“Si estuvieran en lo cierto ya se habría solucionado todo”
-En busca de vías alternativas-
Alguna que otra vez se nos crítica, con mejor o peor fortuna, de que nuestra forma de exponer las enseñanzas rosacruces es poco ortodoxa; es decir, que no se ajusta al canon tradicional; pero ¿Qué es el canon tradicional? Un conjunto de paradigmas que se han convertido en Doctrina y, cuando construimos Doctrina después vienen los dogmas y el encasillamiento que nos impide encontrarnos con la Verdad.
Ciertamente no somos ortodoxo, en el sentido dogmático de la Palabra, no porque unas cosas nos gusten y otras no, sino porque mi pequeña inteligencia me dicta que si esos paradigmas, procedentes del pasado, fuesen ciertos, nuestro Mundo habría dado un paso de gigante hacia la Espiritualidad y el progreso Humano; pero sucede justo lo contrario, lo que nos indica que algo estamos haciendo mal y que estamos confiando en paradigmas y doctrinas equivocadas.
Nuestro nivel de Conocimiento no depende solo de lo aprendido de los maestros del pasado, sino también de contrastar ese conocimiento histórico con los descubrimientos más recientes y lo que no podemos hacer es quedarnos con la Doctrina porque fuera heredada, cuando la Ciencia más avanzada nos dice que eso son tonterías infumables y que fácilmente pueden desmontarse.
Yo no digo, no decimos, que todo ese bagaje de conocimiento se tire a la basura sino que se archive en la estantería de las cosas que en su día sirvieron; pero, hoy desde un punto de vista más amplio, resulta que no sirven. No, no se trata de dar un giro de ciento ochenta grados y cambiar de rumbo, sino de ir ajustando, milimétricamente, nuestra senda según sea conveniente para encontrar la Verdad. Porque si nos obcecamos con que lo que nos dieron los maestros es lo único que vale porque ellos sabían más que nosotros, estaremos errando nuestro Camino. ¿Por qué tenemos, respecto a los maestros del pasado, ese complejo de inferioridad?, es que no tiene sentido alguno porque hoy no solo poseemos el Conocimiento heredado sino los nuevos conocimientos que nos proporciona la Ciencia. Hoy podemos mirar el horizonte con un potente gran angular, antaño lo hacían mediante un teleobjetivo que no les permitía ver la mayor parte del trasfondo de la Realidad.
Sí, es por ello que se nos denomina hereje, libre pensador; pero es un calificativo que lo llevamos con un cierto orgullo, en tanto que a nosotros no nos sirve lo que alguien nos diga, por muy docto y erudito que sea en determinadas materias. El Conocimiento, provenga de donde provenga, primero tiene que pasar por el cedazo de la razón y validado por nuestra intuición; es decir, el Conocimiento Interno de nuestro verdadero Yo, quien es el que tiene la última palabra.
Nuestro Respeto es general para todos los maestros del pasado; pero eso no significa que siga sus criterios con los ojos cerrados; es decir, poniendo algún ejemplo, Rudolph Steiner nos merece un enorme respeto, Jung igualmente y Herman Hess ni te digo; pero eso no significa que hayan estado en posesión de la Verdad absoluta; de hecho, el propio Rudolph Steiner dejaba volar tanto su imaginación que, estoy convencido, nos traía información de otros planos de existencia y que confundía con el nuestro. Se puede ser un verdadero Genio y estar confundido. Si miramos con nuestros ojos podremos observar los posibles peligros que nos rodean; sin embargo si uso unos binoculares podré ver el oso pardo que se encuentra a un kilómetro; pero no podré observar el peligro que me acecha a pocos metros. Eso es lo que creo que sucedía con genios de tal talante, nos traían un conocimiento de muy lejos; pero que no resultaba práctico en nuestro día a día.
Así, la Rosacruz se ideó para elevar la consciencia de la Humanidad en nuestro día a día, no para perdernos en bosques tan lejanos que, probablemente, jamás vayamos a estar allí. Si un Camino pierde su practicidad, simplemente no sirve y hay que modificarlo o buscar otro, porque si no, no llegaremos al que consideramos que es nuestro Destino.
Es por dicha causa que nosotros, en tanto que responsable de la F.R.A. en España, no nos consideramos obligado a mantener una ortodoxia que solo nos supone una piedra en el Camino. Evidentemente, las enseñanzas de los maestros ahí están, en nuestros archivos, para cualquiera que desee consultarlas; pero no podemos mantener ciertos paradigmas, convertidos en doctrina primero y en dogmas después y que, lo único que hacen es limitarnos el ángulo de visión. En ese sentido, tenemos que aportar nuestro propio ángulo de visión que consideramos más adecuado, aunque no dudamos que alguien vendrá, tras nuestros pasos, y que con mejor criterio, rectificará nuestro propio Camino.
La Tradición no solo está bien; sino que hay que conservarla fresca para que las futuras generaciones puedan ver de dónde venimos; pero jamás debemos encorsetarnos a ella, pues más que un bastón o ayuda que nos sirviera para avanzar sería como llevar unos calzos de plomo que nos impidiera avanzar con mayor rapidez y seguridad.
Y bien, es por ello por lo que las enseñanzas rosacruces que nosotros impartimos no se ciñen, exactamente, a lo que dijeran nuestros maestros del pasado. Y yo creo que ellos estarían de acuerdo con nosotros si vivieran. Tenemos que abrir nuevos caminos si los que ya teníamos no han funcionado como hubiesen querido sus arquitectos.
Si todo lo del pasado fuera mejor que lo de ahora, si los maestros nunca estuvieron equivocados, ¿Porque seguimos como estamos?, la Humanidad, el Mundo habría mejorado mucho y no se encontraría estancado o dando pasos hacia atrás. No, no queremos atarnos a conocimientos de otros, por muy honrosos que fueran. Tenemos que ceñirnos a nuestra intuición, mantener los ojos muy abiertos y una visión periférica para determinar por donde debe de continuar el Camino y que no caigamos en pedregales, pantanos cenagosos o tierras movedizas.
Ese es el motivo por el que estamos muy honrados en que se nos vea como a un perpetuo Hereje.
Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. en España, vía su A.M.L. “Rosa Mística”; Linaje: Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer.
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