04 junio, 2025

La Prisión Digital (2) El Ilusionismo Digital

 “La Prisión Digital (2)”


-El truco de la zanahoria delante del burro-

Hace una jartá de años, tendríamos nuestro amigo Jesús y nosotros, 14 y 15 años respectivamente, corría el año 1971 y nuestra conversación trataba sobre Tesla y su iniciativa de transmitir la electricidad mediante ondas eléctricas; pero también especulamos que esa mágica tecnología, mediante los sueños, nos estaba siendo entregada, como con cuentagotas, por alguna otra Civilización muy avanzada. Lo curioso es que aquella charla de infantes, no solo no ha quedado obsoleta con el paso del tiempo; sino que, cada vez existen más indicios de que eso podría ser cierto.


Recordamos, en nuestros inicios de estudio, que parecía que cualquier cosa podría ser posible utilizando la electrónica. Sí, incluso los diskettes de Star Trek que todavía no se habían inventado, las tablets o libros electrónicos, los teléfonos móviles inalámbricos y hasta los replicadores de alimentos y el teletransportador o el Láser, las microondas y el cocinado por inducción parecían imposibles. Hoy, ya, prácticamente, todas esas invenciones, incluido el replicador de alimentos, mediante impresoras 3D específicas, son reales excepto el teletransportador que, aunque física y matemáticamente son posibles, aún no tenemos manera de hacerlo realidad; pero al tiempo… Ya no os decimos, el motor Warp o de Curvatura. 


En la Época de la que estamos hablando, no hace tanto tiempo, unos 54 años, aún se estudiaba la electrónica de Diodos, Triodos y pentodos valvulares. Se empezaban a conocer los transistores de germanio, olvidados después, al menos en los circuitos amplificadores, por el ruido electrónico que aportan; y hasta las piedras de galena eran utilizadas en lugar de los más modernos diodos de germanio en los detectores y, posteriormente, de silicio en los rectificadores. En poco más de cincuenta años hemos pasado de las válvulas de vacío, que trabajaban a tensiones peligrosas en alterna, y con mucho consumo, a los microchips analógicos y digitales, algunos constituidos por cientos de miles y millones de transistores Mos-Fet, que al contrario que los transistores bipolares que trabajan en intensidad, lo hacen por tensión igual que las válvulas; pero a tensiones, en contínua y de entre 3 y 15 voltios máximo, con consumos de potencia muy bajos. Los actuales microcontroladores y microprocesadores, para los entendidos, nos podría hacer creer que ha pasado, desde el tiempo de las válvulas, hasta hoy, algunos cientos de años; pero lo cierto es, que sólo han pasado unas pocas decenas de años.


Para la gente común, que no sabe, en su intimidad, cómo funciona la electrónica, es sólo una cuestión de estudio e ingeniería, por lo que no le da mayor importancia; pero a los que llevamos muchos años conociendo ésta tecnología, de verdad; pero de verdad, es que todavía nos parece algo mágico y, casi, inexplicable si no fuese porque nuestras vidas están inmersas en las Tecnologías de la Electrotecnia y la Electrónica.


Los grandes descubridores de la Electricidad y sus misterios pertenecieron al Siglo XVIII, como Volta, al XIX cómo Ampere, Ohm, Faraday y Maxwell. Ya a principios del Siglo XX se hicieron notorios los grandes inventores que utilizaron las investigaciones, de dichos gigantes, para convertir dicha Ciencia y Tecnología en conceptos útiles para la Sociedad, así tenemos a Edisón, Tesla, Marconi, Morse y Graham Bell, entre muchos otros; pero hay que ser humildes y reconocer que estos últimos no habrían logrado hacer funcionar sus inventos sin el trabajo previo de los investigadores mencionados de siglos pasados.


Conforme fue transcurriendo el Siglo XX, esos inventores, de mentes privilegiadas, algunos oportunistas y otros con mucha suerte, cada vez fueron siendo menos y, mediante los equipos de investigación de universidades y empresas tecnológicas, se fueron formando equipos de científicos y técnicos que trabajando, mancomunadamente, nos trajeron los diferentes tipos de semiconductores y de circuitos integrados, en sus diferentes niveles de integración; desde los integrados, propiamente dichos, que solo disponen de unos pocos transistores hasta los más avanzados microprocesadores que contienen, en una solea oblea semiconductora hasta más de cien millones de transistores y otros componentes. Así, también surgieron la Televisión en Blanco y Negro como los diferentes sistemas de transmisión y recepción de la Televición en Color, como son el Secam Francés, el Pal Color alemán de Telefunken y el NTSC Estadounidense.


Les podemos asegurar que el Mundo de la Electrónica se hace más enigmático conforme vas profundizando en sus más secretas intimidades. Así no nos extraña que existan científicos de renombre que apuntan a que nuestra actual tecnología podría deberse a un trabajo de investigación inversa de una tecnología super avanzada y proporcionada por alguna Civilización extraterrestre mucho más avanzada que la nuestra. Nosotros daremos la verdadera explicación en próximas entregas.


Ahora bien, si el cambio entre la Tecnología valvular a la transistorizada, analógica, es comprensible, aunque cambie su folosofía de control por tensión a control por intensidad en los primeros transistores bipolares, ya fuesen de polarización NPN o PNP; lo que no se entiende, demasiado bien, es ese salto más cuantitativo que cualitativo de la Tecnología analógica a la digital; es decir, de la basada en meras ondas electromagnéticas, más o menos senoidales, a la transformación de éstas en cadenas de ondas cuadradas, en diferente amplitud, y que están constituidas por un Sistema binario digital. Así, lo analógico, con toda su información cargada de ruido y armónicos, susceptible de interferencias de todo tipo, se ha transformado en cadenas secuenciales de dígitos montados sobre la onda original y que la “convierten” aparentemente, en invulnerable a ruidos e interferencias; pero ésta ventaja, basada en nuestra limitada percepción tanto auditiva como visual, que permite perder parte de la información analógica sin que, aparentemente, podamos percibir el cambio no es otra cosa que un engaño a los sentidos, no es verdadera Magia sino mero ilusionismo. 


Lo cierto es que las señales digitales aparecen más limpias que sus análogas analógicas, a cambio de una importante pérdida de armónicos y ruidos considerados como espurios; pero que podrían ser importantes a la hora de la plena percepción, no sólo psicológica sino también a nivel de sentidos físicos.


Pero ése es el menor de los problemas de lo digital, respecto de lo analógico; es decir, su artificialidad y que juega con la ilusión como los prestidigitadores dedicados al ilusionismo; sino que, en tanto que nosotros somos incapaces de percibir ondas digitalizadas, no queda otra que incorporar a los circuitos electrónicos unos circuitos intermedios que no son otra cosa que conversores de analógico a digital y de digital a analógico; es decir, tanto la transducción que recoge señales analógicas como la reproducción, para ser perceptibles, deben de ser analógicas y se necesitan estos convertidores, denominados DAC o ADC; es decir, “Digital Analógic Converter” o “Analógic Digital Converse”; además de otros circuitos combinacionales, entre los que podemos nombrar los multiplexores, demultiplexores, decodificadores y sumadores, que hacen que, en tiempo, la Señal última resultante de haber pasado por los diferentes circuitos, quede desfasada respecto a la señal original recogida por el transductor, también tenemos los secuenciales como los flip-flops, contadores, autómatas y los registros de memoria. Ésto quiere decir que la Señal que nosotros recibimos, cuando llega a nosotros, estará desfasada hasta en varios segundos respecto de la Señal original; y ésto, a pesar de que las señales eléctricas y, por lo tanto, electrónicas viajan a velocidades cercanas a la de la luz. Ésto supone, en un momento determinado, que una Señal puede ser abortada; es decir, censurada y eliminada en pasos previos de control. Así, el Directo puro, en lo digital, es simplemente una entelequia. La Información que nos llega a nosotros puede ser intervenida sin que podamos tener constancia de la causa y achacarse a problemas técnicos más que a una intervención Humana.


Por otro lado, también se ha perdido “Perdido” el ruido blanco electromagnético de fondo, tan típico en los televisores analógicos anteriores a los actuales digitales, donde cualquier falla se convierte en un fondo azul; pues bien, ese ruido de fondo, la mayor parte, proviene del fondo cósmico de microondas que se produjo en el origen del Big Bang. Para que nuestros lectores entiendan lo que supone, en éste sentido, el cambio de lo analógico a lo digital es que la Tecnología digital ya no permite estudiar, por ejemplo, ni las psicoimágenes visuales ni las psicofonías audibles; pues todas esas, consideradas como interferencias; es decir, anomalías, quedan enmascaradas y ocultas por la traducción digital de las señales analógicas.


La transformación digital de la radioafición, en éste sentido, convierte al radioaficionado en un mero consumidor de entretenimiento de radio digital, en lugar de, como venía siendo hasta ahora, en un verdadero investigador de las ondas electromagnéticas analógicas. Hoy en día, por ejemplo, salvo que se desee lo contrario, las señales procedentes de las naves espaciales, codificadas en digital, no pueden ser interpretadas por los radioaficionados si vienen, convenientemente, encriptadas. También, por ejemplo, quienes posean transceptores digitales se encuentran limitados a recibir información previamente controlada mediante repetidores. Queremos decir con ésto que si se recibe, en el espectro electromagnético, una señal procedente de alguna inteligencia extraterrestre, lo más probable es que sea interceptada por los servicios de Inteligencia y no llegue o al menos se haga más difícil que los radioaficionados, digitalizados, puedan tener acceso a dicha, posible, información.


De algún modo, es como si hubiesen colocado una pantalla de color, un filtro, que permita determinada información; pero que impida que la información más sensible pueda llegar hasta los radio escuchas. Ésto, para muchos, pudiera parecer algún tipo de conspiranoia; pero podemos asegurarles que está basado en argumentos reales y que ya, hoy mismo, se está utilizando para controlar la Información. La Libertad que poseía un radioaficionado de los años 60 o 70, hoy se encuentra limitada a quienes aún posean transceptores analógicos, ya sean valvulares o transistorizados.


En el fondo, sigue siendo el truco de la zanahoria que le hace creer al burro que es libre de alcanzarla, aunque lo cierto es que jamás la alcanzará, salvo que su amo decida lo contrario.


En el próximo Capítulo trataremos, con algo más de profundidad, la Teoría de que el Conocimiento tecnológico que poseemos, nos va siendo proporcionado, mediante cuentagotas, por inteligencias supuestamente “ajenas” al Ser Humano.


Frater Aralba R+C  





No hay comentarios:

Publicar un comentario