“Invasores a las puertas”
-El terrible Secreto que se oculta a la Población-
(Este es un relato de ficción para cubrir el ocio; y cuyo parecido con la realidad, ha sido premeditado)
Hace relativamente poco llegó hasta mí una noticia perturbadora de difícil credibilidad; pero, por si acaso, la voy a exponer aunque solo sirva para que algunos pasen un buen rato o, quizá, una noche de pesadilla.
La cuestión es que un amigo muy cercano de la infancia me confesó, apurado y ansioso, que la noticia que pasaría a relatarme procedía de un amigo suyo que, a la vez, es íntimo de la esposa de un funcionario de la embajada estadounidense, en Madrid, y que éste habría tenido una conversación informal con un militar estadounidense de bajo rango, un sargento que se encontraba en estado de embriaguez.
La cuestión, al parecer, es que una Élite seleccionada de entre los más poderosos de la Humanidad, liderados por la élite del Estado Profundo estadounidense, llevan décadas, no supo decirme el tiempo exacto, dado que balbuceaba sus palabras entre tragos de whisky; pues bien, esa élite, de gran poder, estaría cometiendo una gran traición para con todos nosotros, sus conciudadanos, sus hermanos de Especie y Raza.
Como dije, la noticia decía que hace décadas se concertó una cita entre ciudadanos de una civilización alienígena, que nos venía visitando frecuentemente, con una parte del Gobierno de los Estados Unidos y algunos de los miembros más relevantes de sus servicios secretos.
Llegando esa conversación, entre miembros de dos civilizaciones tan diferented, la nuestra y otra extraterrestre, a un acuerdo terrible para nuestra vida cotidiana, a corto plazo y trágica y catastrófica a largo plazo para la mayor parte de la Humanidad.
Lo cierto es que los mandatarios humanos asistentes al encuentro recibieron un ultimátum sin posibilidad de ser negociado. Ellos, los visitantes, su Planeta, al parecer, se encuentra a punto de desaparecer, en tanto que su estrella, una gigante roja, se encuentra en el proceso final de su Vida, a punto de explotar y convertirse en una fría enana blanca.
Llevamos, según dijeron, muchas décadas de ustedes intentando localizar un Planeta habitable para salvar al grueso de la Población de nuestro Planeta y para bien nuestro y Mal de ustedes, lo sentimos, lo hemos encontrado.
Su Mundo, siguieron exponiendo los alienígenas, ha sido elegido porque, con una ligera modificación ambiental de su atmósfera, puede convertirse en la morada perfecta para nosotros, nuestra Especie.
También dejearon claro, en la conversación, que como eran gente civilizada, con un adelanto tecnológico descomunal respecto de la Especie Humana, nos daban la oportunidad, innegociable, de no hacernos la guerra y exterminarnos a cambio de algunas pequeñas concesiones.
Al parecer, ellos ya llevan mucho tiempo en camino y no falta demasiado para su llegada; en realidad, para la definitiva invasión. El pacto alcanzado, que me contó mi amigo, de boca del borracho sargento de los marines, casi me da horror exponerlo al público, porque supone una disminución radical de la población mundial en un ochenta por ciento y el preparar nuestra atmósfera para cuando ellos lleguen, que se adecúe a sus necesidades fisiológicas básicas.
Así las cosas, invadiendome el sudor por la preocupación, ante lo relatado, aún así, lo oculté con una sonrisa forzada y dije, simplemente, “bonita Historia para pasar el rato”
Mientras me dirigía a casa, en el transporte público, iba ensimismado en mis pensamientos e intentando casar la Historia que mi amigo, recién me había relatado, con los acontecimientos históricos que, en el presente, estamos viviendo.
Me parecía que, ahora, cobraba sentido todo ese esfuerzo, de una Élite no democrática y de carácter privado. Una suerte de Estado Mundial en la sombra, empecinada en eliminar nuestras libertades y aumentando el control sobre la población hasta límites inexplicables, eliminando todo lo analógico y reconvertirlo en digital.
Ese afán por llenar nuestros cielos con productos químicos mediante fumigaciones y, lo peor de todo, un asesino esfuerzo, a diferentes niveles, para eliminar a una parte importante de la Humanidad mediante epidemias masivas y guerras nucleares.
Esa noche, cuando llegué a casa y tras cenar poca cosa me acosté; pero las pesadillas se sucedieron una tras otra, hasta que un terrible resplandor seguido de un potente estruendo me despertó. ¿Qué había sucedido? Se había producido un apagón y ni la televisión ni la radio funcionaban.
La gente empezó a salir a la calle y el barullo de la multitud se vió eclipsado por los gritos que siguieron. El horizonte comenzó a mostrar hongos nucleares de explosiones que estaban detonando a cierta distancia. Los rusos, los rusos se oía gritar entre la multitud.
Entre los hongos podían observarse, en la lejanía profunda, atravesando la atmósfera, una serie de puntos de luz.
La Invasión había comenzado.
Aralba
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