“Prehistoria y Protohistoria de la Rosacruz”
-Del Fin justifica los medios a Una Mentira, suficientemente repetida, se convierte en Verdad-
(Maquiavelo y Göebbels)
Muchos de los que estáis aquí, con nosotros y dado que sois, como poco, curiosos, si no, amantes de la Rosacruz, habréis leído que la Rosacruz es extremadamente antigua; lo cual es una exageración y, como poco, una inexactitud Histórica; pero sí que podemos hablar de una protohistoria y de una prehistoria de la Rosacruz y en cuyas épocas aún no sé había inventado el Término con el que se denomina, hoy, a nuestra Gran Fraternidad.
La Rosacruz, como tal, nace tras publicarse el primero de los manifiestos conocidos “La Fama Fraternitatis”, en Cassel Alemania. 1614, concretamente y cuyo Autor o autores siguen siendo anónimos, aunque se considera, con muchos visos de realidad, que Valentín Andreae, Tobías Hess y Christopher Besold tuvieron mucho que ver en ello. A partir de ése instante podemos hablar de Historia de la Rosacruz.
Anteriormente a la concepción de la Fraternidad hubo organizaciones con principios y objetivos parecidos que podrían haber influido, a posteriori, en el surgimiento de la Rosacruz. En éstos casos, que podríamos denominar de influencia o inspiración, es en los que entraría el término de protohistoria, si en términos de tiempo hablamos de algo considerable; pero no extraordinariamente lejano y el de prehistoria si realizamos un salto temporal mucho mayor.
Simón Studion, un alemán que viviera entre 1543 y 1605, antes de que se hiciese visible la Fraternidad Cristiana de la Rosacruz, había escrito su “Naometría”, una suerte de libro profético en el que se instaba, para superar las diferencias religiosas entre la separada cristiandad, un diálogo ecuménico permanente, en donde solo se tendrían en consideración los aspectos comunes; es decir que unen a todos los cristianos: la Figura de Cristo y el Evangelio del Amor, intentando evitar todos aquellos dogmas y doctrinas que pudieran inducir discusiones no constructivas. Pues bien, Simón Studion, se conoce que tuvo una notable influencia en Tobías Hess, una de las cabezas pensantes de la Rosacruz.
Jacöb Böhme, 1575/1624, fué un místico luterano cuya influencia en los creadores de la Rosacruz no se encuentra en entredicho, aunque, que él mismo perteneciera a la Fraternidad, creada siendo ya un anciano, es algo bastante dudoso; pero que sirviese de inspiración, seguro que sí.
Teofrasto Paracelso, 1493-1541, fue un médico y catedrático suizo que revolucionó la medicina de su época y está considerado como el Padre de la Toxicología moderna. Hasta tal punto, Paracelso influyó en los creadores de la Rosacruz, que es mencionado en sus manifiestos e identificado como una suerte de Padrino e inspirador de la Fraternidad.
Yéndonos más hacia atrás podemos encontrar a los Fedeli D’ Amore, alrededor de 1290, en Florencia, una Organización Iniciática secreta, ramificación de los “Pobres Caballeros de Cristo (Templarios) y uno de cuyos máximos exponentes fuera Dante Alighieri, escritor de la popular “Divina Comedia”. Ésta era una Organización que contenía, en sus rituales, tintes tanto judíos y cristianos como sufís; en una suerte de síntesis mística de las religiones abrahámicas.
Conforme nos vamos alejando, más y más, en el Tiempo; también es más difícil vincular pensamientos y organizaciones de sus épocas con la ideología y el pensamiento Rosacruz; pero aún así, en ciertos Personajes del Renacimiento e incluso de la Edad Media puede observarse esa aura rosacruciana. Así, ojo a ésto, que sin ser rosacruces, observamos ese espíritu rosacruciano en Miguel Ángel 1475-1564; Leonardo 1452-1519; Giordano Bruno 1548-1600; Copérnico 1473-1543; Juan de la Cruz 1542-1591; Teresa de Jesús 1515-1582; Picco Della Mirándola 1463-1494; Averroes 1126-1198; Avicena 980-1037…
Bien, podríamos estar nombrando a los considerados como grandes personajes de la Civilización y no acabaríamos. De seguro que, dada nuestra falta de memoria, se nos quedan muchos nombres fuera del tintero; pero, repetimos, aunque éstos y muchos más personajes estuvieran alineados con el posterior pensamiento Rosacruz, no podrían, de ningún modo, ser rosacruces; en tanto que el Rosacrucismo aún no había salido de la Mente de alguien; pero con ésto, podríamos concluir un mero apunte sobre lo que podría considerarse como el Proto Rosacrucismo.
El Pre Rosacrucismo o la Prehistoria del Rosacrucismo puede ser un Periodo tan largo como el comprendido entre los cuatro primeros siglos del Cristianismo hasta las míticas Caldea, Egipto, la India; e incluso, ¿Por qué no?, la mítica Atlántida y otras Civilizaciones perdidas de la más profunda antigüedad.
En éste Periodo tan inmenso de tiempo entrarían los cristianos primitivos, incluidos los gnósticos y maniqueos; las religiones budista, zoroástrica, Mitraica y el Culto al Dios Atón, en Egipto, instituida por Amenophis IV (Akenatón), esposo de Nefertiti y Padre de Tutankamón.
Bien, considerándose todo ello como la Prehistoria de la Rosacruz, faltaríamos a la Verdad si afirmasemos que la Rosacruz nació en el Egipto Faraónico, en la Caldea de los magos, en el Zoroastrismo Persa, en el Gnosticismo Cristiano, en la remota civilización India o en la pérdida e ignota Atlantis.
Esperamos que, con ésta breve reflexión, quede claro la diferencia entre lo que es la Rosacruz en sí de aquellas otras cosas y personas, del pasado, que inspiraron su nacimiento.
No, no nos sirve eso de “El Fin Justifica los Medios” Ninguna mentira es venial, pues los Rosacruces nos han enseñado que toda mentira es asesina en el Mundo de los Deseos. La Verdad cristalina e inmaculada es algo que debe de brillar en el aura de todo Estudiante de la Rosacruz. No sirve esconderse, en la ignorancia de los demás, e inventarse cosas que nunca fueron ciertas. Si algo no sabemos lo reconocemos y nos callamos antes que inventar algo y que en el futuro se descubra que era algo incierto; pero, no por el hecho de que podamos ser descubiertos en nuestro embuste; sino porque la mentira es uno de los peores males que aqueja a la Humanidad.
Así, no se puede afirmar alegremente que tal o cual personajes fueron o dejaron de ser rosacruces, cuando la Verdad es que ni siquiera conocemos si la tal Fraternidad, de los Rosacruces, en algún instante llegó a ser operativa como tal Fraternidad, constituida y organizada para cumplir con unos determinados fines.
¿Por qué se atreven, algunos, a afirmar que Robert Fludd, Michael Maier o Descartes, contemporáneos del nacimiento de la Rosacruz, fueron Rosacruces?; ¿Como se atreven?, cuando éstas mismas personalidades afirmaron, en varias ocasiones, que habían sido incesantes buscadores de tal Institución, sin haber llegado a encontrarla jamás. ¿Qué falta de respeto es esa, cuando ponemos en duda la Palabra de quienes negaron tales hechos?
Sí, porque fueron famosos y grandes personajes de la Civilización Humana y algunos de ellos, incluso médicos; pero taled cosas sólo pueden servir de conjeturas para elucubrar suposiciones. No suponen evidencia alguna con la que poder afirmar que tales personajes fueron, en realidad, Rosacruces.
Según nuestro limitado entender, la Fraternidad de la Rosacruz, la verdadera y legítima Rosacruz es una Organización Espiritual constituida por individuos físicos y espirituales. Así, allí donde haya alguien que haya podido elevar su Conciencia a un determinado nivel, tendremos a un Rosacruz y, consecuentemente, un Templo del Espíritu Santo, porque todo Cristiano es un Templo andante de Dios; en tanto que Cristo mora en sus corazones.
Bien, todo aquel que, tanto en el pasado como en el futuro, alcancen ése Estado Rosacruz, podràn ser llamados rosacruces; pero ¿Quienes somos nosotros para poder hacerlo?; ¿Cómo podemos saber quién ha alcanzado dicho Estado? Nos es imposible conocer tal cosa, salvo que nosotros hayamos alcanzado el Estado Rosacruz. Sólo es una mera denominación que en otros tiempos podría haber sido llamada de otra forma y representada con otros símbolos. Hoy la Rosacruz la simbolizamos con una cruz con una o más rosas; antaño era la mera forma de un pez, símbolo de ser Cristianos; es decir, de haber alcanzado el Estado de Cristiano, haber sido Cristificado; exactamente lo mismo que, hoy, haber alcanzado el Estado Rosacruz y ser un rodante Templo del Espíritu de Dios.
No engañemos a los demás porque estaremos engañándonos a nosotros mismos y estaremos, con ello, asesinando las imágenes vitales del Mundo Emocional.
Frater Aralba R+C
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