29 marzo, 2025

¿Cómo orar?

 “¿Cómo orar?”


-¿Cuantos sistemas de orar existen?-

Orar “del latín orāre: 

“Dirigirse mentalmente o de palabra a una divinidad o a una persona sagrada, frecuentemente para hacerles una súplica.”

(Real Academia española de la Lengua)


“Y esta es la confianza que tenemos en él: que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”

(1a de Juan 5:14-15)


“Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente. Podéis estar seguros de que no tendrán otra recompensa.

Cuando alguno de vosotros ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.

Y orando, -no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos-. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque -vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis-. Vosotros, pues, oraréis así: 

-Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 

Venga a nosotros tu reino. 

Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. 

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 

Perdona nuestras deudas, tal y como nosotros perdonemos a nuestros deudores. 

No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal-”

(Mateo 6:5-13)


Cada cual posee su propia idiosincrasia; es decir, su forma de ver e interpretar las cosas. Por lo tanto, no podría decirse que existe una sola forma de orar; es decir, como dice la Real Academia de la Lengua, de dirigirse a Dios; pero quedan claras, ciertas cosas que nos vemos obligados a remarcar:


1.- “Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente.” Éste es el modo que solemos ver en algunas iglesias protestantes; especialmente evangélicas y pentecostales. No entendemos el por qué lo hacen así, dado que el Pasaje evangélico es bastante clarificador. En estos casos en los que se ora “reza” de forma pública, generalmente en voz alta, se distingue, en cada orador, su formación académica y capacidad intelectual; es decir, unas oraciones serán más simples y humildes, mientras que otras son más retóricas y elaboradas. Dios no quiere que la Oración que se le dirija sirva como un ejemplo de nivel social.


Así que:

“Cuando alguno de vosotros ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.” Creemos que el Evangelio, en ese sentido, no puede ser más claro y escueto. Orar se debe de realizar a solas, en silencio, es lo que significa en secreto. 


2.- “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.” También, al menos para nosotros, queda claro que la verdadera oración, respetando cualquier interpretación posible, no debería de ser un cúmulo de frases aprendidas de memoria y que se relatan, muchas veces, de forma inconsciente; es decir, sin asimilar, claramente, todo su profundo significado; dicho de otro modo, una Oración se diferencia del rezo o mantra porque la primera resulta espontánea y los segundos requieren de una previa memorización.


Así, cuando en Primera de Juan o en Lucas 11:2-4, una versión resumida, se relata la Oración del "Padre Nuestro", no se hace para aprenderse de memoria y repetirlo cada vez que se necesite, sino como un ejemplo ilustrativo de cómo debería de ser una verdadera y legítima Oración. Nosotros entendemos que el Padre Nuestro, en tanto que ejemplo de Oración, recoge lo siguiente:


1.- Un reconocimiento de donde se encuentra Dios “Padre Nuestro que estás en el Cielo”; es decir, en el Pleroma, en todas partes, pues Dios es la esencia de todo lo que existe y pudiera existir

2.- Un reconocimiento de que todas sus criaturas debemos de reverenciarlo “Santificado sea tu Nombre”; es decir, reconocer que Dios es la Fuente de todo aquello que somos, pero sobre todo, de aquello que pretendemos ser, santos como Él.

3.- Ahora, después de roconocer lo que es Dios, vendría la primera petición: “Venga a nosotros tu Reino”

4.- La Segunda petición, relacionada con la primera de carácter Divino “Hágase tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo”; esto demostraría, en nosotros, el afán de trascender de éste Plano Mortal al Plano Divino donde mora la inmortalidad; dicho de otro modo, esperamos que lo que suceda en la Tierra pueda llegar a ser un reflejo fiel de aquello que acontece en el Pleroma.

5.- Ahora, después de hacer público, a Dios, nuestro deseo más íntimo de trascender de lo material a lo espiritual, también podremos expresar nuestros deseos materiales más necesarios y mundanos “El pan nuestro de cada día dánoslo Hoy”; es decir, no debemos de pedirle a Dios por aquello que nos podrá deparar en el futuro, sino que la Oración debe de reflejar nuestras necesidades, verdaderas, presentes; en tanto que como personas de Fe, confiando en Dios no necesitamos de preocuparnos por lo que en el futuro nos podría acontecer.

6.- Ahora, tras las peticiones, es la hora de confesar nuestras faltas y solicitar perdón por ellas; pero, se dará el perdón, si nosotros somos capaces de, igualmente, perdonar “Perdona nuestras deudas tal y como nosotros perdonemos a nuestros deudores”. Esto es importante, pues algunos creen que basta con que solicitemos perdón para que seamos perdonados. No, eso no funciona así. Seremos perdonados si nosotros somos capaces de perdonar a aquellos que nos ofendan.

7.- “No nos dejes caer en Tentación” Ésta frase, como la siguiente, intentan ser premonitorias, solicitando a Dios que todo aquello que nos pueda hacer caer en lo malo, no se cruce en nuestro Camino; es decir, que no se nos pruebe con aquellas experiencias que nos superan y con las que no sabríamos lidiar.

8.- “Más Líbranos del Mal”; es como solicitando el talismán Divino que nos impida hacer algo malo e impropio, ya sea contra nosotros mismos, contra los demás o contra cualquier otra cosa, como la propia Naturaleza. Es como decir, Dios mío, no permitas que de mi boca o manos surja algo que esté en contra de tu Divina Voluntad.


Para terminar, digamos que la verdadera Oración, con el tiempo, debería de convertirse en una genuina conversación con Dios, mediante la intermediación de Cristo nuestro Maestro y Señor.


Para finalizar, bienvenidos sean todos los ejemplos de oraciones para que, cada cual, confeccione sus propias oraciones. Oraciones que, según nuestra opinión, deberían de ser espontáneas y surgir desde lo más profundo del Alma; porque, como ya hemos dicho, de nada sirve repetir, sin emoción, las palabras de terceros. Sean bienvenidos los libros de oraciones si sirven, exclusivamente, como ejemplo para que las personas aprendan a orar. Recuerden que las oraciones no son ni himnos ni coritos musicales cuya función es honrar a Dios mediante nuestras alabanzas públicas. Orar es algo mucho más íntimo y profundo.


Frater Aralba R+C




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