28 marzo, 2025

A Años Luz de la Verdad

 “A años Luz de la Verdad”


-Algunas veces os vemos como a niños en su proceso de crecimiento-

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

(Romanos 11:33)


La ignorancia siempre se viste de taxatividad y arrogancia. Cuando escuchen a alguien decir que algo es de una determinada manera y que no hay más que hablar, asientan, no discutan, y dejen de escuchar. Les aseguro que será una conversación que no les llevará a ninguna parte.


El que nosotros compartamos el trabajo de otros que hablan un Idioma diferente al nuestro, es porque entendemos que posee información necesaria para casar las piezas del puzle de nuestra investigación; pero jamás porque estemos al ciento por cien de acuerdo con sus postulados y consideremos que poseen la Verdad absoluta. Que va.


Que va, miren, en el caso de Charles Weber, hemos compartido su Trabajo sobre “La Conexión entre Heindel y Esteiner” porque ilustra al detalle y con extrema veracidad, cuál es la verdadera fuente de información, de la que se nutrió Max Heindel; es decir, de Rudolph Steiner. Eso es una evidencia, para nosotros, comprobada y por lo tanto forma parte de la Historia inalterable; pero, ojo, eso no quiere decir que compartamos las enseñanzas de estos señores en mayor o menor parte. De corazón, os decimos, que muy probablemente nuestra percepción es que se encuentran, perfectísimamente, equivocados; pero, entonces, ¿Por qué lo compartimos?, caray, para que se conozca la Verdad. La Historia también puede ser adulterada y confundir nuestro Camino. Es importante conocer el origen de las cosas aunque no las compartamos, ni siquiera en un pequeño porcentaje.


Quizá sea porque nos estamos haciendo viejo; pero nos cargan mucho las largas lecturas que hacen contínua referencia a autores externos, como si quienes escriben tuviesen la necesidad de documentar, constantemente, aquello de lo que están escribiendo, como si ellos, es lo que realmente sucede, no tuviesen una conexión directa con la Verdad; es decir, hablan por terceras personas. Lo dijo fulanito, menganito o zutanito y tiene que ser Verdad. ¡No creáis en lo que yo diga, que soy un mindundi, creed en lo que dejaron escrito los ídolos del pasado!, la Verdad, eso no nos merece ni confianza ni respeto. Son meros escribas de terceros que ya quedaron en el pasado; en ocasiones, trasnochados y fuera de lugar.


Se habla, por ejemplo, constantemente, de seres desencarnados, maestros espirituales, jerarquías demoníacas y angelicales; permitiendo así, a nuestra Mente, especular con la posibilidad de que pudiéramos ser poseídos por gente externa a nosotros mismos. Ah, y eso se basa en lo que dijeron fulanito, menganito y zutanito, que murieron hace mil años. Pues si esos fulanito, menganito y zutanito, hubiesen tenido razón, nuestro Mundo habría cambiado y, sin embargo, sigue siendo el mismo ¿No os dais cuenta de ésto? Bajad a vuestros ídolos de los pedestales en los que los habéis colocado. Sabemos que, en muchas ocasiones, os encontráis profundamente enamorados del Personaje porque vosotros mismos habéis elaborado el concepto que los envuelve como en una aureola de Divinidad; pero son constructos mentales vuestros que provocan autosugestión. Es necesario, más que seguir estudiando, que no está mal, las experiencias de los ¿Maestros?, del pasado, que os convirtáis, vosotros mismos, en vuestros propios maestros; que habléis por vosotros mismos, basados en vuestras propias experiencias personales, no por boca de ganso, porque de lo contrario seguiremos atascados como un desagüe lleno de pelos entrelazados entre restos de jabón. Estudiar, leer y todo lo demás está muy bien; pero mientras sólo hagáis eso, no seréis vosotros mismos.


Es importante que, ya que estáis creciditos, habléis por vosotros mismos sin las multetillas de: “Lo dejó dicho Eliphas Levi, Madame Blavatsky, Jacobo Bohemme o Perico el de los Palotes! Ya va siendo hora de que contéis vuestras propias historias, basadas en vuestras propias experiencias personales y dejéis a esos cadáveres del pasado, vuestros sagrados maestros, descansando el sueño eterno, que falta les hace.


Mientras sigáis confiando en sus estudios, seguiréis confundidos creyendo que los seres humanos podemos ser atacados por fuerzas espirituales invisibles y que, en algunos casos, podemos perder hasta el control de nosotros mismos, por algún tipo de posesión diabólica y otros seres dimensionales.


No, eso es absolutamente imposible Cada individuo de nuestra Especie es como una suerte de carro blindado impenetrable. La membrana de Éter que nos recubre es impenetrable; es decir, no puede ser traspasada por ningún ser Invisible de naturaleza espiritual. Todos los demonios, ángeles, cascarones vacíos, extraterrestres y entidades ultra dimensionales, pertenecen a nuestro propio Campo de Vida. Los seres humanos, al contrario de lo que nos han enseñado, no somos individuos perfectos.


Por el contrario, somos una Comunidad inmensa de seres de diversas enjundia; en tanto que cada una de las células de nuestro Cuerpo, cada bacteria, cada parásito y cada hongo, poseen su propia alma Personalidad. Cada Ser Humano somos un Microcosmos, un Universo entero que funciona, exactamente igual, que una estructura de Coral; es decir, aunque poseamos la ilusión de una conciencia individual, lo cierto  es que somos un colectivo mejor o peor organizado.


Cuando ése colectivo de almas-personalidad individuales está debidamente jerarquizado; es decir, estructurado, nuestra salud mental se mostrará como sana; pero si, en esa estructura, se producen disturbios, desencuentros y luchas intestinas, la estructura se desmoronará y comenzarán lo que se denomina como problemas mentales: “la paranoia, la esquizofrenia, la bipolaridad”...; pero también: “las ilusorias posesiones de cualquier tipo, visión de fantasmas y otras criaturas; es decir, ilusiones de todo tipo”


Por favor, no caigan en la superstición. Esto es algo que se encuentra muy lejos de la Pansofía Rosacruz. Hoy, el Conocimiento ha avanzado una enormidad y no pueden comparar a los rosacruces de hoy con los del Siglo XVII o con los sabios griegos y egipcios del remoto pasado. El Conocimiento va evolucionando y expandiendo su luz entre las tinieblas de la ignorancia. Cuando la luz hace su presencia, la superstición; es decir, la ilusión de la falsedad desaparece.


Si siguen creyendo en posesiones diabólicas aún les queda un buen trecho para convertirse en adeptos rosacruces.


Frater Aralba R+C


No hay comentarios:

Publicar un comentario