“El Bautismo“
Preparativos necesarios:
“Preparad, junto a vuestro lugar de meditación, un plato o bandeja con un trocito de pan con levadura, fermentado no ácimo, y un chispazo, chupito, o pequeña cantidad de vino tinto, también, fermentado, no mosto”
Ambientación opcional:
“Podéis encender algunas velas, luz tenue y algún incienso si lo soportáis y tened preparada algo de música apropiada (nada de ésto es obligatorio o necesario, aunque ayuda a preparar un ambiente propicio)”
Actitud ante el Servicio:
“Es importante considerar que nos encontramos ante un acto Sagrado, no un juego, que deberemos de respetar y dispensar con Fe y Amor. Ésta Misa, mi Querido Frater y mi Querida Soror, tómala como un verdadero acto de Oración con Dios”
Comienzo:
“Unos instantes de música”
…
…
“Apagado de la música”
“Comienza el Servicio el o la Ministro Oficiante, que, de ser posible, será de diferente sexo que el o la Conferenciante”
—Bienvenidos, Queridos Fratres y Sorores, a éste Día de Oración. Relajaos y meditad acerca del Título de nuestra Homilía de Hoy(El Bautismo).
…
“Tiempo de Meditación”
…
“Lee atentamente el Ministro Oficiante”
Versículos bíblicos relacionados con el Bautismo:
"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado"
(Mateo 28 19 a 20).
“El que tenga fe y sea bautizado será salvo, pero el que no tenga fe será condenado.”
(Marcos 16 16
“Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”
(Primera de Corintios 12 13)
“Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.”
(Hechos 19 5 a 6)
“Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo.”
(Tito 3 2 a 5)
“¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?”
(Hechos 10 47)
“A continuación se da la Lectura del Sermón y Homilía que leerá el o la Conferenciante”
Sermón:
El Bautismo, en tanto que pasar por el agua purificadora, no es sólo un acto simbólico, sino también iniciático y testimonial.
Es un error, común, creer que porque alguien no haya pasado por el Bautismo de agua, su Alma se encuentre perdida. El Testimonio de Hechos 10 47, así lo testifica; en tanto que alguien puede haber recibido la Bendición del Espíritu Santo, sin antes haber pasado por la pila o piscina bautismal.
Además de un hecho simbólico y testimonial, el Bautismo es una Metáfora; es decir, una alegoría de haber recibido el Espíritu Santo y si uno ha recibido el Espíritu, aunque no haya pasado por el ritual, en Espíritu y por el Espíritu se encuentra Limpio de Pecado; es decir, bautizado.
El hecho de pasar por la piscina bautismal es, básicamente, un Rito testimonial de cara al público; en tanto que el verdadero Bautismo del Espíritu, también conocido como el Bautismo de Fuego, puede haberse producido con anterioridad o, por el contrario, no darse simultáneamente a ser sumergido en agua y producirse después o no producirse nunca.
El sentido exotérico del Bautismo es lo que todo el mundo conoce y pensar que por pasar por un baño ritual uno ya está salvo y libre de sus pecados es una mera ingenuidad. El verdadero Bautismo esotérico, en tanto que Sacramento, supone, no sólo la aceptación de Jesucristo como a nuestro personal “Salvador Enviado”; sino que debe darse el hecho de ponernos a su entero servicio y permitir que nuestra conducta sea gobernada por Cristo, nuestro Maestro Interior.
Cuando leemos la Biblia, especialmente nuestro amado Nuevo Testamento, no nos percatamos de que Jesús siempre hablaba entre líneas o mediante parábolas; así, tomar literalmente la Palabra del Señor, puede inducirnos a confusión. El Verdadero Bautismo no es el Ritual Testimonial, por ello se habla de dos bautismos, sino el que se produce cuando se recibe el Espíritu Santo; es decir, el interior y que se produce cuando contactamos con Cristo, el Maestro Interior. A éste Bautismo también se lo conoce como Bautismo de Fuego o Iluminación y, por ello, se representa mediante flamas llameantes sobre las cabezas de los iluminados.
Cuando Jesús en Juan 3 5 nos dice que aquel que no haya nacido del agua y del Espíritu, no puede ser salvo, nos está indicando una obviedad; pero en éste caso no se está refiriendo a un baño ritual, sino al hecho de haber nacido de mujer primero, del Agua, y después del Espíritu Santo. Para poder Ser Salvo; es decir, Transfigurado, primero uno debe de haber nacido para éste Mundo y después para el Espíritu mediante el Proceso de Cristificación.
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.”
(Juan 3 3 a 7)
Por lo tanto, que nadie se lleve a engaño, mediante el agua y por el agua nacemos al Mundo; entonces el Bautismo por agua es más un recordatorio de dónde hemos salido. Cuando el bautizado surge del Agua está recordando el día que nació al Mundo del Seno de su Madre y es entonces cuando, de forma consciente, comienza el proceso de Cristificación que le conducirá a su segundo nacimiento, en el Espíritu; de otro modo, a su segundo bautismo; el verdadero Bautismo y que no se trata de un hecho ritual sino íntimo entre la Personalidad y su verdadero Ser Interior; es decir, Cristo.
El Bautismo por Agua es un hecho externo, ritual, testimonial y simbólico que significa nuestro reconocimiento consciente de cuál es nuestra procedencia; es decir, el Bautismo no es la inmersión en el agua, sino emerger de ella respirando. Del mismo modo que el bebé nace al Mundo con su primera respiración, habiendo salido de la Placenta materna cargada de Agua.
Con ello reconocemos que el haber nacido para el Mundo es lo mismo que haber entrado en el Templo Iniciàtico. El mero hecho de entrar en el Templo, el haber nacido para el Mundo, no nos convierte en iniciados, sino en iniciantes; es decir individuos en proceso de iniciación. Una Iniciación que será ratificada tras la Muerte, si el Individuo ha nacido de nuevo en el Espíritu Santo; sólo tras haber recibido el Bautismo de Fuego es que uno se encuentra, verdaderamente, iniciado.
Y ese Bautismo de Fuego es nuestro encuentro, interiormente, con el Fuego Espiritual de Dios.
Amen
“Al acabar, el Conferenciante regresa a su sitio”
“Encended la música unos instantes”
…
…
“Apagar la música”
“Prosigue el Ministro Oficiante hasta el final del Culto”
—Oremos, durante unos minutos, respetuosamente, en silencio y los ojos cerrados con Jesucristo, nuestro Maestro y Señor, con el fin de prepararnos para la Sagrada Comunión.
…
“Tiempo de Oración”
…
“Encender la música”
…
…
“Apagar la música”
“El Ministro Oficiante lee atentamente lo que sigue a continuación”
Sagrada Eucaristía:
—Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí
…
(tomad el trocito de pan que tenéis sobre la bandeja y comerlo siendo plenamente conscientes de que se trata, literalmente, del Cuerpo de Cristo)
...
—De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.
…
(tomad el chupito de vino tinto que tenéis sobre la bandeja y bebedlo siendo plenamente conscientes de que se trata de la verdadera sangre de Cristo).
…
—Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga. De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.”
(1a de Corintios 11,23,26)
—Ahora observemos unos minutos de silencio y realicemos otra Oración de agradecimiento.
…
“Tiempo de Oración”
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“Encender la música unos instantes”
…
…
“Apagar la música”
Finaliza el Oficiante con las siguientes palabras:
—La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
(Filipenses 4,23)
“Encender la música hasta abandonar todos los Estancia”
…
…
Fin
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