No somos libres porque no queremos

 “No somos libres porque no queremos”

-Que no se te olvide-

Si os fijáis, todos estamos sujetos, desde que nacemos, a normas, reglas y leyes de toda índole y condición. Si mañana, por ejemplo, quieres largarte del país tendrías bastantes dificultades para llevarte tus cosas hasta la nueva ubicación. Imagínate poseer un buena cantidad de relojes de lujo, unos cuantos lingotes de Oro, una importante colección de armas o algunas emisoras de radio.

De hecho ¿Quién impone sus normas a la hora de determinar quién puede o no hacer uso del espectro radioeléctrico? Unos dicen que la ONU; pero la ONU es un mero títere del Imperio que gobierna el Mundo y, ojo, no se te ocurra saltarte las normas, aunque te parezcan injustas, a la torera, porque las penas económicas; es decir, las multas podrían arruinar a cualquier fortuna.

Así, el Mundo está dividido en fronteras que de traspasarse te convierten en ilegal; pero nos preguntamos: ¿Quién puso las fronteras aquí y no en otro lugar?, personas como tú y como yo; pero ¿Qué o quién les ha dado su legitimidad?: generalmente la fuerza, el despotismo y el engaño; es decir, no existe legitimidad alguna, pues la legitimidad Divina no? existe, es una entelequia.

Así, el Espíritu anarquista de ciertos hombres levanta murallas contra la ilegitimidad y construyen Radio Pirineos para luchar contra la Dictadura o las pequeñas emisoras de FM para enfrentar a los monopolios y oligopolios mediáticos; pero, a la larga, tanto las emisoras rebeldes que luchan políticamente como las que intentan mostrar algún Grado de libertad terminan siendo fagocitadas por el Sistema; de hecho, ya no existen y no se te ocurra inventarte una nueva porque te enterrarán en Vida con multas que pueden ir desde los 1000.000 euros hasta los 20.000.000 de euros.

Nikola Tesla, no es que sea nuestro ídolo, intentaba democratizar la energía y las ondas hertzianas; pero su prestamista J.P. Morgan, uno de los pilares del Capitalismo Moderno, no podía consentirlo, porque ellos, los acaparadores de cosas, se consideran los dueños del Mundo, aunque delegan la responsabilidad coercitiva en los gobiernos nacionales y en las instituciones supranacionales.

Son personas quienes delimitan fronteras y aguas internacionales y son personas quienes dictaminan si puedes o no hacer uso del espectro electromagnético de la energía eólica o de la solar; es decir, son personas como tú y como yo; pero que, colectivamente entre unos mal nacidos, se arrogan la capacidad de determinar lo que podemos o no hacer y de hacerse cómo hacerse y cómo no. Eso es cortarnos las alas de la imaginación, algo que nos convierte en meros autómatas que sólo pueden seguir determinadas directrices.

El anarquismo es algo que no se puede erradicar del Alma Humana, siendo ésto lo que, algún día, podría conducir a la liberación de la Humanidad, porque ningún ser Humano puede, si no es mediante la fuerza o el engaño, imponer condiciones a otros humanos.

Sean inteligentes y no enfrenten al monstruo de frente. Sepan que el monstruo posee la tecnología suficiente para detectarlos si se saltan la norma a la torera; pero nosotros os instamos, os exigimos que seáis más listos que ellos, pues el Mundo no fue dado a un Hombre en concreto como tampoco los mares ni el aire que se respira o el agua que beben. Tampoco el espectro electromagnético. Es como si mañana alguien nos intentará obligar a que viésemos todos los colores del arco iris menos el rojo el azul, lo cual sería imposible. El aire que respiramos no nos lo pueden robar, el agua necesaria para la Vida tampoco. ¿Por qué nos impiden comunicarnos, de forma libre y sin trabas, mediante algo que nadie ha inventado; es decir, que siempre ha estado ahí para todos?

No sean malos, pórtense bien o serán multados y, acaso, encarcelados.

Frater Aralba R+C