“Canon Rosacruz, opúsculos y ludibriums Rosicrucianum”
-Donde termina la Realidad y comienza el Juego-
“Nosotros, Diputados del Colegio principal de los Hermanos de la Rosacruz, hacemos estancia visible e invisible en esta ciudad, por Gracia del Altísimo, hacia Quien se dirige el corazón de los Justos. Mostramos y enseñamos a hablar, sin libros ni marcas, toda clase de lenguas de los países donde queremos estar, para sacar los hombres, nuestros semejantes, del error de la muerte.
Si a alguien se manifestara la gana de vernos por curiosidad solamente, nunca comunicará con nosotros; pero si la voluntad lo lleva realmente y de hecho a inscribirse sobre el Registro de nuestra Confraternidad, nosotros que juzgamos los pensamientos, le haremos ver la verdad de nuestras promesas, tanto que no ponemos nuestro lugar de residencia en esta ciudad, puesto que los pensamientos adjuntados a la voluntad real del lector, serán capaces de hacernos reconocer por él, y él por nosotros.”
(Paredes de París 1623)
En 1614 se publica en alemán “La Fama Fraternitatis”, en 1615 la “Confessio Fraternitatis” en latín y alemán, y en 1616 “Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz”. A partir de éstos tres manifiestos, canónicos, de la Fraternidad de la Rosacruz se inició, primero en Alemania; pero después en el resto de Europa, Francia e Inglaterra principalmente, una suerte de vorágine que se extendió como la pólvora, dando lugar a una permanente controversia entre los que se definieron como defensores y abanderados de la Rosacruz y los detractores de Ésta, que la tildaron, algunos, como una estafa y otros como algo procedente de Satanás.
Entre sus defensores podríamos denominar a Michael Maier, Robert Fludd y Descartes entre muchos otros. Con el paso del tiempo, estos personajes fueron tomados, por algunos pseudo historiadores y periodistas amarillistas, como miembros de la Fraternidad, en tanto que sus escritos eran favorables a los postulados expuestos en los manifiestos, aunque estos mismos autores, ya mencionados, dejaron claro que por mucho que llamaron a sus puertas, la de la Rosacruz, nunca recibieron alguna respuesta.
Bien, Michael Maier, Robert Fludd y el Matemático René Descartes, son los más conocidos, en tanto que fueron personajes de gran renombre y algunas de sus obras han sido traducidas al castellano; pero hubo muchos otros que nos son desconocidos y que, muy probablemente, algunos de ellos puedan salir, algún día, de los anaqueles de las viejas bibliotecas; es decir, fueron entusiastas propagadores de las Ideas rosacruces sin Ser hermanos de la Rosacruz. En el caso contrario; es decir, de los detractores, sucedería otro tanto de lo mismo; pero de éstos, poco podemos conocer, al menos a día de hoy, dado que no nos consta que hayan trascendido sus opúsculos a nuestro Idioma.
Desde luego, en éste sentido, nosotros estamos completamente abiertos a estudiar y publicar, si se tercia, parte de todo aquel abundante material contemporáneo a la publicación de los manifiestos rosacruces, si llegasen a nuestras manos.
Dentro de esos opúsculos a los que nos venimos refiriendo, debemos hacer mención del “Speculum Sophicum Rhodostauroticum” publicado en 1618 por Theophilus Schweighardt Constantiens, un nombre absolutamente anónimo y del que poco más se sabe.
La cuestión es que, recientemente, existe un movimiento del que desconozco su procedencia aunque, muy probablemente, pudiera tener relación con las Sociedades Rosacruces de la Masonería Regular, interesado en convertir a éste Librito en un Cuarto Manifiesto de la Rosacruz.
La Edición, realizada por la Editorial Tritemio, lleva en mi poder desde la fecha de su publicación en noviembre de 2018. Se trata del número 75 de una primera edición limitada de 200 ejemplares. Pues bien éste libro ha recibido de nosotros algunas lecturas; pero, con humildad, tengo que declarar que necesita, de nuestra parte, un estudio mucho más minucioso, por lo que, a día de hoy, no estamos en condiciones de asegurar que estemos ante un supuesto cuarto manifiesto de la Fraternidad Rosacruz y que formaría parte de su canon original.
Para nosotros, por decir así, sería como aceptar como libros rosacruces todos aquellos trabajos que hablasen bien de la Rosacruz o que se inventasen cosas buenas acerca de la Fraternidad. Eso, para nosotros, todavía no es suficiente como para aceptar que éste y otros libritos procedan de la Fraternidad Rosacruz, ni siquiera los de los mencionados Michael Maier, Robert Fludd, René Descartes o, ¿Por qué no? éste anónimo Theofilus, u otros que pudieran, en el futuro, ir descubriéndose.
Recuerden que nos encontramos en el Siglo XVII, el Siglo de la Emblemática, donde muchos de los libros estaban repletos de hermosas ilustraciones, como puede ser el caso de la Atalanta Fugiens de Michael Maier, en el que la letra escrita es, prácticamente inexistente. A lo que queremos llegar es que muchos de esos trabajos emblemáticos que surgieron inspirados por el Hermetismo y la Rosacruz, fueron coleccionados, en el Siglo XVIII, por miembros de la Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema, constituyendo el célebre, denominado falsamente como el cuarto manifiesto de la Rosacruz, “Los Símbolos Secretos de los Rosacruces de los siglos XVI y XVII”; Libro bellamente ilustrado que permanecería olvidado, cubierto de polvo, en alguna estantería de una olvidada Biblioteca, hasta que el Teósofo Franz Hartman lo descubriera en 1888 y realizara su propia versión de la Publicación. En principio, poco más sabemos de tan enigmática Obra ilustrada.
En nuestro poder tenemos una copia del manuscrito original, a todo color, alemán, una edición en blanco y negro de la AMORC y otro trabajo, basado en éste último, publicado por un Frater mexicano, con imágenes a todo color, traducido al Castellano y con múltiples y excelentes referencias.
Pues bien, ésta Obra de carácter Cristiano, Hermético y, claramente, Rosacruz fue utilizada por la Logia de Investigación Masónica “La Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema” y que surgiese del seno de la Logia Alemana “Las Tres Espadas”
Con lo expuesto queremos ilustrar a nuestros lectores que escritos, trabajos y grabados, supuestamente rosacruces, hay muchos; pero que, en verdad lo sean, es otra cuestión diferente. Y con ello no estamos afirmando, en modo alguno, que el “Speculum Sophicum Rhodostauroticum” no lo sea; sino que aún se requiere mucho estudio, por parte de los historiadores eruditos en aquella época, para poder aceptarlo en el Canon Rosacruz como el supuesto cuarto, quinto o sexto de los manifiestos rosacruces originales.
Recuerden nuestros lectores que los primeros manifiestos, principalmente la “Fama y la Confessio” salieron a la luz en Cassel procedente del Círculo “Cristiano Luterano” de Tubinga, de la mano del Teólogo y “Pedagogo” Luterano, Johannes Valentinus Andreae del que sería su Discípulo Jhon Amos Comenius, y de sus correligionarios Tobías Hess (Médico paracelsista), el Librero Johannes Van del Linde, el Noble Wilhelm Bon Wense (Supuesto financiador del Grupo) y Christopher Besold, Escritor y Abogado.
Quizá, éste último por su condición de escritor pudo ser quien redactara la Fama Fraternitatis y la Confessio Fraternitatis, en tanto que las Bodas Químicas es histórico y notorio que fuera escrita por el propio Andreae. Algunos creen que éstos manifiestos, la Fama y la Confessio, completamente anónimos, pudieran, también, haber sido escritos por Andreae; pero dudamos mucho que pudiera superar un minucioso peritaje literario. Se ve, con claridad, que los estilos de escritura son completamente diferentes.
Ésta diferencia de estilo, entre los manifiestos originales, más reformistas y el “Speculum Sophicum Rhodostauroticum”, más hermético y enrevesada y de dificultosa interpretación, hace complicado determinar si su anónimo Autor perteneciera al Círculo Cristiano de Valentín Andreae y, por lo tanto, que sea un verdadero Manifiesto de la Rosacruz.
Así las cosas, dejamos a criterio de nuestros alumnos el seguir investigando para intentar sacar más luz al respecto. Sobre todo, hago esa invitación a todos aquellos que dominen el Inglés y/o el Alemán; pero queremos enfatizar que nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” en tanto que Campus Virtual de nuestra Aula Madre Lucis “Rosa Mística” no debe de convertirse en una Escuela de meras especulaciones, sino que debemos de trabajar más en el sentido de esclarecer si el sentido de los trabajos investigados es de carácter Rosacruz o no.
Para finalizar aclararemos que el Rosacrucismo masónico, aunque posee un origen de inspiración Rosacruz, en modo alguno puede decirse que sea de una fidedigna procedencia Rosacruz alemana. El Rosacrucismo masónico es una visión anglosajona de la Rosacruz Alemana, y ya saben, haciendo un juicio de valor irónico, ya deben de conocer con qué ojo, del “Speculum Sophicum Rhodostauroticum” ven el Mundo los anglosajones. No, no creemos que los misteriosos carteles pegados en las paredes de París, procedieran de los Rosacruces; sino que más bien pudo tratarse de una broma pesada de gentes que hoy podrían ser denominados, en las Redes Sociales, como Trolls. Creemos que para entender a la Rosacruz original, lo mejor sería entender la Mente de Andreae y para ello, nada mejor que estudiar su Obra Utópica “Cristianópolis” y de la cual se inspiraría Francis Bacon para su Obra “La Nueva Atlántida”
Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. en España, vía su A.M.L. “Rosa Mística”; Linaje: Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer