De lo que nadie quiere hablar

 “De lo que nadie quiere hablar”

-Gente sin escrúpulos nos chantajean mediante un sabotaje histórico-

Recordamos a nuestros amigos que, aunque autodidacta, de toda las vida, en electricidad, electrónica e informática, durante un tiempo corto fuimos Oficial electricista; es decir, no somos licenciado ni doctor en Ingeniería Industrial; pero conocemos lo suficiente para que no nos la cuelen.

Durante más de doce horas hemos estado absolutamente incomunicados, como el resto de la gente de éste País, sin poder acceder a Internet, sin poder realizar una simple llamada telefónica, sin poder repostar combustible en una gasolinera, ni poder pagar con la tarjeta de débito o sacar dinero del cajero automático. Aún así, después de ésto, nos van a imponer el euro digital que impedirá que podamos manejar efectivo y, ahora mismo, si intentas sacar del banco, a partir de una determinada cantidad, un dinero que supuestamente debería de ser tuyo serás sancionado. Es un escándalo; pero no vemos un movimiento de rebeldía entre la población; como si nos hubiesen inoculado algo para que no dejemos de ser otra cosa que lo que ya somos, cabezas de ganado de un rebaño bien disciplinado.

Tuvimos la suerte de encontrar en casa un obsoleto walkman de Sony que poseía radio AM y FM, al que colocamos dos pilas AA y pudimos escuchar una sola Emisora de radio, tanto en AM como en FM, “Radio Nacional de España”, la Emisora Oficial del Reino. Sus recomendaciones eran cansinas y constantes: “No hacer caso de los bulos de Internet”, “No escuchar otras noticias que las oficiales” y, por supuesto, quedarse en casa hasta que Papá Estado solucionara el problema.

Es curioso porque respecto al Problema, los expertos, debidamente seleccionados, a pesar de que el Gobierno decía que todas las posibilidades, respecto de lo acontecido, se estaban estudiando, decían que todas las causas podían reducirse a dos; es decir, negligencia de algún ingeniero chapucero que pulsó el botón equivocado dejando a toda la Península a obscuras o un Ataque Cibernético provocado por algún Estado Enemigo; en tanto que un hackeo de tal magnitud no se encontraría a disposición de los piratas ordinarios que solicitan sumas de dinero, como chantaje, para revertir sus acciones.

Sin entrar en cuales podrían ser los servicios secretos del Estado Enemigo que nos habría atacado cibernéticamente sin dar la cara, “La Unión Europea para que terminemos de entrar por el aro que nos quieren meter”, “Israel como venganza por haber condenado sus ataques contra Gaza” o “Estados Unidos para darnos una Lección de Humildad” No, en todo caso, nada de eso se ha comentado por imposibilidad manifiesta; dado que lo más probable, según los medios oficiales, y aunque no se diga, podría ser una maniobra ladina de una Rusia dirigida por un malvado Putin, váyase usted a saber cómo nos harían comer tal plato; pero hágannos caso, lo intentarán.

Pero existe una tercera opción, mucho más plausible, tenebrosa y que nadie comenta: “Un auto sabotaje planificado, con toda intención, para desviar la atención de la gente acerca de los acontecimientos políticos más candentes” Ya les salió bien con la "Plandemia", manteniéndonos, a todos, encerrados en casa o acusando de una ineficiente gestión, al Partido contrincante, en una Región tomada como “Enemiga Política”, sin hacer nada para impedir la catástrofe y sin importar los muertos ni las desgracias humanas, en la Dana Valenciana.

La Estupidez Humana puede llevar a un ingeniero inexperto a pulsar el botón equivocado, la malicia de nuestros enemigos, mediante los servicios de Inteligencia, a desconectar el servicio eléctrico, durante el tiempo suficiente, cinco segundos, como para dar lugar a un “Cisne negro”; es decir, una catástrofe energética irreversible e indetectable; pero esos mismos códigos que podrían haber robado, cibernéticamente, los servicios de Inteligencia de un País lleno de rencor con nosotros por llamarlo Asesino de niños, también los poseen nuestros propios dirigentes que, como posibilidad, en un acto de psicopatía y crueldad extrema, ya comprobada, habrían dejado a la Población sin luz para tapar las propias vergüenzas envueltas de corrupción.

Antes se llamaba a éstos psicópata como gente sin escrúpulos formados en la Escuela de Maquiavelo; y si ésta tercera opción que, por supuesto, el Gobierno no contempla fuese la cierta, solo nos queda por ver, en breve, un definitivo autogolpe de Estado; porque ya, es lo único que falta.

Mientras tanto, los conspiranoicos de toda la vida siguen con su función de distraernos con sus supuestas invasiones extraterrestres, ataques electromagnéticos con el famoso haarp estadounidense o por haberse producido una llamarada solar de una terrible magnitud y que provocará el Fin del Mundo. Al final, ya lo verán, la culpa será del "Cambio Climático".

Como ven, mis amigos, ahora sí el menú está completo y es posible, sólo posible, que algún día alguien se vaya de la Lengua y podamos saber la Verdad.

Disculpen si nos salimos de la narrativa oficial de éste Grupo; pero la ocasión lo merecía.

Frater Aralba R+C