sin condicionamiento alguno, tome sus propias decisiones sin presión alguna procedente del exterior.


Hay un dicho que dice que no basta ofrecer pescado al hambriento sino enseñarle a pescar. La Rosacruz no ofrece dogmas y doctrinas enlatadas para consumo rápido y sin que nadie haga algún esfuerzo particular de entrar en su laberinto interior para encontrar al Maestro y su Conocimiento, previo encuentro con el Guardián del Umbral.


Nosotros sólo podemos ofrecer principios de ideas y que cada cual deberá desarrollar por su cuenta sin ayuda exterior. No es nuestra intención convertirnos en muletas de nadie. Nada hay más lejos de nuestra intención que provocar algún tipo de apego a nuestra Escuela. Somos conscientes de que estamos aquí para ofrecer nuestro Servicio de “Orientación”; pero nada más. No queremos que nadie se aferre a nuestra túnica creyendo que se salvará gracias a nuestro buen hacer y compañía. Éso no funciona así, de veras que no.


La Rosacruz no es una Religión que religue a alguien con Dios. Eso es algo que sólo puede realizar alguien por sí mismo. Venimos a éste Mundo sólos y deberemos partir de él del mismo modo. Alguien te puede acompañar durante parte del Camino, cierto; pero si piensas que ésa compañía te acompañará hasta tu destino estás muy equivocado. En cierto momento debes independizarte para seguir tu propio Camino. Un Camino que sólo tú habrás labrado con la ayuda y guía de tu Maestro Interno y del Conocimiento que Él te proporcione.


Y bueno, esa es la razón de que nuestra Escuela sea atípica y no se parezca a ninguna otra. Para nosotros será un verdadero honor comprobar cómo nuestros alumnos nos abandonan porque llegaron a ése Destino de Conocerse a sí mismos, de encontrar a su Maestro Interno y con Él, con Cristo, la Gnosis procedente del Pleroma.


Frater Aralba R+C