07 mayo, 2025

La Gran Odisea del Alma

 “La Gran Odisea del Alma”


-Desde su contacto e ingreso en el Mundo hasta su regreso al Pleroma-

Hemos tratado en diversas ocasiones acerca del Alma y de su trasiego por el Mundo físico antes de su regreso a su Hogar Celestial; pero todas las veces, nos tememos, aparentamos entrar en contradicción; en tanto que no hemos sido capaces de explicar, con claridad, que el Alma está constituida por una parte Espiritual que nunca abandona el Pleroma y una parte física que está íntimamente ligada al Cuerpo material. Pero ésto suscita diversas preguntas como ¿De qué modo está unida el Alma Espiritual con la alma material? O ¿Cuál es la verdadera relación de las almas espirituales con el Pleroma y al mismo tiempo con sus cuerpos físicos? O, también ¿Es cierto eso que dicen algunos gnósticos de que las almas son espíritus individuales atrapados en cuerpos físicos?


Pues bien, intentaremos explicar, de corrido, todas estas cuestiones de una vez por todas; pero, además, os instamos a que sí tenéis la menor duda no os calléis, meditadlo con la almohada y hacednos llegar vuestras nuevas cuestiones al respecto para intentar, en lo posible, responderlas y si no, que tales cosas podamos investigarlas en mayor profundidad.


Empezaremos diciendo que es completamente erróneo pensar que las almas atrapadas en éste entorno espacio temporal, el Mundo, sean espíritus atrapados del Pleroma y aprisionados en éste Universo Prisión. No, el Espíritu es uno indisoluble con el Pleroma y no puede, una porción, ser atrapada y aprisionados en ninguna parte; de hecho, si ésto fuese posible, que no lo es, nuestro Universo al contacto con una porción del Espíritu entraría en combustión y desaparecería. Para poner un ejemplo, sería como entrar la materia en contacto con la antimateria, la matería, simplemente, se desintegraría.


Necesitamos que abráis mucho vuestra imaginación e intentéis comprender las metáforas que a continuación expondremos, porque, desgraciadamente, no existen palabras humanas para intentar explicar la relación entre el Espíritu, mediante las almas, con el Universo físico y espacio temporal:


Imagínense una medusa de proporciones infinitas, replegada sobre sí misma, como se plegaría un armadillo o un erizo. Tómense su tiempo para fijar ésta imagen en su imaginación. Esa Meduda, de proporciones supracósmicas, poseería una infinidad de tentáculos que, al estar replegada no mirarían hacia el exterior sino hacia el interior. Hasta aquí creemos que es fácil considerar el símil. Ahora, supongan que en el interior de dicha medusa replegada, con infinitos tentàculos, se encuentra algo similar a un huevo con su cáscara y todo.


Empezamos a interpretar la metàfora:


La Medusa es una ilustración de lo que podría ser una célula del Pleroma; en nuestro caso, el Eón Sophía. El Huevo que se encuentra en su interior sería nuestro Universo, los tentáculos de la medusa las almas inmortales y la cáscara del huevo, la frontera dimensional, Esfera Reflectora o Plano cuántico, que separaría el interior del Universo del Pleroma en que se encuentra, del que, por supuesto, formarían parte tanto la propia medusa como sus tentàculos, las almas espirituales inmortales, unas almas que, en modo alguno, pueden separarse de su Cuerpo Divino perteneciente al Pleroma, en modo alguno.


Tómese un poquito de tiempo para reflexionar antes de que continuemos…


Como puede ver no existen espíritus atrapados dentro del Huevo Cósmico que es el Pleroma. Las almas espíritu se encuentran, por contacto multidimensional, unidas al Huevo Cósmico mediante el Plano Cuántico de la Esfera Reflectora. Una Esfera metafórica, en tanto que debemos de intentar desprendernos de los conceptos geométricos y espaciotemporales que no rigen en el Pleroma. El Plano Cuántico no es exactamente lo mismo que la cáscara de un Huevo en tanto que ése plano está, perfectamente integrado, con todas las infinitas partículas del interior del Huevo, es decir, no se trata de una frontera física sino dimensional y, por lo tanto, una frontera a la que se puede acceder desde cualquier parte, ya parezca exterior o interior; pero comencemos a relacionar la metáfora con las enseñanzas rosacruces:


1.- la Medusa representaría el Mundo del Espíritu de Dios; es decir, el Eón Sophía que se encuentra perfectamente unido e inseparable al Pleroma.


2.- Cada uno de los tentáculos de la Medusa representaría al Espíritu Humano y a la Mente Abstracta de los seres conscientes; es decir al Alma Espiritual que se encuentra en contacto con él Huevo Cósmico, nuestro Universo, mediante la Esfera Reflectora o Plano Cuántico.


Tómese otro poco de tiempo para reflexionar acerca de lo explicado hasta ahora; es decir, que el Espíritu de Dios y el Espíritu Humano, no solo se encuentran interrelacionados sino que son una misma cosa, aunque el Espíritu Humano aparecería como un apéndice del Espíritu Divino; pues bien, en ése apéndice que no deja de estar unido al Pleroma; pero en contacto con la parte externa de la Esfera Reflectora, se encuentra lo que denominamos como Plano de Existencia de la Mente Abstracta y, consecuentemente, la morada del Alma Espiritual o Inmortal. La parte que jamás se pierde, dado que es eterna como el propio Eón del que emana el Pleroma…


Pues bien, cada uno de esos tentáculos del Espíritu al entrar en contacto con la membrana del Huevo, recuerde que ésta es tanto externa como interna, provoca una réplica de sí misma a su imagen y semejanza; pero con partículas atómicas; es decir físicas, haciendo una Especie de “cosa” a su propia imagen; evidentemente, todo lo que a partir de ahora se construya en el interior del Huevo, está sujeto a la leyes naturales, tanto del Plano Cuántico o Microcosmos como del Mundo Molecular o Macrocósmico. Bien, ésta primera cosa realizada a imagen y semejanza del Espíritu Humano, en la Esfera Reflectora, es como un gemelo del Alma Inmortal; pero completamente temporal y mortal. Ésta alma es el receptáculo de los planos tanto de la Mente Concreta como del Plano de los Deseos. Según el objeto, imagen del Espíritu Humano, recordemos, se va introduciendo más y más en los planos más densos del Huevo, rebasando la membrana de la Esfera Reflectora, se va vistiendo, por así decir, con materia de los diferentes planos con cada vez mayor densidad hasta formar en el útero materno la forma consistente de un embrión Humano que irá desarrollándose hasta eclosionar, nacer, crecer y convertirse en todo un Ser Humano constituido por los siete cuerpos conocidos:


1.- Cuerpo Físico (Plano Físico y Químico)

2.- Cuerpo Etérico (Plano de comunión entre la Esfera Reflectora y el Plano Físico y Químico)

3.- Cuerpo de Deseos (Plano donde comienza a tomar Cuerpo, en forma de imagen invertida, lo procedente del Plano Focal de la Mente Concreta)

4.- Cuerpo Mental Concreto (Plano focal que permite la reproducción en la Esfera Reflectora, de la Imagen procedente del Mundo de las Ideas o Plano Espiritual)

5.- Cuerpo Mental Abstracto (Cuerpo Espiritual, Sede del Alma Inmortal, que entra en contacto con la membrana de la Esfera Reflectora)

6.- Cuerpo del Espíritu Humano (Plano apéndice del Pleroma y cuyo objetivo es influir y manipular el Universo mediante el Plano de la Mente Abstracta)

7.- Cuerpo del Espíritu de Dios (Plano de nuestro Eón, Sophía, emanación indisoluble del Pleroma, Sede de la Conciencia Universal del Dios Incognoscible)


Muchos, por inercia, intentaréis realizar comparaciones con las otras subdivisiones existentes creadas por otras escuelas esotéricas. Está bien que lo hagáis; pero debéis de entender que se trata de una mera forma de ilustrar con palabras aquello que, en realidad, no posee una explicación racional desde el punto de vista de la materialidad existencial. Es sólo una explicacióm más entre muchas otras igualmente válidas. Así, podréis encontrar sólo tres divisiones: Planos Material, Plano Mental y Plano Espiritual o Plano Material, Plano Emocional y Plano Mental o Espiritual. También podréis encontrar, en otros lugares, nuestras siete divisiones básicas, divididas en otras subdivisiones hasta obtener nueve, diez o doce planos existenciales diferenciados; pero éstas diferencias explicativas no tienen mayor importancia. Lo importante es que se entienda, someramente, cómo él Espíritu construye en el interior del Universo, unas imágenes a semejanza de lo existente en el Mundo de las Ideas, del Espíritu o del Pleroma, los tres una misma Cosa.


Por último, creemos que sólo nos falta explicar cómo, encontrándose perfectamente separadas, la parte del Alma Natural y Mortal del Alma Espiritual e Inmortal; sin embargo, se encuentran íntimamente ligadas durante la Vida de los seres materiales hasta que les llega la muerte y, desvinculándose, ambas almas, cada una sigue su destino: él alma mortal la de reciclarse con el resto del Cuerpo en la Naturaleza y la del Alma Inmortal regresando con la información obtenida al Mundo Espiritual, cosa que se realiza dejando de mantener el contacto del apéndice que es el Alma Inmortal con la membrana del Huevo Cósmico. Nos gusta visualizarlo como cuando un caracol retrae hacia sí sus cuernos o apéndices visuales.


Esa íntima unión entre el Alma Inmortal con el Alma Mortal, mediante la Esfera Reflectora, tradicionalmente se ha denominado como la unión mediante el cordón dorado. Un cordón que al romperse llevaría a la muerte de los cuerpos inferiores, desde la Mente Concreta hasta el Cuerpo Físico, morada de la Personalidad o Alma Mortal y al repliegue del Alma Inmortal con la información recuperada del Alma Mortal; es decir, de todas las experiencias y conciencia que hayan conseguido el nivel de vibración necesario para poder Ser salvada por la parte del Alma Inmortal. El resto se perdería, aunque no del todo, en tanto que todas las experiencias, independientemente de su nivel de vibración, quedan registradas en los registros de la Memoria de la Naturaleza. Registros que se encuentran en la propia Esfera Reflectora. 


En éste sentido, necesitamos que ése cordón de plata o dorado no lo sientan como un objeto kilométrico que uniese algo exterior al Universo con ustedes, en tanto que el Plano Cuántico está íntimamente ligado a todos y cada uno de los átomos del Universo, también de los de nuestro Cuerpo. Así, ese simbólico cordón que uniese a la parte Espiritual con la material no sería más grande que la mínima Unidad de medida de Planc; es decir, una longitud insignificante y que, podría considerarse de no existir, como inexistente; pero existe, en tanto que el Éter del Espíritu y el de la Materia, al poseer diferente vibración, no podrían entrar en contacto sin destruirse. Véase quizá, como una suerte de electrodo procedente de otro Mundo. 


Esperamos haber resuelto algunas de vuestras dudas; pero estamos seguros de que ésta lectura suscitará en vosotros nuevas dudas que deberán de ser respondidas. Por lo tanto quedamos a vuestra disposición para ello; pero antes de terminar, recordaros que todo lo expuesto son metáforas simbólicas para que cada cual, según su criterio, pueda producir su propia versión para que, haciéndola suya, tenga una mejor y más simple interpretación.


Y recuerden, las Enseñanzas Rosacruces son tanto filosóficas como científicas y místicas; es decir, profundamente espirituales que nunca podrán ser entendidas por las cerradas mentes materialistas de aquellos que han abrazado la fanática militancia del Ateísmo, el verdadero y único “Satanismo”, el resto sólo son meros juegos de niños en proceso de crecimiento.


Frater Aralba R+C 



  


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