“Ya soy Noveno Grado, y ahora ¿Qué?”
-La Vida es una Escuela donde se aprende a “Recordar” hasta el último minuto de su último día-
Comenzaremos contándoles un secreto que, los más antiguos en éstas lides conocen: La Fraternidad Rosacruz Antigua, de otro modo, la Fraternidad Rosacruz no contempla grados de desarrollo como sí ha establecido su “Complejo Didáctico -El Colegio Invisible de la Rosacruz para España-”
El progreso dentro del Camino Rosacruz es, como dice la Palabra, progresivo, como sucede en las “Artes Marciales”; en realidad sería bastante complicado determinar, desde fuera, donde termina un Grado y comienza el siguiente. El Proceso de Aprendizaje, en realidad Recuerdo, de nuestro verdadero Ser y Existencia, es algo personal, individual e intransferible. Ésto quiere decir que no existen dos experiencias, de personas distintas, completamente iguales. El progreso está condicionado por la propia idiosincrasia de cada individuo.
Así, el Colegio puede tener alumnos que ni siquiera han alcanzado el Grado de Celador y, sin embargo, haber alcanzado el Estado Rosacruz de Mago, mientras que podría haber magos certificados, debidamente diplomados, no es el caso actual, que podrían no haber alcanzado el Estado de Celador o Neófito.
Ésto es importante que, cada Alumno lo tenga en cuenta porque es la base de la genuina Humildad y, ésta, es el primer peldaño de la escalera que conduce a la Sabiduría; Bien, dicho todo lo anterior, éste hecho constatado no debe de servir como excusa para no cumplir con la única Obligación que la Escuela impone a sus estudiantes: la “Autodisciplina”
En nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz”, repetimos: Complejo Didáctico de la A.M.L. Rosa Mística de la F.R.A. para el Territorio Español, tal y como se nos ha encomendado, se han constituido nueve grados de Estudio que cada uno debe de abordar según su propio Criterio y, donde sin juicios ni imposiciones, externas, se puede ir subiendo en el Conocimiento Rosacruz, cambiando de aulas “eso son los diferentes grados del Colegio” Aulas de Estudio.
Ese único requisito de Autodisciplina que hemos comentado se debe de manifestar en la confección de una Tesina, a criterio del propio Alumno, como testimonio público de que ha completado, de forma subjetiva claro está, un Grado y que, a continuación, sigue con otro de nivel más elevado.
Así, hemos constituido un Sistema semejante al de los cinturones en las artes marciales japonesas. Los colores son simbólicos; pero también un acicate para que los alumnos sientan un progreso, como decimos subjetivo, hasta alcanzar, mediante examen sumarísimo, el cinturón negro; pero es llegado a éste extremo, cuando el Practicante Marcial entiende, cómo el Noveno Grado de nuestro Colegio, que sigue siendo un Cinturón Blanco; es decir, un aprendiz, en tanto que el aprendizaje, Recuerdo, se completa en el mismo instante en que la Vida se acaba en éste Mundo.
Algunos creen que la Vida es para disfrutarla, otros que es un medio para adquirir nuevos conocimientos y experiencias; pero lo cierto es que, sin ser ninguna de las dos cosas; sin embargo, son las dos al mismo tiempo. Sólo es cuestión de encontrar, cada uno, nuestra “Vocación”, el mandato de nuestro Maestro Interior, Cristo, el verdadero y único Ser que importa en nuestras vidas.
Cuando se desarrolla la Vocación, la Vida ya no es percibida como un Camino de sufrimiento y dolor, sino que se disfruta al saber a ciencia cierta, tener Fe, de que estamos realizando lo correcto; es decir, que no estamos perdiendo el tiempo y que hacemos no sólo lo que es nuestro deber, sino también lo que queremos hacer porque es nuestra Vocación.
Así, cuando el Discípulo aparece, ha llegado el instante de abandonar el parvulario y salir al Mundo a practicar lo que hemos aprendido mediante nuestra Vocación y que, como hemos dicho, no es otra cosa que el llamado de nuestro Maestro Interior.
Para el resto, para los que aún no se sienten preparados para comenzar su discipulado, existen las lecciones, no sólo las contenidas en las nueve aulas de nuestro “Colegio Invisible de la Rosacruz” sino también las existentes en las tres aulas “Illuminati” de postgrado y, sobre todo, las constantes reflexiones que se vierten en, Éste, su Atrio. Con ésto, ¿Estamos diciendo a los nuevos Discípulos que abandonen el Colegio?, en absoluto, dado que creemos que se puede compaginar el ministerio del Discipulado con la acción de seguir recordando; es decir, aprendiendo.
El Mago es ése Cinturón Negro, décimo Dan, que decide ceñirse el cinturón blanco, en lugar del rojo, en las competiciones como signo de verdadera humildad. Así el Mago se reconoce como lo que, en realidad, nunca ha dejado de ser, un mero aprendiz; pero un aprendiz consciente, que ha tomado la decisión de compaginar sus estudios con el servicio a la Humanidad, según su propia Vocación o, lo que es lo mismo, el mandato de Cristo, su Ser Interno.
Así, como siempre ha sido, las aulas del “Colegio Invisible de la Rosacruz” permanecen abiertas, de forma libre y gratuita, para todo el mundo, ya sean iniciados, neófitos o profanos. Cada cual, según su estadio personal, en nuestras aulas encontrará aquello que necesite para su crecimiento personal, nada más y nada menos.
Repetimos, por última vez, los grados no son necesarios en nuestra Amada “Fraternidad Rosacruz”; pero aquellos que, vocacionalmente, sean llamados a contribuir con su Complejo Pedagógico, el Colegio Invisible de la Rosacruz, harían bien en manifestar, públicamente, su progreso, siempre subjetivo para los demás, mediante las tesinas de Grado. Unas tesinas que éste, vuestro servidor, agradecerá pues ayudará a hacer ver al Mundo que el Colegio no es sólo el Discípulo Aralba, sino que hay más iniciados que tiran de éste maravilloso Carro que se sentía perdido y que, históricamente, muchos, han robado y despojado sus entrañas para beneficio propio y, lo que es peor, cambiando su verdadera función y contenido.
Frater Aralba R+C
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