04 enero, 2023

24.-, 2.- Autobiografía de 7 a 17 años aproximadamente

 2.- De Letras y Electrones


"Un paso adelante y dos para atrás para poder adelantar"


-Una Autobiografía esotérica 7-17años aproximadamente-


"Señor Ruiz ya podría usted poner tanto empeño en resolver los problemas matemáticos como el que usa en realizar sus extraordinarias redacciones" dijo la Profesora, la Señorita Paquita, antes de entregarme el libro "Guillermo el Proscrito", una colección de algunos cuentos del Personaje británico. Sí, lo había ganado, a tan temprana edad, como recompensa, por haber realizado la mejor redacción del Colegio.


"Sacrilegio, sacrilegio, usted ha cometido un grave sacrilegio", esas palabras se agolpaban en mi cabeza por haber, accidentalmente, entrado en la fila de tomar la Comunión, uno o dos años antes de realizar la Primera Comunión, a los nueve años de edad. Una Comunión que realicé, ya no tan primera, sin haber confesado tan gravísimo ultraje al Cuerpo de Cristo. Ese pesar me acompañaría, como una carga pesada, durante gran parte de la infancia.


Heredé de mi Tío Blas, algunos preciosos comics de "Red Ryder", el "Sargento Preston" y las "Urracas Parlanchinas", junto a dos novelas gráficas de Supermán de la Editorial Novaro, "El Mundo Perdido" y "El Caballero Negro", todos ellos exportados de México y junto a tales maravillas, mi soldador de Radio Maymo y las primeras lecciones del Curso de Radio Maymo, de mi Tío Blas, y donde por primera vez leí acerca de los átomos como si fuesen diminutos sistemas solares, con su sol central de protones y neutrones y unos electrones orbitandolo a modo de planetas. También fue la primera vez que leí acerca del Éter, lo que hacía posible, que la radiación electromagnética pudiera atravesar el vacío. El Éter dejaría de ser importante para los científicos; pero muchos años después, yo vería su renacimiento como el Campo de Higgs.


Mucho antes de que, en casa, pudiéramos tener un televisor, en la televisión "Vanguard", de la casa de mis abuelos maternos, Antonio y María, podía ver series como Bronco Lane, Cheyenne, Embrujada, Bonanza y, por supuesto Rin-Tin-Tin, el Perro pastor Alemán que, junto al honorario y jovencito Cabo Rusty combatían el mal, provocado por indios y bandidos, desde dentro del Ejército Federal de los Estados Unidos.


Con el tiempo, también tuvimos un Televisor en Blanco y negro, como no, en Casa de la Marca "Inter". Fueron ya los tiempos de Valle de Pasiones, Viaje al Fondo del Mar, El Túnel del Tiempo, Perdidos en el Espacio, Tierra de Gigantes y, por supuesto, El Super Agente 86 y Viaje a las Estrellas (Star Trek); sin olvidarnos de Rumbo a lo Desconocido, y las series de marionetas El Capitán Escarlata y los Thunder Bird.


A los quince años comencé a estudiar, por correspondencia, en el Centro de Estudios Ceac, el Curso de Instalador Electricista; pero pronto lo cambié por el de Electrónica con Experimentos. Lamentablemente, fue un periodo de mi vida formativa en la que comencé muchas cosas; pero ninguna las terminaba. Muchos años después, por añoranza, decidí hacerme con el material íntegro de los mejores cursos que pude haber realizado o tenía el sueño de hacerlos. Así, el Curso de "Técnico Electricista", también de CEAC, el mencionado de Electrónica con Experimentos, que al parecer era un Trabajo de Philips para preparar a sus propios operarios en Holanda, y el fastuoso Curso de Radio y Televisión de AFHA en varios tomos perfectamente encuadernados; pero ya digo, esto último, pasó hace relativamente pocos años.


A los diecisiete años de edad sucedieron dos cosas muy importantes en mi vida, conocer al Padre Ambrosio, como Profesor de Religión en el Instituto, la aceptación de Cristo en mi Corazón gracias a la mediación de Don Carlos, Pastor de la Iglesia Evangélica de la Calle del Pelícano en Carabanchel y el encontrar mi primer empleo como Aprendiz de Segunda de Electricista en la Empresa Loga S.A, de Montajes Ekéctricos.


Gracias al trabajo y a mi entrada en la Iglesia Evangélica, puede hacerme con algunos libritos sobre propaganda y apologética evangélica y que aún conservo. También comencé a leer los recopilatorios de cuentos de Ciencia Ficción que publicara, en su día, la ya extinta Editorial Bruguera. En cuanto a los comics, mis primeras incursiones fueron con el Spider Británico que publicaba Editorial Vértice, y dos tomos carísimos, de veinticinco pesetas, que me comprara mi madre. Uno de Spiderman contra el Lagarto y el otro, la Patrulla X contra Magneto. Con el tiempo y gracias al cambio de novelas pude leer muchos más comics de la Editorial Marvel.


En aquella época tuve muy buenos amigos como José Luis Cozar, del Colegio de Doña Paquita y Jesús, mi vecino, con el que compartía afición hacia la Ciencia Ficción, la Electrónica y la radioafición en 27Mhz, (Banda Ciudadana). Él comenzó, conmigo, a estudiar electrónica en CEAC; pero pronto se pasaría a Radio Maymo y, con posterioridad, al Centro de Estudios Televisión que se encontraba en la Calle del Barquillo, en Madrid. Gracias a la influencia de su padre, taxista, comenzó a trabajar de aprendiz en un Taller de reparación de radio y televisión del Barrio de Usera. Yo tuve que conformarme con seguir trabajando de aprendiz de instalador electricista, hasta que al siguiente año busqué trabajo, como Auxiliar de Laboratorio, en un Estudio Fotográfico, FOTORAMA, que se encontraba en la planta para niños de El Corte Inglés y cuyos dueños eran Don Álvaro Prieto y Enrique Martín.


De aquella época son algunos de mis mejores relatos y que tuve que destruir en la hoguera del fanatismo religioso gracias al Amigo Delfín, por quien había conocido a la Iglesia Evangélica. Aquellos fueron tiempos muy difíciles y donde la juventud del Barrio de Orcasitas fue cayendo en las garras de la Heroína de forma imparable. Los años que estuve en la Iglesia Protestante, para mí, visto con la perspectiva del tiempo, fueron una suerte de salvavidas que impidió que cayese en la trampa del fruto de la amapola. También realicé alguna carta de amor por encargo, de gratis eh, al estilo de Cyrano de Bergerac, para la, entonces, novia de,  Miguel Àngel Toribio, mi malhumorado e imprevisible Jefe de Laboratorio en FOTORAMA.


Continuará…


Aralba R+C




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