05 enero, 2023

26.-, 4.- Autobiografía 23-33

 4.- Neutrinos, gravitones y taquiones


"Todos traemos una misión a éste Mundo"


-Una Autobiografía esotérica 23-33 años, con cierta certeza-


A los 23 me casé, abandoné la Iglesia, dejé de comprar discos, dejé de estudiar electrónica, dejé de construir aparatos, me até a otra persona y tuvimos un Hijo. Evidentemente mi inquietud no me permitió estarme quieto y comencé a estudiar los cursos, gratuitos, de la Rosicrucian Fellowship y a involucrarme, poco a poco, con el Centro que entonces existía en Madrid. Adquirí toda su literatura y la absorbí como anteriormente hiciera con la apocalíptica de la Iglesia Evangélica. Fue durante esa época que desarrollé, literariamente, una gran parte de mis escritos inéditos. Esa Persona, mi Esposa y madre de mi Hijo, con la que compartía mi vida y por la que abandoné tantas cosas, ahora me ponía ante una tesitura imposible. O abandonaba la Rosacruz o nuestro matrimonio se acababa. Decía que sentía algo satánico en todo ello; lo cierto es que me distancié de la Fraternidad con el fin de intentar salvar lo que siempre estuvo perdido desde el principio, un matrimonio civil precipitado y sin un sentido profundo.


Todo comenzó estando trabajando en la construcción del Casino Gran Madrid de Torrelodones. Tuve que vender a mi Cuñado, tanto mi ciclomotor Puch Minicross de 50c/c como el transceptor de 27Mhz (Banda Ciudadana) "President" de cuarenta canales en OM (Onda Media); ello con el fin de sacarme el carnet de conducir y pagar la entrada de un auto de segunda mano adquirido en Hachuel, un Citroén GS Palas que, de no haber sido ya pobre en sí, me habría conducido a la ruina. 


Recuerdo que en aquella época, por las medias dietas, dado que trabajaba en Torrelodones, fuera de Madrid, ganaba bastante bien; pero no sé que pasó que mis finanzas, manejadas por quien compartía mi vida, las fulminó sin un motivo para mí comprensible; así es que cuando quise sacarme el carnet de conducir descubrí que tenía que desprenderme de otras posesiones para poder hacerlo. Fue a partir de ese instante que decidí controlar yo mismo el dinero que llevaba a casa; siendo a partir de entonces que la relación, por falta de confianza, se fue deteriorando, cada día más, hasta destruirse por completo.


Estando trabajando de electricista en el Casino Gran Madrid, sus dueños me ofrecieron la oportunidad de quedarme a trabajar con ellos para el mantenimiento de las máquinas tragaperras a cambio de un buen salario que incluía las propinas, y yo, sin pensarlo dos veces, acepté de inmediato e, iluso de mí, lo comuniqué a la Empresa en la que trabajaba y acto seguido me dieron de baja en la Seguridad Social. Cuando llegué a la casa y comuniqué que iba a trabajar en el Casino, no sé; pero se formó la de Dios. Mi esposa se negó y yo, de nuevo, tuve que plegarme a su deseo para que no se rompiera el matrimonio, perdiendo una gran oportunidad de empleo; el problema es que cuando me retracté ante mi Empresa, ya era demasiado tarde y aunque me readmitieron, ya había perdido todos mis derechos laborales. A los pocos meses, Loga S.A. de Montajes Eléctricos, la Empresa en la que laboraba, entraría en quiebra dejando a todos sus trabajadores a merced del Fondo de Garantía Salarial, también a mí y ya sin antigüedad alguna.


Durante cuatro años estuve ganándome la vida, malamente, cargando cajas para los fruteros en Mercamadrid; donde, a causa de un accidente, se me produjo una hernia discal que, desde entonces, me acompaña como el Compañero más fiel.


Ante esa tesitura, no pudiendo más, acepté la oferta de irme a trabajar a León, con mi Tío Blas, en SAME, en el Departamento de Informática; en tanto que durante esos cuatro años trabajando en Mercamadrid, mediante el INEM (Instituto Nacional de Empleo) había realizado dos cursos importantes de informática. Uno de Programación y otro de Operador.


Fue en León donde retomé mis lecturas rosicrucianas adquiriendo libros y literatura que no eran de la Rosicrucian Fellowship. Literatura, básicamente de Krum Heller, Rudolph Steiner y diversos autores de la Golden Dawn, Fue así, como descubrí que eso de la Rosacruz era algo mucho más complicado de lo que yo había creído. 


Por aquel entonces era un Miembro Probacionista en proceso de acceder al Discipulado y fue cuando recibí la llamada interna del Ecumenismo. Un Ecumenismo que intenté al unirme vocacionalmente, de forma simultánea, al Lectorium Rosicrucianum y a la AMORC (Antigua y Mística Orden Rosae Crucis) Allí, en León, estaba solo, alejado de la Familia y no tenía a nadie que me dijera lo que podía o no hacer. Así fue como cree un cierto vínculo, a nivel personal, entre las tres organizaciones rosicrucianas más importantes en España por aquel entonces: la AMORC, la Escuela Internacional de la Rosa Ruiz Áurea y la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel.


Los neutrinos son partículas subatómicas que apenas poseen masa y tienen la capacidad de atravesar la masa de planetas enteros sin que estos opongan una resistencia significativa a su paso. Los Neutrinos son una parte importante de los rayos cósmicos que se producen en los agujeros negros y en los centros estelares. Bueno, las hipótesis de su origen son muchas; pero ninguna de ellas explica su extrañeza; pero la Gnósis sale al rescate ofreciéndonos una de las explicaciones más simples y elegantes. Los neutrinos son los elementos portadores de la Gnósis que nos llega, desde el Pleroma, mediante los centros estelares. Estas partículas, con su información, solo son frenadas cuando existe una resonancia determinada; es decir, cuando uno se encuentra en un estadio iniciático determinado. Solo entonces, los neutrinos descargan la información necesaria para despertar a la Chispa de Espíritu o Átomo Simiente que mora en nuestro interior; generalmente se acepta que ese Lugar es el ventrículo izquierdo del corazón.


Respecto a los gravitones (Partículas teóricas subatómicas que producirían la Fuerza de Gravedad) y los Taquiones (Partículas teóricas subatómicas que permitirían el pliegue del Espacio Tiempo); es decir, la posibilidad de viajar en el tiempo, al contrario que los neutrinos, están relegadas, de momento, al ámbito de la especulación científica; no existiendo constancia, aún, de su certera existencia.


Tras tres años super intensos, en todos los sentidos, en la Ciudad de León, decidí regresar a Madrid tras ofrecerme mi Cuñado, Juan Vadillo, mediante los auspicios de Loli Ruiz, mi Hermana, un puesto de trabajo en el Departamento de Administración de la Compañía de Seguros Mercurio, S.A.


Durante un tiempo mantuve, en Madrid, mi relación simultánea con la tres organizaciones rosicrucianas intentando cumplir con mi mandato, como Discípulo, de tender algún tipo de puente ecuménico de diálogo; pero sin entrar en el ámbito del sincretismo o fusión de ideas diferentes.


Ante la imposibilidad de tal objetivo, así me pareció en ese momento, de conseguir ese diálogo necesario es que acepté la invitación de parte de Alberto Martínez Lacaci, a pertenecer a la Orden Masónica de la Gran Logia de España, desvinculándome, momentáneamente, de todas y cada una de las instituciones rosicrucianas; pero eso quedará para el siguiente capítulo de ésta Serie.


Aralba R+C


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