15 julio, 2023

50.-, 4.- La concepción de The Spider

 "La concepción de The
Spider"



-Parte de una Biografía apócrifa-




Era una noche cerrada de otoño en las tierras altas de Escocia, junto a uno de los muchos lagos de montaña.


La Viuda Lorna Stone acababa de terminar las labores del hogar y se disponía, en su destartalada cabaña de madera, a subir las escaleras para echarse a dormir.


De pronto, mientras subía los peldaños, escuchó un sibilante y agudo zumbido, acompañado, segundos después, por estruendo atronador.


Asustada, abrió la contraventana que se encontraba junto a la puerta y, a través de los empañados cristales, pudo ver en la lejanía un potente fulgor, que parecía haber provocado un pequeño incendio entre los matorrales del bosque bajo.


Lo primero que le vino a la mente es que podría tratarse de un accidente aéreo. Quizá un helicóptero o una pequeña avioneta que se había estrellado.


Lorna, impresionada por el misterio de la explosión, sin pensarlo dos veces, se abrigó con una rebeca y cubrió su cuerpo con un tupido abrigo de lana merina, calzó sus pies con unas botas y salió a la calle tras haber tomado unas mantas, unas gasas y una botella de Whisky escocés, como no podía ser de otro modo.


Aunque no había llovido en los últimos días, el terreno estaba fangoso debido a la humedad acumulada por el rocío de las mañanas y el poco sol diurno de esa época de año.


Tras un pequeño pero duro trayecto, llegó hasta el lugar de la explosión y solo pudo observar un amasijo de hierros brillantes, junto a lo que podrían haber sido plásticos y algún tipo de goma espuma; pero no pudo o supo ver algo que pudiera asemejarse a un aeroplano o a las hélices de un siniestrado helicóptero.


A parte del chisporroteo del pequeño incendio, todo era un silencio sepulcral, hasta que Lorna pudo percibir un leve gemido que provenía de no muy lejos del Siniestro.


Cuando llegó a la fuente de los lamentos, descubrió el extraño cuerpo inerte de lo que parecía ser una mujer calva, con el rostro cetrino y unas extrañas orejas puntiagudas, como las de los elfos y duendes de los cuentos que se contaban en esas tierras. Se agachó para ver si respiraba; pero estaba muerta. Observó que su rostro, podía decirse, que era bello; pero sus cejas, con un doble arco, le confería un extraño aspecto, como si hubiese llegado de otro Mundo.


Lorna volvió a escuchar, de nuevo, esos extraños gemidos y al mirar hacia el lugar de donde procedían, pudo observar otro cuerpo; pero éste sí que se movía entre estertores de un visible sufrimiento.


Lorna acudió rápidamente junto al sujeto maltrecho y comprobó que las facciones de éste Ser, eran semejantes a las de la mujer muerta; pero mucho más toscas, con ello entendió que podrían ser parientes, quizá pareja, y venir de un lejano lugar, quizá de fuera de nuestro planeta.


Lorna se agachó y se dirigió, en un perfecto inglés, al herido de extrañas facciones.


_Señor, Señor, ¿se encuentra bien?, ¿Como podría ayudarlo?


El extraño Ser, al ver que había sido encontrado por alguien, farfulló unas pocas palabras en un idioma desconocido y que Lorna no pudo entender.


El herido, miró fijamente a Lorna y la sorpresa se reflejó en su abrupto rostro de elfo, al comprobar que la humana no era uno de los suyos. Sacando fuerza de donde no las había, el herido pulsó un botón de su cinturón y, enseguida, Lorna pudo escuchar, en su mente, unas palabras en perfecto Inglés.


_ ¿Donde me encuentro?, ¿Qué ha sido de los míos y mi esposa?, ¿Qué Planeta es éste?


Lorna suspiró y su asombro aumentó al comprobar que se estaba comunicando, con aquel extraño, mediante telepatía, en tanto que de la boca del agonizante herido no surgía palabra alguna.


_ Está en la Tierra, Amigo -dijo Lorna, mientras sostenía la cabeza del magullado herido y le ofrecía unos sorbos de agua- ¿cuál es su nombre, de donde procede?. 


_ Gracias, amiga, no sabría decirle y quizá no lo entienda; pero mi equipo y yo habíamos entrado en un agujero de gusano para realizar un Viaje subespacial a uno de los planetas de nuestra Federación, cuando hubo un fallo en el reactor de iones y fuimos lanzados hasta un lugar de la Galáxia que no estaba contemplado en nuestro itinerario. Mi nombre es Cam.


A continuación, nuestro visitante del espacio exterior perdió el conocimiento. Lorna regresó a su hogar, junto al siniestrado extraterrestre, arrastrándolo sobre la manta durante el breve trayecto enlodado.


Cam permaneció inconsciente, probablemente en estado de coma, durante varios días. Tiempo que utilizó la escocesa para limpiarle las heridas, coserle algunos cortes profundos y alimentarlo con bebidas nutritivas como si se tratara de algún pajarillo abandonado por su padres.


Tras pasarle la fiebre, Cam despertó y observó el rostro de la extraña mujer que lo había encontrado y que le había salvado la vida.


Con un rostro de extrema preocupación preguntó a Lorna por su esposa y tripulación, esperando la peor de las respuestas.


_ Están todos muertos Cam. Tras traerlo a mi humilde hogar y dejarlo junto al fuego regresé para comprobar si podría haber supervivientes; pero, a parte de la mujer fallecida que se encontraba junto a usted, solo pude ver fragmentos de otros cuerpos esparcidos entre la maleza incendiada. Todos fueron debidamente enterrados por mí.


Los ojos de Cam, entristecidos, comenzaron a soltar lágrimas y una expresión de dolor se apreció en su rostro alienígena.


_ Todos muertos, ¡Dios mío!, y yo aquí vivo, en un Planeta extraño de un Sistema Estelar desconocido, junto a una bendita mujer samaritana. Gracias por salvarme la vida Lorna; pero habría preferido morir junto a los míos.


Pasaron los días, las semanas y los meses, en las tierras altas de Escocia, mientras Cam se iba recuperando milagrosamente de sus heridas. Con el tiempo se fue creando un íntimo vínculo entre Cam y la Viuda, cuya solitaria vida fue enriquecida tras la aparición del extraño visitante del espacio exterior.


Cam logró levantar la granja de Lorna, la vacas tuvieron nuevos terneros y las gallinas se volvieron más productivas. Los cultivos se enriquecieron con el poder mental de Sam que parecía dar vida allá por donde pasara.


Un día, Lorna alegre y con el rostro enrojecido le dijo a Cam que se encontraba embarazada y que iban a ser padres. Cam sonrió y abrazó a su amante humana mientras la cubría de besos y sus lágrimas se mezclaban con las de ella.


The Spider había sido concebido.


Aralba R+C




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