28 marzo, 2025

A Años Luz de la Verdad

 “A años Luz de la Verdad”


-Algunas veces os vemos como a niños en su proceso de crecimiento-

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

(Romanos 11:33)


La ignorancia siempre se viste de taxatividad y arrogancia. Cuando escuchen a alguien decir que algo es de una determinada manera y que no hay más que hablar, asientan, no discutan, y dejen de escuchar. Les aseguro que será una conversación que no les llevará a ninguna parte.


El que nosotros compartamos el trabajo de otros que hablan un Idioma diferente al nuestro, es porque entendemos que posee información necesaria para casar las piezas del puzle de nuestra investigación; pero jamás porque estemos al ciento por cien de acuerdo con sus postulados y consideremos que poseen la Verdad absoluta. Que va.


Que va, miren, en el caso de Charles Weber, hemos compartido su Trabajo sobre “La Conexión entre Heindel y Esteiner” porque ilustra al detalle y con extrema veracidad, cuál es la verdadera fuente de información, de la que se nutrió Max Heindel; es decir, de Rudolph Steiner. Eso es una evidencia, para nosotros, comprobada y por lo tanto forma parte de la Historia inalterable; pero, ojo, eso no quiere decir que compartamos las enseñanzas de estos señores en mayor o menor parte. De corazón, os decimos, que muy probablemente nuestra percepción es que se encuentran, perfectísimamente, equivocados; pero, entonces, ¿Por qué lo compartimos?, caray, para que se conozca la Verdad. La Historia también puede ser adulterada y confundir nuestro Camino. Es importante conocer el origen de las cosas aunque no las compartamos, ni siquiera en un pequeño porcentaje.


Quizá sea porque nos estamos haciendo viejo; pero nos cargan mucho las largas lecturas que hacen contínua referencia a autores externos, como si quienes escriben tuviesen la necesidad de documentar, constantemente, aquello de lo que están escribiendo, como si ellos, es lo que realmente sucede, no tuviesen una conexión directa con la Verdad; es decir, hablan por terceras personas. Lo dijo fulanito, menganito o zutanito y tiene que ser Verdad. ¡No creáis en lo que yo diga, que soy un mindundi, creed en lo que dejaron escrito los ídolos del pasado!, la Verdad, eso no nos merece ni confianza ni respeto. Son meros escribas de terceros que ya quedaron en el pasado; en ocasiones, trasnochados y fuera de lugar.


Se habla, por ejemplo, constantemente, de seres desencarnados, maestros espirituales, jerarquías demoníacas y angelicales; permitiendo así, a nuestra Mente, especular con la posibilidad de que pudiéramos ser poseídos por gente externa a nosotros mismos. Ah, y eso se basa en lo que dijeron fulanito, menganito y zutanito, que murieron hace mil años. Pues si esos fulanito, menganito y zutanito, hubiesen tenido razón, nuestro Mundo habría cambiado y, sin embargo, sigue siendo el mismo ¿No os dais cuenta de ésto? Bajad a vuestros ídolos de los pedestales en los que los habéis colocado. Sabemos que, en muchas ocasiones, os encontráis profundamente enamorados del Personaje porque vosotros mismos habéis elaborado el concepto que los envuelve como en una aureola de Divinidad; pero son constructos mentales vuestros que provocan autosugestión. Es necesario, más que seguir estudiando, que no está mal, las experiencias de los ¿Maestros?, del pasado, que os convirtáis, vosotros mismos, en vuestros propios maestros; que habléis por vosotros mismos, basados en vuestras propias experiencias personales, no por boca de ganso, porque de lo contrario seguiremos atascados como un desagüe lleno de pelos entrelazados entre restos de jabón. Estudiar, leer y todo lo demás está muy bien; pero mientras sólo hagáis eso, no seréis vosotros mismos.


Es importante que, ya que estáis creciditos, habléis por vosotros mismos sin las multetillas de: “Lo dejó dicho Eliphas Levi, Madame Blavatsky, Jacobo Bohemme o Perico el de los Palotes! Ya va siendo hora de que contéis vuestras propias historias, basadas en vuestras propias experiencias personales y dejéis a esos cadáveres del pasado, vuestros sagrados maestros, descansando el sueño eterno, que falta les hace.


Mientras sigáis confiando en sus estudios, seguiréis confundidos creyendo que los seres humanos podemos ser atacados por fuerzas espirituales invisibles y que, en algunos casos, podemos perder hasta el control de nosotros mismos, por algún tipo de posesión diabólica y otros seres dimensionales.


No, eso es absolutamente imposible Cada individuo de nuestra Especie es como una suerte de carro blindado impenetrable. La membrana de Éter que nos recubre es impenetrable; es decir, no puede ser traspasada por ningún ser Invisible de naturaleza espiritual. Todos los demonios, ángeles, cascarones vacíos, extraterrestres y entidades ultra dimensionales, pertenecen a nuestro propio Campo de Vida. Los seres humanos, al contrario de lo que nos han enseñado, no somos individuos perfectos.


Por el contrario, somos una Comunidad inmensa de seres de diversas enjundia; en tanto que cada una de las células de nuestro Cuerpo, cada bacteria, cada parásito y cada hongo, poseen su propia alma Personalidad. Cada Ser Humano somos un Microcosmos, un Universo entero que funciona, exactamente igual, que una estructura de Coral; es decir, aunque poseamos la ilusión de una conciencia individual, lo cierto  es que somos un colectivo mejor o peor organizado.


Cuando ése colectivo de almas-personalidad individuales está debidamente jerarquizado; es decir, estructurado, nuestra salud mental se mostrará como sana; pero si, en esa estructura, se producen disturbios, desencuentros y luchas intestinas, la estructura se desmoronará y comenzarán lo que se denomina como problemas mentales: “la paranoia, la esquizofrenia, la bipolaridad”...; pero también: “las ilusorias posesiones de cualquier tipo, visión de fantasmas y otras criaturas; es decir, ilusiones de todo tipo”


Por favor, no caigan en la superstición. Esto es algo que se encuentra muy lejos de la Pansofía Rosacruz. Hoy, el Conocimiento ha avanzado una enormidad y no pueden comparar a los rosacruces de hoy con los del Siglo XVII o con los sabios griegos y egipcios del remoto pasado. El Conocimiento va evolucionando y expandiendo su luz entre las tinieblas de la ignorancia. Cuando la luz hace su presencia, la superstición; es decir, la ilusión de la falsedad desaparece.


Si siguen creyendo en posesiones diabólicas aún les queda un buen trecho para convertirse en adeptos rosacruces.


Frater Aralba R+C


27 marzo, 2025

La Conexión Heindel-Steiner y 20

 “La Conexión Heindel-Steiner y 20”


-Apéndice y 3-

Carta de Heindel a Leadbeater


Charles Leadbeater fue una figura controvertida en la Sociedad Teosófica. Poseía cierto grado de clarividencia negativa, era una presencia imponente y un conferenciante eficaz. Fue en esta última función que Heindel conoció las verdades ocultas. Un día, a finales de diciembre de 1903, mientras caminaba por las calles de Los Ángeles, Heindel vio un cartel sobre Blanchard Hall que anunciaba una conferencia sobre la reencarnación impartida por Charles Leadbeater. Heindel asistió a la conferencia y conoció a Augusta Foss, quien era acomodadora. Tras escuchar esta y otras conferencias posteriores de Leadbeater, Heindel experimentó una profunda conversión. En una carta fechada el 13 de enero de 1904, Heindel escribió a Leadbeater. El texto de la carta, publicado en el número de abril de 1949 de The Theosophist (págs. 17-19), se incluye a continuación.  

Estimado señor:

Antes de que se vaya de California, deseo agradecerle sus conferencias, a las cuales he asistido con gran beneficio.

La curiosidad me impulsó a escuchar su primera conferencia; su afirmación de que todo hombre posee facultades clarividentes —lo cual pensé que me beneficiaría personalmente— me impulsó a asistir. En su segunda conferencia, con la esperanza de obtener información sobre cómo desarrollar este poder tan deseado y deseable, y cuando en ella dijo que esta facultad no debe usarse con fines egoístas, me burlé para mis adentros: ¿de qué le serviría a alguien si no la usara para su propio beneficio?


Al día siguiente solicité el "Plano Astral" en la biblioteca; ese era el plano que quería investigar, donde uno podía ir y, con ventaja para sí mismo, aprender los secretos de otras personas. Sin embargo, no lo conseguí; el bibliotecario no tenía ninguno para prestar ni vender. Estaban todos fuera. Pero conseguí "Karma" y "Reencarnación" de la Sra. Besant, y cuando los leí comprendí por qué los poderes ocultos deben usarse con reverencia para ayudar a la humanidad y no para beneficio personal. Vi que tenía un lugar en este gran esquema cósmico y todo me parecía tan real que no necesitaba argumentos. Creí cada palabra que leí, y lo hice con un estado mental muy diferente al que había tenido en las dos primeras conferencias que presenté en su conferencia sobre la Reencarnación. Desde entonces, he estado devorando literalmente la Teosofía y la he puesto en práctica dejando de consumir intoxicantes y tabaco. Aunque no sabía hasta el otro día que ese era uno de los preceptos del Buda, peor aún, era un sensualista y un mentiroso, y nunca tuve ni idea de que podía evitarlo, de que mis pensamientos hicieran daño o de que pudiera desterrarlos. Sin embargo, cuando descubrí que podía controlarlos, me propuse un propósito firme y me alegra decir que mis horas de vigilia están casi libres de pensamientos obscenos. Si pudiera decir lo mismo de mis horas de sueño, sería muy feliz, pero no dudo de que, con un esfuerzo constante, pronto lo borraré por completo, sobre todo porque hace unos días empecé a vivir con una dieta vegetal después de leer su argumento en "Vislumbres de Ocultismo". Espero que mi larga carta no te haya cansado, pues, aunque sea larga, no abarca ni la décima parte de lo que quisiera decir si tan solo pudiera encontrar palabras para expresarme. Es maravilloso. Apenas puedo comprender que yo, que me creía una simple lombriz de tierra que vive hoy y que creía muerta para siempre al morir, viva para siempre.


¿Te sorprende que me sienta agradecido y sienta la necesidad de expresarle mi gratitud a quien me abrió los ojos al alto y noble destino que me espera?

Una vez más, le agradezco y le deseo buena suerte.

Atentamente.

Max Heindel.


Contenido de Rays (Continuación)

g) Agosto de 1916. “El Sol se Mueve”. Heindel reimprime lo que pretende ser el equivalente fonético del sermón de un eminente predicador negro sureño (John Jasper). Heindel claramente aprecia al hombre: “Fue un predicador hecho por Dios, grande en la esclavitud [como esclavo durante cincuenta años] e inmortal en la libertad”. El sermón pretendía refutar la teoría copernicana de que el Sol es estacionario con respecto a los planetas. Se percibe la esencia del texto desde la última línea impresa: “He probado mi punto de vista, que el Sol se MUEVE, y desafío a cualquiera a decir que lo hago”.


f) Septiembre de 1916. “Enlaces del Destino: Una Historia Oculta”. Esto se parece más a una novela corta ocultista. Se publicó en trece números, hasta septiembre de 1917. Está escrito en estilo victoriano, con abundante diálogo y descripciones impresionistas. A Heindel le gustaban las buenas historias.


g) Septiembre de 1916. “Amuletos, piedras de nacimiento y colores planetarios”. Heindel describe cómo asignar piedras al signo solar de un nativo y metales y colores al planeta que rige el ascendente. Además, se “prescriben” colores y metales para contrarrestar las influencias negativas de los aspectos planetarios desafiantes. También se considera la composición de aleaciones de metales y el uso de colores complementarios para promover condiciones planetarias favorables.


h) Octubre de 1916. “El Crisol”. De esta figura de dieciséis lados, Heindel dijo: “Si la usas en tu meditación, se te revelará, y nunca podrás contarle a nadie lo que aprendas, porque ninguna lengua humana puede jamás expresar las experiencias más profundas y hermosas del alma, y sería un sacrilegio siquiera intentarlo”. Los Rayos publicaron la mejor interpretación de este símbolo.


i) Noviembre de 1917. “Los Místicos Sufíes”. Heindel introduce este artículo diciendo que “todos los informes de quienes los han estudiado [a los sufíes] alaban su espiritualidad trascendente”. No son rosacruces, pero poseen sabiduría, y Heindel cree que el lector “sin duda se beneficiará” al leer sobre estos sabios. Añade: 


“Existe una sorprendente analogía entre los sufíes en su relación con el mahometismo y los alquimistas medievales en su relación con la iglesia dominante de entonces. Tanto los sufíes como los alquimistas poseían la levadura de la verdad y ambos se vieron obligados a ocultarla bajo símbolos y signos”.


j) Noviembre de 1917. “El Dr. Jekyll al Día”. Heindel reimprime un artículo publicado en "Bedside Stories" en la revista The Nurse, donde relata el efecto de una sobredosis de una droga llamada veronal, que convirtió a un libertino sensiblero, de ojos legañosos y desgarbado en un caballero recto y respetable, mientras duró su efecto. Heindel no moraliza ni instruye. Sin embargo, "si creemos en la narrativa", la sugerencia es que el hombre retornó a su comportamiento de una vida pasada. Análogamente, Heindel insinúa que el Dr. Jekyll "ficticio" de Robert Louis Stevenson era la encarnación de un Ego que antes era como el malvado Mr. Hyde.


k) Noviembre de 1917. "El Conquistador del Dolor". Heindel reimprime un artículo de Collier's Weekly sobre el uso de la anestesia en la Primera Guerra Mundial. Es inspirador. Reader’s Digest ha publicado cientos de relatos similares a lo largo de los años. Pero Heindel no está sujeto a una política editorial rígida y patricia. Si un relato tiene corazón, es digno de mención.


l) Cartas. Heindel publicó muchas cartas de personas que relatan sus experiencias sobrenaturales, todas ellas resultado de clarividencia involuntaria. Presumiblemente las presenta porque, como escribe en respuesta a una carta de noviembre de 1917, «dan testimonio de las verdades del mundo invisible y de las acciones de las personas que viven allí». Hoy en día existen miles de relatos de este tipo.


m) Junio de 1918. «Comentario sobre el Rubaiyat de Omar Kayyam». El autor describe su artículo de tres partes como «un estudio exegético sobre religiones comparadas» y llama la atención sobre el valor espiritual de «la gran eso-Epopeyas terciarias y filosóficas de la antigüedad, incluyendo el Bagavad Gita, el I Ching, el Libro de Dzyan y los Upanishads.


n) Agosto de 1918. “María Mantellata”. Un relato largo de Blanche Cromartie que se publicó en cuatro números de The Rays. La acción se desarrolla en Italia. El editor considera que encarna las principales enseñanzas de los Rosacruces.


o) Octubre de 1918. “En la Tierra de los Muertos Vivientes”. La historia de Prentiss Tucker sobre una muerte en tiempos de guerra y su despertar en el mundo espiritual. Apareció en once números.


p) Noviembre de 1918. “Algunas Mujeres del Antiguo Egipto”. Reimpresión de South African Women in Council. Este artículo no contiene nada sobre las Enseñanzas en sí, pero ofrece biografías pintorescas de mujeres precristianas.


q) Diciembre de 1918. “El Oráculo de Delfos”. Este artículo fue reimpreso de The Occult Review y no intenta vincular su estudio histórico con las enseñanzas de la sabiduría occidental; de hecho, el autor no da indicios de conocerlas.


r) Enero de 1919. “El león. Una escena de una vida pasada”. Otra reimpresión de The Occult Review en la que el autor recuerda haber vivido en la antigua Roma y haber sido colocado en una arena con un león, etc. Esta historia es “oculta” solo en el sentido de que la persona presumiblemente recuerda una escena de una vida anterior.


s) Enero de 1919. “Brujería fiyiana”. También de The Occult Review. El hermano del escritor le cuenta la historia de un rito vudú para vengar el maltrato de una niña samoana. El artículo concluye: “Fiyi es un lugar hermoso, pero hay algo maligno, algo misterioso y aterrador, oculto bajo su exterior sonriente y juguetón”.  


Conclusión: La mente abierta de Max Heindel


Max Heindel tenía intereses omnívoros. Ofrece un enfoque integral de lo oculto. En Enseñanzas de un Iniciado, sostiene que la Fraternidad Rosacruz aboga por el estudio de la astrología y la quiromancia por parte de todos sus miembros (p. 128). Además, Heindel considera la frenología, el estudio de las formas y superficies del cráneo, y la quiromancia como "ciencias espirituales" (1 pregunta y respuesta, p. 308). Si bien esta afirmación puede tener sus detractores, al menos Heindel está abierto a ver lo espiritual tras toda manifestación material.


Dado el enfoque universalista de Heindel sobre el conocimiento, ¿cuál es el mérito relativo de la información que ofrece Rudolf Steiner? Sin duda, un individuo que es uno de los pocos clarividentes positivos avanzados del mundo occidental, cristiano y autoproclamado exponente del sendero rosacruz merece al menos la exposición que se da a los cientos de colaboradores de la revista Rays y a los autores de libros de la Hermandad no escritos por Heindel.


En el número de julio de 1914 de Echoes, Heindel escribió: 


«Las enseñanzas rosacruces apenas han sido abordadas en el Cosmos, que podemos considerar la quintaesencia. Esto podría elaborarse poco a poco, y se abrirían muchos nuevos puntos a cualquiera que emprendiera esta labor. Así, el mundo saldría ganando, pues ninguna gran filosofía puede ser desarrollada en todas sus fases por un solo hombre». 


¿Está Steiner menos cualificado para desarrollar fases de esta filosofía que los autores de los artículos mencionados en esta lista?


Que Max Heindel tenga la última palabra al respecto.  


En la edición de enero de 1917 de Rays, el editor reimprimió una “carta particularmente gratificante” del líder de la “Orden de Místicos Cristianos”, el Dr. Curtis, quien escribió que si bien “el Rosacruz busca conducir hacia la Puerta de la Sabiduría a quienes se sienten atraídos por el Sendero del Conocimiento, mientras que el Místico Cristiano busca conducir hacia la puerta de la Realización a quienes se sienten atraídos por El camino del Amor, pero ninguno excluye al otro. Curtis añadió: 


«Fundamentalmente no puede haber, y en la práctica no debería haber, ningún sentimiento de rivalidad entre los diversos movimientos espirituales». Heindel coincidió calurosamente con el Dr. Curtis, afirmando que 


«Cuando los líderes o estudiantes avanzados de cualquier movimiento denigran a los líderes de otro movimiento que trabaja con el mismo fin, deben darse cuenta de que sus acciones desmienten sus enseñanzas y que, al hacerlo, pierden el respeto y la confianza de cualquier persona razonable que los escuche... El Editor ha pensado a menudo en maneras y medios para superar esta actitud errónea de celos por parte de los líderes e inducirlos a unirse en buena camaradería, y tal vez la acción concertada conduciría a resultados más beneficiosos en todos los movimientos así unidos».


Charles Weber (Traducción del inglés realizada por Google)


La Conexión Heindel-Steiner 19

 “La Conexión Heindel-Steiner 19”


-Apéndice 2-

La primacía de la Hermandad Rosacruz en el desarrollo del mundo occidental se explica en la siguiente declaración: 


“La Hermandad Rosacruz es en realidad la fuente, el origen, de todas las demás hermandades que han sido absorbidas por la cultura europea”. —Conferencia, 

“El impulso original detrás del Movimiento Teosófico: La idea de la Hermandad”, Berlín, 29 de enero de 1906, H & C, p. 356.


Steiner afirma en otra parte que “El método de iniciación rosacruz es especialmente para la gente moderna; Satisface las necesidades de las condiciones modernas... Durante muchos siglos será el método correcto de iniciación en la vida espiritual..."—Conocimiento suprasensible, 13 conferencias, Berlín, 1906-1907, pág. 149.


Con la misma claridad, Steiner escribe lo siguiente: "Debe entenderse que la introducción de un esoterismo correcto en Occidente solo puede ser del tipo rosacruz-cristiano, porque este último dio origen a la vida occidental y porque, con su pérdida, la humanidad negaría el significado y el destino de la Tierra". —Carta, 1907, Correspondencia y documentos, pág. 18.


Una cita más de Steiner: 


"Para las personas muy ocupadas con la ciencia, el camino necesario hacia la Iniciación es el rosacruz, pues el método rosacruz demuestra que el conocimiento más elevado de las cosas mundanas es totalmente compatible con el conocimiento más elevado de las verdades espirituales. Es precisamente a través del camino rosacruz,

para que quienes se han alejado de la creencia cristiana por lo que consideran ciencia puedan aprender a comprender verdaderamente el cristianismo por primera vez.”—A las Puertas de la Ciencia Espiritual (1906), pp. 130-1


Finalmente, la esposa de Steiner, Marie Sievers, decidió en 1947 publicar algunas de las enseñanzas más importantes

que se impartían en la Escuela Esotérica de Steiner, disuelta en 1914 al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Ella

explicó su decisión con estas palabras: “Al poner a disposición ejemplos del consejo cuidadoso y personal de Rudolf Steiner, deseaba asegurar que pudiera surgir algo de esa corriente rosacruz

más acorde con la época actual que los decadentes métodos indios y tibetanos.”—Guía para el Entrenamiento Esotérico, 1972, p. 6


La antroposofía es rosacruz, afirma el editor de Anthroposophic Press

Dado que algunos prejuicios son difíciles de eliminar, aún puede haber quienes duden de la centralidad de la perspectiva rosacruz en la enseñanza de Steiner. Después de todo, podrían argumentar, utilizó el término antroposofía.


En respuesta a estas personas, citamos una publicación reciente de Anthroposophic Press, que publica las obras completas de Steiner y muchos otros libros de numerosos autores de líneas rosacruces/antroposóficas. 


El editor de Anthroposophic Press, Christopher Bamford, ha seleccionado documentos representativos que hacen referencia explícita al rosacrucismo en los escritos y conferencias de Steiner y los ha recopilado en un libro titulado The Secret Stream, Christian Rosenkreutz and Rosicrucianism (Great Barrington, MA, 2000). 


En una extensa introducción a los textos seleccionados, Bamford escribe: 


«El rosacrucismo es vital no solo para comprender la historia de la espiritualidad, la ciencia y la cultura occidentales, sino también —como deja muy claro esta colección de conferencias de Rudolf Steiner— por la promesa de su futuro. Dicho de la manera más sencilla, dado que el verdadero conocimiento es sufrimiento (nosotros Solo podemos conocer verdaderamente lo que hemos sufrido), el Rosacrucismo —que es la unión de la Cruz y la Rosa— representa la unión de la ciencia (conocimiento) y el amor. La pregunta rosacruz, formulada por primera vez por Goethe en su poema «Los Misterios» y planteada repetidamente por Rudolf Steiner, se convierte entonces en: ¿quién añadió amor al conocimiento? ¿O quién añadió compasión al sufrimiento?


Bamford introduce cada capítulo del libro con algunos comentarios, entre ellos:


Capítulo dos: ¿Quiénes son los Rosacruces?


Steiner tiene claro que existen muchos caminos hacia la iniciación, todos los cuales conducen a la verdad; Pero, dice, hay un camino por encima de todos, apropiado para los seres humanos occidentales modernos, y es el camino de iniciación rosacruz. —pág. 41


Capítulo tres: Práctica rosacruz


“Con el trasfondo de la evolución desde una perspectiva rosacruz, Steiner describe las etapas del entrenamiento rosacruz. Introduce el enfoque rosacruz de la práctica espiritual como algo para el bien del mundo, más que para la salvación individual. —pág. 60


Capítulo Siete: ¿Quién fue Christian Rosenkruetz?


“Para Steiner, el rosacrucismo no es solo una cuestión de teoría, historia o incluso práctica como tal, sino que tiene que ver, sobre todo y principalmente, con hechos y realidades espirituales; es decir, con el encuentro y el conocimiento de seres espirituales, en este caso, el ser del propio Christian Rosenkruetz.” —pág. 127


Capítulo Ocho: La Enseñanza de Christian Rosenkruetz


“El rosacrucismo y la alquimia son, de hecho, centrales e incluso determinantes para el camino espiritual y la enseñanza de Rudolf Steiner.” —pág. 137 (original en cursiva)


Capítulo Diez: Sobre las bodas químicas de Christian Rosenkruetz


En este ensayo, “Steiner delinea magistralmente la diferencia crucial entre «Misticismo» y «alquimia», que claramente es su camino y el camino rosacruz. Es decir, el camino de Steiner es el camino rosacruz o alquímico, un camino de ciencia espiritual y autotransformación oculta. Este ensayo, escribe Bamford, «nos ayuda a comprender la profundidad con la que el impulso rosacruz-alquímico penetra en la vida y la filosofía de Steiner». — 

pp 155-156


Capítulo Catorce: La Relación Entre la Humanidad y el Sol


«Esta es la tarea más importante: hacer contemporáneo el rosacrucismo. Debemos convertirnos en estudiantes del siglo XXI de Christian Rosenkreutz». —p 229


Capítulo Quince: Meditación Rosacruz: Meditando la Rosacruz


«El rosacrucismo es, ante todo, un camino de práctica. A lo largo de su vida, Rudolf Steiner dio a sus estudiantes numerosas indicaciones y prácticas de meditación de naturaleza explícitamente rosacruz. —p. 239


Epílogo: Rudolf Steiner y el rosacrucismo


Cualquiera que lea este volumen, atento al subtexto y sus implicaciones, se habrá dado cuenta de que, implícita en estas conferencias y escritos, está la afirmación de la primacía del rosacrucismo tanto para Rudolf Steiner personalmente como para la antroposofía, la ciencia espiritual que él inició. El rosacrucismo, de hecho, es el hilo conductor que recorre la vida y la obra de Steiner. —p. 248


La directriz rosacruz, sin embargo, guía a Steiner no solo esotéricamente, sino también a través de la ciencia y la filosofía modernas, y determina la forma y el contenido de su trabajo en estos campos... Propone repetidamente sus primeras obras epistemológicas —Verdad y Conocimiento y Pensamiento Intuitivo como Camino Espiritual— como paradigmáticas del estudio rosacruz, afirmando así que la famosa epistemología en sí misma es rosacruz. —249


Todo esto quiere decir que la antroposofía, tal como la concibió Steiner, marca el 'regreso' del Rosacrucismo tal como él lo entendía. Alrededor de 1650, tras la Guerra de los Treinta Años, la 'verdadera' Hermandad Rosacruz supuestamente abandonó Europa rumbo a Oriente; algunos dicen que a los países bálticos, otros al Cáucaso y más allá, y otros aún más al este. Restos de enseñanza fueron transmitidos por la Masonería y otras órdenes esotéricas menos conocidas y mejor ocultas. Durante este tiempo, el propio Christian Rosenkreutz, tanto física como espiritualmente, continuó activo. Pero la realidad terrenal de la Fraternitas ya no existía. Fue a traer esta realidad de nuevo a la esfera terrenal de la evolución cósmica y humana a lo que Rudolf Steiner dedicó su vida. — pág. 250


Si la antroposofía es rosacruz de raíz, si Rudolf Steiner se caracteriza por Editor en jefe de la Editorial Antroposófica, que publica cientos de libros de Steiner, como maestro y practicante de la perspectiva rosacruz; quien afirma que «Durante muchos siglos, el rosacrucismo será el método correcto de iniciación a la vida espiritual» (Berlín, 14 de marzo de 1907); quien invita al mundo a unirse a él para hacer de «lo que se expresa en ‘la Cruz envuelta en rosas’ nuestro ideal y lema» (ibid.); Quien afirma que “el camino rosacruz es la forma más segura y profunda de comprender el cristianismo” y que “el cristianismo más profundo y verdadero se encuentra en la enseñanza rosacruz” (Kassel, 28 de junio de 1907), y que el “método rosacruz... es el más apropiado y adecuado para las almas humanas de hoy” (Macrocosmos y Microcosmos, conferencia 8, 28 de marzo de 1910); quien sostiene que “es la obra de los rosacruces la que hace posible la visión etérica de Cristo” (Cristianismo Esotérico y la Misión de Christian Rosenkreutz, Neuchâtel, 27 de septiembre de 1911); si tal individuo, a través de sus obras y palabras, es rosacruz, ¿cómo podría un estudiante de las enseñanzas rosacruces no beneficiarse del estudio de la contribución de Steiner? ¿Cuál es la justificación de la actual política de la Fraternidad Rosacruz de ejercer una tácita ¿Prohibición de citarlo, o incluso mencionar su nombre?


La "Prueba" y el rechazo de Steiner a la propuesta de ser mensajero oficial

En vista de lo anterior —la perspectiva rosacruz declarada y ampliamente documentada de Steiner— resulta irónico que rechazara formalmente servir como mensajero de la Orden Rosacruz. La historia popular afirma lo contrario: que Max Heindel fue elegido para difundir las enseñanzas contenidas en el Cosmos sólo después de que el primer candidato de los Hermanos (nunca nombrado, pero presumiblemente Steiner) no superara la prueba que supuestamente se le aplicó.


Si éste relato fuera cierto, la prueba no podría haber sido la misma que se le aplicó a Heindel (mantener la información en secreto), ya que Steiner había estado divulgando las enseñanzas rosacruces durante al menos siete años antes de la visita de Heindel a Alemania, como lo demuestra la comparación de los textos de Heindel y Steiner en la segunda sección del Estudio. Es decir, muchas verdades ocultas que posteriormente aparecieron en el Cosmos ya habían sido hechas públicas por Steiner, quien ofrece una explicación diferente a la anterior. Al final de la segunda de diez conferencias sobre El Movimiento Ocultista en el Siglo XIX, impartida en Dornach, Suiza, en octubre de 1915, Steiner declaró: «También ha sucedido que las Hermandades Ocultas me han hecho propuestas de un tipo u otro. Una Hermandad Oculta muy respetada me sugirió que participara en la difusión de un tipo de ocultismo autodenominado 'Rosacruz', pero dejé la propuesta sin respuesta, a pesar de que provenía de un Movimiento Ocultista muy respetado. Digo esto para demostrar que nosotros mismos seguimos un camino independiente». No obstante, este camino independiente era esencialmente rosacruz, como el propio Steiner sostenía.


¿Por qué rechazó la oferta de ser un mensajero formal? Informalmente, ya era un mensajero. Era su destino, una tarea que se asignó a sí mismo, obtener su conocimiento directamente de los mundos espirituales. En la séptima conferencia de la serie antes citada, Steiner habló de esta misión: 


«Considero mi tarea no decir nada que no pueda garantizar que haya sido probado y comprobado». En la introducción a «Un Bosquejo de la Historia Oculta» (1909), Steiner escribe: 


«Mi conocimiento de las cosas del espíritu es el resultado directo de mis propias percepciones». 


En su autobiografía espiritual, «El Curso de Mi Vida», Steiner afirma: 


«Lo que poseo de conocimiento espiritual es enteramente el resultado de mi propia investigación». ¿Se beneficiaría el estudiante de la Fraternidad Rosacruz del acceso a este «conocimiento espiritual»? Debemos responder que sí si damos crédito a la afirmación de Heindel de que la instrucción que le dieron los Hermanos Mayores «corroboró las enseñanzas del Dr. S. en líneas generales». Y esto es en referencia a lo que Steiner había presentado al público hasta 1908. Continuó revelando verdades esotéricas para Dieciséis años más (hasta 1924).


Contenido de Rays cuando Heindel era editor


El objetivo declarado del Estudio y de este Apéndice es mostrar el mérito de retomar la política editorial y de intercambio de sabiduría más abierta que existía en vida de Max Heindel, y proponer fuentes adicionales para un estudio más amplio de la Sabiduría Occidental. Si bien la contribución de Rudolf Steiner al conocimiento esotérico es vasta y específicamente rosacruz, Heindel creía que los estudiantes encontrarían mucho más instructivo. Sus intereses eran, en efecto, muy amplios. Consideremos lo que consideró contenido admisible para la revista Rays mientras fue editor (hasta enero de 1919):


a) Septiembre de 1915. Un artículo de siete páginas sobre colores copiado de la revista South African Women in Council, que contiene citas de varias personas (Madame de Rambouillet y Ruskin) y trata sobre heráldica.


b) Noviembre de 1915. Un artículo sobre magia. “Es absolutamente necesario” que hombres y mujeres se conviertan en “magos prácticos”. El autor anónimo ofrece ejercicios para entrenar la voluntad mediante el uso de símbolos, como la cadena, el altar, el aceite, el látigo, la daga, el círculo, la lámpara, el pentáculo, la copa, la varita, el lamen, el incienso (¡sí!), la campana y la corona.


c) Marzo de 1915. Un estudio de astronomía en tres números, escrito por “Gamma Beta”, quien no era miembro de la Fellowship, pero sí de la Royal Astronomical Society y destacado en fotografía solar.


d) Abril de 1916. Reimpresión de una charla en una capilla que relata la narrativa de una leyenda árabe sobre “El sabio Pachá Suleimán”, sus esfuerzos por difundir el islam y su encuentro diario con el Ángel de la Muerte y su destino personal.  


e) Junio de 1916. “Experimentos y experiencias en psicometría”, una serie de nueve artículos de Elizabeth Denton, cuya información provenía de la clarividencia negativa. La serie incluía un artículo de William, el esposo de Denton y geólogo, sobre “La utilidad de la psicometría”. La autora indujo un estado mental receptivo que la abrió a las imágenes encapsuladas en muestras de roca, entrando en algunos casos plenamente en el tiempo y el espacio que registraban. Al presentar la serie de artículos, Heindel escribe: 


“Apenas necesitamos advertir a nuestros lectores del peligro de intentar despertar la fase pasiva de esta facultad”.  


Sin embargo, justificó la publicación de estos artículos desde junio de 1916 hasta febrero de 1917 porque revelan lo que hay en la memoria de la naturaleza: «Ahora ofrecemos, para beneficio de nuestros lectores, una serie de fragmentos de «Secretos de la Naturaleza» que incorporan los resultados de impresiones pasivas obtenidas por la Sra. Denton a partir de fragmentos de roca, etc., así como una descripción de su método e ideas sobre su don psíquico». En su primer artículo, la Sra. Denton escribe que, en ciertos casos, «debemos considerar el psicómetro como si estuviera en un estado de absoluta pasividad». 


En el artículo de octubre de 1916, «Autobiografía de una roca», Heindel afirma: «Este es un experimento muy interesante que arroja luz sobre la vida en los primeros tiempos de Inglaterra».


¡Consideren publicar un artículo así en la revista Rays actual! ¡Qué revuelo surgiría de ciertos sectores! Sin embargo, Max Heindel sentó el precedente. No vio ninguna razón convincente para descartar la información simplemente porque la persona cuerda e inteligente de quien provenía poseía el don cada vez más raro de la clarividencia pasiva.


f) Julio de 1916. “Vudúes y brujas”. Heindel escribe extensamente sobre un recorte de periódico que informa del asesinato de un centenario en La Habana para que los asaltantes pudieran bañarse en su sangre y obtener una longevidad comparable. Heindel analiza prácticas de magia negra con sustancias saturadas de éter, como sangre, cabello, uñas y placenta. También menciona la práctica de un profesor de teosofía (Charles Leadbeater) que utilizaba el semen de sus “alumnos”, lo que demuestra “una clara evidencia de su devoción al arte negro sin reservas ni rescate”.


Heindel no se anduvo con rodeos ni se mostró reticente a discutir ciertos temas si uno podía aprender de ellos.


Charles Weber (Traducido del Inglés por Google)

La Conexión Heindel-Steiner 18

 “La Conexión Heindel Steiner 18”


APÉNDICE 1

Desde la redacción del Estudio anterior, se ha publicado información adicional sobre la relación entre Max Heindel y Rudolf Steiner, así como sus respectivas presentaciones de las Enseñanzas Rosacruces.

Se presenta aquí para su consideración.


Steiner: “Mi estimado maestro”.

Existe una copia mecanografiada del Cosmos. Este texto es anterior a las galeradas impresas y, en consecuencia, a la Primera Edición propiamente dicha. Esta versión mecanografiada muestra las extensas correcciones manuscritas de Heindel. La página dedicatoria de esta época es diferente a la de la Primera Edición. Se reproduce aquí un facsímil. (El fondo muestra un diseño propuesto para la portada del libro: una serpiente enroscada en la cruz). Aquí, Heindel dedica el Cosmos “a mi estimado Maestro y valioso amigo, el Dr. Rudolf Steiner, y a mi más que amiga, la Dra. Alma von Brandis, en agradecido reconocimiento por la inestimable influencia que han ejercido en mi vida para el crecimiento espiritual”. El uso de la palabra “maestro” es particularmente significativo en vista del uso posterior que Heindel le dio para designar al Hermano Mayor que le sirvió como “Maestro”, aunque, como escribe Heindel en Cartas a los Estudiantes (pág. 98), este Hermano, “a quien, quizás erróneamente, llamo Maestro, nunca me ha enseñado directamente desde el primer y breve período en que me fue dado aquello que se encarna en el Cosmos”. 

Dra. Alma von Brandis


La Dra. von Brandis era una osteópata que había sido miembro de la sección de Los Ángeles de la Sociedad Teosófica cuando Heindel era su vicepresidente. El fuerte sentimiento personal de Heindel ("más que amigo") por von Brandis provocó que su cuerpo anímico se separara por primera vez de su cuerpo físico enfermo para viajar desde Los Ángeles al puerto de San Pedro para despedirla (¡suponemos que sin que ella lo supiera!) en un vapor. Este incidente se menciona en 2 Q&A, pág. 414, pero se describe con más detalle en Rays de enero de 1916 (pág. 18), donde Heindel relata su primera experiencia extracorporal consciente, captada por una cámara.  


Como se sentía «particularmente solo y con un intenso deseo de ver a nuestro [el autor usa el editorial nosotros] amigo, de repente, como por arte de magia, nos encontramos de pie junto a la cama, contemplando el pobre cuerpo demacrado...» (p. 18). Von Brandis se convirtió en alumno de las enseñanzas de Steiner y animó a Heindel a visitar Alemania, financiándole finalmente su viaje y asegurándole el acceso a algunas de las reuniones esotéricas privadas.

El impacto de Steiner en Heindel se debe sin duda al uso que este último hace de la palabra «maestro», así como a la apreciación de Heindel por la «inestimable influencia de Steiner en el crecimiento de su alma».  


Seríamos negligentes si no preguntáramos por qué no se menciona en este contexto al Hermano Mayor, en lugar de a Steiner, como el "estimado maestro" de Heindel y como su "influencia inestimable para el crecimiento de su alma", ya que, según el relato más popular (Nacimiento de la Fraternidad Rosacruz, pág. 4), "este hombre [Steiner] tenía poco que aportarle [a Heindel], y lo que le transmitía no era nuevo para él". De hecho, Ecos del Monte Ecclesia de junio de 1914, precursor de los Rayos, afirmó que las enseñanzas de Steiner, "tras una investigación, resultaron ser ilusorias, poco prácticas e inadecuadas". De ser así, ¿por qué Heindel se molestó en incorporar las enseñanzas de Steiner en su proyecto de libro (véase pág. 98 y siguientes), aceptando reconocer a Steiner, si dicha información "no era nueva para él"?


Uso de la palabra «plagiario»


La tercera sección de «La conexión Heindel-Steiner» analiza la declaración de Heindel sobre la retirada de la dedicatoria del Cosmos a Steiner, publicada en la segunda edición del libro. En dicha declaración (pág. 98), Heindel utiliza la palabra «plagiario» porque ya (1910) había recibido comentarios sobre la similitud entre el contenido del Cosmos y los libros y conferencias de Steiner. Posteriormente, Steiner también utilizó el término «plagio» en varias ocasiones. Otro caso ocurrió en octubre de 1913 en Oslo, donde Steiner impartió siete conferencias tituladas «El quinto evangelio». A continuación, el pasaje que contiene sus comentarios sobre este tema:

“Un hombre de América, que pasó semanas y meses conociendo nuestras enseñanzas, las transcribió y las llevó diluidas a América, donde ha difundido una 'Teosofía Rosacruz' plagiada. Es cierto que dice haber aprendido mucho de nosotros aquí, pero que después fue convocado por los Maestros y aprendió más de ellos. Sin embargo, no dice nada sobre haber aprendido de nosotros las cosas más profundas que había extraído de los cursos de conferencias entonces inéditos. Cuando algo así sucede en América, uno puede, por supuesto, emular al anciano Hillel y ser indulgente; y no hay que dejar de ser indulgente cuando estas cosas llegan a Europa. En un sector desde el que se lanzaron los ataques más violentos contra nosotros, se hizo una traducción de lo que estos círculos en América nos habían quitado, y en una introducción a esta traducción se decía: Es cierto que La concepción rosacruz del mundo también está apareciendo en Europa, pero en una forma jesuítica e intolerante [refiriéndose a las conferencias y escritos originales de Steiner]; este tipo de pensamiento solo puede prosperar en el aire puro de California.”


Uso del término Maestro


Algunas personas se sienten conmovidas por el uso temprano que Steiner hace del término "maestros" para referirse a personas de un nivel espiritual avanzado. Anteriormente en este estudio (pág. 29) se comentó que: "Algunas personas pueden objetar el uso del término Maestro. La mentalidad occidental independiente asocia la palabra con las religiones orientales y un ejercicio indebido de autoridad. A principios del siglo XX, tal interpretación fue silenciada. Después de todo, los Evangelios se refieren a Jesús como "Maestro" (Rabboni) aproximadamente cuarenta veces. Max Heindel también se refiere a la obra del “Maestro Jesús” durante la llamada “Edad Oscura” (Cosmos, pág. 409). De hecho, en la versión mecanografiada del Cosmos, el propio Heindel utiliza el término Maestros de Sabiduría, no Hermanos Mayores. El término “Hermanos Mayores”, entre comillas, aparece una vez en la versión mecanografiada y aparece así en la pág. 327 en todas las versiones del libro. Heindel utiliza el término Maestros de Sabiduría seis veces y “los grandes Maestros” una vez. (Véase el facsímil para un ejemplo de este uso original). En la Primera Edición, esta designación se cambia a Hermanos Mayores, que en ediciones posteriores aparece seis veces más cuando se añadió material adicional sobre los Rosacruces al final del Cosmo. La cuestión es que originalmente Heindel también utilizó el término Maestros de Sabiduría para identificar a los líderes espirituales del mundo occidental, lo que sugiere que su fuente también utilizó el término.


Heindel, Steiner y la Teosofía


Algunos críticos de Steiner consideran que no cumple con los criterios de una orientación suficientemente occidental, que mezcla influencias orientales. Un conocimiento superficial de su obra demuestra lo contrario (véanse ejemplos más adelante). Estos críticos harían bien en considerar las cinco páginas del Cosmo (págs. 270-275) que Heindel dedica a explicar cómo La Doctrina Secreta de Blavatsky y Budismo Esotérico de A.P. Sinnett, dos obras “muy valiosas”, aunque aparentemente diferentes, concuerdan esencialmente. ¿Para quién son “valiosas” estas obras? Al parecer, para el autor. Al parecer, también para el lector del Cosmos; de lo contrario, Heindel no las habría mencionado, y mucho menos las habría elogiado. Pero tienen un enfoque oriental, ¿no es así? Después de todo, el libro de Sinnett trata sobre el budismo, no sobre el cristianismo. Aun así, Heindel le encuentra valor. El tabú que algunos imponen al ocultismo oriental, hasta el punto de prohibirlo por completo, no es la postura de Heindel. De hecho, gran parte del ocultismo occidental, en particular las verdades relacionadas con la cosmogénesis, ha sido importada intacta de la sabiduría oriental y es congruente con ella. Existe una tendencia odiosa por parte de algunos a caricaturizar el énfasis de Heindel en la perspectiva occidental hasta el punto de considerar todo lo oriental como tóxico. Así pues, ¿cómo pueden los "puristas" aceptar este pasaje de cinco páginas que concluye con las palabras: 


"ni abandonaremos la Tierra en el futuro para establecer nuestra morada en el planeta Mercurio, como afirma la otra obra mencionada [Budismo Esotérico de Sinnett], con la intención de corregir un error de la primera [La Doctrina Secreta de Blavatsky]?". 


Heindel podría haber ignorado la mención de estos libros. Al fin y al cabo, tratan sobre la "sabiduría oriental". Pero son “obras muy valiosas”. Pueden beneficiar al estudiante de la ciencia espiritual, y Heindel quiere presentar su contenido al lector, aunque con errores corregidos.


Más adelante en el Cosmos, Heindel vuelve a elogiar la contribución de Blavatsky a nuestro conocimiento oculto. Sí, fue “una fiel alumna de los Maestros Orientales”, pero su “obra insuperable” [Este es un término superlativo, no para ser superado. ¡Un gran elogio, sin duda!] tiene mucho que ofrecer al estudiante de las enseñanzas de la Sabiduría Occidental, incluyendo hechos físicos que están ocultos a los científicos materialistas, incluyendo hechos relacionados con el “tercer movimiento” de la Tierra y la “teoría atomística” (págs. 512-513).


En aras de la justicia y la honestidad, seamos consecuentes al aplicar nuestros criterios de juicio. Es natural tener preferencias, pero que no violen nuestra objetividad ni comprometan nuestra búsqueda de la verdad.  


COMPARACIÓN DE TEXTOS


A continuación se presentan ejemplos adicionales que muestran la similitud entre los escritos de Heindel y lo que Steiner ya había hecho público antes de 1908. Estas citas complementan la Sección 2 del Estudio original (véanse las págs. 43-91).  


Steiner

“La verdad puede compararse con la vista desde la cima de una montaña, que es la misma para todos los que la alcanzan, independientemente de si eligieron caminos diferentes para llegar. Cuando estás en un punto determinado de la ladera de una montaña y ves un sendero, no rodeas la montaña para buscar otro.” —¿Quiénes son los Rosacruces?, Conferencia, Berlín, 14 de marzo de 1907


1 pregunta y respuesta

“La verdad es multifacética y eterna; la búsqueda de la verdad también debe ser integral e inagotable. Podemos comparar la verdad con una montaña, y las diversas interpretaciones de esa verdad con los diferentes caminos que conducen a la cima.” —p. 149


Steiner

“...algunos de sus secretos [de la Hermandad Rosacruz] fueron traicionados y hechos públicos de forma errónea a finales del siglo XVIII y principios del XIX... los escritores habían oído algo, pero no entendían qué Oyeron... Un importante periódico [escribió]... «Sí, la piedra filosofal existe. La mayoría de la gente la conoce y la mayoría incluso la tenía en sus manos»... se consideraba un elixir de vida... Cualquiera que conozca la verdad debe admitir que estas descripciones son, de una extraña manera, ciertas.

Sin embargo, quienes desconocen el secreto no se enteran. —Conferencia, Kassel, 29 de junio de 1907, 270-275


Cosmos (Primera Edición)

“La 'filtración' [de verdades ocultas] mencionada anteriormente ocurrió a principios del siglo XIX y provocó considerables debates en Alemania, incluso en los periódicos oficiales, sobre la Piedra Filosofal.


El Reichs-Anzeiger afirmó en un artículo: ‘Sí, existe una Piedra Filosofal. Es un Elixir de Vida. Es todo, y mucho más, de lo que jamás se ha afirmado. Además, la mayoría de la gente la ha tenido en sus manos a menudo, ¡pero no lo sabe!’. ¡Qué absoluta e incondicionalmente cierto es esto, y a la vez qué engañoso!”—p. 518


Steiner

“El entrenamiento esotérico comienza en serio sólo cuando aprendemos a trabajar en el cuerpo etérico (vital).”—Conferencia

(“El significado histórico mundial de la sangre que fluyó de la cruz”), 25 de marzo 1907, Berlín 


Cosmos 

“Su entrenamiento esotérico [del hombre] y las Iniciaciones anteriores están dedicadas al trabajo sobre el cuerpo vital.”—p. 381 


Steiner 

“La Leyenda Dorada dice algo así... Set tomó la madera del árbol [de la Vida, que creció de la tumba de Adán]. Muchas cosas se hicieron con ella, incluyendo el bastón mágico de Moisés. La puerta del templo de Salomón se hizo con madera del retoño de este árbol, y más tarde... formó la Cruz en la que colgaba el Redentor.”—Conferencia, 29 de junio de 1907, Kassel 


Interpretación Mística de la Pascua 

“Según una antigua leyenda, Adán se llevó consigo tres esquejes del árbol de la vida cuando se vio obligado a abandonar el Paraíso, y Set, su hijo, plantó estos tres esquejes y crecieron. Una de ellas se usó posteriormente para hacer la vara de Aarón, con la que realizó milagros ante el faraón. La otra fue llevada al templo de Salomón con la intención de convertirla en una columna o encajarla en algún lugar, pero no se encontró sitio alguno para ella; no cabía, así que se usó como puente para cruzar el arroyo que estaba fuera del templo. El tercero de los cortes se usó para la cruz de Cristo...”—pág. 49


Steiner

Sin embargo, algo permanece igual en los mundos físico y astral, y en el devachán [Mundo del Pensamiento]: el pensamiento lógico. Esta guía confiable nos protege de todos los pensamientos volubles e ilusorios.

Sin ella, nunca aprendemos a distinguir la ilusión de la realidad.”—“Etapas de la Iniciación Rosacruz”, Lecure, Düsseldorf, 15 de diciembre de 1907


Cosmos

“El alumno hará bien en recordar que nada que no sea lógico puede existir en el universo y que la lógica

es la guía más segura en todos los Mundos...”—pág. 440


Steiner

“Antes de que el principio Crístico, el Sol de la Justicia, pudiera aparecer en la Tierra, el principio de Yahvé tuvo que enviar a la Tierra esta luz de justicia, atenuada en la Ley, para preparar el camino. Y así Lo que yacía en el antiguo principio de Jehová, en la antigua Ley —la luz espiritual de la Luna— era para los cristianos esotéricos la luz espiritual reflejada del principio superior de Cristo. —“Poema Rosacruz de Goethe, ‘Los Misterios’”, Conferencia, Colonia, 25 de diciembre de 1907


Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas, Vol. 2

“Las religiones raciales del Dios lunar, Jehová, transmitieron la voluntad de Dios a la humanidad de manera indirecta a través de videntes y profetas que no eran más que instrumentos imperfectos, como los rayos lunares reflejan la luz del Sol. La misión de estas religiones era preparar a la humanidad para la religión universal del Espíritu Solar, Cristo, quien se manifestó entre nosotros sin intermediario como la luz que proviene directamente del Sol... La religión cristiana no da leyes, sino que predica el amor como cumplimiento de la ley.” —págs. 450-451


Steiner

“A través de la Tierra transparente, él o ella [el novicio] vio la luz espiritual del Sol, la luz de Cristo.

Este hecho, que marcó una profunda experiencia para el novicio de los Misterios, quedó registrado en la expresión: ‘Ver el Sol a medianoche’.” —Poema Rosacruz de Goethe, “Los Misterios”, Conferencia, Colonia, 25 de diciembre de 1907


Cosmos

“Para su visión espiritual, la Tierra sólida se volvió transparente y ellos [los alumnos listos para la iniciación] vieron el Sol a medianoche: ‘¡La Estrella!’. Sin embargo, no fue el Sol físico lo que vieron con ojos espirituales, sino el Espíritu en el Sol: el Cristo.” —pág. 391


Steiner

“La Cruz, que es un símbolo de la naturaleza cuádruple del ser humano, y las rosas rojas, que son el símbolo de la sangre purificada.” —Conferencia, Poema Rosacruz de Goethe, “Los Misterios”, Colonia, 25 de diciembre de 1907


Principios Ocultos de Salud y Curación

“Este es, pues, el gran ideal por el que nos esforzamos: purificarnos de la mancha del egoísmo y el egoísmo. Por lo tanto, consideramos el emblema de la Rosacruz como un ideal. Las siete rosas rojas simbolizan la sangre purificada.” —pág. 57


Steiner

“Puedes vivir en íntima amistad con un iniciado, y sin embargo, una brecha te separa de su ser esencial, mientras no te hayas convertido en iniciado.” —Conocimiento de los Mundos Superiores y su Alcance, 

pág. 4, 1904


Cosmos

“Solo el Rosacruz conoce al hermano Rosacruz. Ni siquiera los amigos o familiares más íntimos conocen la conexión de un hombre con la orden. Solo aquellos que son Iniciados conocen a los escritores del pasado que fueron Rosacruces, porque a través de sus obras brillan siempre las palabras, frases y signos inconfundibles que indican el profundo significado que permanece oculto para el no iniciado. —pp. 250-251


Steiner como Rosacruz


Si Steiner habla y escribe desde la perspectiva Rosacruz, brindando únicamente información de primera mano obtenida de los mundos espirituales, ¿no son sus ofrendas de interés y valor potencial para los estudiantes de la Comunidad Rosacruz? Se proporcionó mucho material en el Estudio original (véanse las páginas 26-36) que identifica el enfoque Rosacruz de Steiner, que resumimos y complementamos a continuación.


En primer lugar, que el propio Heindel nos diga quién pertenece a la Escuela de los Rosacruces: 


“En términos generales, puede decirse que todos los pueblos del mundo occidental pertenecen a la Escuela de Sabiduría Occidental de Los Rosacruces.”—2 preguntas y respuestas, pág. 500. Presumiblemente, esta generalización incluiría a Steiner.


¿Y qué dice Annie Besant, directora de la Sociedad Teosófica cuando Heindel y Steiner eran miembros, sobre las convicciones de Steiner?


“La formación ocultista del Dr. Steiner es muy diferente a la nuestra. Desconoce el camino oriental, por lo que, por supuesto, no puede enseñarlo. Enseña el camino cristiano y rosacruz, y esto es muy útil para algunos, pero es diferente al nuestro.”—Carta al Dr. Hübbe-Schleiden, 7 de junio de 1907, Historia y contenido de la primera sección esotérica 1904-1914 (H&C), pág. 261


Un año antes de que Besant escribiera la declaración anterior, Steiner le escribió una carta en la que articula inequívocamente cuál era el camino correcto que él debía seguir y enseñar:


“Con buena previsión de las peculiaridades de la quinta época cultural, los Maestros de la Escuela Rosacruz han elaborado el ‘camino’ que es el único apropiado para una persona occidental en la actualidad su ciclo de desarrollo... [en el que] el ocultismo debe ser explicado públicamente... En Europa Central, la dirección del esfuerzo ocultista ha sido determinada desde el siglo XIV, y nosotros, por estricta necesidad, estamos obligados a seguirla... Soy consciente de mi devoción a los Maestros en cada palabra de esta carta”. —De la carta escrita por Steiner a Annie Besant, 1906, H & C, págs. 270-72.


En su primer discurso a la Sección Esotérica Occidental de la Sociedad Teosófica en Múnich, el 1 de junio de 1907, Steiner dice lo siguiente: 


“A la cabeza de nuestra Escuela Occidental hay dos Maestros: el Maestro Jesús y el Maestro Christian Rosenkreutz. Y nos guían por dos caminos: el cristiano y el rosacruz cristiano... El primero educa a través de los sentimientos, el segundo a través de la comprensión. Las culturas moribundas de Oriente aún necesitan las enseñanzas orientales. Las enseñanzas occidentales son para las culturas futuras”. —H & C, 

pp. 305-314


Charles Weber (Traducido del inglés por Google)

La Conexión Heindel-Steiner 17

 “La Conexión Heindel-Steiner 17”


-Sección tercera 3-


Comentarios sobre la Declaración de Retirada de la dedicatoria de Heindel a Rudolph Steiner


La explicación anterior de la retractación de Heindel transmite un espíritu de generosidad. Afirma que las enseñanzas de Steiner están "corroboradas", es decir, confirmadas, "en líneas generales" con las impartidas por el Hermano Mayor. De hecho, este pasaje implica que la dedicatoria se habría mantenido si Heindel hubiera tenido la seguridad de que el lector no responsabilizaría a Steiner del contenido textual del libro (pág. 9). Es curioso usar esta palabra (la palabra original era "autoritativo"), ya que sugiere un predecesor plenamente articulado.


Si algunos estudiantes de la Fraternidad Rosacruz han albergado previamente reservas sobre la pertinencia o relevancia de los escritos de Steiner, seguramente ahora esas dudas pueden disiparse, ya que Heindel, por no hablar del Hermano Mayor, implícitamente sanciona su valor. El motivo de su dedicatoria sigue vigente: se había recibido mucha información valiosa y sigue resonando, en la línea principal, con la transmisión del Hermano. Pero, en deferencia a Steiner, para evitar que los lectores de Cosmos asumieran que el libro es una declaración fidedigna de sus enseñanzas, Heindel retiró la dedicatoria. Este honorable gesto deja intacta la integridad de Steiner y la importancia de sus enseñanzas, y sugiere que los lectores de Cosmos encontrarán material compatible en la obra de Steiner. Tal exposición sin duda ampliaría y revitalizaría los recursos de Sabiduría Occidental de la Comunidad, liberándolos de la injusta necesidad de tener que defender a Heindel a costa de denigrar a un compatriota espiritual, a quien Heindel llama su "amigo". En resumen, no hay base racional para negarse a aceptar el enriquecimiento de las Enseñanzas de la Comunidad a través de la exposición a la ciencia del espíritu de Steiner. Con la gran cantidad de libros y conferencias de Steiner disponibles actualmente, es evidente que la información que impartió públicamente hasta 1907 fue inmensa y excede con creces en alcance y detalle lo que podría contener incluso un volumen de tan magistral economía y concisión como es el Cosmos. 


La mayoría de la gente en aquel entonces quizá no fuera consciente de esta vasta cantidad de conocimiento, ya que adoptaba formas muy diversas y se impartía en docenas de lugares, muchos de ellos privados (grupos esotéricos), y no era fácil recopilarla y organizarla.


En aquel entonces y hasta el día de hoy, la síntesis de las enseñanzas cristianas rosacruces, plasmadas en el Cosmos por Max Heindel, es un logro notable y satisface la gran necesidad de un compendio de conocimiento esotérico de este tipo. Sin embargo, repetimos, presenta información que ya existía en el momento de su composición y contiene poco de naturaleza oculta que no formara parte ya de la difusión pública de Steiner.


Siendo así, ¿qué le dio el Hermano Mayor a Max Heindel si su equivalente ya había sido enunciado por Steiner y era de dominio público? Si Heindel destruyó su manuscrito, que contenía gran parte de la obra de Steiner y que fue entregado al centro de Berlín, ¿cómo se explican las numerosas equivalencias textuales entre pasajes del Cosmo y los textos de Steiner, como se muestra en otras partes de este estudio?


Nos preguntamos de nuevo en este punto por qué el Cosmos no fue dedicado al Hermano Mayor, de quien supuestamente emanaron estas enseñanzas. Como, por ejemplo: «Al Hermano Mayor, en agradecimiento por la valiosa información recibida». Seguramente Heindel no estaba bajo presión para apaciguar a Steiner, para otorgarle una mención honorífica por su buen esfuerzo. Y de nuevo nos preguntamos por la profusión de descargos de responsabilidad sobre la autoridad y fiabilidad del contenido del Cosmo (citado en las págs. 37-38 de este estudio), ya que el Hermano Mayor es la fuente. Si la fuente fuera más derivada, podríamos entender el llamado a la cautela y a comprobar la información. Sí, Heindel es falible. Pero lo que proviene del Hermano Mayor tiene autoridad, y podemos estar seguros de que es cierto, ¿no? Sin embargo, Heindel escribe en "Palabras Sabias" que "se siente obligado a precaverse también contra la posibilidad de que ésta obra se tome como una declaración autorizada de las Enseñanzas Rosacruces. 

Descuidar esta precaución podría dar un peso indebido a esta obra en la mente de algunos estudiantes" (p. 9).


¿No fue Max Heindel elegido como el representante autorizado de estas enseñanzas autorizadas? También nos preguntamos sobre la discrepancia entre la afirmación anterior, repetida en las Memorias de Augusta Heindel y en Enseñanzas de un Iniciado (pág. 102), sobre el encuentro con el Hermano Mayor "en persona", y la respuesta a la Pregunta 76 en La Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas, Vol. 2, págs. 243-251, que implica que Heindel nunca había visto al/a los Hermano(s) Mayor(es) en un cuerpo físico y, por lo tanto, tuvo que especular sobre su apariencia física; específicamente, su edad. 


Basándose en "conversaciones con algunos de los hermanos laicos que habían estado vinculados al templo durante veinte, treinta y cuarenta años en esta vida", Heindel conjeturó que los Hermanos Mayores "parecen tener ahora unos 40 años" (pág. 49). ¿Cómo es posible que deba conjeturar sobre la apariencia del Hermano en este escrito cuando lo había visto cara a cara varios años antes? Nuestro último comentario sobre la declaración de retractación de Heindel (que «el plagiario invariablemente da menos que la autoridad a la que roba») es que, técnicamente, el plagio no tiene nada que ver con la cantidad de material que se toma de una fuente no acreditada y se presenta como propio; define la acción en sí misma, independientemente de la cantidad de material que se utilice. Nos preguntamos, además, por qué Heindel introdujo el término. La primera edición del Cosmo reconoce a Steiner como la fuente de «mucha información valiosa recibida», y el plagio se define como «el uso sin el debido crédito de las ideas, expresiones o producciones de otro».


Heindel, en nuestra opinión, le da el debido crédito. El término tampoco es aplicable si el Hermano es la fuente.


En cualquier caso, usar la palabra en esta situación solo puede ser provocador, provocador e improductivo.


Nadie puede reclamar la exclusividad de la verdad, ni patentarla ni registrarla. No es posesión de un grupo en particular. Desafía las afiliaciones sectarias. No hace acepción de personas. Que nuestra búsqueda de la verdad no se vea limitada por quienes aspiran a comunicarla. Les agradecemos su ofrenda, pero no los deifiquemos.

Dejemos de lado las actitudes infantiles y asumamos nuestra parte de la afortunada responsabilidad de determinar la identidad de la verdad.


Quienes nos hemos sumergido en la formulación de las Enseñanzas Rosacruces de Max Heindel nos sentimos confirmados en la honestidad, la integridad y el santo celo de esta alma avanzada. Sea cual sea la forma en que adquirió el material de su libro, estamos convencidos de que lo guiaban nobles objetivos e impulsos que se destacan en la misma historia que relata la condición para recibirlos: que se entregaran para beneficio espiritual del público más amplio posible. El servicio a la humanidad fue el principio rector de Heindel. Conocía el valor de la Enseñanza. Con razón supuso que miles de personas como él las valorarían igual de bien, que comunicarlas podría salvar vidas, tanto materiales como espirituales.

Incluso después de retirar su dedicación a Steiner, el propio Cosmo conserva una referencia implícita a la presentación pública previa de Steiner de las enseñanzas rosacruces en dos referencias (en la página 250). En primer lugar, Heindel Describe el Cosmo (“Esta obra”) como “uno de los primeros fragmentos del conocimiento rosacruz que se difundió públicamente”. “Uno” de los primeros. 


¿Cuáles son los otros “primeros” fragmentos? La dedicatoria de Heindel a la primera edición del Cosmo nos dice: los escritos y conferencias de Steiner, de los cuales Heindel obtuvo “mucha información valiosa” (véase página 97). En segundo lugar, “Todo lo que se ha impreso como tal [pretendiendo ser auténtico “conocimiento rosacruz”], antes de los últimos años, ha sido obra de charlatanes o traidores”.


Nótese que Heindel no dice “antes de esta obra”, sino “antes de los últimos años”, es decir, entre 1902 y 1908, período durante el cual Steiner hizo públicos “fragmentos” del conocimiento rosacruz que Heindel admitió haber copiado (véase la declaración de retirada, página 98). Observaciones finales ¿Dónde nos deja todo esto? Con las Enseñanzas. Tanto las que existen a través del canon actual de las publicaciones de la Fraternidad Rosacruz, como las que se encuentran en los libros publicados y las conferencias impresas de Steiner, y las que continúan surgiendo y tomando forma en las mentes y corazones de los egos desarrollados, dedicados al crecimiento del alma, según la línea del cristianismo rosacruz.


En definitiva, creemos que trazar las líneas de transmisión mediante las cuales la Fraternidad obtuvo su cuerpo original de enseñanzas es, en cierto modo, un asunto secundario, una distracción de nuestras energías y necesidades primarias. Porque, sea cual sea el canal o los canales reales, sean cuales sean las afirmaciones de autenticidad o exclusividad, cada uno de nosotros tendrá que comprobarlo todo por sí mismo y luego aferrarse a lo que considere bueno (y verdadero). Por eso, las palabras de Pablo inician y concluyen la primera y la segunda edición del Cosmos. Aceptar una enseñanza basándose únicamente en la autoridad de su supuesta procedencia es una práctica inadecuada para las necesidades de nuestro tiempo y contradice nuestro llamado y obligación de ser autosuficientes en todos los asuntos, particularmente en lo que respecta a la confirmación de la verdad. Es enfáticamente una responsabilidad individual.

Lo que deseamos, de hecho, es que, dado este tribunal interno, la corte de apelación definitiva, sea nuestro deber remitirle todas las cuestiones de verdad. Le encomendaremos la sagrada tarea de determinar el mérito de todas las proposiciones, independientemente de los méritos (o deméritos) de quienes las proponen, ya sean Max Heindel, Rudolf Steiner, el Papa, el anónimo "experto" científico o la "autoridad" médica. Los dos primeros individuos mencionados tampoco abogarían por nada menos.


Reiteraremos las palabras que concluyen la Sección 2 de este estudio para recalcar nuestro punto. La Fraternidad Rosacruz no es la Fraternidad Max Heindel, ni aprobaría la cuarentena sobre las verdades espirituales que ha existido aquí. Existía una verdadera efervescencia de ideas en Mt. Ecclesia durante la vida de Heindel. Los primeros Rays (antes de su nombre en 1915, se llamaban los Ecos) dan testimonio de ello. En aquel entonces, contenía estudios sobre egiptología, mitraísmo, gnosticismo, la Cábala, Swedenborg, masonería, magia y las leyendas del Grial. ¡Y Heindel era el editor! Que su ejemplo nos sirva, pues, de modelo para la inclusividad de nuestros intereses. No les daba a sus lectores todo lo que tenían ni los dominaba como un detractor del Antiguo Testamento. Pero ahora hemos dogmatizado nuestra fuente y hemos encadenado el espíritu del impulso fundador de la Fraternidad. Esa fuente de sabiduría que sacia el alma se está agotando rápidamente, a pesar del valor de la repetición. En caso de que el lector ocasional lo haya pasado por alto, también nos tomaremos la libertad de plantear la pregunta planteada en la página 39 de la Sección 1: ¿No está Steiner al menos tan cualificado para merecer nuestra atención como los cientos de personas, incluido este autor, cuyas opiniones y pensamientos han aparecido en la revista Rays y en otras publicaciones más consolidadas de la Fraternidad Rosacruz, como Prentiss Tucker, Elman Bacher, Theodore Heline, Annet C. Rich, Robert Lewis, Esme Swainson, Corinne Heline, los numerosos autores de Historias de la Era de Acuario para Niños, el autor anónimo de Visión Etérica y lo que Revela, y los numerosos autores del Libro de Cocina Vegetariana de la Nueva Era? Con base en la información anterior aportada en este estudio, ¿no tiene Steiner al menos tanto que ofrecernos como los autores mencionados? Sin duda, el ocultista que se mantuvo con toda solemnidad de espíritu ante el Evento del Gólgota e identificó el camino cristiano rosacruz como el único adecuado para los egos occidentales, merece ser citado y mencionado como amigo y promotor de nuestros intereses espirituales más profundos.


El propósito de este informe ha sido compartir información relativa a las Enseñanzas Rosacruces, promulgadas por la Fraternidad Rosacruz, con la intención de limpiar nuestro ambiente común de prejuicios erróneos, secretos corrosivos y parcialidades debilitantes e injustificadas. Nos impulsa la necesidad de realizar de forma más plena y eficaz nuestra misión —que es conocer la Verdad y hacer el bien por ella y a través de ella— para el beneficio de todos. Creemos que la rehabilitación de la obra y la persona de Steiner está en consonancia con este objetivo. El conocimiento es un proceso dinámico de desarrollo cada vez más consciente. A medida que continuamos conociendo, seguimos creciendo. Y podemos estar seguros de que lo que sabíamos previamente se verá alterado por nuevas revelaciones, una nueva comprensión. Se nos exigirá que abandonemos viejas formas de ver las cosas. En ocasiones, nuestra comodidad se verá seriamente desafiada. Que así sea. La comodidad no es nuestro objetivo, sino la comprensión, una comprensión inteligente y amorosa. O, como lo expresa Max Heindel en la penúltima frase de la primera y segunda edición del Cosmos, aspiramos a ese nivel de autoconciencia donde nuestra “fe pueda ser absorbida por el conocimiento dedicado al servicio de la humanidad”.


Charles Weber (Traducido del inglés por Google)


Nota final de Aralba R+C:


“Tras comprobar como Charles Weber, cargado de una gran sinceridad y amor por la Verdad, carga las tintas, sin cortarse un pelo, contra lo que es evidentemente una copia disimulada del trabajo de otra Persona, en nuestro caso Steiner, ahora baja su nivel de señalamiento y nos indica, con un gran criterio, que las ideas se encuentran por encima de sus autores, copistas o traductores. De hecho, nadie conoce, por ejemplo, quien escribió la Biblia. El Nombre de los autores no es importante pues, en el fondo, no son otra cosa que antenas receptoras de la espiritualidad Divina.


He podido vislumbrar, mediante el Trabajo de Weber, un malentendido primero entre Maestro y Discípulo, posteriormente un choque de egos y para rematar la faena, una manipulación descarada y torticera de parte de la familia y seguidores más íntimos de Max Heindel.


Nuestra opinión es que sí Max Heindel no hubiese fallecido tan prematuramente, ahora no estaríanos hablando de ésto, porque Maestro y Discípulo se habrían reconciliado y trabajando, ambos, bajo una misma bandera, la de la Rosacruz. Lamentablemente el affaire sucedió y a Steiner no se le ocurrió otra cosa, no sabemos si fruto de un berrinche o de algo mucho más profundo, eliminar de su Vida todo aquello que tuviese que ver con el Nombre Rosacruz y renombrarlo como Antroposofía; pero, a la hecho pecho, es lo que hay; pero, no hay modo, la Sociedad Antroposófica, llámese como se llame, es una Institución Rosacruz fruto del Trabajo de un Hermano Mayor de la Rosacruz, Rudolph Steiner”



La Conexión Heindel Steiner 16

 “La Conexión Heindel Steiner 16”


-Sección Tercera 2- 

Respuesta de Heindel a un Steiner indiferente


Seríamos negligentes si no documentáramos una carta que Max Heindel escribió a un estudiante. También lo revela en un momento demasiado humano:


"Con respecto a lo que dijo el alumno del Dr. Steiner, me importa un bledo. El Dr. Steiner no tiene ninguna conexión con los Rosacruces desde que se convirtió en Secretario General de la Sociedad Teosófica. Antes de eso, recibió una pequeña instrucción de un Hermano laico, como yo lo he sido desde entonces, y nunca tuvo un contacto real con los Hermanos Mayores, y nunca lo alcanzará en esta vida porque su deseo desmesurado de posición y poder lo llevó a abandonar las enseñanzas occidentales y a eludir el trabajo pionero que ahora estoy realizando, para derrocar a la Sra. Besant (quien dirige solo nominalmente la sección externa y no tiene control sobre su supuesta 'escuela interna').


"Cuando dediqué la primera edición del Cosmos, desconocía su verdadera posición y sus celos [¡de Heindel!] le han hecho olvidar incluso la cortesía de un caballero común, pues nunca me ha agradecido". Por el libro autógrafo que le envié. —Carta a la Sra. Laura Bauer, traductora del Cosmo al alemán, 14 de octubre de 1911.

Por la labor dedicada a Heindel, no recibió ni una palabra de agradecimiento. Sin embargo, cabría preguntarse por qué habría esperado una palabra de agradecimiento. 


Seguramente el resentimiento por no recibir una nota de agradecimiento por su monumental labor no habría provocado, en sí mismo, tal desahogo de ira. El material contenido en este estudio…


Esto demuestra que las acusaciones de Heindel carecen de fundamento. Sin embargo, declaraciones peyorativas como estas han sido asimiladas con credulidad y han influido negativamente en ciertos miembros de la Fraternidad Rosacruz, quienes no han buscado determinar su validez y, por lo tanto, han perpetuado errores y expresado una mala voluntad injustificada hacia quien fue la fuente de gran parte del contenido de su querido Cosmos.


Una consideración de la carta de Heindel


(1) Steiner se convirtió en Secretario General de la Sección Alemana en 1904. Su contacto con Christian Rosenkreutz está documentado al menos hasta 1915.


(2) Quien obtiene todo su conocimiento esotérico de primera mano no necesita "un poco de instrucción de un hermano laico", como Max Heindel se convirtió posteriormente.


(3) Si Steiner "nunca tuvo un contacto real con los Hermanos Mayores", se debió únicamente a su capacidad para relacionarse directamente con el Líder de la Orden de los Hermanos. Sin embargo, en su relato del “Nacimiento de la Comunidad Rosacruz”, la esposa de Heindel contradice lo que se dice en la carta de Heindel. Afirma que Steiner “había estado bajo la instrucción de los Hermanos Mayores durante varios años” (p. 4).


(4) La alegación de que Steiner estuviera impulsado por un “desmedido deseo de posición y poder” es infundada.

Más bien, su obra atestigua lo contrario. Recurrimos a un pasaje citado anteriormente: 


“Solo aquellos que renuncian por completo a toda influencia personal son realmente dignos de trabajar en el ámbito del ocultismo. El ideal más elevado de los ocultistas que desean lograr algo valioso es evitar por completo el logro a través de sus propias personalidades y, en la medida de lo posible, eliminar las simpatías y antipatías personales de todo lo que intenten”. —Los Efectos del Desarrollo Esotérico, p. 145. 


¿Suena esto a alguien impulsado por el ansia de poder y posición? ¿O a lo siguiente? 


«Si llevamos nuestros intereses y aspiraciones personales a áreas de observación clarividente donde solo los intereses humanos y universales deberían reclamar nuestra atención, esto actúa como un veneno» (ibid., pp. 181-2). 


En su Memoria Cósmica (1904), Steiner escribe: «Cuanto más se adentra uno en la verdadera ciencia de los misterios, más modesto se vuelve... El orgullo y la arrogancia finalmente se convierten en nombres para cualidades humanas que ya no tienen sentido a cierto nivel de cognición... quien promulga tal conocimiento [suprasensible] necesita modestia y verdadera autocrítica, un esfuerzo inquebrantable por el autoconocimiento y la máxima cautela» (p. 144).  


Y una cita final: “Los intereses personales deben transformarse en intereses universales si queremos ver la verdadera realidad del mundo espiritual” (ibid., p. 155). 


Steiner siempre abjuró de estos bajos valores mundanos porque el mundo espiritual se repliega y enmudece ante quien se dedica a ellos. En cuanto al culto a los héroes: 


“Gran parte de los miembros eran seguidores fanáticos de líderes individuales de la Sociedad Teosófica”, lo cual “repelía” a Steiner. Quería un público “que asistiera a mis conferencias solo por su contenido” (El Curso de Mi Vida, p. 313). 


Siempre rechazó a los sensacionalistas y a los buscadores de gurús.

(5) Steiner no destituyó a Besant. De nuevo, esta afirmación es una inversión de los hechos: Besant confió la dirección de la Sección Alemana a su “buen colega” y le dijo que sería mejor “que sus alumnos formaran una organización independiente bajo su cuidado”.  


Además, afirma: «Él enseña el camino cristiano rosacruz... [que] es diferente al nuestro». —Historia y Contenido, pág. 261. Max Heindel no conocía todos los hechos relacionados con la división en la Sociedad Teosófica. Estos hechos surgieron gradualmente, e incluso entonces se hicieron evidentes solo para quienes podían discernir correctamente la distinción que Steiner había establecido a principios del siglo XX entre la teosofía cristiana y la precristiana. Es una distinción que persiste hasta el día de hoy, pero se entiende de forma limitada. Las enseñanzas rosacruces son teosofía cristiana.


(6) Que eludiera el «trabajo pionero» que Max Heindel estaba realizando también es una inversión de los hechos. Si alguien en la era moderna ha sido un pionero espiritual, ese ha sido Rudolf Steiner, como lo demuestra ampliamente su obra original en diversos ámbitos de la actividad humana: medicina antroposófica (que aborda la cuádruple dimensión humana); filosofía (pensamiento poskantiano como actividad espiritual); religión (Comunidad Cristiana, un movimiento de renovación religiosa que surgió a raíz de la petición de un grupo de pastores alemanes); educación (Escuelas Waldorf, que surgió a raíz de la solicitud del director de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria de una escuela a la que sus empleados pudieran enviar a sus hijos); teatro (teatro iniciático: las cuatro obras de misterio rosacruces y la dramatización de Los hijos de Lucifer y los misterios eleusinos de Edouard Schuré); danza (Euritmia, que se utiliza como herramienta educativa y modalidad terapéutica, así como actividad artística y lenguaje esotérico); arte (incluyendo nuevas formas de usar materiales y representar formas en pintura, escultura —la Representación del Hombre de madera de 8 metros— y vidrieras); arquitectura (el Goetheanum y otros edificios innovadores); agricultura (jardinería biodinámica, originada en un ciclo de conferencias solicitado por un grupo de agricultores preocupados por la tendencia destructiva de la agricultura «científica»); economía; el movimiento Camphill (la creación de hogares, escuelas y comunidades rurales para niños y adultos con discapacidad, ahora floreciente). 


Por sus frutos los conoceréis. No hay nada en la experiencia moderna que pueda compararse con la amplia diversidad de logros resultantes de la aplicación de las verdades suprasensibles por parte de Steiner al espectro del quehacer humano. Aquí está la apoteosis de la epigénesis, a la luz de la cual las observaciones de Heindel deben parecer meramente petulantes e indignas de su noble naturaleza. (7) 


Lamentablemente, atribuirle "celos" a Steiner podría ser más bien un ejemplo de proyección. Este dinamo espiritual no tuvo tiempo para permitirse tal rasgo. Ni tampoco, de hecho, Heindel.


Claramente, hubo momentos de expresión demasiado humana —y no precisamente loable— de sentimientos personales tanto por parte de Steiner como de Heindel. Si bien estas raras manifestaciones son curiosas y potencialmente polarizadoras, debemos resistir el impulso de formar alianzas y grupos partidistas basados en nuestra interpretación de estas expresiones. No nos gusta ver a nuestros héroes mostrar sus debilidades y flaquezas. Preferiríamos purgar el registro histórico de tales imperfecciones, o al menos justificar su desaparición. Pero, siendo honestos, no podemos. Los humanos son humanos y tienen sus fallos. 


Deshagámonos de la triste necesidad de tener que defender el fracaso o defecto ocasional de alguien. Un cristiano no es completamente semejante a Cristo, sino que se esfuerza por ser como Él.


La dedicatoria del Cosmos y su retractación


Si bien pocas personas saben que Max Heindel dedicó la primera edición del Cosmos a Rudolf Steiner (véase más adelante), aún menos han leído la explicación de Heindel sobre la retirada de su dedicatoria en ediciones posteriores. En la segunda edición del libro se ofrece una explicación. Citamos ambos textos en su totalidad.


De la primera edición de La concepción rosacruz del Cosmos, reimprimimos la portada (Í) y la página de dedicatoria (Ð):

Heindel se retractó de la declaración de dedicatoria de la primera edición en la segunda edición del Cosmos, impresa en 1910. A continuación se proporciona un facsímil de la página de retractación, seguido de una versión con letra más grande.

DEDICATORIA


Desde principios de noviembre de 1907 hasta finales de marzo de 1908, el escritor dedicó su tiempo a investigar las enseñanzas del Dr. Steiner, quien estuvo ausente de Berlín casi todo ese tiempo. En la última de unas seis entrevistas personales con el Dr. S., el escritor mencionó que había comenzado un libro de temática ocultista; un compendio de las enseñanzas de Oriente y Occidente.


El Dr. S. insistió entonces en que, si se utilizaba alguna de las enseñanzas promulgadas por él, se le debía mencionar como autoridad y fuente de información. En consecuencia, el escritor accedió a dedicar la obra al Dr. Steiner.


Durante enero, febrero y marzo de 1908, el Hermano Mayor, a quien el escritor ahora conoce y venera como Maestro, acudía ocasionalmente, revestido de su cuerpo vital, e iluminaba al escritor sobre diversos puntos. En abril y mayo, tras aprobar involuntariamente una prueba, el escritor fue invitado a viajar a la finca donde se encuentra el Templo de la Rosacruz. Allí conoció al Hermano Mayor en su cuerpo denso; allí recibió la trascendental y sintética filosofía que se plasma en la presente obra, la cual, en opinión de muchos antiguos estudiantes de Inglaterra, del continente y de América, abarca todo lo que se ha enseñado pública o esotéricamente en el pasado, además de mucho más que nunca antes se ha publicado. Por lo tanto, el manuscrito inacabado del libro mencionado al Dr. Steiner fue destruido. Sin embargo, como las enseñanzas posteriores y más completas impartidas por el Hermano Mayor corroboraron las enseñanzas del Dr. S. en líneas generales, se consideró mejor dedicar el libro al Dr. S. que parecer un plagiario. Sin embargo, el riesgo de ello era mínimo, ya que el plagiario invariablemente aporta menos que la autoridad de la que se apropia, y se comprobará que, al comparar obras anteriores con la presente, este libro siempre aportará más información.


Por lo tanto, la dedicatoria ha sido un error; ha llevado a muchas personas, con solo echar un vistazo al libro, a inferir que encarna las enseñanzas del Dr. S. y que él es responsable de las afirmaciones aquí realizadas. Esta inferencia es obviamente injusta para el Dr. S., y una lectura atenta de las páginas 8 y 9 demostrará que nunca se pretendió transmitir tal idea. El autor no ve cómo transmitir la verdadera idea en una frase dedicatoria, por lo que ha decidido retirarla con una disculpa al Dr. S. por cualquier molestia que le puedan causar las conclusiones precipitadas sobre su responsabilidad por la Concepción Rosacruz del Cosmos. [énfasis añadido]


Charles Weber (traducido del inglés por Google)

La Conexión Heindel Steiner 15

 “La Conexión Heindel Steiner 15”


-Sección Tercera 1-

“Ésta Tercera Sección está dedicada a determinar una serie de conclusiones; así como a reflexionar acerca del resultado obtenido del minucioso estudio, tanto de la Obra de Rudolph Steiner como de la de Max Heindel.


Charles Weber se siente aquí, dadas las circunstancias, muy comedido y diplomático, entendiendo las razones de Steiner para encontrarse molesto; pero excusando la acción de Max Heindel. Y ésto, podemos entenderlo porque nuestro parecer es que, desde el comienzo, se produjo algún tipo de mal entendido entre ambos autores.


Quizá, Rudolph Steiner esperaba que su pupilo respetara, letra por letra, lo que Él había expuesto en alemán; pero resulta que Heindel, a su antojo, puso aquí y quitó de allá, dándole un tinte personal que pareciera intencionado para ocultar un mero trabajo de Copista y Traductor.


Para nosotros, sin ser todavía nuestra conclusión final, la Historia del Hermano Mayor de Max Heindel es un subterfugio literario para mostrar el origen de la Obra, el Concepto Rosacruz del Cosmos, sin mencionar a su Autor verdadero; en tanto que el anonimato suele ser una premisa obligada en éstos casos. Recuerden que a los maestros rosacruces no les gusta que se los tenga por tales. Así, no nos queda otra que reafirmar nuestra primera y original opinión: “Siendo Steiner la fuente del Conocimiento con el que Heindel compone su Concepto Rosacruz del Cosmos, no queda otra que reconocer que Rudolph Steiner no es otro que el Hermano Mayor de la Rosacruz que instruyera a Max Heindel”; el resto de la historia, no es otra cosa que la prueba de que los seres humanos somos moralmente débiles, imperfectos y sujetos a todos tipo de tentaciones y calamidades humanas”

(Frater Aralba R+C)


CONSIDERACIONES ADICIONALES


Para ser lo más exhaustivos posible en nuestra revisión del asunto Heindel-Steiner, haremos referencia a material adicional. No es nuestro objetivo desmembrar ni dividir, sino reconciliar y unir. En nuestra opinión, cuanto más abiertos y francos seamos, mejor podremos lograr este objetivo.


Discrepancias entre afirmaciones y hechos


Los resultados de nuestra investigación nos han llevado a la conclusión de que Max Heindel, según sus propias palabras dedicatorias a la primera edición del Cosmos, obtuvo una cantidad sustancial de información esotérica de Rudolf Steiner, que incorporó al Cosmos y, quizás en menor medida, a otros libros de la Hermandad publicados posteriormente. Es muy probable que este material fuera ratificado por el Hermano Mayor que se convirtió en el Maestro de Heindel, precisamente porque el Maestro de Steiner fue Christian Rosenkreutz. Sin embargo, no sería del todo correcto decir que la "aparición" que visitó la habitación de Heindel en Alemania tenía una "solución al enigma del universo mucho más trascendental que cualquier enseñanza públicamente conocida" (Enseñanzas de un Iniciado, pág. 101). Esta afirmación no es cierta simplemente porque gran parte de la información esotérica contenida en el Cosmos ya era, como este estudio se ha esforzado en demostrar, de dominio público, aunque muy selecto, al que Heindel tuvo al menos cierto acceso, como indicará una narración más adelante, y como confirman los paralelismos entre el Cosmos y el texto de Steiner. Es decir, si el Cosmos encarna la solución trascendental del Hermano Mayor, simplemente confirma el valor de las enseñanzas esotéricas de Steiner, ya conocidas públicamente cuando se produjo la supuesta transmisión a Heindel; pues, en términos de contenido, ambas exposiciones son comparables y, en muchos casos, idénticas. Además, Heindel escribe sobre su esperanza de que el maestro a quien su amiga, la Dra. Von Brandis, lo instó a visitar pudiera ayudarlo en el camino del logro. Pero sus esperanzas se vieron frustradas, pues Heindel «examinó a fondo su enseñanza y lo obligó a admitir ciertas inconsistencias que no podía explicar» (ibid., p. 100). Sin embargo, esta afirmación se contradice con el propio Cosmos, que es una recapitulación de estas mismas enseñanzas. 


Si existen inconsistencias, también están en el Cosmos. Que el escritor y los cientos de «autoridades» que conocieron y trabajaron con Steiner en persona sepan, nadie «obligó a Steiner a admitir ciertas inconsistencias» en sus enseñanzas «que no pudiera explicar», pues, según sus propias palabras, solo enseñaba lo que podía obtener de primera mano y, por lo tanto, confirmar, y solo lo que podía explicar. Ese era el criterio para impartir su material. Dejamos el asunto de las inconsistencias sin más comentarios debido a su manifiesta incorrección, lo que sugiere que hubo un malentendido.


El Problema del Plagio


La similitud entre las enseñanzas de Cosmo y Steiner fue rápidamente reconocida por personas familiarizadas con la obra de ambos Iniciados, y esta observación dio lugar al rumor de que se trataba de plagio. De hecho, el propio Steiner hizo tal alegación en una conferencia en Leipzig el 10 de junio de 1917. La conferencia abordaba las dificultades de la Sociedad Antroposófica y citaba la necesidad de un «juicio positivo y firme», sin el cual Steiner planteó la posibilidad real de disolver la Sociedad. «Después de todo, la ciencia espiritual podría existir sin la Sociedad. Los arreglos necesarios para las conferencias podrían ser realizados por unos pocos amigos en cada ciudad, sin ninguna Sociedad. Por lo tanto, la Antroposofía no debe de identificarse con la Sociedad Antroposófica». La misma observación es válida, francamente, para la Fraternidad Rosacruz. Y Max Heindel fue el primero en decir esto: el Rosacrucismo no debe de identificarse con la Fraternidad Rosacruz. Las sociedades son obra exclusivamente humana. Si se vuelven demasiado rígidas, burocráticas, enquistadas, censuradoras y dogmáticas, el impulso que las originó se retira y encuentra otro canal mundano para expresarse. 


Así también, dijo el Sr. Heindel, llegará el día en que la Fraternidad «se ate a sí misma por leyes y usurpación de poder», haciendo que se cristalice más allá de su utilidad para los Hermanos (ibid., 152).


Por inquietante que pueda ser esta perspectiva, la perspectiva más sana y sabia es reconocer que las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental y el Impulso espiritual que las genera no están sujetos a este bloqueo y osificación. Las corrientes esotéricas vivas siempre estarán disponibles para el buscador sincero.

Consideremos las acusaciones, pues, que provienen de ambos lados, y ventilémoslas, hagámoslas públicas, colocándolas en el contexto más amplio posible, y luego avancemos en nuestro esfuerzo por restablecer la armonía y construir consenso. Buscamos la verdad. En la medida de lo posible, superamos los problemas personales y afirmamos los principios. Lo hacemos con el entendimiento de que todos los humanos, incluso aquellas almas altamente avanzadas como Max Heindel y Rudolf Steiner, no son intelectualmente infalibles ni moralmente perfectos. Ambos Iniciados se sentirían profundamente perturbados si fueran idolatrados e idealizados, y si sus enseñanzas se utilizaran como excusa para disputas territoriales y animosidades partidistas.  


La alegación de Steiner

Citamos aquí un fragmento de la conferencia de Steiner en Leipzig, donde se muestra en su faceta menos amable:


“Voy a hablar de un suceso ocurrido hace algún tiempo... Un tal Herr Grashof [Max Heindel era el seudónimo de Grashof] se hizo miembro de nuestra Sociedad. Durante un tiempo, asistió a las conferencias en todas las ciudades donde se impartían; siempre estaba allí. Naturalmente, se preguntarán: “¿Por qué fue admitido?”. En ciertas circunstancias, es imposible negar la entrada a personas, especialmente si son presentadas por personas de confianza [refiriéndose a la Dra. Alma Von Brandis]. ¡Sería cuestión de prever el futuro!

Supongamos que viniera un hombre como Grashof y yo dijera: No podemos admitirlo. Bueno, ¿por qué no? Ah, porque más adelante será un traidor a la Sociedad. No se puede adoptar esta actitud ante algo que aún no ha sucedido, sino que sucederá en el futuro. Esas personas, obviamente, deben ser admitidas en la Sociedad.


Steiner

“Este hombre, Grashof, asistió a todas las conferencias que pudo. Tomó prestadas las notas de los miembros y las copió todas. Y lo que la gente no estaba dispuesta a darle, lo extrajo por intermedio de la persona que lo había presentado [la Dra. Von Brandis, la persona a quien Heindel codedicó la primera edición del Cosmos]. Luego, después de un tiempo, regresó a América, de donde había venido, y escribió un libro, compilado de todo lo que había escuchado en las conferencias, encontrado en los libros y también recopilado de conferencias inéditas. Pero no mencionó esto. Escribió un prefacio a su libro en el que decía:

“Escuché esto y aquello del Dr. Steiner, pero sentí que no estaba listo para ello. Luego me ordenaron acudir a un "maestro" [¡un Maestro en los Alpes de Transilvania, por supuesto!] y de este Maestro aprendí las verdades más profundas que aún me faltaban. Los términos "más profundos" y "más elevados" de este libro están copiados de mis conferencias y libros, así como de las notas de otros miembros. El libro se publicó en los Estados Unidos, bajo el título de "Concepción Rosacruz del Cosmos", e incluso eso fue un plagio. Algunos podrían haber dicho: Bueno, después de todo, eso es estadounidense y quizás no se pueda esperar otra cosa... pero aquí en Alemania había una editorial dirigida por un tal Dr. Hugo Vollrath. Él estaba muy interesado en traducir el libro al alemán, y así lo hizo, publicándolo como una serie de Cartas de Instrucción. Su prefacio afirmaba que parte del contenido, si bien era cierto, se había publicado primero en Alemania, ¡pero había tenido que madurar en el aire puro de California!

En el mundo literario propiamente dicho, un procedimiento tan escandaloso es impensable. Es un escándalo que debería de haber sido reconocido en todas partes como tal, y lo habría sido si hubiera habido un juicio sensato. Realmente me gustaría enumerar los nombres de las personas que conocen la verdad. Sin embargo, pocos se interesan por estos asuntos, por lo que se repiten una y otra vez.  


Preocupación por la distorsión del contenido


Antes de la traducción y publicación del Cosmos por parte de Vollrath, se contactó al editor habitual de Steiner con el mismo propósito. Steiner se refiere a ésto en una carta a su esposa el 28 de enero de 1911: «Altmann [su editor] escribe que le han ofrecido la traducción del libro de Max Heindel. Tendré que explicarle la situación. Es cierto que algunas cosas que suceden provocan sentimientos de los que uno podría prescindir». ¡Hasta ahí llegó la indirecta forma en que Steiner expresó su descontento! ¿Cuál es la situación que debe explicarse a Altmann? La respuesta se encuentra en otra carta escrita aproximadamente un mes después a Eduard Selander, el líder de un centro teosófico en Helsingfors (Helsinki), quien había estado presionando a Steiner para que impartiera un ciclo de conferencias allí. Steiner escribe: A este respecto, solo menciono que, recientemente, gran parte de mi obra teosófica se ha impreso concienzudamente en Estados Unidos sin mi permiso y de una manera sin precedentes. El peligro no reside en que se trate de un plagio. Eso no tiene importancia; por mí, la gente puede plagiar cuanto quiera. En el campo de la teosofía, eso no tiene la menor importancia. Lo importante es que mi obra se ha impreso de forma completamente distorsionada y que estas distorsiones son perjudiciales. Por lo tanto, si no imprimo las cosas como deben de ser, con el tiempo se producirá un gran daño. Después de todo, debe ser motivo de preocupación que no todos nuestros teósofos sean capaces de discernir y que haya teósofos en Europa Occidental que crean que las publicaciones distorsionadas y falsas son las verdaderas. —Correspondencia y Documentos, págs. 287-88. (Véase el Apéndice para otra referencia de Steiner al supuesto plagio de Heindel).


La ingenuidad de Steiner


¿Por qué Steiner estaba tan perturbado? No se debía a la republicación de la información en sí. Era inevitable, incluso deseable, siempre que la reproducción mantuviera el material intacto y no destruyera los contextos ni los énfasis. Esta expectativa, debemos decir, era ingenua. Además, afirmamos que, en el caso en cuestión, la mayor parte de las Enseñanzas Rosacruces sobrevivió a la transmisión y la traducción. Lo hicieron porque su transmisor, Max Heindel, tenía un intelecto incisivo, una visión aguda y un compromiso inquebrantable con la fidelidad al espíritu de la verdad, aunque fuera tal como él la percibía.

Y esto nos lleva a otro punto relevante para nuestra discusión. No puede existir una presentación puramente objetiva de la verdad suprasensible en el plano de los sentidos. Por eso, en última instancia, cada buscador de la verdad debe consultar a su "tribunal interno", donde solo la verdad puede establecerse incontestablemente. Así, el purismo o idealismo de Steiner establece un estándar para la difusión de la sabiduría espiritual que, de hecho, puede frustrar ese mismo objetivo. Steiner sentía una responsabilidad hacia el mundo espiritual, del que extraía su material. Para cumplir adecuadamente su misión, sus palabras debían de ser fieles a sus visiones suprasensibles. Prefería que no se tomaran notas de sus conferencias, ya que siempre se adaptaban a las circunstancias de sus oyentes: quiénes eran, dónde se encontraban y para el momento específico de su escucha. Sin embargo, sus deseos no se respetaban porque, comprensiblemente, los estudiantes sabían que el mundo necesitaba escuchar lo que decía, incluso si se cometían matices de inflexión, sutiles efectos relacionados con la sincronización e incluso errores aún más graves al grabar las conferencias. “Me habría complacido mucho”, escribe en El Curso de Mi Vida, “si las palabras habladas hubieran permanecido como palabras habladas. Pero los miembros deseaban que los cursos se imprimieran de forma privada, y así sucedió” (p. 337).


Viendo lo inevitable, Steiner designó a varias personas competentes como taquígrafos autorizados para transcribir sus conferencias, minimizando así los errores. Desde nuestra perspectiva, sugerimos que mucho de lo que Steiner pudiera percibir como distorsión o interpretación defectuosa pasaría desapercibido para la mayoría de las demás personas y no violaría la comprensión de lo que quería transmitir.


Al mismo tiempo, cuando otros copiaron su obra, no necesariamente eran conscientes del objetivo principal de Steiner al difundir su material. Escribió y habló de tal manera que el contenido de su discurso estaba “diseñado para ser asimilado por la experiencia interior... Un libro antroposófico bien compuesto debería ser un despertar de la vida espiritual en el lector, no una simple cantidad de información impartida. Su lectura no debería ser una simple lectura; debería ser una experiencia de choques, tensiones y soluciones internas” (Curso, pág. 330). 


Su objetivo no era brindar información sobre los mundos espirituales de la misma manera que los libros de texto presentan datos relacionados con el mundo físico. Más bien, se trataba de sembrar semillas para el crecimiento espiritual en el lector y el oyente, impulsar los movimientos internos del alma, fomentar el desarrollo de las facultades suprasensibles individuales transmitiendo pensamientos rectores y organizándolos de una manera que demostrara cómo el pensamiento no basado en los sentidos debía de proceder y, finalmente, desembocar en una experiencia visionaria.

Este objetivo explica por qué a muchas personas les resulta difícil el modo de presentación de Steiner. Lo describen como demasiado difícil, demasiado complejo, demasiado abstracto, demasiado repetitivo, demasiado árido, demasiado didáctico, etc. Pero su estilo heurístico es escrupulosamente intencional, y quienes se esfuerzan y se disciplinan se beneficiarán del esfuerzo.


Preguntas de un lector estadounidense


Presentamos otro documento en este punto que refleja la sorpresa y la confusión que deben de surgir cuando Los lectores ávidos de la literatura sapiencial occidental se topan con los libros de Heindel y de Steiner. El propósito de este estudio es comprender su objetivo común y llegar a conclusiones que hagan justicia a las intenciones de nuestros dos benefactores y satisfagan mejor nuestras propias necesidades espirituales.  


El Dr. Steiner recibió una carta a principios de 1911 que decía lo siguiente: “Estimado señor, ¿puedo aventurarme a dirigirme a usted con una pregunta, o incluso con más de una? Debo de mencionar, en primer lugar, que estoy aquí en una breve visita y que mi hogar está en Salina, Kansas, EE. UU. En esa ciudad, hace algún tiempo, dos amigos y yo conseguimos un libro que nos había recomendado la Biblioteca Esotérica de Washington, D.C. El título del libro era Concepción Rosacruz del Cosmos o Ciencia Oculta Cristiana, de Max Heindel. Nos impresionó la curiosa forma en que, en el prefacio, Max Heindel se refiere al nombre del Dr. Rudolf Steiner, cuyas principales enseñanzas se dice que se asemejan a las suyas, etc. En resumen, el prefacio me llevó, y posteriormente también a mis amigos, a leer sus libros “Iniciación y sus Resultados y Teosofía”. Es un enigma para nosotros por qué Las frases de la Cosmo Concepción pueden compararse casi palabra por palabra con las de sus libros, por lo que se nos ocurrió la siguiente idea:    


"¿Ha tomado Max Heindel de usted las enseñanzas que intenta difundir en Estados Unidos, sobre todo en California?" —Nota a pie de página de la conferencia de Leipzig, junio de 1917


Responsabilidad hacia los mundos espirituales


La reacción de Steiner ante la iniciativa de Heindel puede arrojar más luz sobre los comentarios que dirige a Eduard Selander en la primera parte de la carta citada:


No debe de pasarse por alto que el tiempo necesario para exponer las verdades teosóficas en una conferencia es la menor parte del tiempo necesario para transformar el conocimiento de los mundos superiores en formas adecuadas para su expresión en el plano físico. Uno tiene una doble carga de responsabilidad: primero, hacia los mundos superiores; no debe decirse nada que no resista su escrutinio. En segundo lugar, respecto al mundo físico: todo debe presentarse de tal manera que se logre una congruencia entre las palabras físicas y los hechos de los mundos superiores. Esto debe tenerse en cuenta al calcular el tiempo necesario para el trabajo teosófico... [Debido a las limitaciones de tiempo] me ha sido imposible plasmar en papel las verdades que tengo ante mí en espíritu. Y, sin embargo, sé por el mundo espiritual que esta obra [sobre un tema específico] debería de estar disponible lo antes posible.” —op. cit., p. 286


Cuando el clarividente da a luz visiones de los mundos superiores en un cuerpo compuesto de palabras extraídas del mundo físico, implica un esfuerzo, una labor. Y el resultado tiene algo del alma del clarividente, aunque conlleva una verdad totalmente objetiva. Pero desde el punto de vista de Max Heindel, una vez dada la verdad, existe otra responsabilidad: darla a conocer, compartirla, utilizarla. Dado su valor, ¿cómo no difundirla tan amplia y celosamente como sea posible?


Charles Weber (Traducido del inglés por Google)