15 febrero, 2025

El origen de la Gnosis en el Universo

   “El origen de la Gnosis en el Universo”


-Todo es Conocimiento, todo es Información-

“La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el “Espíritu de Dios” (la Gnósis) se mecía sobre la superficie de las aguas.”

(Génesis 1:2)


Seguro que todos recordamos el comienzo de la Película “The Matrix”: en donde, sobre una pantalla negra, parecen llover una serie de caracteres alfanuméricos de color verde. No es que vayamos a hablar aquí de dicho film; en tanto que, nosotros, venimos hablando de tal cosa mucho antes de que los productores le dieran forma a su trabajo; pero, entendemos que merece la pena traer hasta aquí, esa metáfora de la información corriendo por la pantalla de un ordenador, porque se asemeja mucho a lo que, a partir de ahora, vais a poder descubrir con vuestra atenta lectura.


Ya, de manera intuitiva, en nuestras mentes se encuentra la idea de que nuestro Universo viene a ser una suerte de holograma gigante que, de forma fractal, contiene incontables mini hologramas con la información completa del propio Universo. Ahora intenten imaginar un holograma infinitamente más grande y del que nuestro Universo no fuese otra cosa que uno de esos diminutos fractales.


Es muy complicado mostrar o comprender el diseño mencionado; pero a nivel multidimensional, por lo que no nos queda otra que referirnos a algún tipo de analogía conocida y que nos pudiera ayudar a entender la magnitud de lo que intentamos explicar. Es por ello que utilizaremos la Figura de un cerebro humano; pero infinito, para intentar mostrar cómo es el Pleroma y de aquellas cosas que pudiese estar constituido.


Si el Pleroma fuese una suerte de cerebro sin dimensiones, éste estaría constituido de múltilples elementos, conocidos como Eones y que no serían otra cosa que las neuronas de dicho cerebro. Así, si nos basamos en la primera premisa del Hermetismo gnostico-rosacruz de “Todo es Mente”; tendríamos que el Pleroma es dicha Mente y Holograma principal, donde sus fractales no serían otra cosa que los Eones, sus neuronas; pero unas neuronas, entrelazadas entre sí de forma multidimensional; es decir, no mediante filamentos tridimensionales, las sinapsis, sino que cada neurona estaría unida con el resto a nivel cuántico, como si todas tuviesen una conexión íntima, del mismo modo que la tienen todas las gotas de agua que conforman un Océano.


Pues bien, si esos fractales, mini hologramas o neuronas son los Eones, los universos del Multiverso se encontrarán, por decir así, en cada una de dichas infinitas neuronas. Al menos, eso sería así si utilizamos como modelo nuestro propio Universo que está contenido en el Seno del Eón Sophía.


Pues bien, mostrado el Paisaje que contiene los árboles de la información que deseamos transmitir, solo nos resta mostrar que esa información que contiene la Mente del Pleroma o nuestro Hiper-mega-Holograma; es lógico pensar que esa misma información, quizá fragmentada o degradada, se encuentre no solo en todas y cada una de sus neuronas, los Eones; sino también en sus infinitos universos a nivel cuántico. Y eso se corresponde perfectamente con la estructura Rosacruz de nuestro Mundo; en tanto que, es en el Plano Cuántico, la Esfera Reflectora o membrana que separa el Huevo Cósmico del Universo de su útero eónico, en el Pleroma, donde se encuentra la Memoria de la Naturaleza; que es lo mismo que decir, donde se encuentran los registros de memoria heredados del Pleroma o Mundo de las Ideas.


Pues ésa Información no es otra cosa que la Gnosis y, por lo tanto, no solo podemos decir que es el Espíritu del Pleroma que se cernía sobre las aguas de caos, antes de que las ideas tomaran forma tridimensional; sino que es una información heredada del Pleroma desde el principio del Tiempo. Ahora bien, cuán clara y nítida puede ser dicha información; dicho Conocimiento o Gnosis, dependerá, exclusivamente, del Nivel de Conciencia alcanzado por los observadores; es decir, nosotros, o de la potencia de la lente con la que pudiéramos observarla.


Si el nivel de conciencia es escaso, entonces apenas se podrá entender algo; dado que la imagen holográfica se verá completa; pero como degradada, según nos alejemos de la inmensidad del Pleroma; pero según se aumente ese nivel de conciencia, la nitidez de la información será mayor y, por lo tanto, más cercana a la Verdad existente, en su plenitud, dentro del Pleroma.


Es por dicha causa que la Gnosis, el Espíritu de Dios o su Información Divina, como deseemos denominarlo, permea todos los rincones del Pleroma, incluidos sus infinitos Eones y sus enigmáticos e infinitos universos o huevos cósmicos de donde deberán nacer los nuevos Eones y de los que Adán Kadmón, el Hombre Cósmico de nuestro Universo, Cristo resucitado, no es más que uno más de ellos.


Así, solo depende del nivel espiritual alcanzado o, dicho de otro modo, del nivel de conciencia, el que podamos ser capaces de leer solo una pequeña fracción de dicho Conocimiento, la Gnosis, o por el contrario, tengamos la capacidad de integrarnos en el Nirvana y tener un acceso casi completo e ilimitado a la Mente de Dios, el Pleroma, el sumun de la Gnosis.


Frater Aralba R+C



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