19 febrero, 2025

Charlatanes, eruditos e iniciados

 “Charlatanes, Eruditos o Iniciados”


-¿Por qué no se es la misma Persona, ahora que hace años?

Existe algo innato a todos los seres humanos, la curiosidad. Esa curiosidad suele ser despertada por el resorte del carisma. El carisma es una característica de ciertas personalidades y que, generalmente, viene acompañada de desvergüenza y extroversión. Ésto no significa que una Persona introvertida no pueda ser carismática; de hecho no lo será en el Cuerpo a Cuerpo, pues aunque la Humildad aporta su propio carisma, la Persona Humilde siempre intenta pasar desapercibida sin aparentar o despuntar de entre los demás; pero ese Carisma, vamos a llamarlo interior y que puede pasar desapercibido en la cercanía corporal, puede transmitirse al lenguaje, ya sea escrito, vocal o audiovisual. Así, alguien que en Persona pudiera parecer anodina y sin fondo, al leerlo, escucharlo o verlo, mediante diferentes medios, nos transmite un hálito de sorpresa no esperado “nunca se termina de conocer a las personas”; “Ésta faceta tuya no me la esperaba”; “¿Quien diría que éste seas tú?”, o “Caray, ¿quién en verdad eres, mi Amigo?”


Tanto el charlatán como el erudito y el iniciado poseen su carisma personal; solo que estos tienen, en forma metafórica, diferentes colores o diferentes formas de mostrarse. El charlatán, por regla general es un depredador psicópata que utiliza su carisma, también encanto personal, para atrapar a sus víctimas con el fin de conseguir una adoración que alimente su baja autoestima interior. 


Quizá, al principio no; pero cuando se va conociendo al charlatán se va descubriendo cual es su interés para mostrarnos su cara más halagadora y simpática; el cebo con la que el pescador atrapa a su presa; el cebo con el que el psicópata atrae a sus seguidores. El charlatán no es un Iniciado; pero tampoco un erudito, en tanto que Él toma cuatro cosas o truquillos, no más, que se aprende de memoria y repite constantemente para atraer a sus futuros seguidores. 


Estás cosicas, generalmente, están relacionadas con algún conocimiento no demasiado asequible para la mayoría de las personas. Así, un charlatán, de libro, podría tomar, por ejemplo, parte del argot de pseudo esoterismo científico de la Física Cuántica. Evidentemente, aunque nadie lo entienda, atraerá la atención de sus lectores y oyentes; pero, evidentemente, será descubierto cuando uno de sus oyentes sea un perfecto entendido en Física Cuántica; otra cosa es que, el tal oyente desee poner o no en evidencia al fantoche charlatán; pero eso ya, será una cuestión personal que dependerá, de la suerte que tenga nuestro amigo. Hay personas, charlatanas, que pueden tirarse toda la Vida sin ser descubiertos y hay otros que tienen que estar cambiando de ambiente cada dos por tres; es decir, cada vez que alguien los descubre. 


Y el Charlatán, que suele ser un psicópata muy inteligente, hará todo lo posible para ocultar su falsa y verdadera Naturaleza. Hay formas muy simple de descubrir a un Charlatán: Ante todo será una Persona muy interesada; esto quiere decir que cada paso que da, cada Palabra que emite están dirigidos a conseguir un objetivo concreto, ya sea económico, de placer personal o de sentirse superior a sus oyentes y seguidores. Digamos que el Charlatán es depositario de varios síndromes como el mesiánico, de superioridad intelectual o el de Divinidad; en tanto que ve a sus semejantes como meros insectos que están en el Mundo para cumplir con sus deseos.


El Erudito viene a ser como una enciclopedia viviente cuyo mayor vicio es leer, memorizar y estudiar todo lo que a sus manos llega. Es un vicio que no tiene cura y salvo fuerza mayor, como quedar ciego o padecer demencia, nunca se quitará. El Erudito lo es por Amor al Conocimiento y siempre estará dispuesto a compartir su saber con los demás; de hecho, es más que probable que éste sea uno de los puntos que más placer mental pudiera darle. El Erudito, al contrario que el charlatán, no se mueve por algún interés; sino por el mero gusto de aprender cosas nuevas y compartirlas con los demás. Cuando un Erudito es descubierto en algo falso, él no huirá del ambiente donde se encuentre, sino que reconocerá su falla, aprenderá de ella y corregirá su discurso para que se adapte lo más posible tanto a la realidad como a la Verdad. No obstante, un simple Erudito, con todo respeto, funciona de una forma similar a un papagayo; es decir, repitiendo con total exactitud aquello que haya aprendido mediante los libros y otros medios; pero, el simple Erudito, no suele tener iniciativa para generar nuevo Conocimiento; es decir, extraer de su interior aquello que su intuición le dicte. Así, esa sería la principal diferencia entre un mero Profesor Universitario y un Investigador. El Investigador, mediante lo que ya conoce, sumado a sus especulaciones e intuiciones trae, en forma de inventos y descubrimientos, nuevo Conocimiento que los eruditos de turno absorberán, con fruición, a su debido momento y que los charlatanes, al tratarse de nuevo Conocimiento no generalizado, utilizarán para montar las historietas con las que poder atraer a sus adoradores; pero el único que conocerá, de verdad, es decir, sabrá de qué se trata, será el descubridor del asunto y de eso se trata ser un Iniciado.


Así, el Iniciado, al contrario que el Erudito, no es un coleccionista de Conocimiento; sino que utiliza el Conocimiento ya existente como llave maestra para abrir puertas mentales que lo lleven a descubrir nuevo Conocimiento. En ese sentido, el Iniciado más que un Erudito es un Gnóstico que ha aprendido a tener acceso a la Memoria de la Naturaleza y desde la cual traer nueva información a su Mundo. Evidentemente, es más que probable que un Iniciados haya pasado, con anterioridad, por el Estado de Erudito; pero llegó a un punto en el que se dijo “Tengo que parar de estudiar y comenzar a investigar para aportar algo nuevo al Mundo”; es decir, un Iniciados es un erudito que ha sabido cortar con su vicio de la erudición; sí, porque casi siempre, para convertirse en un Creador, hay que dejar de leer aunque no de estudiar; en tanto que el propio Proceso de descubrir, crear o inventar forman parte del Estudio Profundo de la Vida, una virtud muy apreciada en todo Estudiante de la Rosacruz. Es por ello que los estudiantes rosacruces, independientemente de su nivel o Grado, jamás dejarán de ser “Estudiantes Rosacruces”


La Erudición, dentro de la Rosacruz, posee una frontera, la del “Estudiante Discípulo de la Rosacruz” el Discípulo toma una Vocación impuesta por el Maestro Interno y que puede ser cualquiera, como realizar un trabajo ecuménico o comenzar un Proceso de Investigación cualquiera. 


Con ese Proceso de investigación personal y vocacional se termina con el Estudiante Rosacruz erudito; amante de acaparar más y más conocimiento expuesto por los anteriores avatares y comienza el Proceso del Iniciado capaz de traer nuevo conocimiento a éste mundo. No se puede llegar al Grado de Hermano Lego de la Rosacruz si no se ha enterrado al erudito para dar nacimiento al Iniciado; es decir, que no se haya dejado el vicio del papagayo de repetir lo que otros, en el pasado, dejaran por escrito para pasar a convertirse en un desvergonzado que no tenga miedo de mostrar nuevo y extraño Conocimiento al Mundo, extraído de los anales de la Memoria de la Naturaleza, los registros de Memoria del Pleroma y a los que solo se puede acceder desde Agartha o Esfera Reflectora. Si ése conocimiento procede de Shamballa, mucho mejor pues estará filtrado por los Hermanos Mayores de la Rosacruz.


No decimos que un Charlatán; es decir un psicópata falsario no tenga redención posible, la tiene. Es la evidencia palpable de que los milagros existen; pero es más evidente en el proceso del erudito y, sobre todo, en su salto a Iniciado, comprobándose que una Persona no es la misma al comienzo del Camino que en medio de Él o acercándose al final, porque las diferencias entre un buscador compulsivo, un erudito coleccionista de textos y un iniciado, pueden resultar enormes y aparentar, ante un observador externo, que se trata de personas muy diferentes entre sí, cuando en el fondo se trata de la misma, una al comienzo del Proceso y la misma al final del Camino.


Pedirle a un erudito que demuestre su erudición es algo normal y que el Erudito demostrará con sumo gusto mediante una charla, conferencia, seminario o cualquier otro medio que se les ocurra; pero solicitarle a un Iniciado que demuestre su Iniciación, como poco, es una falta de consideración; en tanto que toda su Vida y su Obra son la muestra fiel de su Iniciación y quien no quiera verlo es porque está ciego para ello.


Se puede desenmascarar a un charlatán; pero jamás a un verdadero Erudito o a un Iniciado; en tanto que el Erudito tiene muy fácil demostrar su erudición y un Iniciado jamás caerá en el juego de los cazadores de falsarios, aunque solo tenga su propia Vida y Experiencia para mostrar su Estado a sus alumnos y estudiantes, los de fuera no estarán capacitados para detectar el Grado de Maestría y solo verán, ante sus ojos, a un charlatán más; pero uno al que, por Ley, no serán capaces de desenmascarar, en tanto que no será un charlatán sino otra cosa que se escapa de éste Mundo.


Frater Aralba R+C


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