“Talleres, seminarios, cursillos, coloquios, clases y charlas espirituales”
-Quienes cobran por ayudar a aperturar la Conciencia, nada tienen que ofrecer-
Desde hace décadas hay oradores, más bien charlatanes, que se dedican a ofrecer charlas de carácter espiritual a cambio de comprar unas entradas para asistir a un auditorio, palacio de congresos o similares. Así, desde la “Meditación Trascendental”, “Ramtha”, “Ciencia Espiritual”, “Laboratorio Espiritual”, “Curso de Milagros”,”Psicología Transpersonal”, “Misión Rama”, “Método Silva de Control Mental”, “Osho” y miles de chiringuitos espiritualistas más, han proporcionado sus buenos emolumentos a empresarios quebrados, psicólogos sin demasiado futuro y, sobre todo, a comerciales con un exceso de verborrea.
Justo en la reflexión anterior hablamos sobre las sectas peligrosas, ofreciendo un decálogo para que cualquiera pueda identificar si se encuentra en el entorno de una Secta. En el caso presente es mucho más sencillo, solo existe una condición y es que exista algún tipo de transacción económica de por medio. Si te ofrecen supuesta información secreta y oculta, relacionada con la Conciencia, la Iluminación o el crecimiento espiritual a cambio de dinero, puedes estar completamente seguro de que dicha información es humo que no te servirá para nada. Así de simple.
Al menos, según nuestra experiencia, desde los años 70, gracias a la existencia de determinadas revistas especializadas, como la Revista Espírita “Karma 7” o la de “Mundo Desconocido”, éste tipo de seminarios o talleres se publicitaron de forma masiva, convirtiéndose en un lucrativo negocio para sus protagonistas.
Probablemente tengamos que trasladarnos a los años 50 o 60 con el surgimiento de la Moda Hippie y, consecuente, con el surgimiento del Movimiento de la “New Age”. Un Movimiento que todavía mantiene su vigencia gracias a la existencia de nuevas revistas y librerías especializadas y donde se pueden encontrar los libros escritos por autores que se dedican tanto al desarrollo personal como a la divulgación de temas esotéricos, ocultistas y de medicina alternativa.
Así, autores como Osho, Ramtha, Maharishi Mahesh Yogui y muchos otros, más actuales y menos conocidos, encuentran en la “New Age” su necesario expositor propagandístico y publicitario.
La Necesidad espiritual de la Población y su consecuente búsqueda, son vistos por estos avispados autores como una oportunidad de Negocio que no debe de desaprovecharse. Es por ello que no faltan oradores que, en cualquier instante, se encuentran dispuestos a dar sus charlas en cines, teatros y salas de exposiciones a cambio del precio de la necesaria entrada. Entradas que, por regla general, tienen un valor similar al precio que pudieran tener la actuación en un Concierto de un músico o cantantes famosos como Mike Oldfield o Alan Parson Project.
Así esa pseudo espiritualidad transaccional queda relegada a unos pocos fanáticos pudientes o coleccionistas de diplomas y certificados que no les importa quitarse de ciertas cosas para dedicar su dinero a la búsqueda, infructuosa, de una Vía espiritual válida.
Cómo Hemos dicho, al principio, la gente que se dedica a estos menesteres suelen ser emprendedores autónomos que, teniendo un cierto conocimiento de los temas que tratan, han visto una gran oportunidad de Negocio que, además, les permite viajar por el Mundo dando sus charlas y conferencias, ya sea directamente mediante su idioma natal o mediante traducción simultánea.
Estos individuos proceden del Mundo Empresarial, del ámbito de la Psicología o del Marketing y la Publicidad. Ellos han visto el Negocio gracias a la ambigüedad de los temas tratados y de la ingenua candidez de los sinceros buscadores que acuden a sus actos. Así, estás conferencias suelen utilizar una oratoria muy elaborada; pero vacía de todo contenido o utilidad. Luego dichas conferencias suelen ser soportadas por libros publicados por los mismos autores y que suelen ponerse a la venta en los mismos lugares donde se dan las conferencias.
Es posible que estos autores y conferencias, en momentos puntuales, hayan podido servir para despertar la curiosidad espiritual en sus asistentes; pero, por regla general, entre los aficionados asistentes a dichas conferencias sólo sirven para coleccionar certificados de asistencia a dichos eventos y que poseen nulo valor didáctico o pedagógico; eso sí, queda muy bien para demostrar que se realizó un Curso de Coach, de Reiki o váyase usted a saber de qué más.
Con lo expuesto, no estamos condicionando a nuestros lectores para que no gasten su valioso dinero en lo que les venga en gana. Si les sirve de entretenimiento, como ir a ver una película o a ver un concierto, bienvenido sea; pero es nuestro deber avisarles de que los contenidos sujetos a transacción económica poseen nulo valor espiritual; así es que avisados quedan. A los sumo, ese trajín de asistencia a diversas conferencias lo que demuestra es una verdadera inquietud espiritual y el Buscador sincero siempre terminará encontrando su Camino; pero no en estos lugares ni de la mano de estos empresarios vende humos, sino en los sitios más inesperados y a cambio de nada.
El problema es que todavía existe mucha gente que sigue creyendo que para que algo posea verdadero valor tiene que tener un precio y que ese valor es proporcional al precio que hay que pagar; pero se trata de una equivocación que solo será reconocida después de muchas decepci
ones.
Frater Aralba R+C
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