26 diciembre, 2025

No, Dios no es alguna Mente Colmena

 ¡No, Dios no es alguna Mente Colmena!


-Una cosa es asimilar al Individuo, destruyendo su Alma en el proceso y otra, muy distinta, salvarlo de la disolución de su Conciencia-

Que existe una encarnizada lucha entre la demostración, por parte de los ateos, de la inexistencia de Dios y los religiosos de lo contrario, es una evidencia que se puede palpar en el día a día; pero la existencia o inexistencia de Dios no va a cambiar por lo que nosotros creamos o dejemos de creer. Ésta Lucha, sin cuartel, es la demostración palpable de que el Ateísmo no es más que otra Religión; una que predica la inexistencia de Dios y que el Hombre se encuentra sólo hasta su Destino Final: la Muerte y la disolución de su Conciencia; es decir, del Ser consciente de su propia existencia.


Para intentar explicar los Misterios de la Conciencia, sin la necesidad de la existencia de un Ser Supremo o Mente Universal, aquellos que intentan convencer a la Población de la inexistencia de Dios se han inventado una suerte de parasitismo colectivo, generalmente extraterrestre, por parte de un Mente Colmena. Una Mente que, evidentemente, deja de ser única y Universal para convertirse en una suerte de subconjunto dentro de conjuntos más grandes. Ésto intenta convencer de que la Conciencia no sería otra cosa que un virus que puede existir de forma individual, dando lugar a lo que se conoce como Alma Personalidad, o de forma colectiva compartiendo la memoria y experiencia de los individuos; pero sustituyendo la Conciencia Individual por una suerte de conciencia colectiva que viene a reemplazar, totalmente, a la Conciencia propia del Individuo.


Creemos que no es necesario poner demasiados ejemplos de lo expuesto y que nos ofrece, primero, la literatura y, después, los medios audiovisuales mediante el Cine y la Televisión. Pues bien, ésa sustitución de la Mente Individual por una Mente Colmena, se nos vende de diversas maneras; algunas muy terroríficas como sucede en la Saga de “La Invasión de los Ladrones de Cuerpos” y otras, un tanto desconcertantes y ambiguas, como sucede en la nueva Serie de Televisión “Plur1bus”, donde esa sustitución viene acompañada por una aparente y tonta felicidad que lleva a comer a sus muertos para evitar matar tanto la vida animal cómo la vegetal.


El fin último, no obstante, de todo ésto es demostrar que no es necesaria la existencia de una Mente Universal, denominada Dios y que lo que existe es algo así como un virus denominado Conciencia y que ése virus podría existir tanto de forma individual como de forma colectiva y a lo que, sus divulgadores, vienen a denominar como “Mentes colmenas”; dentro de esas hipotética mentes colmenas tendríamos el concepto de “Conciencia de Gaia” tan difundido por los medios, espiritualistas, de la “New Age”


Así, el colectivo Ateo, nos invita, de forma manipuladora, a cambiar el Concepto de Dios, como la Mente Universal y origen de todo, por el de una suerte de virus circunstancial y que provocaría, en los individuos, la sensación de una Conciencia; una Conciencia que puede existir, tanto de forma individual como colectiva.


Pero no, Dios no es una Mente Colmena; pero tampoco una Mente Universal sectorizada en diferentes conjuntos y subconjuntos independientes entre sí. Ése es el error que intentan vender los ateos para que la gente se desvincule, por voluntad propia, de la idea de la existencia de Dios.


De lo que, en Verdad, se trata es de una única Mente Universal, Dios, que sin perder en algún instante, su identidad de Conciencia Única, se fragmenta para que cada uno de dichos fragmentos, individualizados, consigan experiencias particulares mientras se encuentran desvinculados de la Conciencia única de la Mente Universal; es decir que, mientras el individuo adquiere experiencias mediante su Personalidad, siendo inconsciente de la Mente Universal; ésta, por el contrario, es plenamente consciente de las experiencias obtenidas por sus fragmentos individualizados. Así, no se trata de algún tipo de virus parasitario, la Mente Colmena, intentando sustituir mediante asimilación primero de recuerdos y, después, eliminación de la Conciencia Individual, siendo sustituida en su totalidad por una Mente Colectiva; lo cual, podríamos entender como una suerte de robo de almas; sino de una creación, primero, de una Conciencia Individual, desgajada de la Conciencia única Universal, no colectiva, para potenciar esa individualidad hasta el último de sus extremos; es decir, hasta las últimas consecuencias.


Evidentemente, al final del Proceso de la Vida dedicada a obtener experiencias, esa Conciencia Individual deberá de regresar al Seno de su Hogar y de dónde procede, la Mente Única y Universal, sin la necesidad de compartir sus experiencias, pues éstas ya han sido compartidas, de forma simultánea, según se han ido produciendo. Aquí, lo que sucede es que el Individuo, en tanto que Alma Personalidad, descubre pertenecer a algo infinitamente mucho más grande; pero sin tener que renunciar a su conciencia individual, aunque al entrar en contacto, último, con la Mente Universal, tiene acceso a los recuerdos, no sólo de las recolectadas por las almas individuales, sino también de la del propio Pleroma, la Mente Universal preexistente en el Tiempo.


Esperamos, con ésta breve exposición, haber podido desmontar la idea de sustituir al verdadero Dios por una suerte de mentes colectivas intentando cosechar y devorar las conciencias individuales como si de virus parasitarios se tratara. Dios crea la Individualidad, no para destruirla al final del proceso experiencial; sino para preservarla, en su integridad, junto a la experiencia colectiva y propia de la eternidad e infinitud del Pleroma, de Dios, mediante el proceso de Cristificación conducente a la Transfiguración.


Es el Miedo, la herramienta más utilizada por los ateos para intentar apartar al Ser Humano de su Esencia Divina. La Idea de perder nuestra conciencia individual, siendo devorada por una suerte de Mente Colmena que comparte los recuerdos individuales, como algo colectivo; pero que fagocita y elimina la conciencia del Individuo, es algo que provoca un vértigo existencial en nuestras mentes; llevándonos a no poder contestar a la pregunta de “¿cuál es el verdadero sentido de nuestra existencia?” Sin un verdadero propósito existencial, el individuo entra en un proceso de ansiedad y depresión que lo conduce a una suerte de caos existencial, nihilismo, y donde todo pierde sentido para él; desde la empatía por la Vida de sus semejantes hasta el aprecio de la propia Vida. Una Vida, así, sin Dios es propensa a terminar en el asesinato o, lo que es peor aún, en el suicidio; en tanto que, si todo carece de sentido “¿Para qué vamos a estar sufriendo en éste valle de lágrimas?” Y, la pregunta subsecuente “¿En realidad, merece la pena vivir por unos efímeros placeres temporales en contraposición de un sufrimiento casi permanente?”


Al intentar eliminar de nuestras mentes el concepto de un Dios Universal, origen de todo, pretenden desarmarnos para que perdamos nuestro afán por seguir existiendo y eso conduce a la Humanidad ante el abismo insondable del vacío existencial más absoluto y a la autodestrucción por, en definitiva, carecer la Vida de sentido alguno.


Esperamos que nuestros lectores entiendan lo problemático de éste asunto y que intenten, por sí mismos, sin influencias externas, responderse a sí mismos.


No, no existen unas mentes colmenas, sino una Mente única y Universal de la que todos, como individuos, formamos parte consustancial e intrínseca. No somos alimento de nada ni de nadie.


Frater Aralba R+C






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