La Democracia

 “La Democracia”

-La Religión del Imperio Occidental-

Existe un dicho que dice: “Más sabe el Diablo por viejo que por diablo” y es una gran verdad. Sabemos más por nuestras experiencias acumuladas en el tiempo que por nuestra inteligencia natural.

En el ámbito de la denominada “Democracia” hemos pasado por partidos políticos, el PCE (Partido Comunista de España) y su “Centralismo Democrático”; por organizaciones culturales y sin ánimo de lucro como la AAM (Agrupación Astronómica Madrileña); por cooperativas de trabajadores como la COMAM (Cooperativa de Mozos de Arrastre de Mercamadrid); por asociaciones de vecinos, organizaciones esotéricas como la AMORC (Antigua y Mística Orden Rosae Crucis), el Lectorium Rosicrucianum o la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel y, por supuesto, de organizaciones fraternales y filantrópicas como la Masonería, tanto en su versión “Regular” de procedencia anglosajona cómo en la “Liberal” de procedencia francófona.

Pues bien, todas esas organizaciones conocidas y las muchas otras, no conocidas, ondean la bandera de la sacrosanta “Democracia”; pero algo que nadie les ha contado y que sólo se puede conocer por experiencia propia es que la Democracia es el Método más fácil, que existe, de controlar a grandes mayorías por muy pequeñas minorías; es decir, que las democracias son fuente natural de corrupción y de conspiraciones por gentes sin escrúpulos.

Una verdadera y legítima Democracia, para que lo fuera, debería de ser perfectamente libre y donde, sin coacciones de algún tipo, sus miembros pudiesen elegir; pero, en la práctica esto no sucede por ese control oculto que existe por parte de una pequeña élite, generalmente constituyente de los centros de control, las juntas directivas, que manipulan las asambleas de socios. Una Democracia real y verdadera debería de ser, también, transparente para que los socios pudiesen votar con conocimiento de causa; pero no, la masa asamblearia es manipulada para que vote entre unas pocas opciones y que, previamente, habrán sido filtradas por la Junta Directiva.

Pero ¿Cómo sucede eso?; porque las verdaderas decisiones no se toman en las juntas y en las asambleas; en todo caso, allí, sólo se ratifican. Las verdaderas decisiones se toman en bares, cafetería, restaurantes, domicilios particulares o en excursiones lúdicas patrocinadas por la élite dirigente acompañada de su grupo de adeptos que, en el fondo, también será el "Grupo de Control" y de manipulación del resto de socios en las asambleas.

Cuando las juntas directivas y las asambleas se reúnen, ya está todo decidido, de antemano; es decir, aquello que deba surgir de las reuniones. Todo está atado de antemano porque ya habrá una mayoría con una idea predeterminada de lo que allí se va a decidir; es decir, de lo que se va a aceptar y se lo que se va a rechazar.

La Democracia sería algo muy bonito si se pudiese ejercer con transparencia y libertad; pero resulta que tanto la libertad como la transparencia se encuentran perfectamente ausentes. Así, la Democracia se ha convertido en la nueva Religión del Imperio; de otro modo, la forma de controlar, manipular y dirigir a las masas sin que éstas se rebelen.

Es importante que conozcan ésta gran verdad para que nunca sean manipulados ni crean que son ustedes quienes realmente deciden sobre sus vidas y las del resto de ciudadanos mediante algo que denominan Democracia y que, sin embargo, dista mucho de serlo en verdad.

Platón aborrecía la Democracia porque conocía el engaño que se ocultaba detrás de ella: el Control oculto, mediante unos pocos conspiradores, de toda la población con tácticas ladinas de manipulación.

La próxima vez que vaya usted a votar, sea libre, y piense en lo que aquí un viejo, con mucha experiencia, les cuenta.

Frater Aralba R+C