27 mayo, 2024

La Vía del Corazón

 “La Vía del Corazón”


-El Pilar del Medio en contraposición a las vía de la Mano Derecha y de la mano izquierda- 

Estimados amigos: Gracias por exponer vuestras inquietudes al respecto de las tres principales vías de iniciación que existen. Esto nos permitirá exponer, lo más claramente posible, las salidas que necesitáis las personas que pudiéseis encontraros ante dicha Encrucijada.


En primer lugar, deciros que hay que abandonar, por completo, la complejidad teleológica y pseudo filosófica de la Teosofía hinduista.


Todo aquello que suponga una extraña complejidad argumental y de apariencia irresoluble, es falso, tal y como también son falsas la existencia del infierno o de los ciclos de reencarnación; al menos tal y como nos la han contado desde las filosofías orientales. 


La exposición de vuestras inquietudes es perfecta y no tiene lagunas; pero está construída sobre basamentos falsos, teosóficos, y evidentemente no puede proporcionar salida alguna, no proporcionando alguna opción a la encrucijada.


Todos los caminos conducen a Roma; es decir, a la Iniciación; es decir, a la Iluminación y Conocimiento Divino, la Gnosis; pero unos caminos son más largos, extremadamente largos y sinuosos, que otros.


Según la Tradición de Occidente, que es la que nos compete, existen tres vías muy diferentes, entre sí, de llegar a la Iluminación:


1.- El Camino del Pilar Derecho es el de la Religión pura y dura de toda la Vida, con   sus dogmas, rituales y doctrinas. No hay que explicarlo demasiado, dado que se trata del Camino de todo practicante de una determinada Religión; es el Camino de “No te preocupes, tú cumple las normas que la Iglesia ya se encargará de lo demás”.


2.- El Pilar izquierdo es el Camino de la Magia y del Ocultismo con sus rituales y métodos bizarros, tal y como muy bien me habéis expuesto. Si el Camino de la derecha parecía,  mirad que digo parecía, tranquilo y sosegado, éste otro es agitado y cargado de experiencias al límite de la razón y de la conciencia.


¿Qué supone lo anterior y hasta donde nos pueden conducir ambos caminos? A un punto sin retorno porque ambos caminos se encuentran cojos; dado que al Camino de la derecha le faltan las experiencias propias del Camino de la Izquierda y al Camino de la Izquierda le faltan las experiencias del Camino de la derecha. 


Esto supone que, en ambos casos, al final del Camino, nos devolverá, como en el Juego de la Oca, al casillero de salida, donde se nos invita a tomar otro Camino para completar nuestra necesaria instrucción; en éste Caso si ya se vivieron las experiencias del Camino de la Derecha, pues los de la Izquierda y viceversa; pero, ¿No existe otra opción? claro que sí y siempre se encontró ante nuestros ojos en el pilar del Medio, el del Equilibrio o Crístico; en definitiva, el verdadero Camino de la Rosacruz.


3.- El Pilar de la Derecha se denomina de la Misericordia, el de la izquierda de la Severidad o del Rigor y a ambos les falta un punto medio de equilibrio. El Pilar de la Misericordia requiere obediencia sumisa y por lo tanto, la sumisión del Yo, supuestamente, a favor del Espíritu de Grupo de la Ecclesia; por el contrario, el Pilar de la Izquierda potencia al Yo Personalidad en detrimento del Espíritu Grupal; pero ambos son caminos sin salida que nos devolverá al punto de partida con el fin de experimentar aquello aún no experimentado.


El Pilar del Centro, por el contrario, conlleva un equilibrio de experiencias tanto de la mano derecha como de la mano izquierda; es decir, una mezcla de sensaciones contrapuestas y éste es el Camino del Misticismo Rosacruz que nos conduce a la Cristificación en Tiphareth; es decir, a la apertura de la Chispa de Espíritu o Átomo Simiente mediante el proceso mencionado de Cristificación y conducente a la Resurrección o Transfiguración.


Tanto el Mago Ocultista de la Vía Izquierda como el Sacerdote religioso de la Derecha, te dirán que el Camino del Centro solo conduce al gran abismo de Daath y aparentemente es cierto visto con frialdad. Un abismo que muchos, falsamente, consideran que no puede ser traspasado y prefieren intentar los caminos laterales de la Misericordia o del Rigor.


Lo cierto es que en el aparente vacío de Daath, en el Árbol de la Vida entre Keter y Tiphareth, es donde se encuentra Shambala. Ese aparente vacío no es otra cosa que la Esfera akáshica o Reflectora, compuesta de Éter Cuántico, que envuelve a nuestro Universo y lo separa del resto del Pleroma, es decir, de Kether, la Corona.


Pero cuando alguien llega a Tiphareth, el Corazón de Cristo, se abren los ojos del Alma y se contempla la invisibilidad de la luz negra procedente del abismo que separa a Tiphareth de Kether y que ilumina los Sephiroth del Sendero de Daath. 


Es en Shambala donde se encuentra la Fraternidad Rosacruz Invisible, en esa Shambala Capital de Agartha, la Esfera Reflectora donde bulle el Caos Cuántico; es allí, en la Shamballa de Daath, donde se construye el Cuerpo Celeste de la Transfiguración; es decir, donde la Chispa de Espíritu eclosionada y transformada en rosa mística transforma, mediante el proceso de la Alquimia espiritual, todos los átomos de los siete cuerpos, formándose el famoso vestido de bodas de los Rosacruces y que da lugar al nacimiento del Hombre Nuevo. 


Bien, pues Tiphareth, con la nueva visión de la Gnosis de Cristo , ahora puede verse comunicada con Keter, de forma directa, desde la Sephira Tiphareth. 


Tan solo hay que subir la escalera, tras haber peleado con el Ángel del Señor. Ese es el Camino del Místico, una suerte de experiencias agrias del Pilar de la Izquierda y dulces del Pilar de la derecha, esa lucha constante, que no son otra cosa que la adquisición de experiencias contrapuestas de mundos diferenciados y que nos conducen ante las puertas del Palacio. 


Sí, unas puertas que a nuestra visión, desde la lejanía, no son evidentes y resultan invisibles hasta que no nos encontremos en la atalaya de Tiphareth, el Sagrado Corazón de Cristo.


En el Camino Místico, del Pilar del Centro o del equilibrio, al encontrarse las experiencias de ambos pilares, también se encuentran las experiencias místico sexuales; pero que, en modo alguno, son imprescindibles pasarlas, pues el repertorio de experiencias para andar el Camino es ilimitado; eso no quita para aceptar la importancia fundamental de Kundalini en el desarrollo espiritual, siendo unas técnicas extraordinariamente veloces y efectivas si se tiene la oportunidad de encontrar la pareja adecuada, lo que no siempre es posible.


Dicho lo cual, en el Sendero del Centro no puede hablarse de experiencias destructivas o de experiencias constructivas. Ambos tipos son el combustible que hace que podamos seguir adelante hasta llegar a Tiphareth, donde el trance místico, el éxtasis, nos abrirá los ojos y podremos observar que el tal abismo insondable tan solo era un espejismo para confundir a los miedosos indolentes que toman el pilar derecho y a los ignorantes imprudentes que toman el Camino izquierdo. 


El Pilar del Centro es el único que no te devuelve a la casilla de salida del Juego de la Oca que la Vida es. Ese y no otro es el Camino Crístico de la Rosacruz.


Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A., vía la A.M.L. “Rosa Mística”


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