21 mayo, 2025

La Iglesia Interior

 “La Iglesia Interior”


-Si buscabas una alternativa a tu Religión de origen, no te vayas y sigue leyendo-

Quienes estén familiarizados con el mundillo de la Fraternidad Rosacruz, conocen que, de un modo u otro, se encuentra relacionada con alguna facción de la Iglesia Gnóstica, concretamente, de variantes orientales de la “Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa”; pero no hay que olvidar que la Fraternidad Rosacruz es autónoma e independiente; es decir, no se trata de una Iglesia o una Religión; pero tampoco es la natural puerta de ingreso a alguna Religión alternativa, en concreto.


La Fraternidad Rosacruz, desde su fundación, siempre ha recomendado a sus miembros pertenecer o ser miembros de alguna Iglesia Cristiana Trinitaria. Y, bueno, os preguntaréis ¿Qué es eso de una Iglesia Cristiana Trinitaria?, pues aquella en la que se prédica que Dios es único y constituido por tres personas diferenciadas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Pues bien, no os preocupéis porque, básicamente, la prácticamente totalidad de las iglesias cristianas son trinitarias, incluidas las protestantes y sólo habría que excluir unas pocas sectas que no consideran a Dios como tres personas diferenciadas en su Unidad: “los Testigos de Jehová, el Pentecostalismo unicitario, los Cristadelfianos y la Iglesia de Dios de la fe en Abraham y el Judaísmo mesiánico.”


Bien, ésa recomendación, a sus estudiantes, más que miembros, de pertenecer a alguna Iglesia Cristiana Trinitaria, se hace para que el Individuo no pierda su conexión social con la Realidad de su País y Cultura; pero la Rosacruz es consciente de qué, dado que la Reforma de la Iglesia no está completada; es decir, no se ha completado su comunión con la Iglesia Cristiana Primitiva Original y Gnóstica. Siendo así, que muchos alumnos y estudiantes de sus aulas, escuelas y colegios, no se encuentran cómodos perteneciendo a cualquiera de las denominaciones existentes. Concretando, no existe alguna intención, por parte nuestra, de conducir a los estudiantes hacia algún tipo de nuevas sectas; pero, a modo de sucedáneo, existe la Iglesia Gnóstica.


Una Iglesia que vendría a ser un reflejo exterior e imperfecto de la perfecta Iglesia Interior. Está Iglesia, como no puede ser de otro modo, posee su Liturgia y sacramentos: básicamente, el Bautismo, la Eucaristía y el Consolamentum o Unción de los Enfermos; a parte de los dos grados de Sacerdocio, el de Aarón y el de Melquisedec que son transmitido mediante imposición de manos. 


En éste tipo de iglesias, además, se suelen realizar otro tipo de ceremonios como el recuerdo a los difuntos o la Unión Matrimonial, no obligatoria; pero que se puede realizar si algunos de sus miembros lo requieren; pero, como hemos dicho, la verdadera Iglesia es “Interior”


Por lo tanto, se puede ser Estudiante Rosacruz sin pertenecer a alguna Iglesia exterior, incluso a aquellas, gnósticas, que fueron creadas para suplir las inquietudes de los estudiantes que hubiesen pasado por experiencias diferenciadas en las iglesias comunes. Sea como fuere, las iglesias “rosacruces”, vamos a llamarlas así, no son constructos caprichosos; sino que mantienen una verdadera línea sucesoria desde tiempos apostólicos, ya sea por la vertiente Romana, Ortodoxa o Luterana; pues no sirve que alguien se autoproclame obispo y comience una nueva línea sucesoria; es decir, todo Obispo debe de haber sido, previamente, consagrado como Obispo por otro Obispo para que Él pueda consagrar a nuevos obispos. Otra cosa es que determinadas y lícitas consagraciones sean vistas por las jerarquías oficiales, de determinadas denominaciones, como ilegítimas; entonces, entraríamos en el mundo de las supuestas herejías. Herejías que, en muchas ocasiones, son una bendición dado que se intentan corregir desviaciones por cristalización doctrinal o excesivo liberalismo sincrético.


La Iglesia Interior, que es la que a nosotros nos interesa, está constituida por:


El Templo: 


La Persona en sí, incluido su Cuerpo físico. El Templo debe de mantenerse limpio e inmaculado; es decir, libre de vicios de todo tipo, de fármacos determinados y prácticas impuras. El Templo, ya sea externo como Interno, es un Lugar Sagrado que merece todo nuestro respeto y cuidado.


El Sacerdote:


Sacerdocio de Aarón


Cómo hemos dicho, existen dos sacerdotes, uno menor y otro mayor. El menor es una suerte de Diaconado o Ministerio que es realizado por la propia Personalidad, una vez que ha sido consagrada; es decir, antes del Nuevo Nacimiento y del contacto, efectivo, con Cristo, nuestro verdadero Ser y Señor, es la Personalidad, debidamente preparada, la encargada de acercarnos a ése nuevo Nacimiento. Éste Sacerdocio, aún externo, es conocido como de Aarón, en recuerdo del Hermano de Moisés, quien fuera escogido para el Señor como Sacerdote de la Iglesia Exterior de Israel. 


Éste Sacerdote, la Personalidad Consagrada, es el encargado de despertar al Eterno Durmiente, alimentarlo con su propia Esencia, la leche de Pablo, y conducirlo al Trono del Corazón, donde moran las emociones.


Sacerdocio de Melquisedec.


Una vez que Cristo ha ocupado el Trono del Corazón, tenemos que el Sacerdote externo de Aarón, encargado de despertar a su Señor, se ha transformado en el mayordomo del Hijo de Dios; entonces nos encontramos ante él Sacerdocio de Melquisedec, encargado de servir a Cristo el Señor, alimentarlo con su esencia, la Carne de Pablo, y conducirlo hacia el Trono del Pensamiento, situado en la Cabeza. 


En todo momento, el Sacerdote es el intermediario entre Cristo, nuestro Cuerpo y el exterior; es decir, el Mundo.


La Sagrada Eucaristía no es un mero simbolismo; dado que el Niño Dios, recién nacido (en realidad despertado), se alimentará, hasta que ocupe el Trono del Corazón, con la leche de la Personalidad; pero cuando el Sacerdote exterior lo conduce hacia el Trono de la Cabeza, debe de alimentarlo con su propia Carne, con todo Él. Así, la Eucaristía verdadera es justo lo contrario de lo que se muestra en las iglesias externas. Más bien, existe un equívoco, pues es Cristo el Señor el que es alimentado por la Personalidad material y no al revés. Y ésto hasta que el Sumo Sacerdote, Melquisedec, ocupa el Trono de la Cabeza, pues en ése instante, Aarón, la Personalidad habrá dejado de existir; en tanto que, literalmente, habrá sido fagocitado por Cristo el Señor. 


Así, podemos decir que tanto Aarón como Melquisedec son el nexo de unión entre Cristo y el Templo, el Cuerpo. Son, por decir así, los servidores del Templo. Aarón con el Cristo Soberano del Corazón y Melquisedec con el Cristo Soberano de la Cabeza. Una vez que Aarón y Melquisedec, en tanto que ministros del Señor, han sido consumidos por Cristo, el Hombre ha nacido de nuevo como Dios, el Hombre ha resucitado en pureza y perfección, sin perderse un ápice de la Conciencia y Memoria de la Personalidad. El Hombre ha sido redimido y salvado por el único Mediador o supremo sacerdote entre el Dios Padre, del Pleroma, y los hombres, Cristo Jesús.


Es por ello que la Eucaristía no es un mero recuerdo de algún acontecimiento histórico, sino el símbolo de una Realidad que sucede en la Vida de todo individuo que ha comenzado el Camino Crístico conducente a la Salvación del Alma. 


Tengamos en consideración que la Personalidad, los sacerdotes intermediarios, no son otra cosa que medios necesarios para el crecimiento de Cristo en nuestro interior. Haciendo un símil es como la clara en el interior del huevo del que la yema, el embrión, se alimentará hasta su debida eclosión final.


Sí, literalmente, como dice Pablo, en su Crecimiento, el Señor Jesús, debe de nutrirse con lo que tiene a su alcance, la Personalidad, sus sacerdotes; pero una vez que el proceso de la Cristificación se ha completado, la Personalidad Redimida conforma un único Ser con Cristo Jesús y éste es el verdadero significado de la Resurrección, el proceso de transmutación del Hombre Viejo en el Hombre Nuevo; del Hombre Viejo de la Personalidad grosera y mortal en el Hombre Nuevo de Cristo Perfecto y Eterno. 


Por lo tanto, está bien que visitéis las iglesias externas para sentir la comunión con vuestros iguales y que se encuentran en el mismo proceso iniciático; pero sin que perdáis de vista que la verdadera Iglesia es Interior. Que vosotros sois el Templo del Señor y que Cristo es el único y perfecto Mediador entre Dios Padre y el Hombre. Y nosotros, mientras seamos una mera personalidad, sólo podemos ser mayordomos o servidores de Cristo, a quien deberemos de servir con fidelidad y prontitud con, literalmente, nuestra propia Vida y Substancia.


Frater Aralba R+C


https://igarc.org/index.html




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