“El Culto a Satanás por efecto rebeldía”
-Y, en el fondo, se sigue adorando al mismo Demonio-
Da lo mismo que los símbolos de adoración se encuentren en una posición o de forma invertida; en el fondo, toda sumisión y adoración a una supuesta Entidad superior, supone un Monumento al desconocimiento y la ignorancia; es decir, al olvido de la condición Divina de la Humanidad; al desconocimiento de que todo en el Universo posee una Chispa Divina procedente del Creador.
Arrodillarse ante una Entidad desconocida, llámese como se desee llamar, es un insulto al verdadero Dios que mora en toda la Creación, también en nuestros corazones; en lo más profundo de nuestro ADN.
Éste Mundo no es justo, ya lo sabemos. Que, es cruel para la Vida y la inteligencia, es evidente a poco que se abra el ojo de la Conciencia. Algunos que creen haber abierto los ojos sin hacerlo en realidad, se rebelan contra ése Dios que desde chicos le han dicho que merece respeto y adoración. Sí, porque si el Mundo es un infierno, su gobernante debe de ser un demonio más que Dios.
Así las cosas, por puro rebote y rebeldía, se crea en la Mente un objeto invertido para sustituir una veneración por otra. Así, somos tan ingenuos que, si entendemos que si el Dios que nos han enseñado a temer más que a amar o respetar, es un demonio, su contraparte; es decir, el mismo demonio que nos han contado, supuestamente también rebelde contra el supuesto Creador, debe de ser el verdadero Dios y entonces se cae en el mismo error en el que nos encontrábamos; y si antes venerábamos a una entidad malvada ahora lo hacemos a su reflejo invertido.
Es como si el falso Dios tuviese varias caras, no sólo dos; de ahí, los diversos nombres del supuesto Dios y que, en realidad, nunca dejó de ser otro que Cronos, Saturno, Satán, el Arconte encargado de gobernar el Tiempo. Cronos, en tanto que Arconte, no es un Ser con entidad propia; se trata de un mero algoritmo matemático; es decir, una ecuación necesaria para que los pilares de la Creación se mantengan en pie y no se venga abajo.
Hasta ése punto ha llegado la Humanidad, hasta el de adorar a un mero actor matemático que por no poseer no tiene ni Vida ni inteligencia propias. Algunos, como hemos dicho, al creer encontrar un mero Demonio en Él, como rechazo crean una imagen invertida o, peor aún, se creen la Historia de la existencia de su supuesta contraparte, Satán y entienden que si el supuesto Creador, al que veneraban, era el Demonio, ese supuesto Satán, Lucifer y otros nombres inventados para denominarlo, debería de ser el verdadero Dios; pero lo cierto es que ambos no dejan de ser otra cosa que el reflejo el uno del otro, son una misma cosa.
Mientras la Humanidad siga venerando a diversas deidades no habrá entendido nada y su corazón seguirá intoxicado por el politeísmo; es decir, por la idolatría porque Dios sólo hay uno y no vive en algún lugar del exterior, sino que se encuentra en nuestro interior, dentro de nosotros y no, no posee nombre alguno porque los nombres son creados por el Hombre y si Dios tuviese algún nombre ya no sería Dios sino un constructo Humano creado para taponar su ignorancia; es decir, su falta de memoria de lo que fuera antes de que realizara la Creación y se dividirse en múltiples fragmentos.
Dios está en tu interior y en el nuestro. Realizar imágenes de Dios y darle un nombre es propio de la arrogancia, fruto de la Ignorancia. No, no eres un mero producto creado por un Creador externo. Eres, nada menos, que un fragmento Divino del Creador; de hecho, en tanto que copartícipe de la Creación, antes de su posterior fragmentación; se podría decir que somos el mismo Dios.
Por lo tanto, a partir de ahora sigue los verdaderos mandamientos del verdadero Dios y no te crees imagen de él ni la veneres porque eso es un sacrilegio fruto de la ignorancia. Abraza la Gnosis, el conocimiento de Dios, que se encuentra dentro de tí y comienza a conocerte a tí mismo, porque es el único modo de que recuerdes; es decir, recuperes la memoria de que Dios nunca dejó de estar en tí, porque Dios siempre fuiste tú y no Cronos o sus múltiples reflejos y que no son otros que toda una jerarquía de arcontes, ecuaciones matemáticas, que se muestran como materia y Antimateria, blancos y negros, ángeles y demonios; pero todo ello no es más que una mera invención de tu Mente. Deja de adorar a nada ni a nadie y vive, vive para recordar y conocer quién eres en Verdad.
Frater Aralba R+C
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