“El fascismo como tendencia natural del Ser Humano”
-Lo cual no significa que sea lo más deseable para nuestra Especie-
De la disidencia controlada de las falsas democracias, hasta las dictaduras “caudilliles” del fascismo, ya sea rojo o azul.
Estamos acostumbrados, por educación, a identificar el fascismo con la derecha o ultraderecha, cuando éso no es exactamente así. El fascismo es un modo de pensar, sentir y ser que nada tiene que ver, directamente, con ideas filosóficas o políticas. El fascismo es un profundo deseo de conseguir el Poder para cambiar el Mundo a nuestro modo y manera, no importando la forma política en sí, ya sea socialista, capitalista o democrática. De hecho, la Democracia es una puerta usada por el fascismo para entrar en nuestras vidas; pero también, el fascismo es la muerte de la Democracia; en tanto que el fascismo procura perpetuarse en el Poder, ya sea manipulando la democracia o, definitivamente, enterrándola del todo.
El fascismo es una actitud de despotismo y prepotencia que nada tiene que ver con las ideas políticas aunque éstas sean utilizadas, ya sean de izquierdas o derechas, para realimentar y perpetuar las actitudes fascistas.
El fascismo es un deseo irracional de poseer suficiente poder como para amoldar el Mundo que nos rodea a nuestras propias necesidades, como si todo girase a nuestro omnímodo alrededor. El fascista se cree el centro del Universo y piensa que se encuentra, siempre, en posesión de la Verdad, pensando que lo mejor para él deba de ser lo necesario y conveniente para los demás, aunque en el proceso el único beneficiado sea el fascista.
El fascismo es algo natural y sustancial con la Naturaleza Humana y que nos emparenta con la mayoría de los simios. La actitud jerárquica es una actitud fascista que necesita de un Líder. La lucha por el liderazgo, generalmente cruenta, es una batalla fascista. No sólo se ve en los simios, sino también en muchos mamíferos depredadores como los leones. Así, el fascista usa cualquier medio posible para acceder al poder; pero cuando lo alcanza entiende que ya no puede dar marcha atrás e intenta perpetuarse por cualquier medio, incluida la violencia.
Estamos en condiciones de afirmar que la actitud fascista es algo irracional y hormonal que poco tiene que ver con la lógica y la racionalidad. Una actitud lógica y racional es, fundamentalmente, antifascista; en tanto que se abre hacia el bien común y no se centra en una idea fija e irracional, como en el fascismo, que generalmente procede de una idea egocéntrica y hormonal.
La idea de un juez, dictador o Líder omnímodo e infalible, tocado por la Divinidad o un poder superior, es algo típico del fascismo y por lo que todos los fascismos acaban en dictaduras arropadas de una aparente racionalidad; pero que, a la larga, termina mostrando su natural irracionalidad y despotismo, cuyo futuro siempre es una huida caótica hacia ninguna parte.
La única cura que existe contra el fascismo es la lógica y el conocimiento profundo de la Naturaleza Humana. No, la democracia no es un antídoto contra el fascismo. Eso es importante saberlo; en tanto que las democracias, generalmente, terminan desembocando en regímenes fascistas. Es sólo cuestión de algunas generaciones.
No es bueno desentendernos de nuestras particulares responsabilidades, cargándolas en la espalda de algún líder supuestamente cualificado, porque ello conducirá, indefectiblemente, a que el Líder acaba abrazando la idea fascista de que sin él, en tanto que designado por los dioses, la Sociedad quebraría y se desmoronaría. Sabemos lo cómodo que es delegar nuestra responsabilidad en otros; pero debemos de ser conscientes de que tal delegación no es otra cosa que una inevitable vía hacia el fascismo.
Cómo siempre, no ofreceremos algún consejo sino sólo pensar, meditar y reflexionar antes de actuar y delegar nuestras propias responsabilidades sobre hombros ajenos.
Frater Aralba R+C
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