“La Vía Rosacruz”
-¡El Método!-
El corazón cristiano se llena de rosas cuando está en medio de la cruz.
No, no estamos de broma, no existe un método, ni nunca ha existido; pero sí que podemos decir algo respecto al Camino de la Rosacruz.
Consejos que no son dogmas para seguirlos, sino para orientar a los buscadores de la Luz y la Verdad.
La Vía Rosacruz es el Camino del Evangelio de Jesús-Cristo, el Salvador-Enviado. Al contrario de los que dicen otra cosa, la Vía Rosacruz es puramente Cristiana y consiste de varios pasos que deben de seguir un criterio definido; es decir, los pasos no se pueden saltar ni intercambiar; pero no son dogma ni doctrina, porque en caso de que se tomarán como tal, todo sería Palabra muerta y sin fundamento que no sirve para nada.
En primer lugar, para la Rosacruz no existen sacramentos y los dos únicos que se respetan, a modo de mero recuerdo, son el Bautismo, por inmersión, y la Eucaristía o Sagrada Cena. La Imposición de manos también se suele utilizar para bendecir y consagrar.
En la Rosacruz no existen ejercicios obligatorios; pero se recomienda algo que podría denominarse como Yoga Occidental: la Meditación y la consecuente Visualización, la Concentración Vespertina y la Retrospección nocturna; pero lo fundamental es la Oración, la Devoción y la Contemplación.
Para la Rosacruz el Cristiano es el Templo del Espíritu Santo, siendo éste, por tanto, Invisible y se encuentra en todas partes. Allá donde haya un verdadero Cristiano se encuentra Cristo y su Templo del Espíritu Santo.
Un Cristiano es un seguidor de Jesucristo, alguien que ha completado los pasos que seguidamente se indicarán. La Vía Rosacruz es la Vía verdaderamente Cristiana; pero no la de las iglesias convencionales sino la del verdadero Cristianismo Primitivo.
En la Vía Rosacruz no se contempla la magia ni los rituales mágicos; pero tampoco liturgias de cualquier tipo. La propia Rosacruz es mágica y, consecuentemente, todo Cristiano Rosacruz vive envuelto de pura magia Divina, haciendo magia Divina y, por lo tanto, siendo un genuino Mago; pero un Mago cuyas herramientas no son varitas, báculos, velas y pentáculos. Sus herramientas son la Fe, la Esperanza y el Amor. El resultado de usar esas herramientas son la fuerza de la Palabra, la serenidad de la Voluntad y el Ser un imàn de empatía, tanto para recibir como para dar.
Paso 1°.- Aceptar a Jesús como tu Salvador Personal, siendo Jesús la personalización del Salvador; pero no se trata de un reconocimiento meramente intelectual, sino verdaderamente emocional. Jesús cómo Mesías también es Cristo el Enviado; pero no penséis que se nos envía desde el séptimo Cielo más allá de la última Galaxia descubierta. Se nos envía desde lo más profundo de nuestro interior, pues el Mesías Salvador vive dentro de nosotros, en lo más inconmensurable y profundo de nuestro interior.
Paso 2°.- Una vez que descubrimos la existencia de Jesucristo y siendo conscientes de que éste vive en nuestro interior, yacente, y recubierto por las capas que constituyen nuestra Personalidad material, debemos por nosotros mismos, como Alma Personalidad que somos, despertar a Jesucristo y conducirlo al Trono de nuestro Corazón para que comience a regir el dominio de nuestras emociones.
Durante todo el Proceso, aquí mencionado, será la propia Personalidad la que alimentará a Jesús Cristo, la Rosa recién florecida, con su propia sustancia y Esencia; también con sus emociones, voluntad y experiencias, con su felicidad y su sufrimiento. En éste Proceso, la Personalidad del Antiguo Hombre va menguando, mientras el Nuevo Hombre va creciendo, fortaleciendo y tomando el control de las emociones, hasta que éstas pasan a ser controladas, de modo total, por esa Rosa florecida de Cristo en el centro de nuestro Corazón.
Paso 3°.- Todo el Proceso, desde que aceptamos a Jesucristo, nuestro Verdadero Ser, como el Salvador enviado, hasta el final, se conoce como “Cristificación”; la Cristificación no es otra cosa que el Proceso de conversión del Hombre Viejo de la Personalidad en el Hombre Nuevo Espiritual. En éste tercer paso, Grado de Iniciación, la propia Personalidad, desprovista de sus emociones, sigue alimentando a Cristo con su inteligencia e imaginación y conduciéndolo hasta el Trono de la Cabeza, donde Cristo, además de las emociones, toma el control total de la Mente y de todos sus procesos, dando lugar al nacimiento del Nuevo Hombre.
El final del Proceso se conoce como Transfiguración; en donde el Viejo Hombre, la Alma Personalidad mortal, ha fallecido definitivamente para resucitar en la forma de un nuevo Hombre espiritual eterno e Inmortal. Ese es el Misterio del Nacer de Nuevo que se encuentra en los evangelios.
Bien, no hay método, decimos, porque el Proceso de Cristificación conducente a la Transfiguración no se puede conseguir mediante obras o pago alguno. Se trata de una Gracia de Dios inherente a la propia Figura de Jesús el Cristo, el Salvador Enviado.
Se trata de una transmutación alquímica que se produce de forma automática y progresiva y que se alimenta mediante el Amor; es decir, la empatía hacia nuestros semejantes y de todo aquello que nos rodea, incluidos los animales y la propia Naturaleza. Así es que, olvidaros de desarrollar el Proceso de Transfiguración aquellos que sois manejados por el interés personal, el bienestar propio o la necesidad de adquirir poder sobre los demás; y decimos, olvidaros, porque todas esas cosas están desprovistas de esa sustancia necesaria como combustible para que se desarrolle el Proceso y que hemos denominado como Amor.
¿En qué punto del Proceso te encuentras?
¿Acaso, ya lo comenzaste?
Pues bien, si comenzaste el proceso te encuentras en el Estadio de “Estudiante de la Rosacruz”
Si sentaste a tu Ser Interno en el Trono del Corazón, te habrás convertido en un Discípulo de la Rosacruz, capáz de controlar sus emociones y de desarrollar el Trabajo encomendado por Cristo, tú único Maestro y Señor.
Si conseguiste disolverte, como Personalidad, al sentar al Señor de tu Vida en el Trono de la Cabeza, tú ya no estarás como Testigo, sino como Protagonista, junto a Cristo, dado que el Proceso Alquímico habrá conseguido que el Plomo de tu Alma Personalidad Mortal se haya transformado en el Oro de tu Alma Espiritual Inmortal. Sigues vivo; pero ahora, ostentas el Grado de Hermano Lego, el Hermano Lego es un representante de la Fraternidad de la Rosacruz en la Tierra y su misión es predicar el Evangelio de la Verdad y sembrar el Amor a su paso.
Existe una suerte de Cuarto Paso, que se da cuando el proceso se ha completado plenamente; es decir, cuando la Transfiguración se ha completado, dando lugar a la Transmutación total, a la Transfiguración o Resurrección mediante el Divino Traje de Bodas de la Resurrección. Entonces estarás en ese Cuarto Grado que trasciende lo Material y donde te habrás convertido en un Hermano Adepto de la Rosacruz, en un Taumaturgo capaz de hacer milagros capaces de infringir las leyes naturales, elevarte a los cielos o descender hacia los infiernos para seguir predicando la Palabra de Dios.
En eso consiste el Camino de la Rosacruz, una Vía de trascender nuestro Mundo mediante la Vía del Servicio desinteresado a los demás, mediante la Vía del Amor y de sembrar la Verdad del Evangelio entre tus semejantes.
¿Te atreves a convertirte en Rosacruz?
¿Te atreves a seguir la Vía del Auto conocimiento y del Auto sacrificio?
Sólo déjate llevar y recibe la Gracia de Dios en tu Corazón, deja que despierte Dios, quien mora en lo más profundo de tu Ser. Pídelo a gritos, llora en silencio y agradece de antemano, mediante Oración, ese despertar que, con toda seguridad, se producirá,
si es que no se ha producido ya.
Frater Aralba R+C
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