02 enero, 2025

El punto cruel de la Existencia

 “El punto Cruel de la Existencia”


-La permanente lucha entre la Consciencia y el Instinto de Supervivencia-

Vivimos en un Mundo real, cosa que no podemos negar; pero con estructuras ilusorias que pervierten nuestra percepción de la Realidad, haciéndonos creer que vivimos en un Mundo muy diferente de cómo, en realidad, es.


Los seres humanos, desde los comienzos de la Civilización nos hemos, progresivamente, separado de la Naturaleza, creando a nuestro alrededor una suerte de burbuja ilusoria y en ésto, la Consciencia tiene mucho que ver; es decir, nos engañamos a nosotros mismos haciéndonos creer que vivimos en un Mundo Justo y Perfecto, donde lo malo procede de nosotros mismos, de nuestra Especie o de entidades, inexistentes, conocidas como demonios.


Lo cierto es que si paramos nuestra Mente un instante e intentamos ver el Mundo con cierta imparcialidad, la Crueldad lo invade todo. Y sí, el Mundo es bonito de lejos, como si lo mirásemos a través de una pantalla de alta resolución; pero si nos acercamos a él, lo tocamos y lo vivimos, puede ser extraordinariamente implacable y cruel.


Sí, la vida es cruel, el Universo es implacable y donde impera la Ley del más fuerte, del depredador y la presa, del comer o ser comido. Los seres humanos, gracias a nuestra consciencia e inteligencia hemos sabido apartar, de nosotros, a los grandes depredadores del Planeta, ya sea eliminàndolos hasta su extinción, apartándolos en reservas naturales o enclaustrándolos en zoológicos; pero esa lucha contra nuestros enemigos naturales, se encuentra muy lejos de ser concluida; en tanto que aún nos queda por completar la guerra que tenemos entablada contra bacterias, virus y hongos, dado que completada una batalla surge otra nueva y ésto no parece que algún día pudiera acabar.


Nuestra Consciencia, por nuestro propio bienestar personal y no vivir en un Estado de permanente ansiedad, nos comunica que el Mundo es maravilloso, que los leones son animales magníficos dignos de admiración y que la depredación es algo completamente natural. Y todo ello es verdad; pero hace que descuidemos nuestra percepción de la Realidad, siendo dicho motivo, la causa de terribles accidentes mortales entre los visitantes a la reservas naturales.


Si creías estar seguro en tu ciudad, en esa casa blindada que posees, estás mortalmente equivocado, pues a nuestro alrededor rondan nuestros más peligrosos e invisibles depredadores. Algunos de ellos, con antibióticos, los tenemos más o menos controlados, los virus ya no tanto y no os cuento si se trata de hongos invasivos. Por mucho que nos escondamos de la Realidad, ésta nos perseguirá hasta el día de nuestra batalla final.


Si existe un verdadero Paraíso, tened presente que no es éste Mundo ni éste Universo, donde rigen reglas implacables y donde la consciencia, para nosotros, es más un peligro que una ventaja, en tanto que nuestra visión de la Realidad, a través de ella, la distorsiona proporcionàndonos una dudosa versión de lo que observamos.


Así, el Gnóstico, no es confundido por la propaganda que se nos vende; en tanto que conoce que vive en un entorno ilusorio que intenta esconder la Crueldad de la Vida y mostrarnos solo la belleza aparente. Una Realidad que más se parece a los relatos imaginados acerca del Infierno que de lo que podríamos considerar un majestuoso Paraíso.


Es importante despertar a ésta Verdad: Que el Mundo en qué vivimos es como es y no puede ser cambiado. A lo sumo, lo único que podemos cambiar es nuestra personal percepción; pero al hacerlo, no estamos autoengañando e impidiendo que podamos seguir avanzando hacia la liberalización de ésta Prisión, cuyos barrotes no son otros que las propias leyes que rigen en la Naturaleza. Leyes implacables y que no pueden ser subvertidas sin que las propias fuerzas se vuelvan contra nosotros aplastandonos sin ningún tipo de compasión.


¿Que tratamos de decir con ésta pequeña reflexión?, ¿Acaso que nos alineemos con la propia Crueldad de la Naturaleza y sigamos el juego de Predador y Presa?. En absoluto, en tanto que estaríamos yendo en contra de nuestra Consciencia cuya fuente es nuestra Naturaleza Espiritual. Lo que tratamos de hacer entender a nuestros lectores es que no se olviden del pantanal en el que estamos sumidos. Podemos Ser espirituales y amorosos; pero intentemos, en lo posible, no mostrar al público nuestras debilidades, pues siempre habrá alguien encantado de poder fagocitarnos, pues el Mundo que creamos en nuestro Cerebro no es real, sino una mera ilusión distorsionada y que lo que pretende es edulcorarla.


Cuando salgan a la Vida, no les decimos que se comporten hipócritamente, sino que sean prudentes y no entreguen su confianza a cualquiera, pues aunque no se hayan enterado; ahí afuera impera la Ley de la Selva, la Ley del más fuerte, la Ley del más astuto y la Ley del más depravado. Porque aunque ustedes posean un determinado nivel de Consciencia, no se vayan a creer que todos los demás la tienen.


Entre nuestros convecinos existen muchos depredadores intentado localizar nuestras vulnerabilidades para usarlas a su favor y tomar ventaja. Andense con cuidado y mantengan su vida gnóstica, como Estudiantes Rosacruces, a salvo de las inclemencias del exterior; pero sin olvidar que esas terribles inclemencias existen y siempre están al acecho de intervenir a la más mínima equivocación que podamos tener.


Así, es que ojo avizor. Sepan cual es su verdadero Objetivo; pero también sean conscientes del enfangado suelo que están

 pisando.


Frater Aralba R+C

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