“¿Quienes somos?”
-¿Cual es nuestro propósito, nuestra Misión?-
No nos entusiasma tener que hablar de nosotros mismos, pues resulta arrogante y fruto de poseer un ego superlativo; pero no nos queda otro remedio que hacerlo, de vez en cuando, dado que no, ya por la Edad, tenemos abuela ni tampoco palmeros y pelotas de medio pelo. No, nunca nos ha gustado la gente que te masajea el hombro y te dora la píldora. Esas son las personas que, primeramente, bloqueamos de nuestro entorno.
Esto, como podrán suponer sólo es para los nuevos que nos siguen. Los que llevan tiempo con nosotros pueden pasar de su lectura, dado que ya son demasiadas las veces que, durante los últimos trece años, hemos tenido la necesidad de indicar quiénes somos y qué es lo que pretendemos.
Hacernos rico y famoso está más que demostrado que no, dado que la cara que os muestro es la auténtica, no escondiéndose tras la careta del carisma, la bondad o la simpatía. Somos todo lo contrario a eso. Nuestro carisma es menos que nulo, la simpatía brilla por su ausencia y nuestra bondad es limitadísima; desde luego, no serviríamos de Ceo, ni para la Cruz Roja ni para cualquier otra ONG.
Somos un Individuo solitario, autodidacta y extremadamente desconfiado. Lamentablemente así nos hizo la Vida desde que teníamos una corta edad. Eso quiere decir que es extremadamente complicado que alguien nos engañe, confunda o sorba el coco. Nuestra Historia así lo demuestra, en tanto que no hemos sido capaces, gracias a Dios, de mantenernos en un mismo lugar, sectas, más de tres o cuatro años. Esto es debido a que nuestra forma de ser es incompatible con líderes y gente que irradia carisma a raudales; pero esconden unas grandes dosis de falsedad e ignorancia más que maldad.
Quizá esa sea una de nuestras fortalezas; pero también una de nuestras debilidades y por lo que, parece, no terminamos de conectar con la gente. Me han engañado tanto desde chico que hemos construido una suerte de coraza de acero que nos impide caer en la guarida de alguna secta, toquemos madera aunque tengamos ya una cierta edad.
De pequeños nos enseñaron a leer como a casi todo hijo de vecino; pero a escribir, lo aprendimos por nuestra cuenta y, os aseguro, que nos ha llevado más de media Vida hacerlo medianamente regular y con cierta dignidad. Quizà, por ello, algunos pudieran tildarnos de complicado de leer y rebuscado; pero es lo que hay, en tanto que no escribimos de forma literal para que se nos entienda al pie de la letra, sino mediante alegorías, metáforas incluidas en el metalenguaje utilizado. Sí, porque lo que intentamos es, más que transmitir frases, transmitir símbolos que despierten en nuestros lectores su propia conciencia y, consecuentemente, su conocimiento y camino interior.
Desde muy chico hemos sabido que habíamos venido al Mundo a transmitir algo. Intentamos el dibujo que no se nos daba mal; pero cuando descubrimos el lenguaje escrito, entendimos que ese era el medio de transmisión de información que debíamos de utilizar. Sabíamos que teníamos algo que decir a la Humanidad; pero, concretamente, no sabíamos el qué. Eso lo iríamos descubriendo con el paso de los años y tras pasar por instituciones de diversas índole, desde religiosas “Iglesias Evangélica”, partidos políticos “Partido Comunista de España”, fraternales “Organizaciones masónicas y rosicrucianas”, lúdicas “Club de Fans de Star Trek” y hasta culturales como la “Agrupación Astronómica Madrileña”
Siempre tuvimos la sensación de encontrarnos fuera de lugar; es decir, que no nos encontrábamos en el Lugar apropiado y que estábamos perdiendo el tiempo que Dios nos había concedido. Así, nos sentíamos como Jonás cuando huía de su labor profética en Ninivé. Sentíamos que navegábamos en un barco a punto de zozobrar como así terminaría sucediendo con la quiebra de nuestro lugar de Trabajo.
En todo este tiempo tuvimos que aprender a combatir la timidez y la vergüenza y a expresarnos de forma abierta. Una vez superadas esas lastrantes limitaciones quedamos abiertamente expuesto al qué dirá de la gente; pues cuando superas la timidez y la vergüenza, la gente puede verte como egocéntrico y arrogante, lo cual creemos que no es el caso; pero bueno, es nuestra percepción que, desde luego, no es la más apropiada. Ustedes, en éste asunto, tienen la última palabra.
En cuanto a nuestra Misión en la Vida, mentiríamos si dijéramos que la teníamos clara desde el principio. Ésta se fue manifestando, paulatinamente, a través de los años. Nuestro deber de Ministerio lo descubrimos al entrar en contacto con el ámbito religioso; pero existían muchas dudas a la hora de creer que las enseñanzas eclesiásticas, ortodoxas, eran nuestra labor. Esa era la misión de otros, no la nuestra; eso sucedió también durante nuestro paso por las masonerías e instituciones rosicrucianas; pero, sobre todo, estás últimas resultaron imprescindibles para el descubrimiento de nuestra Misión: “Descubrir la Verdad del Sentido de la Vida, primero, y transmitir esa Enseñanza aprendida, de forma autodidacta, a los demás después”
Evidentemente, a la hora de transmitir nuestra verdad, teníamos que hacerlo de una forma no dogmática y extraordinariamente abierta; es decir, sin el peso de lastrantes doctrinas que pudieran impedir a las personas, descubrir, por sí mismas su propio Destino; en tanto que no hay dos destinos iguales ni misiones idénticas.
No sabría decir cual fue el punto de inflexión en el que descubrí cual era mi Misión en la Vida. ¿Durante nuestra etapa en la Iglesia Protestante?, ¿Durante nuestro periodo de formación en la Rosicrucian Fellowship? (La Fraternidad Rosacruz de Max Heindel) O quizá, cuando descubrimos la Gnósis de manos del “Lectorium Rosicrucianum” la (Rosacruz Áurea). Ciertamente, es de reconocer que éste último fue el Lugar con el que más nos identificamos aunque no terminamos de compartir sus métodos. Nuestro paso por el resto de organizaciones, ya mencionadas, nos sirvió, básicamente, de aprendizaje de técnicas más que de otra cosa. Así, de la AMORC, la Gran Logia de España (Masonería Regular) y la Gran Logia Simbólica de España (Masonería Liberal), aprendimos mucho; pero nada sustancial que nos sirviera para la Misión que teníamos encomendada.
Ahora que hablamos de ésto, nuestra Misión de divulgación de las Enseñanzas Rosacruces, comenzó tempranamente cuando de Alumno Probacionista, pasamos a Discípulo de la Fraternidad Rosacruz y tomamos nuestra misión ecuménica de diálogo entre las diferentes tendencias rosicrucianas. Trabajo que hemos venido desarrollando hasta muy recientemente, primero de forma presencial, visitando las diferentes organizaciones en el Territorio español y después, manteniendo una presencia permanente en las redes sociales de Internet, desde hace aproximadamente algo màs de trece años.
Esa Misión Ecumënica, desde nuestro punto de vista infructuosa a día de hoy, terminaría derivando en nuestra incorporación a la Fraternidad Rosacruz Antigua que Krum Heller construyera para el Mundo de Lengua Hispana y Portuguesa; pero durante todo ese tiempo, habiéndonos convertido en un “Hermano Lego de la Fraternidad Rosacruz”, entendimos que nuestra Misión no consistía en ser un mero transmisor de las enseñanzas rosacruces elaboradas, con anterioridad, por otros; sino que nuestra Misión era mostrar nuestra mejor versión de la Rosacruz. De algún modo, nuestra Labor durante todos estos años ha consistido en desarmar, primero, la Rosacruz en sus piezas esenciales para después rearmarla; pero dejando aparte todas aquellas piezas que consideramos como impropias e innecesarias; es decir, todos aquellos mitos y leyendas que, dados por cierto, han lastrado a las sociedades rosacruces, alejándolas de la verdadera Historia y de la Razón; pero, por otro lado, sustituyendo esas piezas inútiles y contraproducentes por una profundización en dos vertientes principales, la primera una profundización en la verdadera Naturaleza Reformista de la Rosacruz original del Siglo XVII, y la segunda, una mayor presencia de la Gnosis, recientemente reencontrada, dentro de las Enseñanzas Rosacruces. Algo que nos parece imprescindible como un modo de mostrar la evolución de una Rosacruz que jamás perdió su esencia de Reforma permanente, no solo de la Religión, sino también de la Cultura y de la Sociedad.
El convertirnos en el Soberano Comendador de la Fraternidad Rosacruz Antigua para España, con todas las prerrogativas y privilegios que ello conlleva, nos facilitó el trabajo de dirigirnos al público, en general, con cierta autoridad. Una Autoridad que pretendemos hermanar a la necesaria Humildad que en estos casos hay que mostrar de necesidad.
Así, nuestra Misión, algo que como dijimos nos ha costado años descubrir, es mostrar las Enseñanzas de la Fraternidad Rosacruz, desde nuestra propia visión personal, como algo de mucha antigüedad; pero con un Mensaje Nuevo, descubrir, cada uno y de forma individual, su Camino Interior conducente al descubrimiento de Cristo, el Maestro Interno y que será el que os muestre, a cada uno de ustedes, su propia Misión particular. Eso sucede, siempre, cuando pasamos de ser meros estudiantes a discípulos de la Rosacruz. Es cuando te conviertes en Discípulo cuando recibes tu propia Misión. Una Misión que no podrás rechazar y que más pronto que tarde deberás de llevar a cabo como nos tocó a nosotros, aunque reconocemos que, en nuestro caso, fue más tarde que pronto.
Para finalizar quisiera insistir en que la Fraternidad Rosacruz no es una Organización Terrenal creada para la preservación ecológica del Planeta, con el fin de que sirva de Paraíso para las generaciones futuras. Ese es el gran engaño de nuestro Tiempo. La Tierra, nuestro Planeta, es un huevo cósmico del que nacerá una nueva Humanidad más evolucionada. Para que éste pollo pueda nacer, el cascarón del huevo se debe romper. Nuestro Mundo es un medio no un fin en sí mismo. Sabemos que esto es una Verdad incómoda para muchos y que se trata de algo políticamente incorrecto; pero es la Verdad.
Éste Mundo es temporal y nosotros peregrinos que estamos de paso en Tierra extraña. Nuestra Misión no consiste en preservar el Mundo para nuevas generaciones humanas, sino despertar la Conciencia a nuestra condición Divina apresada en una prisión temporal, el Mundo, que hay que desmantelar para poder regresar a nuestro verdadero Hogar Celeste. Esa es la verdadera misión de toda la Humanidad. Solo los ateos que no quieren creer, siguen creyendo que éste diminuto Planeta, expuesto, en el que vivimos, puede ser el hábitat de la Humanidad por toda la Eternidad.
Querer conservar el huevo intacto es una temeridad, pues impedirá que el pollo pueda nacer y todo lo que se haya realizado con anterioridad no habrá servido para nada.
Recuerda, el Mundo no es tu Hogar sino tu prisión. El Mundo no es el Hogar de tus hijos y de tus nietos, sino su Prisión y mientras antes reconozcas esto, antes descubrirás cual es tu misión en la Vida; pero desde luego no es convertirte en ecologista y en miembro de Greenpeace, sino en un Guerrero, políticamente incorrecto, por la Libertad de la Humanidad.
Frater Aralba R+C
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