“La Idolatría hacia la Biblia”
-Toda palabras es inspirada por Dios; pero, no olviden, escrita por los hombres-
En primer lugar debemos de indicar lo obvio y razonable; es decir que el Libro que hoy conocemos como la Biblia, aunque inspirado por Dios, como toda otra Palabra, no podemos afirmar que sea la única y sagrada Palabra de Dios; en tanto que fue redactada por hombres y escrita por escribas humanos, cada uno de su Padre, Madre y Condición.
Ojo, con ello no estamos diciendo que las palabras contenidas en la Biblia, en general, no sean sabias e inspiradoras; sino que utilizarla como única fuente de la Sabiduría de Dios ha sido un craso error conducente a la idolatría del Libro en cuestión.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la Sabiduría y de la Ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”
(Romanos Capítulo 11: Versículo 33)
El Señor Dios no solo nos ha proporcionado sus mensajes a través de sus ministros, sacerdotes y profetas, sino que se manifiesta mediante la Naturaleza para quienes quieran ver y sepan comprender. Nosotros mismos, a título ilustrativo, utilizamos pasajes bíblicos como podríamos usar frases lapidarias de personajes famosos porque así se dice en la propia Biblia:
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,”
(Segunda de Timoteo Capítulo 3: Versículo 16)
Un Pasaje del Nuevo Testamento muy utilizado por los exégetas para demostrar que la Biblia es la Palabra de Dios; pero no caen en la cuenta, o piensan que sus interlocutores son tontos e incapaces de comprender que el Versículo expuesto donde dice “Toda Palabra” y no “Toda la Palabra” contenida en éste Libro o en el conjunto de la Biblia; es decir, se trata de una interpretación forzada e interesada y cuyo verdadero significado vendría a ser:
“Dado que todo fue Creado por la Palabra, el Verbo, y así también lo fue el Hombre; no puede ser de otro modo que su Palabra, la del Hombre, también sea inspirada por el Verbo que lo creó”
Desde éste punto de vista, tan Palabra inspirada es aquella que pueda encontrarse en la Biblia como aquellas otras impresas o expuestas por personajes que no tuvieron alguna relación con ella como Voltaire, Freud, Marx o Einstein…, por poner unos pocos ejemplos.
De hecho, cualquier cosa que salga de tu boca o de la nuestra, ten por cuenta que es inspirada por Dios y lo único que no se debe de hacer es tomarla al pie de la letra, sino buscar su significado profundo con el fin de intentar comprender aquello que Dios nos ha querido decir.
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro (Apocalipsis de Juan): Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
(Apocalipsis Capítulo 22: versículos 18 y 19)
Estos versículos, usados como epílogo, en el Libro de la Revelación, es utilizado por los mismos apologetas que dicen que la Biblia es la Palabra de Dios, como prueba, irrefutable, de que solo la Biblia tal y como ha llegado a nosotros, es la Palabra de Dios y que cualquier añadido o extracción sería considerado como un Pecado blasfemo o afrenta a Dios; pero esas palabras, no hay que ser muy avispado para entenderlo, se refieren de forma exclusiva a lo expuesto por Juan en su Libro de la Revelación; generalmente conocido como el Libro del Apocalipsis de Juan. Así, tan fácil, queda desmontado que las palabras de Juan estuviesen referidas al conjunto de la Biblia, la Torá y el Nuevo Testamento, como la única e inamovible Palabra de Dios.
Llegados a éste punto, debemos de señalar como irracional fanatismo toda teología Humana que indica que la Biblia, tal y como la conocemos, es la única Palabra de Dios y, lo peor, que su sentido y significado, sólo depende de los ministros o sacerdotes del Señor. Así tenemos decenas de interpretaciones, dependiendo de si ha salido de unos predicadores o sacerdotes determinados.
En verdad, toda Palabra Inspirada por Dios, la Biblia también lo es, se ha expresado para ser interpretada, de modo individual, por su destinatario; es decir, quienes escuchen o lean la Palabra, sin la necesidad de interpretaciones externas interesadas en que entendamos una cosa en lugar de otra distinta.
Por lo tanto, ese afán de colocar la Biblia como el único Libro Sagrado, en tanto que supuesta Palabra literal de Dios, podría ser considerado como idolatría, en tanto que al utilizarla, de forma literal, como ejemplo de todo, está pervirtiendo el verdadero significado de: “Toda Palabra es inspirada por Dios”, en tanto que elimina la posibilidad de utilizar muchas otras fuentes de inspiración, en el caso de que la literalidad de la Palabra contradijera al de los hechos objetivos de la Ciencia de Dios y de sus leyes naturales.
Es importante que nos demos cuenta que no existe gran diferencia en adorar a la figura de un Santo, de un Arcángel o de una Virgen, a la de reverenciar y adorar a un Libro, en éste caso la Biblia, como poseedora de la Sagrada Palabra de Dios y, por lo tanto, estaríamos hablando de mera y simple Idolatría.
No, la Palabra del Señor no está contenida entre las pastas de un libro con un determinado número de páginas. La Palabra de Dios nos rodea por todas partes y la podemos encontrar allá donde menos pudiéramos esperarlo, ya sea en un Libro de Dante Alighieri o del Marqués de Sade, de Dostoievsky o de San Agustín.
Está bien, no tenemos nada en contra, de que la Biblia, como objeto de inspiración, ocupe un lugar importante y principal en nuestras vidas, incluso el más principal; pero de ahí, a reverenciar e idolatrarlo como si entre sus paginas se encontrase el mismo Dios, nos parece de un fanatismo irracional y digno de hacérselo mirar.
Dios nos quiere libres y no atados a las cadenas de una determinada conjunción de palabras sujetas a una previa interpretación externa a nosotros.
Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. para España vía la A.M.L. “Rosa Mística”