“Rosacruz, Luces y Sombras”
-No, no, tranquilos, ésta vez no vengo a hablar de mi Libro-
Existe un dicho que dice: “No es oro todo lo que reluce”; pues, ahora, nosotros les demostraremos que: “No es Rosacruz todo lo que parece ser rosacruz”
Cómo les venimos repitiendo, de forma insistente, existen dos vertientes de la Rosacruz, una Espiritual y que venimos llamando “Mística” y otra más vulgar e Histórica; pues bien, la Mística ilustra perfectamente a la verdadera Rosacruz, mientras que la otra parte, la Histórica, es una mera entelequia; es decir, no existe o, al menos, no posee una continuidad comprobable desde que, por primera vez, alguien imprimió con tinta el Nombre de Rosacruz.
Pudiera parecer, con ésto que decimos, que estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado; pero verán que ésto no es así. Lo que tratamos es ser claros con nuestros amigos y alumnos para evitar, siempre, cualquier tipo de exageración, invención, mentira y engaños.
Debemos, seamos sinceros, colocar cada cosa en su propio contexto; es decir, no mezclar las churras con las merinas. Una cosa es la Rosacruz verdadera (el Misticismo Rosacruz), que no es otra cosa que la Gnosis Cristiana en su más pura Esencia y otra cosa son las historias legendarias que se han venido inventando, acerca de la Rosacruz, desde el Siglo XVII hasta nuestros días.
Por regla general, la mayoría de los rosicrucianos intentan demostrar la veracidad del Misticismo Rosacruz mediante el intento de armar una historicidad, ininterrumpida; pero inexistente. Si desean conocer todas las historias acerca de la Rosacruz, no existe una sóla, les invitamos a repasar nuestras anteriores lecciones que son unas cuantas. Creemos que es un craso error ése intento de demostrar lo indemostrable, lo espiritual, mediante mentiras piadosas, porque lo único que conseguimos con ello es hacer que la gente desconfíe de nuestras palabras. Si ven que les mentimos en lo tangible, ¿Por qué no vamos a mentirles en lo intangible? Entiendan ésta lógica.
La cuestión es que la intención última de la Rosacruz no es hacer que la gente crea o deje de creer en algo. Ése es el error, lo que intenta es que cada uno, por sí mismo, parándose un instante para reflexionar, penetre en su interior y con calma espere la voz de su Yo Interior. Una voz que, generalmente, no podemos escuchar por el alboroto y ruido de nuestro entorno. No tenemos tiempo para nosotros mismos, no tenemos tiempo para quedarnos en silencio unos instantes e intentar escuchar lo que nuestro verdadero Ser tiene para decirnos. Bien, esa es la verdadera Rosacruz; el resto son anécdotas innecesarias. Tanto en el Cristianismo como en el Budismo sucede otro tanto de lo mismo, lo importante no es si Jesús o Buda existieron sino su Mensaje, el Mensaje de Amor que ha llegado hasta nosotros.
Digamos que el Misticismo Rosacruz son esas Luces de las que hablamos en el título de ésta reflexión y las sombras, las historias que han llegado hasta nosotros. Quizá, en unas ocasiones, meras parábolas cargadas de simbolismo como es el caso de la Historia de Christian Rosenkreutz y en otras cargadas de intención para que la Idea Rosacruz nos resulte más magnífica, como esas historias, ficticias, que la llevan hasta la Época del Antiguo Egipto o, más lejos aún, de los antiguos atlantes.
Nuestra misión no es contarles esas historias ni otras más parecidas que pudieran ser más creíbles. Nuestra Misión consiste en hacerles llegar el Mensaje Místico de la verdadera Rosacruz Espiritual y que no es otro que el Conocimiento de la Gnosis Cristiana de Occidente y que en casi nada difiere del Mensaje transmitido por el Budismo en Oriente. Nuestra Misión no consiste en cargarles su memoria con las sombras de una Historia supuestamente ininterrumpida y que jamás podrá demostrarse porque nunca existió; del mismo modo que no se puede demostrar la existencia del Jesús Cristiano, es mentira que la arqueología lo haya demostrado, o del Gautama Budista. Porque tanto Jesús como Buda son dos arquetipos de nuestro propio Yo Interior y eso es lo verdaderamente importante, que empecemos a conocernos a nosotros mismos, a nuestro Ser Interno, al Dios que siempre estuvo con nosotros y que nunca dejamos de ser, porque Cristo es nuestro único y verdadero Maestro Interior, el resto sobra y sólo sirve, si le prestamos demasiada atención, para convertirlo en idolatría. Una idolatría que nos despista, confunde, haciendo que dirijamos nuestros esfuerzos hacia direcciones inútiles, porque nada que no sea el Viaje hacia nuestro Interior, sirve para nada, nada más que para fantasear y perder nuestro valioso tiempo.
La Rosacruz existe, claro que sí; pero no pertenece a éste Mundo y nada tiene que ver con las instituciones registradas, en los estados, que llevan tan bello nombre. La Rosacruz es inmaculada y no puede ser pervertida por lo grosero de la materia y del Espacio Tiempo.
Nosotros, nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” sólo es un humilde emisario que te llama y te dice, con insistencia: párate de una vez, deja de caminar ya, para y deja de caminar sin sentido hacia ninguna parte. Entra dentro de tí y descubre el Conocimiento que siempre ha estado contigo. Escucha la voz de tu Intuición y que te grita, con sordina, que la Verdad no se encuentra fuera de tí, sino en tu interior. Si escuchas esa voz estarás escuchando al mismo Dios porque Dios mora en tí, en mí, en todo lo que existe y ésa, mi Amigo, ésa es la verdadera Rosacruz, el resto son meras historias para pasar el rato y que no aportan ni demuestran nada, porque lo importante, recuerda no es la Historia sino el Mensaje.
Frater Aralba R+C
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