Cuando el Símbolo se confunde con la Cosa

 “Cuando el Símbolo se confunde con la Cosa”

-El Símbolo sólo es la representación de la Cosa-

Jesús hablaba mediante parábolas; es decir, mediante símbolos para que la gente despierta entendiera; pero la mayoría de quienes lo escuchaban se quedaban en lo superficial, con la mera letra y no terminaban entendiendo nada.

Así, en el mundo de la espiritualidad se utiliza, profusamente, el lenguaje simbólico, como viajar hacia lo profundo, hacia lo interior. Bien, éste mero ejemplo, puede entenderlo alguien despierto como realizar un trabajo de introspección; pero seguro que muchos entenderán que la Verdad se encuentra en el centro de la Tierra. Bueno, dejémoslos en su error y que salgan de él cuando sus entendederas se hayan afinado.

Así antaño, hoy son muchos los que aún lo creen, se pensaba que el Cielo se encontraba arriba en el firmamento y el infierno en las entrañas de la Tierra. Eso es una muestra de la errónea interpretación del lenguaje simbólico, dado que el mal, los demonios, no se encuentran fuera de nosotros sino que conviven, como simples, egos dentro de nosotros mismos porque, en tanto que personalidad, somos nosotros mismos. Por el contrario, la espiritualidad es un viaje de elevación hacia lo alto, hacia un nivel de vibración superior.

De tal modo, los teólogos convirtieron al infierno en un mar de azufre y fuego porque es lo que, en realidad, existe bajo la corteza terrestre, mientras que el Cielo lo transformaron en algo celeste y luminoso a modo y manera que la luz del día en una mañana apacible de primavera.

Así, tenemos que, tranquilamente, cuando se habla de espiritualidad, pararnos a pensar en lo que podría significar el simbolismo y no quedarnos con la letra muerta. Así, un viaje hacia las profundidades del Ser puede ser interpretado de forma correcta o como un viaje hacia el centro de la Tierra. 

Así es como han surgido todos los mitos que acompañan a la Humanidad, también el de Agartha y Shamballa. Hasta tal punto se materializa el símbolo que termina convirtiéndose en cuento y leyenda. Un Viaje hacia Shamballa, la Capital de Agartha no es otra cosa que una epopeya espiritual interior hacia el centro de nuestro Corazón, más profundo aún, hacia el interior de nuestro ADN.

Así, son muchos quienes entienden que el Viaje interior es cargarse con una mochila e introducirse en las grutas de la Tierra o que subir al cielo es cargarse con cuerdas y clavos y escalar las montañas más elevadas. 

Así, Agartha terminó convirtiéndose en una suerte de Mundo paralelo de nuestro propio Mundo situado bajo nuestros pies; es decir, en las profundidades de la Tierra, convirtiéndose Shamballa en una suerte de mero portal a ése País subterráneo, situado una veces en el Tíbet y otras en el Desierto de Gobi.

Existe demasiado mitómano a nuestro alrededor que, como no pueden hacer otra cosa, en su Mente materializan los símbolos hasta convertirlos en algo grotesco y digno de la mayor aventura de fantasía.

Por eso no entendían a Jesús y por eso mismo no entienden a la Rosacruz, convirtiéndo su imagen en una mera caricatura de lo que, en Verdad, represent

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Frater Aralba R+C