"Biografía apócrifa del joven Jack"
-Alias The Spider y Alfred chinard, según el guionista Alan Moore-
La Viuda escocesa y Mac, el náufrago del espacio pusieron a su retoño el nombre de Jack.
La vida del joven Jack sería de todo menos normal. Ya no por su extraña apariencia física con esas orejas de elfo y unas cejas extremadamente arqueadas; sino por su extraordinaria inteligencia, heredada del padre y una extraña socarronería tomada de su madre.
Cuando Lorna llevaba a su hijo, hasta el pueblo, le hacía ponerse una gorra de béisbol o un gorro de lana, con el fin de cubrir sus enormes orejas puntiagudas. Algo parecido a cuando se hacía acompañar por Mac, su pareja. Es por ello que las visitas al pueblo tanto de Mac como de Jack eran más bien restringidas con el fin de no levantar sospechas entre los naturales del Lugar.
Así, Jack durante su infancia y adolescencia no asistió al Colegio, aunque sus padres, especialmente Mac, se ocuparan de que al joven mestizo no le faltará la formación necesaria.
Cuando tenía algún contacto esporádico con otros niños del Lugar, su extraña apariencia, con esa nariz profundamente aguileña, le hacía pasar momentos no muy agradables ya que los niños, de forma cruel, se metían con él. Ante ésto, aleccionado por su Madre, no les hacía el menor caso y, como mucho, los miraba de forma arrogante intentando que comprendieran, tanto su superior intelecto como fortaleza física.
No se conoce que Jack, en algún momento, comenzará una pelea; pero siempre que era agredido, a la velocidad del rayo, sus oponentes terminaban rodando por el suelo, sin entender muy bien qué es lo que había sucedido; dado que su poder hipnótico era tan fuerte como el de Mac, su progenitor.
En poco tiempo de instrucción el joven mestizo había conseguido la preparación necesaria como para presentarse, de forma prematura, al examen de acceso a la Universidad. Los tutores del muchacho no entendían como podía sacar siempre la máxima nota en todas las asignaturas, incluso en educación física. En los primeros años de Universidad, Jack era estrictamente vigilado, creyendo los profesores que podría estar haciendo trampas; pero pronto lo dejaron tranquilo, en tanto que jamás pudieron encontrar el menor atisbo de ello.
La socarronería sumada a la arrogancia y esa estampa física peculiar, con una cinta de tenista en la cabeza, con el fin de ocultar sus orejas élficas, marcó la Personalidad de Jack, hasta el punto que tanto alumnos como profesores le tenían un respeto reverencial; pero cercano al temor. Así, comenzaron a circular por las aulas diversos dires y diretes acerca del Hijo de Dorna y de un desconocido Mac, que raramente hacía acto de presencia en las reuniones sociales.
Pronto despuntó en Matemáticas, Física e ingeniería; pero sin descuidar el resto de asignaturas; pero donde realmente sobresalía, por encima de sus compañeros universitarios, era por su atlética complexión y capacidad, tanto para la gimnasia como para el atletismo, en cualquiera de sus variedades.
Jack conocía sus poderosa fuerza física, muy superior a la de sus compañeros y siempre procuraba frenarse para que esa circunstancia fuera lo menos visible posible.
Un día de regreso a casa, acompañado de Mac, dijo Jack a su Padre, señalando un grotesco y envejecido castillo:
_ Padre, algún día ese castillo será de mi propiedad.
El padre, en lugar de sonreírle lo que para otros podría parecer un chiste, le miró con seriedad y le dijo.
_ No me cabe la menor duda Jack, aunque deberás comedir tus actos con el fin de no sobresalir, en exceso, respecto de los humanos que te rodean. Ten en cuenta, hijo mío, que solo eres medio humano; pero nadie debería de enterarse de ese nimio detalle.
Beca tras beca fue consiguiendo diferentes doctorados, convirtiéndose no solo en un erudito excepcional sino también en un portento de habilidades tecnológicas, al punto de que su mente no paraba de inventar artefactos de todo tipo. Habilidad que, posteriormente, le serviría en su carrera por convertirse en el Rey del Hampa.
Un día tuvo que abandonar, corriendo, la Clase, pues su Madre había llamado al Colegio porque estaba sucediendo algo trágico. Mac, su Padre, se encontraba en su lecho delirando.
_ ¿Qué pasó Madre? -preguntó nada más llegar.
_ Ven aquí Hijo y abrázame, tu Padre desde el accidente, cuando yo lo conocí, no ha tenido muy buena salud y parece que, ya los médicos no pueden hacer mucho más por él.
Jack abrazó a su madre y enjugó sus lágrimas con su hombro. En ese instante pensó que habría sido mejor estudiar medicina que no ingeniería. A pesar de su habilidad para aprender en tiempo récord, el joven mestizo sabía que ya nada podía hacerse, pues su Padre se encontraba en estado terminal.
_Hijo mío -dijo Mac con voz entrecortada a su hijo-, acércate para que pueda hablarte, ya que las fuerzas me están abandonando.
_ Si Padre, le escucho con atención.
_ Sé un buen chico y procura, en lo posible, no usar tu fuerza para hacer el mal.
El joven Jack miraba a su moribundo Padre con ojos llorosos y, en ese instante, pasó por su mente toda su solitaria vida en compañía de su Padre de otro Mundo y de su ya anciana madre.
…La vida, la verdad, no se ha portado bien con nosotros -pensaba-, y solo mi superioridad, en todos los aspectos, me ha permitido sobrevivir rodeado de la gente, tan salvaje y atrasada, de éste Mundo.
_ Sí Padre, no se apure, intentaré ser la mejor persona posible y tenga por seguro que jamás dañaré a un inocente.
_ Recibe mi bendición Hijo mío… -fueron las últimas palabras antes de que Mac falleciera.
Entonces Jack abrazó a su Padre y comenzó a llorar de rabia e impotencia mientras miraba a su llorosa madre que, a continuación, se uniría al abrazo de despedida a Mac.
El resentimiento hacia el Poder establecido, en la Sociedad Humana, nunca lo abandonó y con el tiempo lo conduciría, gracias a su extrema inteligencia, a rebelarse contra el Sistema, convertirse en un proscrito de la Ley y comenzar su carrera criminal en un afán de convencerse a sí mismo de ser el Ser más importante existente sobre la faz de la Tierra.
Aralba R+C
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