“No es Oro todo lo que reluce”
-No se puede ser autista y psicópata al mismo tiempo, son cuestiones incompatibles-
De un tiempo a ésta parte, desde hace algunos años, se ha puesto de moda, en las redes sociales, hablar sobre el Autismo y, con ello, ejemplificarlo, no siempre con demasiado éxito, mediante personajes de gran relevancia, unos aún vivos y otros pasados a mejor gloria.
No vamos a ser nosotros,ni tener la mala baba de indicar aquellos personajes que se vienen indicando como autistas y que no lo son; pero sí vamos a especificar algunas características esenciales que definen al espectro del síndrome autista para que no caigamos en la trampa de creer que todo lo que se nos vende como autismo lo es.
De hecho, existen algunos insignes psicópatas de libro que se esconden tras la denominación del autismo o Síndrome de Asperger; pero claro, para que eso suceda, el síndrome del espectro autista y la psicopatía tendrían puntos en común; pero eso no sucede más que en un solo aspecto, la antisociabilidad, y a poco que se investigue se descubren matices muy importantes que diferencian a un verdadero autista de un psicópata encubierto tras una falsa máscara de autismo.
La diferencia más clara entre un psicópata y un autista es su absoluta falta de empatía y, lo más importante, que ésta siempre va acompañada, en el caso del psicópata, de algún tipo de intencionalidad, como hacer daño, mostrar algún tipo de superioridad o, simplemente, divertirse viendo el sufrimiento de sus víctimas.
En el Autismo existe una falta de sociabilidad por un introvertismo extremo que impide al autista manifestar sus emociones; pero jamás encontraremos esa intencionalidad del psicópata a la hora de relacionarse con su entorno. Que ambos puedan parecer bichos raros, en un primer vistazo, es una certeza; pero cuando se intenta tratar con el psicópata nos entra como una suerte de vértigo o escalofríos al comprobar la profunda oscuridad de la Mente psicopática, cosa que no sucede con el autista que, por el contrario, muestra cierta atractiva simpatía.
Cuando se realizan listados de personajes famosos que son considerados como autistas nos encontramos con varios problemas. En primer lugar ¿Cómo podríamos conocer si alguien ya fallecido fue autista si no fue previamente diagnosticado? En estos casos concretos, se trata de un ejercicio de especulación demasiado arriesgado; en tanto que para diagnosticar el síndrome del espectro autista hay que realizarlo con el Personaje vivo y no por lo que terceros escribieran o dijeran acerca de ellos.
También nos encontramos, en el caso de los vivos, con aquellos que sin haber sido debidamente diagnosticados, ellos se sienten autistas, hombre porque ser autista está de moda y, en algunos casos relevantes, ese auto diagnóstico o diagnóstico comprado les puede servir como cortina de humo para ocultar una Personalidad oscura, narcisista y terriblemente psicopática.
Por regla general los psicópatas que van de autistas suelen mostrar un comportamiento abiertamente filantrópico; pero que, a poco que se escarbe en la superficie, se descubren intereses económicos muy específicos. Así, estos psicópatas encubiertos, suelen tener varias fundaciones, supuestamente filantrópicas, para ayudar a la Humanidad; pero, curiosamente, esas instituciones terminan siendo fuente de ingresos multimillonarios; es decir, se trata de empresas encubiertas como fundaciones, del mismo modo que sus propietarios son psicópatas disfrazados de autistas filantrópicos.
El psicópata como el autista, lo son de la cuna a la tumba; pero el primero, en ciertos casos, intentará encubrirlo para que no se descubra esa tara oscura que lleva consigo desde que era un bebé. El autista, por el contrario, nunca va a intentar ocultar lo que es, pues se trata de una mera condición existencial.
Vamos a diferenciar las actitudes de un psicópata respecto de un autista.
En el psicópata siempre se puede descubrir un interés oculto en su comportamiento, en el autista no. Ese interés puede estar encubierto mediante el engaño y tratar de hacerse, por un módico precio, de una patente, un robo descarado a compañeros de los que se hizo, interesadamente, amigo o el acoso sistemático de aquellas personas que hayan tenido la mala fortuna de encontrarse bajo su mando profesional.
La presión de un psicópata, en el plano profesional, puede llegar a ocasionar el suicidio en algunos de sus más sensibles subalternos; pero de lo que no cabe duda alguna, es que el entorno del psicópata termina por convertirse en un auténtico Infierno.
Quizá otra característica común entre el autista y el psicópata sea su extremada inteligencia. Ambos pueden llegar a ser seres muy inteligentes; pero en el caso del autista ésto se demuestra como genialidad, mientras que el psicópata lo utiliza como muestra de su poder de manipular a las personas que se encuentren en su entorno o bajo su directa influencia.
Con ésta reflexión no queremos decir que todos los autistas sean santos y todos los psicópatas asesinos en serie; pero sí, que tenemos que tener mucho cuidado con esos listados de moda que nos ofrecen los influencers de las redes sociales; en tanto que para conocer bien a una persona y determinar si es o ha sido un psicópata o un autista, no vale con tener algunos conocimientos de Historia o haber leído sobre psicología. Es muy importante haber seguido, pormenorizadamente, la trayectoria vital de un Personaje para así poder adjudicarle la característica de psicópata o de autista.
Así, alguien que de chaval tuvo conflictos con la Autoridad por creerse superior a ella y que en sus fotos se mostraba arrogante y riéndose de lo acontecido, tiene muchos puntos para ser considerado como un psicópata más que como un autista.
Así, alguien que ha utilizado, estratégicamente, las malas artes del engaño para salirse con la suya, valorando el trabajo de terceros muy por debajo de su valor real, es más propio de un psicópata integrado que de un inteligente autista que no planifica sus pasos con intencionada maldad.
Así, alguien que siendo propietario de una Empresa, trata con despotismo a sus trabajadores y mostrando, públicamente, sus debilidades con el fin de destruirlos moralmente; ese alguien es un psicópata de libro más que un autista con problemas de introversión y que le impida una relación social natural y efectiva.
El psicópata se aísla socialmente porque considera a todos los demás como inferiores y rivales a eliminar o utilizar a su conveniencia. El autista, por su patológica introversión, se aísla del Mundo que lo rodea para que ese Mundo no lo afecte negativamente; en el Alma del autista no existe un sentimiento de revancha ni de odio hacia la Humanidad, sino una necesidad de aislarse a modo de autodefensa para no ser dañado ni hacer daño a otros.
Esperemos que nuestros amigos hayan podido descubrir, entre líneas, a ese supuesto Autista Filántropo de la Humanidad y que esconde, tras un dramático disfraz, a uno de los más grandes psicópatas que ha dado lugar nuestro tiempo, Creador de un gran Emporio informático y quien se encuentra, en la actualidad, detrás del mayor proyecto eugenésico de la Historia, mediante vacunaciones masivas, creado por la Casa Rockefeller y que sus padres condujeran antes que Él con peor o mejor fortuna.
Frater Aralba R+C
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