23 mayo, 2024

La Santa Hermandad en Cristo Jesús

 “La Santa Hermandad de Cristo”


-De rosacruces, gnósticos, martinistas y otras caballerías de Masonería Cristiana de inspiración templaria-

Muchos son los profanos y neófitos que piensan que los Rosacruces también son masones y martinistas y que pertenecen a la Iglesia Gnóstica; pero ésto, la mayoría de las veces no es así, a pesar de que grandes personajes de finales del Siglo XIX y primeros del XX, como el Doctor Krum Heller, cargaron sus currículums con todos aquellos títulos que caían en sus manos. Era lo normal y propio en aquellos momentos, cuando Theodor Reuss comenzó a atesorar documentos y patentes de las más diversas organizaciones esotéricas y gnosticas; pero en absoluto es imprescindible, para ser Rosacruz, practicar el martinismo, hacerse masón o hacerse miembro de alguna de las múltiples variantes de la Iglesia Gnóstica.


Pero, a pesar de todo lo anterior, sí que es cierto que existe una Santa Hermandad en todos ellos, en tanto que en el corazón de todos ellos, ya sean rosacruces, martinistas, masones cristianos y gnósticos, ondea el pendón de Jesús Cristo, el Salvador Enviado o el Mesías Salvador.


Todos ellos cumplen una parte de la misión encomendada a los servidores de Cristo: los Rosacruces como doctores, los Martinistas como instructores, los masones como caballeros protectores de la Fe y los gnósticos como Sacerdotes; pero, en el fondo, todos comparten, en santa Hermandad, la Gnosis Cristiana que heredamos de Jesús de Nazaret, Apolonio de Tiana, Valentín y muchos otros, conocidos y desconocidos, de entre los dos primeros siglos del Cristianismo, antes de que el Imperio Romano se lo apropiara, desvirtuándolo, para convertirlo en la Religión Oficial del Imperio. Así, en Santa Hermandad todos comparten “heresiáticamente” (heréticamente) muchos componentes gnósticos que quedaron enterrados en las arenas de la Historia a base de la sangre, el sufrimiento y la muerte, de los cristianos gnósticos, en mil y horribles formas.


Todo ese pasado terrible de los gnósticos forma parte de sus blasones y estandartes, a modo de memoria de todo aquello que se encuentra detrás y eso conforma una suerte de etérea “Santa Hermandad Gnóstica” que hace parecer a los no iniciados encontrarse ante la misma gente, aún utilizando diferentes simbología y parafernalia; pero en todos ellos, rosacruces, masones cristianos, gnósticos y martinistas se comparte el Honor de ondear orgullosamente la bandera de su condición de cristianos trinitarios.


Para ser verdaderamente Cristiano hay que aceptar la Trinidad compartida de Dios con el Hombre. Así siendo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo o Pleroma, Demiurgo y Sophía, así el Ser Humano comparte esa Trinidad en tanto que Cuerpo, Alma y Espíritu. El denominado como Cristianismo no trinitario, que ve a Jesús como un mero Profeta humano no es un verdadero Cristianismo sino una secta variante del Jehová judío y, por ello se denominan primero Testigos de Jehová antes que cristianos.


Así en la Masonería Rosicruciana regular, procedente del Mundo anglosajón, inspirada en la Rosacruz de Oro, Alemana, del Antiguo Sistema, para su pertenencia, es requisito imprescindible el declararse como Cristiano trinitario, donde Dios Padre es el Pleroma, Dios Espíritu es su emanación Sophía y el Hijo, en tanto que emanación de Sophía es el Demiurgo, ahora fragmentado en la Figura de Cristo, el Mesías Enviado, y habitando en todos nuestros “corazones”.


La Rosacruz, la auténtica, verdadera y original, no poseyendo un Cuerpo Material, es el Espíritu del Gnosticismo Cristiano y la encargada de transmitir al Mundo, mediante la Pansophía, la Buena Nueva del Nuevo Nacimiento y de la transfiguración de los adeptos mediante el proceso de la cristificación, hasta conseguir que los viejos cielos y la vieja tierra pasen para dar lugar a nuevos cielos y nueva tierra, donde el nuevo Hombre Cósmico pueda convivir eternamente con su hermanos eones en el infinito seno del Dios Padre, el Pleroma. 


El Rosacruz es tanto Templo, como parte de la Ecclesia de Cristo, como el Sacerdote ministrador de sus misterios y sacramentos internos.


Así, aún no siendo lo mismo, tanto Estudiantes de la Rosacruz, como Martinistas; Escoceses Rectificados como Egipcianos de Memphis Mizraím, o Sacerdotes gnósticos de Melquisedec como Neo Templarios, todos, compartimos ese Amor profundo por Cristo y, por lo tanto, por Dios y la Humanidad en lo que se conoce como la Santa Hermandad en Cristo Jesús, el Mesías Salvador o el Salvador enviado, con ellos, a los hombres, en tanto que vino con nosotros desde el primer momento, aunque permaneciendo dormido, dentro de todos los corazones, en Estado latente.


Viva la Santa Hermandad en Cristo Jesús


Frater Aralba R+C; SC de la FRA en España, vía AML “Rosa Mística”


 


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